La Prehistoria en la Península Ibérica: Sociedad, Economía y Arte Rupestre
La Prehistoria es el periodo previo a la aparición de la escritura, desde la aparición de los primeros homínidos. En el Paleolítico y Neolítico, se desarrolla el proceso de hominización. Los primeros pobladores peninsulares eran depredadores y practicaban la caza, la pesca y la recolección; así como el nomadismo, viviendo en pequeños grupos y con una organización social colectiva. Hacia el 5000 a.C. surgen las primeras comunidades neolíticas, iniciando la agricultura, ganadería y elaboración de cerámica y tejidos. Se desarrolla el sedentarismo, creando una división del trabajo y cierta estratificación social.
En el arte rupestre se diferencian dos tipos:
- El arte cantábrico, característico del Paleolítico Superior, caracterizado por la policromía, técnica naturalista y las figuras de animales aisladas (ej. Altamira).
- El arte levantino, característico del Epipaleolítico, representa escenas narrativas con colores planos y una estilización que tiende al esquematismo (ej. Valltorta).
Pueblos Prerromanos y Colonizaciones en la Península Ibérica
Pueblos Prerromanos: Íberos, Celtas y Celtíberos
Los pueblos prerromanos pueden dividirse en tres grupos: los íberos, los celtas y los celtíberos. Los íberos se concentraban en torno al río Ebro, tenían una agricultura y una metalurgia desarrolladas y se organizaban mediante una monarquía. Conocemos algunas de sus producciones artísticas como la escultura de la Dama de Elche. Los celtas y celtíberos vivían en el norte y el centro peninsular y basaban su economía en el pastoreo, la agricultura, la metalurgia y el comercio dentro de una sociedad tribal. Además, destacó el Reino de Tartessos en Andalucía, con una economía agropecuaria, junto al comercio y la minería.
Colonizaciones: Fenicios y Griegos
En el primer milenio a.C., los fenicios y griegos llegaron a la península buscando metales y nuevos mercados. Los griegos crearon ciudades comerciales como Rhode o Emporion, mientras que los fenicios tuvieron una mayor influencia en la sociedad, aportando técnicas agrícolas, de escritura, de organización urbana, etc.
Conquista y Romanización de la Península Ibérica
Los romanos llegaron a la península respondiendo a los ataques de los cartagineses y llevaron a cabo un largo proceso de conquista en el que distinguimos tres etapas:
- La ocupación del litoral mediterráneo y los valles del Guadalquivir y del Ebro, que se dio en el escenario de la Segunda Guerra Púnica (derrota de los cartagineses).
- El avance en la Meseta (154-133 a.C.): después de fuertes enfrentamientos con los lusitanos, tras vencer a Viriato, y celtíberos, tras el asedio de Numancia, se logró dominar el territorio.
- La sumisión de la franja cantábrica (29-19 a.C.), la dificultad de conquista en un territorio tan abrupto obligó al emperador Augusto a tomar parte directa en la conquista.
Junto a la conquista se dio la romanización. Para ello, organizaron la península en provincias, desarrollaron la vida urbana, impulsaron el comercio, crearon obras públicas y mejoraron la agricultura. Además, se impulsó el latín como lengua común, se aplicó el derecho romano y la religión politeísta primero y el cristianismo después.
El Reino Visigodo: Origen, Organización Política y Concilios
En el siglo V, varios pueblos germanos (suevos, vándalos, alanos) asolaron la península. Los visigodos fueron enviados por el emperador para restablecer el orden, pero tras la caída del Imperio Romano de Occidente (476) ocuparon el vacío de poder, creando el Reino Visigodo con capital en Toledo. Su dominio llegaría hasta el 711, cuando los musulmanes llegaron a la península.
Para conseguir la unificación política y territorial, vencieron al resto de fuerzas y crearon una monarquía electiva, donde el sucesor del rey se elegía por acuerdo de nobles y obispos. El rey gobernaba con la ayuda del Aula Regia y los Concilios. Los visigodos arrianos eran el grupo dominante sobre una mayoría de hispanorromanos católicos hasta que, para la unificación religiosa y jurídica, establecieron un código de leyes único y Recaredo estableció el catolicismo como religión oficial en el III Concilio de Toledo. Los Concilios de Toledo serían la principal asamblea política y religiosa.
Al-Ándalus: Conquista Musulmana, Emirato y Califato de Córdoba
La Conquista Musulmana y el Emirato Dependiente
Aprovechando las disputas dinásticas de los visigodos, los musulmanes dirigidos por Táriq llegaron a la península y derrotaron en la Batalla de Guadalete a Don Rodrigo, último rey visigodo. Realizaron una rápida conquista de la península, excepto por el norte, donde encontraron resistencia (derrota en la Batalla de Covadonga, 722). Se inicia entonces el Emirato Dependiente del Califato Omeya de Damasco (711-756).
El Emirato Independiente y el Califato de Córdoba
Abd al-Rahman I, superviviente de la dinastía Omeya tras la revolución abasí, llegó a la península, haciéndose con el poder y proclamó el Emirato Independiente. En esta etapa se consolida el poder musulmán, impulsándose el desarrollo económico y urbanístico. En el año 929, Abd al-Rahman III se autoproclamó califa: jefe político y religioso. El Califato de Córdoba (929-1031) fue la época de mayor esplendor cultural de Al-Ándalus. A finales del siglo X, Almanzor se hizo con el poder y convirtió el califato en una dictadura militar, apoyándose en sus victorias contra los núcleos cristianos, dejando al califa, Hisham II, sin poder real.
Al-Ándalus: Reinos de Taifas y Reino Nazarí de Granada
Los Reinos de Taifas y las Invasiones Norteafricanas
Tras la muerte de Almanzor, se produjo la Fitna o guerra civil entre diversos grupos que se enfrentaron por el poder. El Califato quedó disgregado en multitud de reinos de taifas. Eran reinos muy militarizados, de tamaño variable y que se apoyaban en la política de parias: un tributo que consistía en el pago a un rey cristiano a cambio de protección militar. Ante los ataques de los cristianos, los reyes de taifas pidieron ayuda a los almorávides, que tomaron el poder. Pronto hubo protestas por los impuestos y por la dureza religiosa de los almorávides, por lo que se volvieron a proclamar reinos de taifas independientes hasta que solicitaron ayuda de los almohades. Estos ocuparon la península hasta que fueron derrotados por los cristianos en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). Los reinos de taifas finalmente terminaron por desaparecer.
El Reino Nazarí de Granada
Solo perduró el Reino Nazarí de Granada hasta 1492, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos.
Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura
Los musulmanes aportaron un gran desarrollo económico. La economía era de gran dinamismo y se basaba en la explotación de latifundios. Los musulmanes intensificaron el regadío con norias y acequias, utilizaron nuevos cultivos como algodón o arroz y desarrollaron el ganado ovino. También revitalizaron la minería, desarrollaron la manufactura textil, de vidrio y de papel y favorecieron el comercio.
La sociedad estaba liderada por la aristocracia árabe, escasa pero poderosa. Tras ella ocupaban cargos los sirios y bereberes por encima de los muladíes. Los mozárabes y judíos tenían derecho a practicar su religión a cambio del pago de más impuestos, y por último se encontraban los esclavos.
Al-Ándalus vivió un gran desarrollo de disciplinas científicas, como la medicina o el álgebra, y culturales. Se daba una gran importancia a la educación, las traducciones y comentarios filosóficos, y el arte, especialmente a la arquitectura (ej. Mezquita de Córdoba).
La Reconquista y los Reinos Cristianos: Orígenes y Expansión
Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana y Etapas de la Reconquista
Se conoce como Reconquista al proceso político y militar por el que los reinos cristianos se enfrentaron a los musulmanes entre los siglos VIII y XV. A la llegada de los musulmanes se inicia la resistencia en el núcleo asturiano y en el pirenaico, aunque en esta primera etapa eran débiles y serían derrotados frecuentemente. Cuando el Califato se fragmenta en reinos de taifas, los cristianos avanzan y conquistan Toledo y Zaragoza hasta la llegada de los almorávides. Unidos para responder al ataque musulmán, los cristianos vencen en la Batalla de las Navas de Tolosa y reconquistan toda la península, excepto el Reino Nazarí de Granada, que caería en 1492 ante los Reyes Católicos.
Modelos de Repoblación del Territorio
Junto con el proceso bélico se produjo la repoblación del territorio para defenderlo y afianzarlo. Se realizaba mediante la presura o aprisio en la primera etapa (siglos IX-XIII). Durante la primera mitad del siglo XIII destaca la repoblación por órdenes militares, y en la segunda mitad por repartimientos.
Reinos Cristianos en la Edad Media: Política, Régimen Señorial y Sociedad Estamental
Desde comienzos del siglo XI, los reinos cristianos del norte peninsular se van expandiendo, ocupando el territorio musulmán. Estos reinos presentaban una estructura política parecida: monarquías con unas Cortes donde nobles y clérigos asesoraban al rey y en algunos casos aprobaban leyes o impuestos. Con el crecimiento de las ciudades, los burgueses fueron ganando poder y entrando en las Cortes.
La sociedad era feudal, rural y dividida en estamentos: nobleza, clero (ambos exentos de impuestos) y estado llano, con el rey en la cúspide social. La alta nobleza poseía señoríos territoriales y jurisdiccionales, con total control de su territorio y de la población que vivía en ellos. Además, los primeros establecían relaciones de vasallaje entre sí. El estado llano estaba conformado sobre todo por campesinos dependientes de los señores feudales, aunque había algunos que eran propietarios. Con el crecimiento de las ciudades fueron cobrando importancia también los artesanos y los burgueses.
Organización Política de las Coronas de Castilla y Aragón y el Reino de Navarra al Final de la Edad Media
En los siglos XIV y XV, las dos grandes coronas peninsulares, la de Aragón y la de Castilla, se enfrentan a una gran y profunda crisis demográfica, social y económica.
La Corona de Castilla
La Corona de Castilla se organizaba en torno a instituciones como la Audiencia, la Real Hacienda o el Ejército Real permanente. La asamblea fundamental eran las Cortes, donde participaba la nobleza, el clero y representantes de las ciudades.
La Corona de Aragón
La Corona de Aragón estaba formada por varios reinos (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca) con distintas leyes e instituciones pero un rey común. Existían Cortes independientes en cada reino, pero también Cortes Generales. Surgieron además las Diputaciones, que velaban por el cumplimiento de lo acordado en las Cortes.
El Reino de Navarra
El Reino de Navarra tenía una organización política semejante a la de Aragón. Gobernó con el Consejo Real; las Cortes, en las que el rey juraba los fueros del reino; y la Diputación de los Tres Estados, que gestionaba la recaudación de los subsidios aprobados por las Cortes.
Los Reyes Católicos: Unión Dinástica y Consolidación del Estado Moderno
La Unión Dinástica y la Monarquía Autoritaria
El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (1469) y la muerte de Enrique IV originan la Guerra Civil Castellana entre Juana la Beltraneja e Isabel; esta finaliza con el Tratado de Alcaçovas por el que Isabel accede al trono. En la Monarquía Hispánica, los Reyes Católicos gobernaban de manera conjunta, pero los reinos mantuvieron su independencia. Además, se trataba de una monarquía autoritaria, que fue la base del Estado Moderno.
Para afirmar la autoridad real crearon organismos e instituciones comunes a los dos reinos: un ejército permanente; un cuerpo de embajadores; la creación de la Santa Hermandad y la reorganización del Consejo Real, las Cortes, las Audiencias y las Chancillerías. En la Corona de Aragón mantuvieron las instituciones tradicionales y añadieron la figura del virrey. Encontramos también otras políticas comunes como la generalización de la Inquisición, la expulsión de los judíos y la unificación del territorio peninsular con la conquista del Reino Nazarí de Granada y del Reino de Navarra.
El Significado de 1492: Guerra de Granada y Descubrimiento de América
En 1492 comienza la Edad Moderna y su importancia viene dada por el descubrimiento de América y el inicio de la Edad Moderna; también se produjo la expulsión de los judíos.
En 1482 los Reyes Católicos inician la Guerra de Granada, que duró 10 años. Conquistaron en una primera fase la zona oriental, en la segunda la zona occidental y finalmente se conquistó la ciudad de Granada tras la firma de las Capitulaciones de Granada con Boabdil el 2 de enero de 1492.
Por otro lado, Cristóbal Colón defiende un proyecto basado en la esfericidad de la Tierra para abrir una nueva ruta al oeste y alcanzar los mercados asiáticos sin intermediario. Castilla aceptó su propuesta y se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, donde se establecen las condiciones en las que se emprenderá el viaje y el reparto de los beneficios. El primer viaje partió de Palos el 3 de agosto de 1492 y llegó a San Salvador el 12 de octubre de 1492. Tras el viaje, obtuvieron del Papa la Bula Inter Caetera, que llevó a la firma del Tratado de Tordesillas (1494) con Portugal. Colón realizó 3 viajes más y en 1499 los Reyes autorizaron las expediciones privadas. Finalmente en 1513, Vasco Núñez de Balboa atravesó el istmo de Panamá, descubriendo el Océano Pacífico.
La Monarquía de Felipe II: Gobierno, Administración y Conflictos
Gobierno y Administración
Felipe II fue solo rey y no emperador, ya que no heredó el título imperial. La forma de gobierno se centraba en el rey asistido por los secretarios. El poder de las Cortes disminuyó y el número de virreyes y Audiencias aumentó, a la vez que se consolidaron los Tercios. Además, fijó la capital en Madrid en 1561.
Problemas Internos
En política interior encontramos un aumento de sublevaciones debido al autoritarismo político y a la defensa de la ortodoxia católica. Esto condujo a dos rebeliones: la de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570) y la de Aragón (1590-1592).
Política Exterior y Conflictos
La política exterior estuvo marcada por su liderazgo religioso. Las guerras contra Francia acaban en la Batalla de San Quintín (1557) y con la Paz de Cateau-Cambrésis (1559). En la guerra contra los turcos, Felipe obtuvo la victoria en la Batalla de Lepanto (1571). Su primer gran fracaso fue el intento de invasión de Inglaterra con la Armada Invencible (1588). El gran problema fue la Sublevación de los Países Bajos al triunfar el calvinismo en las zonas del norte, aunque en 1580 Felipe lograría la unión con Portugal.
Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos y Crisis de 1640
Se conocen como Austrias Menores a Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Así, el siglo XVII se caracteriza por un aumento del absolutismo y por la tendencia de los reyes a dejar el gobierno en manos de validos.
Felipe III y el Duque de Lerma
El principal valido de Felipe III fue el Duque de Lerma, con el que se firmó la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos.
Felipe IV y el Conde-Duque de Olivares: La Crisis de 1640
Felipe IV contó con el Conde-Duque de Olivares, que trató de centralizar y unificar los reinos, sus instituciones (Gran Memorial) y sus ejércitos (Unión de Armas). Esto fue rechazado por el pueblo y produjo la crisis de 1640. Portugal, también descontenta, proclamó rey al Duque de Braganza, y en 1668 España tuvo que reconocer su independencia.
Carlos II: El Fin de la Dinastía
Por último, Carlos II contó con Juan José de Austria y su reinado estuvo marcado por su incapacidad física y psicológica, por las crisis de interior y exterior que sufría el país.
La Guerra de los Treinta Años y la Pérdida de la Hegemonía Española
Al inicio del reinado de Felipe III, la Monarquía Hispánica era la mayor potencia territorial y militar del planeta. Sin embargo, el reinado de Felipe IV (1621-1665) se vio condicionado por el fin de la Tregua de los Doce Años (1621) con los Países Bajos. Así, este decidió sumarse a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) librada en Europa central entre católicos y protestantes, aunque lo que realmente estaba en juego era la hegemonía de los Habsburgo en Europa.
La guerra se inicia con victorias españolas (ej. Breda), pero la entrada de Francia al lado protestante, pese a ser católica, supuso la derrota de los españoles en Rocroi. El conflicto finaliza con la pérdida de la hegemonía de los Habsburgo y la Paz de Westfalia (1648), que supuso el reconocimiento español de la independencia de las Provincias Unidas. Sin embargo, la guerra entre España y Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), en la que España pierde el Rosellón y la Cerdaña. Francia se consolida como primera potencia.
Factores y Consecuencias de la Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII
Frente a la hegemonía española del siglo XVI, en el siglo XVII Francia pasó a ser la primera potencia. En España se produjo una crisis demográfica, económica y social, pero no cultural (el Siglo de Oro).
Factores de la Crisis
Debido a las guerras, la expulsión de los moriscos, las epidemias y las malas cosechas se produjo un descenso de población y una disminución de la producción agraria.
Manifestaciones Económicas de la Crisis
En el ámbito económico, la crisis se manifestó en todos los sectores. La producción agrícola disminuyó debido a la escasez de mano de obra, a las cargas fiscales sobre el campo y a la reducción de la demanda de productos agrícolas. La artesanía castellana entró en recesión. El comercio americano decayó, agudizando el endeudamiento del Estado, que trató de saldarse con medidas como la subida de impuestos o la alteración monetaria (vellón).
La Guerra de Sucesión Española, el Sistema de Utrecht y los Pactos de Familia
La Guerra de Sucesión Española y el Tratado de Utrecht
Carlos II muere en 1700 sin descendencia y propone a Felipe de Anjou como sucesor, pero la Gran Alianza antiborbónica teme la formación de un bloque franco-español, apoyando a Carlos de Habsburgo y declarando la guerra. Carlos hereda el trono alemán, lo que lleva a Inglaterra a firmar la Paz de Utrecht (1713) y los Acuerdos de Rastatt (1714), donde se reconocía a Felipe V como rey de España a cambio de que esta hiciera concesiones mercantiles y territoriales como Gibraltar o Menorca.
La Política Exterior Borbónica: Los Pactos de Familia
La política exterior del siglo XVIII se basó en la alianza con Francia con el fin de recuperar prestigio y territorios en Europa. Se concretan el Primer Pacto de Familia en 1733, obteniendo Nápoles y Sicilia, y el Segundo Pacto en 1743, obteniendo el Ducado de Parma. Con Carlos III se firma el Tercer Pacto de Familia en 1761, por lo que se interviene en la Guerra de los Siete Años contra Inglaterra con la pérdida de Florida, que se compensa con la intervención en la Guerra de Independencia de EE. UU., recuperando Florida, Menorca y Sacramento.
La Nueva Monarquía Borbónica y los Decretos de Nueva Planta
Reformas Borbónicas y Centralización
La nueva dinastía de los Borbones centró sus esfuerzos en la renovación interior del país y restaurar el prestigio perdido en el exterior. Los primeros Borbones iniciaron reformas de cara al establecimiento de una monarquía absoluta, centralizada y unificada, en la que el rey concentraba todos los poderes.
Los Decretos de Nueva Planta
Para ello, Felipe V aplicó los Decretos de Nueva Planta (1707-1715) que derogaban los fueros, privilegios, Cortes e instituciones tradicionales de los reinos de la Corona de Aragón, que había apoyado al candidato austriaco en la Guerra de Sucesión.
Reorganización Administrativa y Regalismo
Por otro lado, las Capitanías Generales sustituyeron a los virreinatos, se nombraron intendentes para asuntos económicos y en la administración central se suprimieron todos los Consejos, excepto el de Castilla. Además, se establecieron unas Cortes únicas. También se aplicó el regalismo a través de la firma de un Concordato con la Santa Sede en 1753, el cual reconocía a la Corona el derecho del Patronato Universal.