La Ética en la Filosofía Clásica: Platón y Aristóteles
Platón: La Búsqueda del Bien y la Virtud
La idea central en la ética platónica es la búsqueda de la idea pura del Bien, la más importante de las Ideas. El medio elegido es la virtud, entendida como excelencia (el desarrollo máximo de las capacidades de cada individuo, en especial de la razón), un hábito permanente, el conocimiento del Bien, la purificación del alma con respecto a las pasiones y la armonía entre sus tres funciones, a cada una de las cuales le corresponde una virtud específica:
- Concupiscible: Templanza o sofrosine, que implica el dominio de uno mismo, la moderación y la liberación de las pasiones negativas.
- Irascible: Fortaleza o andreia, que representa el valor y el esfuerzo para vencer dificultades, sufrimientos y dolor. Requiere educación física y psicológica, y crea pasiones nobles.
- Racional: Prudencia o frónesis, que es la sabiduría práctica y la capacidad de reflexionar antes de actuar.
Aristóteles: La Eudaimonía y la Virtud como Hábito
El ethos en Aristóteles se manifiesta tanto en animales como en el hombre. Sin embargo, en el hombre existen características distintivas como la razón, el lenguaje y la libertad de elección, que configuran la acción humana, encaminada a un fin perfecto: el Bien. Ese fin es la eudaimonía o felicidad, que Aristóteles define como «el bienestar conseguido por la vida buena».
Este bienestar tiene una primera fase que consiste en tener una «vida material tranquila», y una fase verdaderamente importante que consiste en el «uso de la razón, naturaleza y función propia del hombre». A esta segunda fase la llama también contemplación.
La virtud se define como el medio para alcanzar la felicidad. No es innata, sino que se educa en ella: es la excelencia, es decir, el máximo desarrollo de las capacidades o potencias de cada uno. Para que sea efectiva, la virtud debe ser aprendida; el hombre debe adquirir por hábito la capacidad de llevar a cabo sus acciones en el término medio relativo al sujeto, sin excesos ni carencias.
Hay dos tipos de virtudes:
- Virtudes Dianoéticas: Perfeccionan el intelecto. Se dividen en:
- Prácticas: Arte (techné) y prudencia (phronesis).
- Teóricas: Ciencia (episteme), intelecto (nous) y sabiduría (sophia).
- Virtudes Éticas: Son de carácter irracional y se basan en los sentimientos y pasiones, como la fortaleza, la generosidad, la modestia, la amistad y la justicia.
La Política en la Filosofía Clásica: Visiones de Platón y Aristóteles
Platón: El Estado Ideal y las Formas de Gobierno
Platón afirma que las virtudes que guían las tres funciones del alma deben estar relacionadas con la organización social de un Estado ideal:
- El alma racional, cuya virtud es la prudencia, debe estar relacionada con la clase social de los gobernantes. Un buen gobernante debe ser sabio y prudente.
- El alma irascible, cuya virtud es la fortaleza, es la que debe guiar a los guardianes y guerreros, quienes han de sobreponerse al dolor y a los rigores de la guerra.
- El alma apetitiva, cuya virtud es la templanza, debe guiar al pueblo, artesanos y labradores, para que no se rebelen contra las decisiones de los gobernantes.
Para alcanzar este estado ideal, la educación desempeña un papel fundamental.
Platón analiza además otras formas imperfectas de gobierno en progresivo orden de degradación:
- La timocracia, o gobierno de los militares, donde domina la ambición del alma irascible. Se mantiene el orden, pero sin su fundamento ético.
- La plutocracia, o gobierno de los más ricos, donde rige el alma concupiscible. Se convierte en una banda de explotadores, lo que conduce a:
- La democracia, entendida como la anarquía y el desorden, donde prevalece el interés individual y es conducida por demagogos (una visión negativa influenciada por su origen aristocrático y la trágica experiencia de la condena a muerte de Sócrates).
- La anarquía degenera en tiranía, que es la forma más extrema de degradación política, donde no existe la ley, sino la voluntad de un individuo que decide conforme a sus intereses, caprichos y apetitos.
Aristóteles: El Hombre como Animal Político y la Búsqueda del Bien Común
El hombre es un ser social por naturaleza, ya que necesita a la sociedad para sobrevivir a todos los niveles. Es un «animal social», pues la polis es anterior al individuo. La política tiene un sentido ético: perfecciona la naturaleza racional y moral del individuo, desarrolla el lenguaje humano en el que se comunica la razón, y hace que alcance la «vida buena», la excelencia.
El objetivo político es el bien común, la felicidad y la justicia para todos. Hay varios niveles de organización social:
- Familia: A la que se pertenece por nacimiento, y que es una forma de relación entre miembros con funciones diferentes, que consigue que el hombre llegue a ser autónomo. El hombre libre hace referencia a guerreros, sacerdotes y magistrados. La mujer no es libre, puesto que se le atribuye una actividad intelectual inferior y debe subordinarse al hombre. Las clases inferiores son los trabajadores manuales (libres) y los esclavos.
- Aldea: Unión de varias familias.
- Ciudad-Estado (polis): Unión de individuos autónomos, es el máximo nivel de organización. Su ley más importante es la Constitución, que garantiza la justicia social y que los ciudadanos lleven una vida buena, y garantiza su educación. La clase social fundamental es la media, muy moderada en sus decisiones.
Para Aristóteles, hay tres sistemas positivos de gobierno:
- Monarquía: Gobierno de un individuo.
- Aristocracia: Gobierno de unos pocos.
- Democracia (Censitaria o República).
La Antropología Filosófica: Dualismo Platónico vs. Hilemorfismo Aristotélico
Platón: El Dualismo Alma-Cuerpo
Platón, al igual que en su concepción de la realidad, plantea un dualismo también en el ámbito antropológico, en el que el ser humano se divide en alma y cuerpo. Para Platón, la esencia del ser humano se encuentra en el alma. El cuerpo es la cárcel del alma. El alma tiene la misma naturaleza que las Ideas. El alma es inmortal y, por lo tanto, transmigra. Según Platón, la virtud que tengamos en esta vida nos acompañará en la siguiente, pues el alma transmigra. Es indivisible. El cuerpo impide al alma la contemplación de las Ideas y pertenece al mundo sensible.
El alma tiene tres funciones:
- Función racional (nous, logos): Es una función inmortal, inteligente y de naturaleza divina. Esta función se localiza en la cabeza y se ejerce como entendimiento.
- Función irascible o agresiva (thymos): Es la fuente de las pasiones nobles como el amor. Es una función mortal y, por ello, ligada al cuerpo. Platón la sitúa en el tórax.
- Función concupiscible o apetitiva: Es aquella función que nos lleva a un placer desordenado y es fuente de pasiones innobles. Es una función mortal y, por ello, ligada al cuerpo. Platón sitúa esta función en el abdomen.
Aristóteles: La Teoría Hilemórfica del Ser Humano
La antropología aristotélica es el resultado de la aplicación de la teoría hilemórfica a la concepción del ser humano. Su antropología forma parte de una concepción más amplia sobre los seres vivos. El alma es la forma de un cuerpo que en potencia tiene vida. El alma es el principio vital en general, poseído por todo ser vivo.
Desde una perspectiva más científica que Platón, Aristóteles afirma la existencia de tres posibles funciones en el alma:
- La función vegetativa: Es la capacidad para alimentarse y reproducirse, capacidades fundamentales para la vida que están presentes en todo ser vivo. Es la única función que desempeñará el alma de los vegetales.
- La función sensitiva: Es la capacidad de movimiento, percepción y deseo, funciones irracionales. Resulta más compleja que la anterior y permite, por ejemplo, sentir placer y dolor. Es la función propia del alma de los animales y está presente también en el ser humano.
- La función racional o intelectiva: Capacidad de conocimiento y voluntad, de pensar y de obrar conforme a la razón. Es la esencia del ser humano, su forma indisolublemente unida al cuerpo.
El hombre está compuesto por materia y forma, es decir, cuerpo y alma:
- El alma es forma y acto, es decir, puede desempeñar las tres funciones juntas.
- El cuerpo es materia, es decir, potencia.
El Conocimiento en Aristóteles: De la Sensación al Entendimiento
Aristóteles: La Epistemología Empírica
Aristóteles sostiene que el alma es como una tabula rasa (hoja en blanco) que vamos rellenando a lo largo de nuestras vidas mediante la experiencia que vamos obteniendo. Para adquirir este conocimiento universal, hay tres fases:
- La sensación: Nos ayuda a recolectar la información que percibimos mediante los sentidos.
- La experiencia: Se obtiene al realizar una acción. Por ejemplo, si realizo una acción y tengo en mi memoria la experiencia de que me ha resultado beneficiosa, sé que al repetirla obtendré un buen resultado.
- El entendimiento: Permite comprender por qué una acción ha sido beneficiosa y, por tanto, repetirla. Por ejemplo, si me duele la cabeza y tomo un paracetamol, la experiencia me indica que esa acción es buena, y el entendimiento me permite comprender la razón de su eficacia (en este caso, porque es un medicamento).
Tenemos dos tipos de entendimiento:
- El entendimiento agente, que transforma las imágenes potenciales en conceptos particulares.
- El entendimiento paciente, que elabora conocimientos a partir de esos conceptos.