Grandes Corrientes Filosóficas: Epistemología, Ética y Sociedad en Kant, Marx, Nietzsche y Ortega

Immanuel Kant: La Crítica de la Razón

El Problema del Conocimiento: Epistemología Kantiana

Según Kant, dado el antagonismo surgido entre el Racionalismo y el Empirismo, es necesario hacer una crítica de la Razón y contestar definitivamente a la pregunta: ¿Qué puedo conocer? Para ello, se propone realizar un examen de la Razón Pura, es decir, de nuestra capacidad de conocer, en su obra Crítica de la Razón Pura.

Para responder a esta pregunta, Kant se cuestiona primero cómo es posible la ciencia, pues para él este es un conocimiento seguro y, a partir de él, se podrán establecer las condiciones que debe tener cualquier otro conocimiento para ser considerado cierto. Las condiciones que posibilitan los juicios científicos son de dos tipos: empíricas y trascendentales o a priori. En cuanto a si aportan nueva información y extienden nuestro conocimiento, los juicios pueden ser analíticos o sintéticos. Para Kant, los juicios científicos por excelencia son los juicios sintéticos a priori.

Por ello, Kant estudiará las condiciones trascendentales de la razón que posibilitan la formulación de dichos juicios, analizando para ello las tres facultades de la Razón:

  • Sensibilidad
  • Entendimiento
  • Razón

En la Estética Trascendental, Kant estudia la sensibilidad y su relación con las matemáticas. La sensibilidad es la capacidad de percibir de forma pasiva. Sus condiciones trascendentales son las intuiciones puras: el espacio y el tiempo, que pertenecen a la Razón y no a la realidad empírica.

En la Analítica Trascendental, se estudia el entendimiento y su papel en la física. El entendimiento es la capacidad de pensar lo percibido de forma activa. Las condiciones trascendentales que posibilitan comprender lo percibido mediante el entendimiento son los conceptos puros o categorías del entendimiento.

Por todo esto, Kant distingue entre el fenómeno (lo que percibimos y comprendemos aplicando las intuiciones puras y las categorías) y el noúmeno (la cosa en sí, de la que no tenemos experiencia).

Finalmente, en la Dialéctica Trascendental, se estudia la Razón y se cuestiona si la Metafísica es posible como ciencia. La Razón es la capacidad de unificar los juicios del entendimiento, formulando teorías cada vez más generales. Así surge la Metafísica, que busca estudiar y conocer las realidades que se encuentran en el ámbito nouménico.

El Problema de la Moral: Ética Kantiana

Kant aborda el tema de la moral respondiendo a la pregunta: ¿Qué debo hacer? en su obra Crítica de la Razón Práctica.

Comienza estableciendo una distinción entre dos tipos de ética: las éticas materiales y la ética formal. Kant critica las éticas materiales, ya que son empíricas (surgen de la experiencia) y sus preceptos son hipotéticos (dependen del fin establecido). Frente a ellas, Kant defiende la ética formal: esta se caracteriza por estar vacía de contenido empírico, su imperativo es categórico y no hipotético, y debe ser universal y autónoma.

Según Kant, la ética debe fundamentarse en la idea de deber. La realización del deber por el puro deber supone la buena voluntad. Así, el bien moral, la virtud, consiste en cumplir el deber por respeto al mismo.

La exigencia de obrar moralmente, por deber, se expresa en el imperativo categórico. Este imperativo tiene varias formulaciones, pero destacan dos:

  1. Obrar siempre de tal manera que nuestra acción pueda ser considerada como ley universal obligatoria.
  2. Obrar siempre tratando a todo ser racional como un fin en sí mismo.

Además, Kant postula tres principios de la razón práctica:

  • El primero, y único demostrado en la práctica, es el de la libertad.
  • El segundo, no demostrado pero siendo una exigencia de la razón, es el alma inmortal.
  • Y el tercero, tampoco demostrado pero igualmente una exigencia de la razón, es la existencia de Dios.

Karl Marx: Praxis y Transformación Social

El Problema del Hombre y el Conocimiento: Antropología y Epistemología Marxista

Para Marx, el auténtico conocimiento es la praxis: la actividad teórico-práctica a través de la cual el ser humano transforma la realidad. La praxis sigue un proceso dialéctico: requiere utilizar el entendimiento (actividad teórica) para transformar racionalmente la realidad en la mente, y utilizar la sensibilidad activa (actividad práctica) que transforma empíricamente la realidad en algo racional de forma concreta. Solo se podrá afirmar la verdad de lo pensado cuando el ser humano lo haya realizado en el mundo. Toda teoría únicamente especulativa de la realidad es falsa.

Según Marx, el ser humano se realiza como tal al transformar la realidad y humanizarla, cumpliendo su praxis. Y esta realidad externa existe como forma social producida por el trabajo humano, y no como algo natural. Marx afirma que las relaciones sociales son relaciones existenciales, pues posibilitan y condicionan concretamente la existencia de cada individuo, y de ellas depende cómo será su vida: una sociedad será justa si permite al ser humano cumplir libremente esta praxis, desarrollando con ello su racionalidad.

Friedrich Nietzsche: Voluntad de Poder y Transmutación de Valores

El Problema del Conocimiento: Epistemología Nietzscheana

Nietzsche critica la metafísica tradicional surgida con Platón. La metafísica tradicional ha considerado la realidad como algo estático, fijo e inmutable. Este impulso contra la vida es denominado por Nietzsche “Voluntad de Verdad” y consiste en utilizar la razón para afirmar la supremacía de las esencias. Por ello, toda la filosofía ha sido, en realidad, un platonismo encubierto y contrario a la vida.

Frente a esto, Nietzsche afirma la realidad como devenir sin finalidad ni meta. Esta realidad cambiante y múltiple se presenta al ser humano a través de perspectivas. Así, Nietzsche defiende la “Voluntad de Poder”, que es asumir y enfrentarse a la realidad cambiante afirmando una perspectiva de forma temporal para vivir más plenamente. Desde la Voluntad de Poder, los conceptos no son en realidad más que metáforas. La primera metáfora es la imagen mental conformada por nuestra percepción. Estas metáforas se convirtieron en conceptos por la necesidad y el deseo del ser humano de vivir en sociedad. Las ciencias positivas que matematizan lo real son criticadas por Nietzsche. Así, para Nietzsche no hay verdad absoluta y solo podrá considerarse “verdad” aquello que favorezca a la vida. El criterio de verdad es la “Voluntad de Poder” que asume y justifica el error necesario para vivir. Por ello, exalta el poder de la metáfora como una perspectiva que se reconoce como tal.

El Problema de Dios, el Ser Humano y la Moral: Teología, Antropología y Ética Nietzscheana

Nietzsche afirma una visión pesimista del ser humano, un animal cuya única arma para defenderse del mundo es la inteligencia. El ser humano es un ser débil e indigente y, sin embargo, se cree el centro de la naturaleza. Por ello, Nietzsche considera que el ser humano debe ser solo un puente hacia el superhombre.

El ser humano débil, anterior al superhombre, sigue los dictados de la moral tradicional. Se trata de una moral de los esclavos donde lo fundamental es la resignación y el rechazo a la vida. Así, Dios es el fundamento último de la voluntad de verdad y del platonismo. Dios ha sido la gran objeción contra la vida y es necesario, para dar valor a la vida, negar a Dios.

Esta negación ha ocurrido en la época moderna, donde Dios ha muerto. Con ello, todos los valores tradicionales se derrumban, surgiendo una nueva época dominada por el nihilismo. Este puede tener dos sentidos: uno negativo y otro positivo.

Así, deberán transmutarse los valores. Esta transmutación será realizada por el superhombre, producto de la evolución desde el ser humano débil, racional y dominado por la Voluntad de Verdad, hacia un ser humano fuerte, instintivo, con Voluntad de Poder.

Esta evolución del espíritu hasta el superhombre pasa por tres estadios: el camello, el león y el niño. Este último es la representación del superhombre, que tiene la Voluntad de Poder y admite la vida como un eterno retorno. El superhombre rechaza la moral del esclavo. El superhombre es un creador constante de valores. El superhombre es el creador de su propia vida como una obra de arte.

José Ortega y Gasset: Raciovitalismo y Sociedad

El Problema del Conocimiento: Epistemología Orteguiana

Ortega critica tanto la filosofía anterior a la modernidad (el Realismo) como el Idealismo, la filosofía que se desarrolló a partir de Descartes. En el Realismo, la realidad es comprendida como el conjunto de las “cosas” que existen independientemente del sujeto. En el Realismo, el sujeto es una cosa más, siendo el yo absorbido por el mundo. También critica el Idealismo. Con el Idealismo, el conocimiento de la realidad se fundamenta sobre el sujeto. Este sujeto es a su vez una sustancia estática que no evoluciona con el tiempo. Por ello, las cosas son absorbidas por el yo. Frente a esto, para Ortega, la verdadera realidad reside en el yo con las cosas.

Ortega estudia las categorías o características fundamentales que definen la Vida:

  1. La vida es autoconciencia de vivir.
  2. La vida es encontrarse en una circunstancia.
  3. Vivir es algo imprevisto.

Surge así el Raciovitalismo, donde la razón se encuentra en la vida concreta de cada uno. Por eso, la Razón solo puede entenderse como Razón Vital. Razón Vital y Razón Histórica son una misma racionalidad que asume la vida y la realidad en su devenir. La razón histórica o vital estudia el proceso de la realidad mediante esquemas intelectuales. Por ello, la razón vital e histórica es algo móvil.

Por todo esto, Ortega defiende el Perspectivismo: cada individuo tiene una perspectiva, una verdad propia. La realidad se da siempre en perspectivas diversas y cambiantes de cada uno. Además, el propio sujeto tiene en su mente Ideas y Creencias: las primeras son aquellas con un puro contenido intelectual; las segundas, las creencias, tienen un contenido vivencial.

El Problema de la Sociedad: Política Orteguiana

Para Ortega, la historia se puede analizar de acuerdo con las generaciones. En su Teoría de las generaciones, Ortega asume que en toda sociedad humana conviven distintas generaciones. Hay dos tipos fundamentales: las establecidas (las mayores que ya poseen el control social) y las emergentes (las nuevas). Cuando los presupuestos teóricos de ambas son compatibles, la sociedad se desarrolla sin sobresaltos; cuando hay una ruptura entre una y otra, surge la crisis social.

Además, según Ortega, en nuestra época se da una crisis concreta en la sociedad, pues ha ocurrido un fenómeno especial: la rebelión de las masas. Para Ortega, los seres humanos se dividen en hombre masa y en minoría selecta. El hombre masa es aquel que se encuentra satisfecho de sí mismo. La minoría selecta es aquel tipo de persona que se exige a sí mismo más que a los demás. El problema actual, piensa Ortega, es que el hombre masa gobierna la sociedad sin atender a la minoría selecta, imponiendo su capricho uniformador.