Proclamación de la Segunda República y Crisis de 1929
Tras la caída de la Dictadura del General Miguel Primo de Rivera (enero de 1930) y la “dictablanda” del General Berenguer (1930-1931), el Almirante Aznar convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Las elecciones tomaron un carácter plebiscitario de apoyo o rechazo a la monarquía. La victoria republicana se tradujo en las capitales provinciales, y anteriormente se habían fijado los acuerdos por los partidos de izquierda, republicanos y nacionalistas en el Pacto de San Sebastián.
Causas Internas
- El fracaso de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), último intento desesperado por salvar la monarquía de Alfonso XIII, ante el claro fracaso del régimen de la Restauración, que entre 1912 y 1922 sufrió una enorme inestabilidad política e institucional y un creciente malestar social evidenciado en continuas huelgas. La dimisión del dictador en 1930 dejó a la monarquía sin apoyos.
- La modernización de la sociedad española. El país seguía siendo agrario. Sin embargo, se estaba dando un desarrollo urbano que permitía la formación de una clase media cada vez más influyente, formada por pequeños propietarios, profesionales liberales e intelectuales. Igualmente, la industrialización había dado origen a una clase obrera industrial demandante de derechos políticos y sociales a través de sus organizaciones políticas y sindicales.
Causas Externas
- La crisis de las democracias y el auge de las ideologías totalitarias. En los años veinte y treinta, el comunismo, el fascismo y el nazismo eran ideologías en auge. Desde el ejército destacaron los intentos de golpe de Estado en Jaca (Huesca) y en Cuatro Vientos (Madrid) que terminaron con la ejecución de los líderes militares (Fermín Galán y Ángel García), convirtiéndose así en los primeros mártires de esta nueva etapa.
La crisis económica de 1929
Aunque los efectos de aquella crisis internacional fueron menores en España que en otros países, el desempleo, la bajada de los salarios y la lentitud en la aplicación de las reformas por parte del Estado radicalizaron a las organizaciones obreras, que aumentaron el clima de conflictividad social. La crisis fue breve y liviana y acabó técnicamente en 1935; el país era atrasado y la agricultura ocupaba más del 40% de la población activa. La recesión no afectó a las industrias de consumo (textil), cuya producción aumentó gracias al crecimiento de los salarios reales.
La economía del país estaba fuertemente protegida por una política arancelaria. Sin embargo, al ser dependiente de los países más desarrollados, la Gran Depresión tuvo consecuencias como:
- Contracción del comercio exterior y de las exportaciones.
- Empeoramiento de la balanza comercial.
- Colapso de las inversiones extranjeras.
- Interrupción de la emigración (Andalucía y Galicia) y retorno de emigrantes de tierras americanas.
- Aumento del desempleo.
- Caída de las cotizaciones de la Bolsa de Madrid.
El Estado Franquista: Organización Política
El 1 de abril de 1939 finaliza la Guerra Civil española con la derrota de la II República y se instaura la dictadura personal del general Franco, basada en los llamados principios del 18 de julio.
Bases Ideológicas y Características
Las bases ideológicas del nuevo régimen fueron: el fascismo, el anticomunismo y el catolicismo. Todas ellas estuvieron presentes a lo largo de la dictadura. Las características del nuevo Estado se centraron en:
- Concentración de todos los poderes en una persona.
- Rechazo de la democracia, negación del sufragio universal, pluralismo político y separación de poderes.
- Restricción de las libertades de expresión, asociación y reunión.
- Ausencia de una Constitución y un proceso lento de institucionalización. Se creó legislación para dar apariencia de un Estado de derecho.
- Fomento de los valores militares y patrióticos (adoctrinamiento social).
- Única organización política: el Movimiento Nacional.
- Fuerte represión contra el bando vencido, depuración de sospechosos, control del movimiento obrero, la administración y la enseñanza.
- Rígida vigilancia policial e ideológica sobre la población.
La ‘nueva España’ tenía tres pilares básicos: el Ejército, la Falange y la Iglesia. El Ejército desempeñó un papel importante hasta 1945; a partir de entonces, fue siendo sustituido por civiles. La Falange-JONS quedó subordinada al dictador y su ideología fue clave en la primera etapa del franquismo.
España y la ONU: Aislamiento Internacional (1946-1959)
Este texto se refiere a la resolución de la ONU de 1946, prácticamente un año después de terminar la Segunda Guerra Mundial con la derrota de los países del Eje (Alemania, Italia y Japón) y la victoria de los Aliados (Francia, Reino Unido, EE. UU., URSS). España se encontraba inmersa en la primera etapa del franquismo, que comenzó en 1939.
En la resolución se afirma con rotundidad que el régimen imperante en España era fascista por su naturaleza, comportamiento y ayuda recibida. Este nuevo régimen fue impuesto por las armas a través de una Guerra Civil y atendía a unos principios ideológicos.
Consecuencias de la Resolución de la ONU
La resolución de la ONU tuvo como consecuencia un aislamiento internacional de España, que a nivel interno se tradujo en autarquía y racionamiento. Se inició así un período de recesión y estancamiento económico hasta mediados de los años 50. Solo se mantuvo contacto político y socioeconómico con Argentina, Portugal y el Vaticano.
Por ejemplo:
- Limitación de las importaciones y protección de la producción industrial con subvenciones y ventajas fiscales.
- Organización y distribución de cereales.
- Se implantó el sistema de racionamiento de los productos de primera necesidad. Son los tiempos de la memoria del hambre y del mercado negro o estraperlo.
- Para impulsar la industria se creó el INI.
A finales de los 40 y principios de los 50 comenzó una pequeña recuperación con la ayuda financiera norteamericana (Plan Marshall). A partir de 1953, España se reinsertó en la vida internacional a través de la firma de acuerdos bilaterales militares y económicos con EE. UU.
Transformaciones Económicas y Sociales (1959-1973)
La dictadura franquista en su segunda etapa se caracterizó por el desarrollo económico y social, y el inmovilismo político. La insistencia en mantener el régimen en una sociedad cada vez más moderna, con el tiempo, provocó la descomposición del mismo a partir de 1969 hasta el año de la muerte del dictador en 1975.
Las bases de este desarrollo económico, muy significativo en los años 60 hasta la crisis de 1973, se asentaron en los Planes de Estabilización. Las medidas principales fueron:
- Devaluación de la peseta.
- Limitación del gasto público.
- Incremento de impuestos.
- Concesión de facilidades a la inversión extranjera.
Al ‘desarrollismo’ se le añadieron otros factores como:
- La coyuntura internacional favorable.
- La masiva inversión de capital extranjero (alemán, suizo, francés, estadounidense o británico).
- La cantidad de divisas enviadas por los emigrantes que trabajaban en Europa.
- Los ingresos provenientes del sector servicios, sobre todo del turismo.
- La inversión estatal en obras públicas (embalses, viviendas sociales, carreteras).