Impacto ambiental y sobreexplotación de recursos naturales

Sobreexplotación de los recursos naturales

Forma parte de nuestra vida cotidiana desde la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano. Es el conjunto de componentes fisicoquímicos, biológicos y sociales que pueden causar un efecto sobre los seres vivos. Está constituido tanto por el medio natural que abarca el biotipo o medio físico y los seres vivos que viven en él, conformando un ecosistema, como por el medio social en el que cabe incluir específica y exclusivamente al ser humano y las actividades que realiza. La transformación del medio natural se llama impacto ambiental y aunque es evidente que cualquier ser vivo produce un efecto sobre el medio en el que vive, el impacto generado por el hombre es debido al desarrollo de su tecnología, mucho mayor que el del resto de las especies. No todos tenemos las mismas necesidades, ni en cantidad ni en el tipo de recurso, entre todos estamos sobreexplotando el medio. Estamos extrayendo del medio más de lo que puede regenerar.

Sobreexplotación de las especies animales y vegetales

Las especies animales y vegetales conforman junto con el medio físico los ecosistemas y es esencial el equilibrio entre todos. La caza ha sido sustituida por la cría en cautividad de las especies de consumo más habituales. Por ello, es fundamental en la pesca donde se produce la sobreexplotación al no respetarse los tiempos de reproducción necesarios para la recuperación de las especies. La agricultura es otra sobreexplotación y el problema es doble: por un lado, la agricultura intensiva de los países desarrollados elimina especies endémicas para centrarse en monocultivos extensivos de alto valor económico. Y por otro lado, para obtener más tierra de cultivo es habitual la tala y la quema descontrolada de bosques y selvas en los países pobres. Fruto de tales prácticas se produce la pérdida de especies vegetales que en ellos habitan, lo que lleva a la deforestación, el empobrecimiento del suelo y al quedar este desprotegido, la erosión.

Sobreexplotación del suelo

La pérdida de biodiversidad no se produce únicamente por la sobreexplotación de las especies sino también por la alteración del medio físico donde habitan suelo y agua. Uno de los efectos más graves que sufre el suelo es la erosión, que es la consecuencia natural de la acción de agentes geológicos, meteorológicos y biológicos sobre el suelo cuando ha perdido la vegetación. Y cuando desaparece el aire, el agua o el paso de los animales arrastran con más facilidad el suelo. El resultado final más extremo de este proceso es la desertización o la desertificación, que es la desertización provocada por la actividad humana.

Sobreexplotación del agua

El agua, de la que los seres vivos estamos hechos en un 75% aproximadamente, es esencial para que pueda darse la vida. Sin ella no sobrevivimos. La sobreexplotación del agua está relacionada con la agricultura intensiva, el cambio de cultivos tradicionales de secano por otros de regadío y la sobreurbanización. La consecuencia principal es la desecación de humedales así como el agotamiento y en muchos casos la salinización de los acuíferos costeros.

La contaminación o polución

Es el resultado de introducir en el medio sustancias que repercuten negativamente tanto en el medio físico como en los seres vivos. Esas sustancias contaminantes pueden ser naturales, ya sean biológicas o inorgánicas, o sintéticas.

Efecto invernadero

La atmósfera está formada por oxígeno, nitrógeno y en menor cantidad dióxido de carbono, metano y vapor de agua. Todos estos gases permiten la vida sobre nuestro planeta al reducir la peligrosa radiación solar y permitir, a través del llamado efecto invernadero, guardar el calor que emite nuestro planeta.

El agujero en la capa de ozono

En los años 80 se detectó una zona sobre la Antártida donde la capa de ozono, que se forma de manera natural en la estratosfera y nos protege de la radiación UV, estaba disminuida. El fenómeno se denominó agujero en la capa de ozono y se debe, según las investigaciones, a la presencia de los CFC (componentes de muchos aerosoles y de los líquidos de refrigeración de las neveras).

Contaminación atmosférica

– Lluvia ácida

Es una de las consecuencias de la presencia de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno en la atmósfera: la formación de ácido sulfúrico y ácido nítrico cuando hay agua, lo que a su vez provoca una disminución del pH de la lluvia. Destruye la vegetación y acidifica el suelo con la consiguiente muerte de los bosques.

– La contaminación de las ciudades y el ozono troposférico

En las ciudades los coches emiten diariamente grandes cantidades de gases y partículas y se producen altas concentraciones de contaminantes. Producen un estancamiento de esta contaminación, favoreciendo las reacciones químicas y produciendo contaminantes nuevos, como el ozono troposférico que es fruto de la acción de los rayos solares en los óxidos de nitrógeno. Pueden producir enfermedades respiratorias.

– El incremento del efecto invernadero

Los principales gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono y el metano. El primero aumenta por la combustión de hidrocarburos y el segundo está relacionado con el aumento de la ganadería y de ciertos cultivos extensivos. Se considera la base del cambio climático.

La eutrofización

Es una forma de contaminación del agua que se produce con el vertido de fosfatos, nitrógeno o azufre. Estas sustancias son en realidad nutrientes para ciertas algas plantónicas, lo que hace que crezcan de forma desmesurada hasta formar una capa que cubre toda la superficie del agua impidiendo que la luz llegue a las capas más profundas y, por tanto, el desarrollo de la vida en ese ecosistema.