La Constitución de 1812 y la Guerra de la Independencia Española

Introducción: Vacío de Poder y Surgimiento de las Cortes de Cádiz

La ocupación del territorio español por las tropas napoleónicas tras las abdicaciones de Bayona y la inacción de las principales instituciones, provocaron un vacío de poder en España al no reconocer el pueblo al nuevo monarca, José I. Este vacío permitió a aquellos que buscaban una transformación del país y el fin del Antiguo Régimen tomar acción.

Contexto: Surgieron juntas locales en distintas ciudades españolas para organizar la resistencia contra los franceses. Estas juntas se organizaron en juntas provinciales, que luego dieron paso a la Junta Suprema Central, liderada por el ministro Floridablanca. La Junta estaba dividida entre revolucionarios, que buscaban una profunda transformación del Estado, serviles, que apoyaban la preservación del Antiguo Régimen, y reformistas, que abogaban por cambios más moderados.

Ante la ineficacia de la Junta Suprema, se creó un Consejo de Regencia y se convocaron Cortes en Cádiz en 1812 para representar a la Nación. El proceso de elección de diputados fue difícil debido a la ocupación francesa, y muchos fueron sustituidos por suplentes en Cádiz. La ciudad, como puerto de las Indias, tenía una escasa burguesía, lo que resultó en unas Cortes de mayoría revolucionaria pero no representativas de la realidad nacional.

Análisis y Comentario de la Constitución de 1812

Las Cortes de Cádiz se consideraron depositarias de la soberanía nacional y su objetivo principal era la aprobación de una Constitución. El texto resultante, votado el 19 de marzo de 1812, se caracterizó por su modernidad revolucionaria.

Características principales:

  • Soberanía Nacional (Artículo 3): La Constitución establecía la soberanía de la Nación y su derecho a defender sus leyes fundamentales.
  • División de Poderes: Se establecía la división de poderes, con el poder ejecutivo en manos del monarca, el judicial en los tribunales y el legislativo compartido entre las Cortes y el Rey.
  • Cortes Únicas: Las Cortes se configuraban como una reunión de diputados elegidos por sufragio universal indirecto, sin división en estamentos (Artículo 34).
  • Centralización y Uniformidad (Artículo 258): La Constitución reflejaba la tendencia centralizadora y uniformizadora del liberalismo, buscando eliminar trabas al comercio y la libre empresa.
  • Confesionalidad del Estado (Artículo 12): Se establecía la confesionalidad del Estado y la Nación, como concesión al clero presente en las Cortes y al sentimiento religioso popular.

Vigencia e Influencia de la Constitución de 1812

La Constitución de 1812, conocida como “La Pepa”, se inspiró en la Constitución francesa de 1791. Sin embargo, sus principios liberales no coincidían con la realidad de una población mayoritariamente rural y tradicional, con una burguesía escasa y una Ilustración limitada a las clases altas. El control de la Iglesia sobre las mentalidades tampoco favorecía el proyecto constitucionalista.

Fernando VII y la Anulación de la Constitución: A su regreso tras el Tratado de Valençay, Fernando VII, con el apoyo de los serviles, declaró nula la Constitución y la labor de las Cortes a través del Manifiesto de los Persas.

Trienio Liberal y Restauración Absolutista: La Constitución fue repuesta durante el Trienio Liberal (1820-1823) pero solo por tres años, ya que en 1823 los Cien Mil Hijos de San Luis restauraron el absolutismo.

Legado de la Constitución de 1812: A pesar de su corta vigencia, la Constitución de 1812 abrió el camino al constitucionalismo en España y al proceso de formación del Estado liberal, que se prolongaría durante el siglo XIX. Su influencia se extendió a otras constituciones, tanto en España como en el extranjero.

La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)

Antecedentes y Causas

Durante el siglo XVIII, España experimentó un crecimiento moderado gracias a las reformas borbónicas inspiradas en la Ilustración. Sin embargo, la Revolución Francesa y la pérdida del aliado francés truncaron este progreso. Carlos IV, rodeado de ministros ilustrados como Floridablanca, intentó frenar la difusión de las ideas revolucionarias en España.

Tratado de San Ildefonso y Dependencia de Francia: Manuel Godoy, ministro de Carlos IV, firmó el Tratado de San Ildefonso (1796) retomando la alianza con Francia. El ascenso de Napoleón y la debilidad del gobierno de Godoy aumentaron la dependencia de España de la política exterior francesa y el enfrentamiento con Inglaterra, que culminó en la derrota de Trafalgar (1805).

Tratado de Fontainebleau y Motín de Aranjuez: A pesar de la derrota, Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau (1807), permitiendo a las tropas francesas cruzar España para invadir Portugal. El descontento contra Godoy llevó al Motín de Aranjuez (1808), que provocó su caída y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.

Inicio de la Guerra y Resistencia Española

Napoleón intervino en España, ocupando Madrid y forzando a Carlos IV y Fernando VII a abdicar en su hermano José Bonaparte, quien se convirtió en José I, rey de España. El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra las tropas francesas, dando inicio a la Guerra de la Independencia.

Organización de la Resistencia: Se formaron juntas locales y provinciales para asumir la soberanía en ausencia de un poder central. Posteriormente, se creó la Junta Suprema Central, representando a todas las juntas provinciales.

Guerra de Guerrillas: La resistencia española se basó en la guerra de guerrillas, con pequeños grupos que atacaban por sorpresa y se retiraban rápidamente. Esta forma de lucha irregular resultó efectiva contra el ejército francés, acostumbrado a enfrentamientos convencionales.

Desarrollo y Fases de la Guerra

Primera Fase: La Batalla de Bailén (julio de 1808) marcó la primera derrota del ejército francés, impidiéndoles llegar a Cádiz. La resistencia popular en Zaragoza y Gerona también dificultó el control francés de la zona levantina.

Segunda Fase: La entrada de la Grande Armée de Napoleón permitió a los franceses ocupar la mayor parte del territorio español. Sin embargo, la guerra de guerrillas continuó dificultando el control efectivo.

Tercera Fase: La retirada de la Grande Armée para la campaña de Rusia debilitó a los franceses en España. El ejército aliado, liderado por el Duque de Wellington, aprovechó la situación para hacer retroceder a los franceses. Las victorias en Arapiles (1812), Vitoria (1813) y San Marcial (1813) obligaron a José I a abandonar España.

Fin de la Guerra y Consecuencias

Tratado de Valençay: En diciembre de 1813, Napoleón firmó el Tratado de Valençay, devolviendo el trono a Fernando VII. Las tropas francesas se retiraron de Cataluña en 1814, poniendo fin a la Guerra de la Independencia.

Legado de la Guerra: La Guerra de la Independencia tuvo un profundo impacto en España, dejando un país devastado y dividido. La experiencia de la guerra y la lucha por la libertad influyeron en el desarrollo del constitucionalismo y el liberalismo en España durante el siglo XIX.

Conclusión

La Constitución de 1812 y la Guerra de la Independencia Española marcaron un punto de inflexión en la historia de España. La lucha contra la ocupación francesa y el deseo de un gobierno representativo sentaron las bases para el desarrollo del Estado liberal y el constitucionalismo en el país. A pesar de los desafíos y retrocesos, el legado de estos eventos continúa inspirando la defensa de las libertades y la soberanía nacional en España.