La Crítica de Hume a los Conceptos Metafísicos: Un Enfoque Empirista

Tema: La Crítica de los Conceptos Metafísicos

Frente al racionalismo y su optimismo en las posibilidades del conocimiento humano, Hume defiende que nuestra razón posee unos límites muy estrechos. Éstos vienen planteados por el testimonio de los sentidos, por la experiencia. La razón tiene limitado su poder a la tarea de mezclar los contenidos que le ofrecen las impresiones, es decir, aquellas percepciones o contenidos mentales que proceden directamente de los sentidos. No hay, por tanto, fuentes extraempíricas (innatas) de conocimiento. Así, toda idea simple debe proceder necesariamente de una impresión correspondiente de la que se derive, y si no podemos asociarla a ninguna, entonces será una idea ilegítima, una pseudoidea.

Esto también debe aplicarse a las ideas complejas, aquellas que surgen a partir de la asociación de ideas simples a partir de una serie de leyes como la de semejanza, la de contigüidad espacio-temporal o la de causa-efecto. En esto se materializa el principio empirista de la copia: “toda idea o percepción más débil es copia de una impresión o percepción más intensa”. Este principio de copia será aplicado por Hume al análisis crítico-destructivo de toda una serie de conceptos, principios y doctrinas metafísicas: la causalidad ontológica, la sustancia, Dios o la identidad del yo.

La Crítica a la Causalidad

La idea de causalidad ha sido tradicionalmente el fundamento del conocimiento de las llamadas cuestiones de hecho. Veamos en qué consiste la crítica de Hume a este concepto esencial de la ciencia. La metafísica entiende la relación causa-efecto como una conexión necesaria que se funda en la razón: dada la causa, tiene que darse el efecto. Sin embargo, cuando establezco una conexión entre la causa y el efecto, sólo puedo decir que la experiencia me muestra que en el pasado dicha conexión se ha dado, pero no podemos deducir que en el futuro o con objetos semejantes, será así.

¿Cuál es, entonces, el principio que funda la conexión causa-efecto? Es la costumbre o el hábito: tras la conjunción constante de dos objetos que se suceden siempre del mismo modo (llama y calor, nieve y frío), por la costumbre esperamos que de uno que llamamos causa, suceda otro después que llamamos efecto. Así, el hábito o costumbre hace nacer en nosotros un sentimiento imposible de definir o explicar que Hume llama creencia y que es una representación más intensa y firme que la que acompaña a las meras ficciones propias de la imaginación. Por tanto, el saber acerca de hechos se funda en creencias que proceden de la costumbre y la experiencia, pero no de la razón.

Para terminar, debemos hacer notar que Hume no cuestionó la validez del principio de causalidad, sino cualquier prueba racional de una conexión necesaria entre la causa y el efecto.

La Crítica a la Sustancia

Es la costumbre la que origina una creencia instintiva, en concreto en la creencia de que en el futuro las cosas se comportarán como lo han hecho en el pasado, gracias a la cual nuestra especie ha podido sobrevivir. No es menos importante la crítica a una idea como la de sustancia. La metafísica tradicional entendió que el mundo externo estaba compuesto de cuerpos o sustancias que permanecían idénticas a pesar del cambio de sus cualidades. No obstante, Hume afirma que sólo es aceptable la idea que tenga a su base una impresión y aplica este criterio al examen de las sustancias, concluyendo que el carácter de sustancia de las cosas no es perceptible.

Tomemos por ejemplo, la supuesta sustancia “bolígrafo”; toda la experiencia que puedo tener de un bolígrafo se agota en sus propiedades perceptuales: veo su color, tamaño, forma, los elementos que lo conforman,…; pero todas estas propiedades que me ofrece la percepción se sitúan en el nivel de los atributos y no de la sustancia. No puedo percibir nada más que las propiedades descritas. Así, si con la palabra “bolígrafo” nos queremos referir a una realidad distinta de la suma de sus propiedades percibidas, entonces nuestro uso de esta palabra es ilegítimo.

Por otra parte, Santo Tomás, Descartes o Locke habían utilizado el principio de causalidad para fundamentar la afirmación de que Dios existe en sus famosas demostraciones a posteriori. A juicio de Hume, esta inferencia es también injustificada por la misma razón, porque no va de una impresión a otra, sino de nuestras impresiones a Dios, que no es objeto de impresión alguna.

El Problema del Yo y la Identidad Personal

Ahora bien, si la existencia de un mundo distinto de nuestras impresiones y la existencia de Dios no son racionalmente justificables, ¿de dónde vienen nuestras impresiones? El empirismo de Hume no permite responder a esta pregunta. Sencillamente no lo sabemos ni podemos saberlo: pretender contestarla diciendo que proceden de un mundo externo, de la propia actividad de la mente o, incluso, de un genio maligno, es querer ir más allá de nuestras impresiones y éstas constituyen el límite de nuestro conocimiento. Tenemos impresiones, pero no sabemos de dónde proceden, eso es todo.

Otra de las ideas oscuras de la metafísica cartesiana es la idea de yo, de sujeto, como una sustancia en la cual inciden las percepciones y por la cual sustancia y percepciones son distintas. Pero a esto cabe responder que si la sustancia no procede de una impresión, no tenemos idea alguna de la sustancia y, en definitiva, tendremos un término sin significado.

La Identidad Personal

En relación al yo se plantea, además, el problema de la identidad personal, pues parece que todos tenemos una idea de nosotros mismos como de algo que permanece idéntico y siendo lo mismo a través de diversas percepciones y experiencias. Sin embargo, toda idea ha de derivarse de una impresión y como la idea de yo es la de algo invariable, la impresión de que procede debería ser invariable. Pero encontramos que “no existen impresiones constantes e invariables… y en consecuencia no existe tal idea”, es decir, la idea de yo.

¿De dónde procede entonces la idea de identidad personal? Gracias a la memoria, por la cual reconocemos la conexión existente entre las distintas impresiones que suceden; así, atribuimos identidad a lo que en realidad es una asociación de percepciones relacionadas entre sí. En definitiva, toda esta crítica destructiva a los conceptos tradicionales de la metafísica, hacen de Hume un filósofo acusado de haber postulado el fenomenismo en metafísica, el escepticismo en epistemología y el agnosticismo en cuanto a la religión.

A. Identificación del Problema

El texto presenta la diferencia entre las ideas y las impresiones como las dos clases de percepciones de la mente humana.

Exposición de la Tesis

Hume defiende que de entre nuestros contenidos mentales, o percepciones, se distinguen y diferencian dos clases de las mismas a las que se refiere por impresiones e ideas. Señala que la principal diferencia entre ambos tipos de percepción es la fuerza o vivacidad con la que se manifiestan en nuestra mente, siendo las impresiones las más vivaces, pues son el resultado inmediato de experiencias sensoriales o emocionales directas como ver, oír, amar u odiar. Por su lado, las ideas son percepciones mucho más débiles porque son el producto de una posterior reflexión que podemos hacer sobre las impresiones.

Identificación de la Problemática en el Conjunto de la Obra del Autor

El presente texto pertenece a la obra Investigación sobre el conocimiento humano, cuyo propósito es resumir y enfatizar las principales ideas acerca de la naturaleza del conocimiento humano que aparecen en su principal obra Tratado de la naturaleza humana, pero de forma más simple y accesible al público lector. En esta obra, Hume expone de forma polémica las principales ideas que se derivan de su visión empirista del conocimiento y sus consecuencias, tales como las leyes psicológicas de asociación de ideas y la consecuente crítica a las nociones metafísicas de causalidad o sustancia.

C. Identificación del Problema

El presente fragmento trata el tema de cuál es el origen de las ideas compuestas o complejas.

Exposición de la Tesis

El autor comienza afirmando que el análisis de nuestras ideas compuestas revela que su origen se sitúa en aquellas ideas simples que son copias de sentimientos o estados de ánimo precedentes. Y esto afecta incluso a aquellas ideas que por su máximo grado de abstracción y sublimidad parecen alejarse de dicho origen sensible, como es el caso de la idea de Dios, cuyo origen señala Hume está en aumentar indefinidamente las cualidades de bondad y sabiduría. Por último, para reforzar su tesis, insta a quienes quieran refutarla que sean capaces de mostrar una idea donde este principio no se cumpla, es decir, a la que no podamos atribuirle una impresión correspondiente.

Identificación de la Problemática en el Conjunto de la Obra del Autor

El presente texto pertenece a la obra Investigación sobre el conocimiento humano, cuyo propósito es resumir y enfatizar las principales ideas acerca de la naturaleza del conocimiento humano que aparecen en su principal obra Tratado de la naturaleza humana, pero de forma más simple y accesible al público lector. En esta obra, Hume expone de forma polémica las principales ideas que se derivan de su visión empirista del conocimiento y sus consecuencias, tales como las leyes psicológicas de asociación de ideas y la consecuente crítica a las nociones metafísicas de causalidad o sustancia.

B. Exposición de la Tesis

Hume comienza argumentando que el pensamiento parece no poseer límites a sus posibilidades, pues el poder de la imaginación escapa a toda autoridad tanto del ser humano como de la naturaleza, siendo la contradicción absoluta lo único capaz de resistírsele. Posteriormente señala que analizando detenidamente lo anteriormente dicho, realmente tenemos que reconocer lo contrario, es decir, que todo ese supuesto poder de la mente se reduce a “trabajar” con los materiales suministrados por los sentidos (ya sean internos o externos) y la experiencia, y que por tanto se encuentra sujeta a límites muy definidos. Por último, concluye el fragmento exponiendo la tesis filosófica de la obra: todas nuestras ideas son copias debilitadas de nuestras impresiones procedentes de la experiencia.

Identificación de la Problemática en el Conjunto de la Obra del Autor

El presente texto pertenece a la obra Investigación sobre el conocimiento humano, cuyo propósito es resumir y enfatizar las principales ideas acerca de la naturaleza del conocimiento humano que aparecen en su principal obra Tratado de la naturaleza humana, pero de forma más simple y accesible al público lector. En esta obra, Hume expone de forma polémica las principales ideas que se derivan de su visión empirista del conocimiento y sus consecuencias, tales como las leyes psicológicas de asociación de ideas y la consecuente crítica a las nociones metafísicas de causalidad o sustancia.