La Guerra Fría: Orígenes, Desarrollo y Consecuencias del Enfrentamiento Bipolar

La Guerra Fría fue un periodo de profunda tensión geopolítica que definió la segunda mitad del siglo XX. Se caracterizó por la confrontación indirecta entre dos grandes bloques de poder, liderados por las superpotencias emergentes tras la Segunda Guerra Mundial:

  • Bloque Occidental: Liderado por Estados Unidos, con un sistema económico capitalista y político liberal.
  • Bloque Oriental: Liderado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), bajo un sistema comunista.

Las relaciones tensas entre ambos bloques se denominaron Guerra Fría. Ninguna de las dos superpotencias deseaba un enfrentamiento directo, aunque estaban dispuestas a mantener una dura pugna para garantizar su predominio en cada uno de los bloques. Los conflictos que surgieron entre ellas fueron localizados y nunca llegaron a generalizarse, evitando así una guerra a gran escala.

Periodización y Desarrollo de la Guerra Fría

La Guerra Fría se extiende desde 1947 hasta 1991, año que marca la desaparición de la URSS. Durante estas décadas, se alternaron periodos de alta tensión con otros de distensión.

Fase Inicial y Máxima Tensión (1947-1962)

A partir de 1947, se instauró una situación de confrontación latente que mantuvo en vilo a la población mundial. Hasta 1962, se vivieron momentos de gran tensión en diversos puntos del planeta, como Berlín, Corea, Indochina, Suez y Cuba. Paralelamente, dentro de cada bloque se implementó un sistema de alianzas militares y económicas, junto con un control férreo ante cualquier disidencia considerada peligrosa.

Distensión y Coexistencia Pacífica (Años 60 y principios de los 70)

En los años sesenta, la peligrosa carrera armamentística y el creciente rechazo al papel de las superpotencias impulsaron a sus dirigentes a adoptar una dinámica de coexistencia pacífica y distensión. Esto alejó momentáneamente el fantasma del holocausto nuclear, aunque persistieron conflictos como el de Vietnam y los de Oriente Próximo. Sin embargo, el sistema de bloques comenzó a mostrar fisuras: se cuestionó la hegemonía de las dos grandes potencias y surgieron disidencias internas. Los países del Tercer Mundo se movilizaron en contra del alineamiento, abogando por el neutralismo activo.

La “Segunda Guerra Fría” y la Crisis de la Distensión (Años 70 y 80)

La crisis económica de 1973 rompió la distensión internacional en los años 70, dando paso a la llamada “segunda Guerra Fría”. Este periodo se caracterizó por nuevos conflictos, pero también por la firma de pactos para frenar el uso y la construcción de armamento nuclear, la principal amenaza y elemento disuasorio.

El Fin de la Guerra Fría y la Nueva Era (1989-1991)

En 1989, la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana marcaron el inicio de una nueva etapa en las relaciones internacionales. Se desmanteló el sistema de bloques, imponiéndose la hegemonía de Estados Unidos. La desintegración del bloque socialista en 1991, con la democratización de la URSS y los países de Europa del Este, significó el fin definitivo del sistema bipolar.

Desaparecida una de las superpotencias, concluyó el sistema mundial bipolar, pero no los conflictos. A partir de los años noventa, se ha observado un nuevo tipo de enfrentamiento, una nueva bipolarización, entre los países ricos (el Norte) y los países pobres (el Sur). Entre tantas tensiones, conflictos y guerras, el diálogo se impone como la vía necesaria para alcanzar la paz mundial.

Conflictos Clave de la Guerra Fría

Guerra de Corea (1950-1953)

Tras la Segunda Guerra Mundial, Corea quedó dividida: el norte ocupado por tropas rusas y el sur por Estados Unidos. A pesar de los acuerdos para unificar el país, en 1949 se consolidó la división tras la retirada de las fuerzas ocupantes. En 1950, Corea del Norte invadió Corea del Sur con apoyo soviético. Las tropas estadounidenses, con el respaldo de la ONU, intervinieron en defensa del sur. La guerra concluyó en 1953 con la Paz de Panmunjom, que ratificó la división de las dos Coreas.

Guerra de Vietnam (1955-1975)

En la Indochina francesa, las fuerzas comunistas del Viet-minh proclamaron la independencia en 1945. Francia no lo aceptó, iniciando una guerra entre las fuerzas nacionalistas (con apoyo soviético) y el ejército colonial (con apoyo estadounidense). La guerra finalizó en 1954, consolidando la división de Vietnam en un norte comunista y un sur prooccidental. Tras la retirada francesa, Estados Unidos envió un contingente militar para apoyar a Vietnam del Sur y evitar la reunificación comunista. La guerra terminó en 1975 con la retirada estadounidense y la unificación de Vietnam bajo un gobierno comunista.

Crisis de los Misiles en Cuba (1962)

En Cuba se había instaurado el régimen comunista de Fidel Castro, nunca aceptado por Estados Unidos. Para aislar el régimen, se declaró un boicot económico a la isla, que pronto recibió el apoyo de la URSS. El momento de máxima tensión se vivió en 1962 ante la amenaza de que los soviéticos instalaran misiles nucleares en la isla. Estados Unidos ordenó un bloqueo marítimo. Tras días de gran tensión internacional, los soviéticos se retiraron con el compromiso de desmantelar las bases militares, y Estados Unidos levantó el bloqueo.

Coexistencia Pacífica y Nuevas Tensiones

A finales de los años 50, el clima de tensión dio paso a una etapa de distensión conocida como coexistencia pacífica. Una nueva generación de dirigentes mostró una actitud más tolerante hacia las discrepancias ideológicas. Se establecieron relaciones directas entre los mandatarios (el famoso “teléfono rojo”) y los gobiernos se mostraron más inclinados a establecer acuerdos mutuos, iniciando diálogos para frenar la carrera armamentística (Acuerdos SALT). Sin embargo, a finales de los 70, surgieron nuevos focos de conflicto que reavivaron las tensiones de la Guerra Fría, como la invasión soviética de Afganistán (1979) y la intervención estadounidense en Granada, además del apoyo a dictaduras latinoamericanas, lo que supuso un relanzamiento de la carrera nuclear.

Ideologías y Movimientos Relevantes

Maoísmo

El Maoísmo se refiere al conjunto de posiciones teórico-prácticas establecidas por Mao Zedong, más que a una doctrina constituida. Refleja la influencia de las concepciones de Mao, caracterizadas por:

  • La aceptación de que la toma del poder por el proletariado es inevitablemente violenta.
  • El reconocimiento del pueblo como fuerza principal de la revolución y la historia.
  • La necesidad de mantener la lucha de clases tras la toma del poder político durante toda la construcción del socialismo.
  • La exigencia de que la dictadura del proletariado se prolongue hasta alcanzar una sociedad sin clases, garantizando libertades políticas (libre expresión y huelga).

Revolución Cultural Proletaria (1965-1976)

Fue una campaña de rectificación iniciada por Mao Zedong con Lin Biao, con el objetivo de provocar un gran avance en la perspectiva mental de las masas y acercarlas al ideal comunista. Sus objetivos principales fueron:

  • Luchar contra la separación entre trabajo manual e intelectual, y entre ciudad y campo.
  • Consolidar la victoria del proletariado contra la burguesía.