La historia literaria española

GENERACIÓN 27

En 1927 se celebra en el Ateneo de Sevilla un acto para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Una fotografía recoge, tras la mesa presidencial, a un grupo de jóvenes unidos por lazos de amistad e inquietudes estéticas comunes que protagonizaron una de las más altas empresas de la poesía española de todos los tiempos, lo que se ha venido en llamar Generación del 27.

El vinculo de estos poetas se fue estrechando por algunas coincidencias en sus carreras literarias. La convivencia en la Presidencia de Estudiantes de Madrid; su colaboración en revistas literarias; la publicación de sus poemas como Poesía española contemporánea;
Fueron algunas de las carácterísticas que unificaron a este grupo de escritores. Además, encontramos una serie de rasgos literarios como la influencia de las vanguardias, la influencia de la tradición literaria culta y la tradición popular. Entre los clásicos destacamos a Góngora ya que es creador de un lenguaje personal y único con imaginación metafórica.

Los escritores de esta generación tratan temas comunes como la modernidad, el amor, el comportamiento social y político, y, por último, el exilio y el desarraigo.

La vida personal y la evolución poética e ideológica de los componentes de la generación del 27 fueron diferentes, teniendo tres etapas comunes:
Una primera etapa hasta 1928, que manifiesta una influencia de las vanguardias y una influencia de Góngora; una segunda etapa, de 1928 hasta la Guerra Civil, los poetas recuperarán los contenidos humanos, sociales y políticos en sus obras; y por último, una tercera etapa, del periodo posterior a la Guerra Civil,  en la que los intelectuales se mostraron partidarios de la República y muchos se tuvieron que exiliar. Los poetas más reconocidos son: Pero Salinas, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Federico García Lorca y Dámaso Alonso, también fue relevante la obra de Emilio Prados y Manuel AltolaguirreLas islas invitadas”.

Se dedicó a la docencia universitaria, fue exiliado tras la Guerra Civil.

Pero Saínas

Fue maestro de maestros, destacando en poesía y en ensayo. Se ha ganado el puesto de honor en lírica española como poeta del amor. Sus poemas tienen un tono intelectual con abundantes paradojas y metáforas. Señalando dos etapas poéticas: antes de la guerra “La voz a ti debida” y “Razón de amor” después de la Guerra, ya en el exilio “Largo lamento”.

Gerardo Diego fue un poeta y profesor universitario que destacó por sus inicios vanguardistas. En su producción poética se distinguen dos tendencias; poesía vanguardista, antes de la Guerra Civil “Imagen”, “Manual de espumas”; y una poesía relativa, después de la Guerra Civil “Alondra de verdad”.

Considerado el miembro más cercano a la idea juanramoniana de poesía desnuda, escritor y docente universitario, Jorge Guillén.
Su poesía es entusiasta y vital. Su obra completa “aire nuestro” se compone de poemarios como “Cántico” y “Clamor”.

Escritor andaluz, Vicente Aleixandre, fue uno de los poetas del 27. Fue un gran referente para los poetas más jóvenes y recibíó el Premio Novel en 1977. Su poesía destaca por la riqueza imaginativa y léxica en su búsqueda de la naturaleza como de la comunicación. Destacamos de sus obras una primera etapa surrealista “Espadas como labios” y “La destrucción o el amor”; una segunda etapa en la que la poesía la concibe como comunicación “sombra del paraíso” y “Diálogos del conocimiento”.

Rafael Alberti, comenzó como pintor, destacó por su activa militancia comunista que le obligó a exiliarse. Su poesía es muy variada temática e influenciada por el neopopularismo. Destacamos obras como “Marinero en tierra”, “Cal y canto”, “Sobre los ángeles” y “De un momento a otro”. “Entre clavel y la espada”, como ejemplo de poesía civil.

Cernuda fue un poeta ROMántico, su ideal poético consistía en unir poesía, dejando al desnudo su alma. Su estilo destaca por la utilización de símbolos y metáforas y por la profunda sensibilidad de su poesía. “la realidad y el deseo” es el nombre con el que se ha publicado su obra poética completa, expresa el tema de la insatisfacción en la oposición de realidad y deseo.

Es uno de los autores de mayor repercusión internacional, nacido en España
. Federico García Lorca, se caracteriza por una original fusión de lo culto y lo popular, por la utilización de símbolos; por sus imágenes y metáforas; por un íntimo sentimiento de frustración. Su poesía y su teatro se caracterizan además por una dualidad que es síntoma del entretenimiento entre realidad y sus aspiraciones de realización personal. Se distinguen dos etapas en la creación poética de Lorca; una primera etapa en la que destaca “Poema del cante jondo” y “Romancero gitano” en la que canta a esa raza marginada y perseguida con la que se identifica; y una segunda etapa marcada por el Surrealismo en obras como “Poeta en Nueva York”. Las mejores obras dramáticas donde desarrolla este tema son los llamados dramas rurales de las mujeres de España: “bodas de sangre”, “yerma” y “La casa de Bernarda Alba”. Al igual que en sus obras poéticas, Lorca utiliza símbolos para revelar la fatalidad sobre los protagonistas de sus obras.

Por otro lado, en la generación del 27 es imprescindible hablar de un grupo de mujeres, pensadoras y artísticas, llamadas “Las sin sombrero”. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca en la Puerta del Sol. Destacaron en campos como la pintura, escultura, filosofía, etc. María Teresa León, Rosa Chacel, y Ernestina de Champourcín fueron las principales escritoras.

Finalmente, Miguel Hernández fue un puente entre la Generación del 27 y la del 36. Su poesía destaca por su fértil imaginación metafórica y su tono energético y apasionado. En su primera etapa presenta una complejidad lingüística como “el rayo que no cesa”; y en su segunda etapa, su poesía se vuelve más comprometida política y socialmente, destacando “viento del pueblo” y “Cancionero de ausencias”.

En definitiva, la generación del 27 supone a la literatura moderna lo que los escritores renacentistas y barrocos para el siglo de oro español: una etapa de cambio, renovación y esplendor de nuestra literatura más universal.


NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS


El 98 intentó la “regeneración”. Asistimos a la modernización de España, que entronca con la cultura y el pensamiento occidental. Los jóvenes se formarán en un ideal europeizante, los nuevos intelectuales forman parte de la vida pública y asistiremos a una revisión del pensamiento.

La “Generación del 14”, está formada por filósofos, historiadores, profesores, etc. Persiguen el concepto: la palabra puesta al servicio de la ida clara y eficaz en la búsqueda de la abstracción. El resultado será una literatura difícil una práctica que se dirige a sí misma, a una minoría culta.

Los novecentistas comparten una formación intelectual, nacida de la primacía de los estudios universitarios y sus viajes por Europa, poseen un cosmopolitismo, tienen un optimismo intelectual, rechazan el sentimentalismo neorromántico, tienden hacia el intelectualismo con un tono grave e intelectual, mantienen una preocupación por el lenguaje lo que llaman “la obra bien hecha”, que huye de lo fácil y tienen un guía intelectual, Ortega y Gasset. Las grandes inquietudes políticas e intelectuales es la generación se dan a conocer gracias al ensayo
. José Ortega y Gasset es la figura más representativa. Renuncia al placer estético, la crisis europea la llevan al caos.

En cuanto a la narrativa novecentista, Pérez de Ayala destacó por su novela, dominada por el intelectualismo y caracterizada por el idealismo. En su inicio plasma su propio aprendizaje vital, novelas como A.M.D.G que nace de una experiencia autobiográfica. Más tarde trata temas universales: la injusticia, la educación, el amor, el odio…

Belarmino y Apolonio

En la producción poética, destacamos a Juan Ramón Jiménez. Fue un poeta preocupado por los aspectos teóricos de la poesía. Caracterizándose su lírica por un intento de aprehensión de la verdad esencial. De la juventud modernista en Arias tristes, Jardines lejanos, a la depuración intelectual en Diario de un poeta reciencasado, y, por último, a suficiencia de la poesía desnuda en Espacio y Dios desenado y deseante.

Frente al “teatro burgués”, de corte tradicional, encarnado por figuras como Jacinto Benavente, o los Hermanos Álvarez Quintero, podemos encontrar manifestaciones de un teatro para minorías, que en ocasiones no llegó a ser representado. Sobre todos ellos destaca Valle-Inclán, ha sido considerado noventayochista y modernista en gran parte de su obra. Su obra se divide en cuatro etapas:
el teatro poético, con obras como El marqués de Bradomín;
el ciclo mítico, en obras como comedias bárbaras;
el ciclo de la farsa, en obras como La marquesa Rosalinda y por último, el esperpento, que supone la culminación de una carrera literaria en permanente renovación, en obras como Luces de bohemia, los cuernos de don Friolera, las galas del difunto y la hija del capitán.

El fenómeno vanguardista coincide con el Novecentismo, aunque las vanguardias se inclinarán hacia una vertiente creativa. Vanguardismo designa a los movimientos que se oponen a la estética anterior y proponen concepciones nuevas del arte.

El Futurismo supone un manifiesto vital que exhala la civilización mecánica. La literatura escogerá nuevos temas y mitos: la máquina, el avión, el deporte… el lenguaje suprimirá categorías y sintaxis.

El Cubismo literario procede a deshacer la realidad, para recomponerla libremente, mezclando conceptos, imágenes, etc. A ello se añaden especiales disposiciones tipográficas de los versos. Este y otros como el “collage”, serán aprovechados.

El Dadaísmo es la rebeldía pura: contra la lógica, las convenciones estéticas o sociales. Propugna liberar la fantasía de cada individuo, y la creación de un lenguaje incoherente. Su gran papel fue preparar el camino para la revolución surrealista.

El Surrealismo pretende superar la realidad, crear una realidad superior a la que vivimos, de ahí la importancia de la obra de Freud, que postula la explotación del subconsciente y de los sueños como una realidad oculta. Se dio en todas las artes, recordemos las figuras de Dalí en pintura, de Buñuel en el cine, y de Lorca o Aleixandre en literatura.

La Vanguardia está representada en España por dos movimientos: el Ultraísmo que nace con voluntad de ir más allá, recogiendo en gran medida las aportaciones del Futurismo y del Cubismo. El creacionismo que intenta superar la imitación de la realidad cuya máxima figura es el chileno Vicente Huidobro.
Ramón Gómez de la Serna participó en las vanguardias y se propuso eliminar cualquier sentimentalismo. El resultado es una observación inusual de la realidad. Gómez de la Serna crea para ello las greguerías: suma de metáfora y humor.

En definitiva, en estos periodos literarios, asistimos a una revisión y actualización del pensamiento y actitudes anteriores, que se proyectan en un futuro plagado de nuevas estéticas.