Las Cinco Vías de Tomás de Aquino: Demostraciones de la Existencia de Dios

Introducción

El artículo plantea la disyunción fundamental: ¿existe o no existe Dios? Para resolver esta cuestión, se presentan dos objeciones a la existencia de Dios y sus correspondientes respuestas, seguidas de las cinco vías de Tomás de Aquino que buscan demostrar la existencia de Dios.

Objeciones y Respuestas

Objeción 1: El Problema del Mal

La existencia del mal en el mundo parece contradecir la existencia de un Dios que es el bien absoluto. Si Dios es infinitamente bueno, ¿por qué permite la existencia del mal?

Respuesta 1

Los males son relativos y deben entenderse en un contexto limitado. Siguiendo a San Agustín, Tomás de Aquino argumenta que Dios permite los males para sacar bienes de ellos, incluso si no podemos comprender completamente sus razones.

Objeción 2: La Suficiencia de la Ciencia

La ciencia física explica el mundo natural a través de leyes y principios naturales, mientras que las ciencias humanas explican el comportamiento humano. Entre ambas, parecen explicar todo, haciendo innecesaria la existencia de Dios.

Respuesta 2

El mundo natural exhibe una finalidad y un orden que sugieren una inteligencia ordenadora. La quinta vía de Tomás de Aquino argumenta que Dios actúa como la causa primera del orden y la finalidad observados en la naturaleza. Las acciones humanas, por otro lado, son contingentes y requieren una causa necesaria, como se expone en la tercera vía.

Argumento de Autoridad

En el libro del Éxodo, Dios se revela a Moisés diciendo: “Yo existo”. Este argumento de autoridad afirma la existencia de Dios tanto directa como indirectamente, ya que la revelación misma implica la existencia de Dios.

Las Cinco Vías

Primera Vía: La Vía del Movimiento

  1. Observamos que las cosas se mueven.
  2. Todo lo que se mueve es movido por otro.
  3. No podemos tener una cadena infinita de motores.
  4. Por lo tanto, debe haber un primer motor inmóvil, que identificamos como Dios.

Segunda Vía: La Vía de la Causalidad Eficiente

  1. Observamos que hay un orden de causas eficientes en el mundo.
  2. Nada puede ser la causa de sí mismo.
  3. No podemos tener una cadena infinita de causas eficientes.
  4. Por lo tanto, debe haber una primera causa eficiente, que identificamos como Dios.

Tercera Vía: La Vía de la Contingencia

  1. Las cosas en el mundo son contingentes, es decir, podrían no existir.
  2. Si todo es contingente, entonces hubo un tiempo en que nada existía.
  3. No podemos tener una cadena infinita de seres contingentes.
  4. Por lo tanto, debe haber un ser necesario que no dependa de otro para su existencia, que identificamos como Dios.

Cuarta Vía: La Vía de los Grados de Perfección

  1. Observamos diferentes grados de perfección en las cosas.
  2. Los grados de perfección se miden en relación a un máximo.
  3. El máximo de perfección es la causa de todas las perfecciones.
  4. Por lo tanto, debe haber un ser que posee todas las perfecciones en grado máximo, que identificamos como Dios.

Quinta Vía: La Vía del Orden y la Finalidad

  1. Observamos orden y finalidad en la naturaleza, incluso en seres no inteligentes.
  2. El orden y la finalidad implican una inteligencia ordenadora.
  3. Por lo tanto, debe haber una inteligencia suprema que ordena todas las cosas a su fin, que identificamos como Dios.

Conclusión

Las cinco vías de Tomás de Aquino ofrecen argumentos racionales para la existencia de Dios, basados en la observación del mundo natural y el razonamiento lógico. Si bien estas vías no constituyen pruebas definitivas, proporcionan una base sólida para la creencia en un Dios creador, ordenador y fuente de toda perfección.