Latín

ORÍGENES DEL TEATRO EN Roma

El teatro romano junto con la épica es el género literario más antiguo de la literatura romana. Se nutre de los modelos literarios griegos.

En el año 240 a. C. Tiene lugar un hecho de capital importancia en la historia de la literatura occidental, pues en esa fecha Livio Andrónico representa por primera vez una obra dramática. El tipo de teatro introducido por Livio Andrónico era esencialmente una imitación o calco del teatro griego.

Pero mucho antes de este drama, caracterizado por una acción regular, por la separación del canto y del diálogo, de los cantores y actores, los romanos habían conocido otras representaciones cómicas venidas de las distintas poblaciones que habitaban la Italia antigua.

El gran historiador Tito Livio nos ha dejado un resumen de la prehistoria del teatro romano. Según el citado autor, en el año 364 a.C., a causa de una terrible peste, fueron introducidos los juegos escénicos como medio para apaciguar a los dioses.

Antes de la producción de Livio Andrónico, los romanos habían conocido representaciones como las siguientes:

➢ Danzas etruscas: bailadas por actores profesionales al son de la flauta. ➢ Versos improvisados: los llamados “versos fesceninos”, que los jóvenes

romanos se dirigían unos a otros.

➢ Las saturae, diálogos en metros variados, acompañados de cantos y

sostenidos por un flautista, a cargo de actores profesionales nacionales.

Tanto en las tragedias como en la comedia encontramos obras de tema griego y de argumento romano; así, según esto, tenemos:

a) Tragedias de tema griego, denominadas Fabula cothurnata (llamadas así por los “coturnos” que eran los zapatos que llevaban los actores) y las tragedias de tema romano, denominadas Fabula praetexta (llamadas así porque los actores vestían la “praetexta” que era una túnica blanca con una franja púrpura).

b) Comedias de tema griego, denominadas Fabula palliata (el término “palliata” deriva de un vestido llamado “pallium”) y comedias de tema romano, denominadas Fabula togata (por la toga romana).

Además de la comedia y la tragedia existían en Roma otras manifestaciones dramáticas populares:

• Las atelanas: representaciones basadas en la improvisación; los actores, a partir de una trama, dialogaban sobre temas jocosos y burlescos.

• Los ya citados versos fesceninos, con fuerte carga obscena, que se intercambiaban durante fiestas agrarias, celebraciones de triunfos y de las bodas.

• El mimo: los actores y actrices representaban situaciones cómicas y a la vez eróticas.

• La pantomima: pieza dramática basada en la danza y en la mímica y representada por un solo actor que encarnaba los diferentes personajes

2 LA COMEDIA. SUS TIPOS Y AUTORES REPRESENTATIVOS.

Toma de la comedia griega los temas y los adapta a las costumbres y carácter romanos. Sus máximos representantes son Plauto y Terencio.

Existían dos tipos fundamentales de comedia la Togata y la Palliata. La Togata tuvo menos aceptación que la palliata. Los antiguos subdividieron la togata en tabernaria, comedia de tiendas y casas particulares, y trabeata, en la que figuraban caballeros, cuyo iniciador fue G. Meliso, ya en la época de Augusto.

En la togata la acción era más sencilla que en la palliata, reducíéndose a una simple trama. Se observaba una rigurosa distinción de las clases sociales, hasta tal punto que un esclavo no debía parecer más astuto que su amo, hecho tan corriente en la palliata. Era también más obscena, divertida y satírica. El representante más antiguo es Titinio. También son importantes Atta y Afranio.

La Palliata tuvo mucho éxito. Era una comedia adaptada de obras griegas llamada palliata (de pallium: imation: manto), sobre todo de la comedia nueva (Menandro). Aunque la escena se sitúa habitualmente en Atenas, se alude a la realidad de Roma, a sus magistrados a sus barrios, etc.

Es normal que se comience la obra con un monólogo en el que un Dios o un gran personaje narran los hechos pasados, sitúan el momento presente y anuncian lo que pasará. Sus principales representantes son Plauto, Estacio y Terencio.

2.2. Terencio (¿190?-159 a.C.)

De su producción no nos han llegado más que seis comedias: Adelphoe (Los heranos), Andria, Eunuchus (El eunuco), Heautontimorumenos (El atormentador de sí mismo), Hecyra (La suegra) y Phormio (Formión). A la cabeza de cada comedia se encuentra una didascalia, una periochia (argumento en verso del tema de la comedia) y un prólogo.

Fue el primer autor que utilizó el prólogo para contestar las críticas de sus adversarios- Se convierte así el prólogo en un medio adecuado para la polémica literaria, independiente totalmente del cuerpo de la obra. Las acusaciones de sus adversarios se centraban en las siguientes: contaminación, plagio, colaboración de sus amigos en la confección de sus obras y, por último, falta de fuerza y comicidad.

Sus comedias son fundamentalmente statariae (“sosegadas”), pues, más que intentar provocar la risa, tratan de representar la vida en sus aspectos más íntimos. Le interesan los caracteres más que la intriga y los tipos. Su comedia procura lograr una descripción psicológica de los personajes, eliminando toda manifestación tipológica.

Aunque sus obras también se basan en comedias griegas, difieren mucho de las de Plauto:

➢ Es más sensible, más refinado y reflexivo, pero menos divertido y vivaz. Su leguaje, más cuidado y elegante que el de Plauto, no tiene la originalidad del de este.

➢ Profundiza con finura en los caracteres de los personajes e intenta darles una mayor penetración psicológica. De hecho, con los monólogos consigue reflejar la vida interior de los personajes, sus vacilaciones y evolución psicológica.

➢ La acción no avanza a saltos, como en Plauto, sino progresivamente y con lentitud en ocasiones.

➢ También, a diferencia de Plauto, no persigue la risa, sino la sonrisa. Al suprimir los juegos de palabras, las groserías y la caricatura exagerada, reduce la vis cómica. Por ello, el público prefirió otros espectáculos. De este modo, la comedia quedó reducida a ambientes reducidos y más selectos.

➢ Elude incluir elementos propiamente romanos.

➢ Disminuye la parte musical en beneficio de las partes habladas y

recitadas.

Las relaciones humanas están presididas por la ternura, que aparece incluso en el trato entre amos y esclavos. Al humanizar a sus personajes, ofrece un contenido moral a su obra.

Sigue más de cerca los modelos griegos. Por ello el tono de sus obras es más serio y aburguesado, sin los recursos chispeantes de Plauto, por lo que tuvo un éxito menor que éste, aunque durante el Imperio se convirtió en el autor dramático más estudiado gracias a la pureza de su estilo y su altura ética.