Nietzsche: Sentidos, Cuerpo y Conceptos

NOCIONES DE NIETZSCHE

Los sentidos y el cuerpo

Para la filosofía que los sentidos nos engañan acerca del mundo verdadero, está claro desde Parménides y Platón. La sensibilidad nos mantiene encadenados en el fondo de la caverna. Pero no sólo nos engañan también nos corrompen. Apreciar los sentidos es propio de una conducta inmoral, pecaminosa.

Los sentidos y el cambio

Los sentidos nos muestran cambio y pluralidad. Para eliminar el engaño de los sentidos debemos rechazar el cambio y la historia. Esto es lo que caracteriza a los filósofos, su escepticismo, su falta de sentido histórico.

Para Nietzsche la razón es la causa de que nosotros falsifiquemos el testimonio de los sentidos. Mostrando la procreación, el perecer o el cambio, los sentidos no mienten. La razón nos fuerza a asignar unidad, identidad, duración, sustancia, causa, ser, a lo que nos muestran los sentidos.

El cuerpo y la realidad

No existe un sujeto pensante situado más allá del cuerpo, no existe el alma o el espíritu. El cuerpo nos integra en la realidad y posibilita el conocimiento del mundo y de nosotros mismos. El cuerpo es manifestación de la voluntad de poder y es lo que unifica la pluralidad de fuerzas que hay en nosotros.

En la separación de las clases sociales que hace Platón, el filósofo, que se rige por la razón, representa la clase superior mientras que los inferiores, son aquellos que permanecen ligados a lo sentidos.

Nietzsche es el filósofo que más lejos ha llevado la reivindicación de la vida y el cuerpo, que va asociada con “la muerte, el cambio, la vejez, así como la procreación y el crecimiento”.

LOS “CONCEPTOS SUPREMOS” Y EL CONCEPTO DE “DIOS”

En el primer apartado del texto Nietzsche nos dice que la primera característica de los filósofos es su escepticismo, su falta de sentido histórico. La segunda característica consiste en que confunden lo último con lo primero.

Los conceptos metafísicos

Los conceptos metafísicos que necesariamente son posteriores a nuestra experiencia sensible. La idea de Belleza es una generalización posterior a nuestra visión de los cuerpos bellos, de las acciones bellas, etc. Sin embargo, el filósofo coloca la idea de Belleza como lo primero, es decir, como causa de los cuerpos y las acciones bellas. Esta es la esencia de la teoría de las ideas de Platón. La metafísica es el mundo al revés, el mundo invertido. Como los conceptos no tienen su origen en el mundo sensible, en lo inferior, son eternos. No están sometidos al cambio, al tiempo.

Los conceptos supremos

Los conceptos supremos designan las características del «mundo verdadero»: ser, sustancia, unidad, identidad, causa … Para Nietzsche estos «conceptos supremos» no designan nada real, son “el último humo de la realidad”. Son elaborados por nuestra razón para referirse a un mundo inventado por nuestra miedo ante la vida.

Para Nietzsche el último extremo de las locuras de los filósofos es la construcción del concepto “Dios”. Es el concepto más alto, el más general, construido con todos los conceptos supremos, entre los que se postula que no puede haber ninguna contradicción, y puesto que es el más general, no puede provenir de otro, y es declarado “ens realissimum” (el ser con más realidad, con más perfección), causa de la realidad (de la entidad) de los otros seres.

La aceptación de la frase “Dios ha muerto” es lo que permite a los hombres comportarse como “espíritus libres” que han de emprender la tarea del cambio de los valores.

EL ARTE TRÁGICO Y LO DIONISÍACO

Para los antiguos griegos, Dionisio era una divinidad protectora de la vida y símbolo del placer (fiestas y vino), el dolor y la resurrección, es el inspirador de la locura ritual y el éxtasis, es el Dios patrón de la agricultura y el teatro. Fue él quien enseñó a los hombres a cultivar la vid y a fabricar el vino. Moría cada invierno y resucitaba en la primavera y con él renacían también los frutos de la tierra. Para celebrar su resurrección se organizaban grandes fiestas con rituales orgiásticos. Contrastaba con Apolo, Dios del sol, que simbolizaba la armonía, el orden y la razón. Sin embargo, los griegos pensaban que las cualidades de los dos eran complementarias: los dos dioses son hermanos.

La tragedia es una historia en la que personajes nobles se enfrentan a conflictos provocados por pasiones humanas que desembocan en un desenlace fatal. Según Nietzsche la tragedia se basa en un desbordante sentimiento de vida y de fuerza, dentro del cual el mismo dolor actúa como estimulante. Se abandona la individualidad, se acepta el destino, con lo que se adquiere la sensación de la plenitud de la vida. Es la vida regocijándose al sacrificar a sus tipos más altos, no para purificarse, sino para afirmar el eterno placer del cambio, que incluye también el placer de destruir.