Razón y Experiencia: El Legado Filosófico de Kant y Hume

Immanuel Kant: La Crítica de la Razón Pura

Kant intenta contestar a una pregunta fundamental: ¿es posible la metafísica como conocimiento científico? Para ello, se pregunta qué es una ciencia. Si es una ciencia, es un conjunto de enunciados, y lo primero que tiene que hacer es saber cuáles son esos juicios para averiguar cuáles son los juicios de la ciencia.

Tipos de Juicios

  • Juicios Analíticos: El contenido está en el sujeto; el predicado no añade información a la definición del sujeto. Son universales y necesarios, pero no amplían el conocimiento.
  • Juicios Sintéticos: El predicado amplía la información contenida en el sujeto; en este no está contenida la información que nos aporta el predicado. Son extensivos, pero generalmente a posteriori (dependen de la experiencia).

Para Kant, los juicios a priori son aquellos juicios universales y necesarios que afectan a todos los individuos, independientemente de la experiencia. Los juicios a posteriori tienen dos características, pero a Kant le interesa una: que son extensivos, es decir, que amplían la información que nos da el sujeto.

Kant propone un nuevo tipo de enunciado: los juicios sintéticos a priori, juicios que, aunque parten de la experiencia, son universales y necesarios. Estos son la clave para la posibilidad de la ciencia.

Estructura de la Crítica de la Razón Pura

La estructura de la Crítica de la Razón Pura tiene tres partes:

  1. Estética Trascendental: Estudia la sensibilidad.
  2. Lógica Trascendental: Abarca dos subsecciones:
    • Analítica Trascendental: Estudio del entendimiento y el conocimiento.
    • Dialéctica Trascendental: Estudio de la razón.

Hipótesis del Conocimiento Kantiano

Para Kant, hay una serie de hipótesis para estudiar el conocimiento, que son la distinción entre materia y forma. La materia es lo que viene dado de la experiencia (las impresiones sensibles), y la forma es la estructura a priori que el sujeto impone a esa materia.

Las Tres Síntesis del Conocimiento

  1. Primera Síntesis: La Sensibilidad

    La sensibilidad recibe un conjunto caótico de impresiones y somete este conjunto a dos formas a priori: el espacio y el tiempo. Obtenemos así representaciones ordenadas según estas coordenadas. La Estética Trascendental se pregunta: ¿son posibles los juicios sintéticos a priori en las matemáticas (aritmética y geometría)? Sí, porque se basan en las formas a priori de la sensibilidad.

  2. Segunda Síntesis: El Entendimiento

    La segunda síntesis es la del entendimiento, que consiste en referir las representaciones (fenómenos) a conceptos. Las formas a priori del entendimiento son los conceptos puros o categorías (como cantidad, cualidad, relación y modalidad). Estas categorías solo se aplican a fenómenos (hay tantos tipos como juicios conocemos).

    La Analítica Trascendental distingue entre fenómeno (lo que se nos aparece, lo que podemos conocer) y noúmeno o “cosa en sí” (la realidad previa a nuestra forma de conocer, incognoscible).

  3. Tercera Síntesis: La Razón

    La Dialéctica Trascendental, que estudia la razón, se encarga de contestar a la pregunta: ¿son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica? La respuesta es no, porque no hay experiencia sensible de los objetos metafísicos. La tercera síntesis es realizada por la razón y muestra que la metafísica no es una ciencia, sometiendo lo obtenido por el entendimiento a tres ideas trascendentales de la razón.

La Metafísica y las Ideas de la Razón

Hay tres temas en los que se encuentra la metafísica y la razón: el alma (yo), el mundo (cosmología) y Dios (teología). Al intentar aplicar las categorías del entendimiento a estos objetos, no podemos, porque no tenemos impresiones sensibles de ellos; están más allá de la realidad fenoménica y son noúmenos.

La razón busca los últimos fundamentos, pero no puede negar la existencia de estas tres ideas. Por lo tanto, la metafísica será un saber, pero no una ciencia, ya que se encarga de estudiar las ideas de las que no tenemos impresiones sensibles, de lo que está más allá de la realidad fenoménica.

Hume, escéptico, niega la conexión necesaria entre causa y efecto, llegando a esta conclusión. Kant, sin negar las categorías, supera el escepticismo de Hume, pero advierte que no se puede prohibir a la razón ir más allá de la experiencia. Caemos en ilusiones trascendentales, y eso es un error, ya que se intenta sacar una conclusión de una hipótesis que no corresponde al ámbito del conocimiento.

La misión de la Dialéctica Trascendental es desvelar estas ilusiones trascendentales, evitar que la razón caiga en la ilusión de los tres ideales (los noúmenos): alma, mundo y Dios en sí, de los que no tenemos experiencia sensible.

David Hume: Empirismo y Escepticismo

David Hume (siglo XVIII) es el representante del empirismo, una corriente filosófica que afirma que la experiencia es el origen y el límite del conocimiento. Para Hume, no hay nada en la mente ni en la conciencia que no proceda de los sentidos. El empirismo niega la existencia de ideas innatas.

Su obra más destacada es Tratado de la Naturaleza Humana, cuyas ideas principales fueron posteriormente resumidas y desarrolladas en Investigación sobre el Entendimiento Humano y Sobre los Principios de la Moral.

Conocimiento

El objetivo de Hume es construir una ciencia de las leyes psicológicas que posibilitan el conocimiento, y para ello busca los elementos del mismo:

  • Impresiones: Son sensaciones inmediatas que provienen de la experiencia (más vivas y fuertes).
  • Ideas: Son copias de las impresiones (más débiles y menos vivas).

Ambas (impresiones e ideas) pueden ser simples (no pueden descomponerse) o complejas (es posible descomponerlas).

En el empirismo también hay un criterio de verdad: “algo será verdadero cuando procede de una impresión”. Si no hay impresión, no podemos hablar de certeza. La experiencia es el origen y el límite de nuestro conocimiento.

Leyes de Asociación de Ideas

Los mecanismos que explican cómo el ser humano llega al conocimiento son las leyes de asociación de ideas, las cuales explican cómo el ser humano forma sus ideas complejas. Estas leyes son:

  • Semejanza: Aquello que tiene propiedades comunes y nos lleva a pensar en otro que también las comparte (por ejemplo, un retrato nos conduce a pensar en la persona).
  • Contigüidad: En tiempo y espacio.
  • Causalidad: La conexión entre una causa y un efecto.

Tipos de Conocimiento

Hay dos tipos de conocimiento:

  • Relaciones de Ideas

    Con unas características universales y necesarias. Las proposiciones analíticas son independientes de los hechos del mundo o de la experiencia. Formulan relaciones entre ideas y son propias de la lógica o la matemática, evidentes a nuestra razón.

  • Cuestiones de Hecho

    Con unas características particulares y probables. Las proposiciones empíricas describen fenómenos del mundo o de la realidad, son propias de las ciencias naturales y necesitan comprobarse con la experiencia.

Crítica a la Causalidad

Todos los razonamientos sobre cuestiones de hecho se basan en la relación de causalidad (causa-efecto), la cual debe analizarse porque de ella dependen las ciencias empíricas. La crítica de Hume consiste en negar que haya una conexión necesaria entre causa y efecto, sino solo una sucesión constante de fenómenos. No se puede asegurar la conexión causal hasta que no se experimente. Los conocimientos basados en la razón pura (relaciones de ideas) no necesitan de la experiencia para su certeza.

Metafísica

Esto nos lleva a una reformulación de la metafísica. No tenemos impresión del mundo externo como sustancia permanente. Cada sujeto percibe el mundo de manera distinta. Hay una suma de impresiones del mundo que va cambiando. El mundo exterior no se puede concebir como sustancia permanente.

La sustancia infinita (Dios) es una cuestión de hecho, y su contrario no implica contradicción; por lo tanto, no es necesario que Dios exista. No tenemos impresión de Dios, por lo que la hipótesis de Dios es inútil y no podemos probar su existencia.

Ética

El emotivismo moral de Hume tiene dos características:

  • Es emotivista, ya que las proposiciones morales se limitan a expresar un sentimiento, situando la elección moral fuera de la razón. Las proposiciones morales no son verdaderas ni falsas.
  • Es utilitarista, en el sentido de que una ética es buena si es útil para el mayor número de personas, es decir, aquello que beneficie a la sociedad.

Hume considera que los filósofos que pretenden construir una ética racional caen en la falacia naturalista. Esta crítica se refiere a que la moral, al basarse en la razón, utiliza proposiciones descriptivas (del “ser”) para derivar proposiciones prescriptivas (del “deber ser”), lo cual es un error lógico. Denuncia que las éticas que se basan en la razón caen en la falacia naturalista, que consiste en derivar normas morales de juicios descriptivos.