Sistema de relaciones laborales

MOVIMIENTO OBRERO:


Para ampliar su competitividad y abaratar costes explotará a los obreros que trabajan en sus fábricas, sometíéndolos a duras y largas jornadas laborales a cambio de un salario miserable, no en vano son los burgueses los que hacen las leyes. Poco a poco el proletariado (los obreros) tomará conciencia de su explotación y empezará a unirse para reclamar mejoras a la burguésía, es el origen de los sindicatos. Dos poderosas ideologías que tendrán un gran papel en el Siglo XX aparecen en estos momentos:
el anarquismo y el marxismo.

Duras condiciones de vida del proletariado:


Las condiciones de vida de los obreros eran lamentables; entre ellas estaba una jornada laboral de hasta dieciséis horas en algunos casos y cobrando un salario que la mayoría de las veces no permitía ni la supervivencia; las mujeres y los
niños realizaban el mismo trabajo, pero cobrando la mitad; no existían vacaciones ni derecho a atenciones médicas y cuando el trabajador llegaba a casa le tocaba vivir hacinado (amontonado) en un espacio reducido y en condiciones higiénicas precarias.

Primeras asociaciones obreras:


los trabajadores van tomando consciencia de que solamente conseguirán mejores condiciones laborales si se unen en sus reclamaciones. Es en Inglaterra donde surgen las primeras asociaciones de obreros para reclamar mejoras salariales y la reducción de la jornada laboral, es el movimiento cartista de 1838, llamado así porque escribían cartas a los periódicos denunciando sus duras condiciones de vida y solicitando el derecho al voto (sufragio universal), el derecho a presentarse en las elecciones…

Socialistas utópicos:


Dentro de los primeros movimientos obreros habría que hacer referencia a los socialistas utópicos, una serie de pensadores como Saint-Simón, Fourier, Blanc, Owen… Que prevéían un mundo más justo para los trabajadores mejorando sus condiciones de vida y diseñando incluso los lugares de trabajo y de residencia de los obreros.


El marxismo/socialismo científico:


Karl Marx decía que el obrero debía unirse para defender sus derechos y conquistar el poder a través de una revolución y una vez en el poder establecer la dictadura del proletariado, es decir, la dictadura de los obreros en la que se eliminarían las desigualdades y sería el paso previo para lograr una sociedad sin clases que sería el objetivo final de Marx.

El anarquismo:


Se desarrolla en la segunda mitad del XIX y es una alternativa distinta del marxismo. Sus principales teóricos fueron: Proudhom, Bakunin y Kropotkin.  Hay muchas variantes ideológicas distinguiremos varios
principios: a) Rechazo de la propiedad privada, b) Hay que rechazar a los poderes que oprimen al hombre que son fundamentalmente dos: el Estado y la Iglesia. C) Su forma de actuar es a menudo a través de atentados terroristas contra los principales gobernantes y sabotajes de fábricas.

La Europa de Bismarck (1870-1890):


La llamada era bismarckiana  fue la etapa en la que el canciller Otto von Bismarck impuso los intereses de Alemania al resto de los países europeos. Los objetivos de su política fueron tres:

Mantener a Francia en un aislamiento diplomático y hacerle pagar una cuantiosa indemnización de guerra de 5.000 millones de francos, tras su derrota en la batalla de Sedán (1870). -Mediar entre Rusia y Austria-Hungría, -Desarrollar una política de rearme bélico como elemento disuasorio de posibles enemigos.

SISTEMAS BISMARCKIANOS:


La política de Bismarck se plasmó en tres sistemas de un sistema de alianzas forjados entre 1872 y 1893, el objetivo era mantener la paz y aislar a Francia.

Primer sistema (1871-1879):


La diplomacia bismarckiana consiguió la firma de dos acuerdos en 1873: uno germano-ruso y otro austro-ruso, con los que se apaciguaban las pretensiones rusas y austriacas. Además, Alemania, Austria-Hungría y el Imperio ruso formaron la Entente de los Tres Emperadores, a la que, en 1874, se adhirió Italia.



Segundo sistema (1879-1885):


Alemania reforzó su papel de centro de la diplomacia europea entre 1879 y 1885. En 1879 se firmó la Dúplice Alianza entre Alemania y el Imperio austrohúngaro. En 1881 se renovó la Entente de los Tres Emperadores y en 1882 se creó la Triple Alianza entre Alemania, Austria-Hungría e Italia, nuevo país que entraba en la órbita alemana.

Tercer sistema (18885-1893):


El tercer sistema se considera una continuación del segundo. Desde 1885 estallaron rivalidades entre Rusia y Austria por temas territoriales y dinásticos, provocadas por el nombramiento de un rey proaustriaco en Bulgaria. La inestable situación de los Balcanes hizo que el sistema bismarckiano entrara en crisis.