Transformaciones Económicas en la España del Siglo XIX
Durante los primeros sesenta años del siglo XIX, se aplicó un programa político liberal para el campo español. Sus características principales fueron:
- Desamortizaciones eclesiásticas y civiles: Proceso de expropiación y venta de bienes de la Iglesia y de los municipios.
- Libertad de salarios y contratación: Supuso el fin de los gremios y la liberalización del mercado laboral.
- Cercamiento de las propiedades: Delimitación y privatización de tierras comunales.
- Libertad de arrendamientos: Flexibilización de los contratos de alquiler de tierras.
Así pues, se incrementó la superficie cultivada en la segunda mitad del siglo XIX, lo que originó una mayor productividad. Durante la Restauración, destacamos:
- Descenso del cultivo del trigo y un mayor rendimiento por hectárea gracias al incremento de la utilización de abonos.
- Aumento de la exportación de vino, que diezmó las vides francesas debido a la plaga de la Phylloxera vastatrix.
- Ampliación del suelo dedicado al olivar, con el aumento en un tercio de la producción de aceite a finales del siglo XIX. Las principales zonas productoras fueron Jaén y Córdoba.
- Se mantuvieron las fincas medianas y los minifundios en los dos tercios del norte peninsular, y los latifundios en el tercio más meridional de la Península.
En resumen, la ausencia de un mejor reparto en la posesión de la tierra, la baja capitalización del campo y la falta de iniciativas técnicas produjeron unos rendimientos agrícolas inferiores a la media de los países de nuestro entorno.
Las Desamortizaciones y sus Consecuencias Sociales
La desamortización de los bienes eclesiásticos, efectuada por Mendizábal, fue criticada por algunos economistas de la época que advirtieron de sus consecuencias sociales. La principal fue el cambio de propietarios de la tierra, que pasó de la Iglesia a los terratenientes, lo que provocó la proletarización de numerosos campesinos, sobre todo en Extremadura y Andalucía.
El economista Flórez Estrada estuvo a favor del repartimiento de tierras entre los campesinos, quienes deberían pagar anualmente al Estado una cantidad hasta conseguir a largo plazo la propiedad de las mismas.
La desamortización de Madoz, conocida como civil, buscaba financiación para el plan de ferrocarriles y la reducción de la deuda pública. Tuvo efectos sociales muy negativos.
La Industrialización en España: Peculiaridades y Modernización
España llevó a cabo la industrialización con retraso respecto de los países de su entorno debido a una serie de factores:
- Demográficos: Las cifras de población eran bajas para garantizar el crecimiento de la demanda.
- Económicos: La ausencia de una burguesía emprendedora y de los capitales necesarios para invertir provocó que la industrialización se sostuviera por iniciativa estatal y por capitales extranjeros.
- Técnicos: La falta de innovaciones técnicas autóctonas y la escasa formación de los trabajadores generaron una dependencia de técnicos extranjeros.
El Auge Industrial Catalán
Cataluña se convirtió en la principal región fabril en España a finales del siglo XIX, gracias a las mejoras agrarias, el aumento del comercio con la América española y una creciente demanda interior. Esta industrialización se basó en la fuerza del vapor, en la expansión de la burguesía y de las fábricas. Tuvo lugar principalmente en el sector textil, basado en el algodón.
El auge de la industria algodonera catalana fue posible gracias a una legislación proteccionista que protegía la producción catalana frente a la británica, en un momento en el que la independencia de América obligaba a asegurarse el mercado nacional. Cataluña atrajo industrias textiles históricamente implantadas en otras regiones, como la lana castellana, la seda valenciana o el lino gallego. También fue importante, aunque en menor medida, la industria metalúrgica y mecánica a finales de siglo.
Desarrollo de la Siderurgia
Respecto a la siderurgia, se desarrolló en Málaga, Asturias y el País Vasco. En 1902 se constituyeron los Altos Hornos de Vizcaya, principal símbolo de la siderurgia vasca y española. A finales del siglo XIX, solo Cataluña y el País Vasco respondían a las características económicas, técnicas y culturales de lo que se denominó Revolución Industrial.
Otras Zonas y Actividades Industriales
La industrialización también alcanzó otras zonas y otras actividades:
- La Mancha y Andalucía: Desarrollaron una industria agroalimentaria.
- Valencia: Se dedicó a la agricultura de exportación.
- Aragón: Desarrolló la industria harinera.
- Madrid: Sectores como el editorial, la industria de maquinaria vinculada al desarrollo del ferrocarril y la Fábrica de Tabacos.
Modernización de las Infraestructuras
A mediados del siglo XIX, el complicado relieve español, la ausencia de canales de navegación y las deficiencias de la red viaria hacían casi imposible la creación de una red ferroviaria que asegurase un mercado nacional y facilitase la movilidad de las personas.
El Ferrocarril en España
El ferrocarril llegó a España con retraso respecto a otros países europeos debido, entre otras causas, a la inestabilidad política del siglo XIX, la escasez de capitales y la poca capacidad tecnológica. La primera línea se creó en 1848 entre Barcelona y Mataró, y en 1851 se creó la de Madrid-Aranjuez. Las entradas de capital solían provenir principalmente de Francia, ya que estaban interesados comercialmente en unir París con Madrid. La red básica ferroviaria española se construyó en la década siguiente, creando una estructura radial con centro en Madrid.
También es importante citar que el ancho de vía fue y es diferente al de los ferrocarriles europeos (1,67 m), debido a:
- Seguridad nacional: Se buscaba evitar una conexión directa con Francia para asegurar una posible invasión.
- Orografía: Su acusado relieve exigía una anchura de ejes que asegurase la estabilidad de los trenes.
Las consecuencias fueron negativas, ya que creció la incomunicación con Europa.
Comunicaciones Modernas: Correo y Telégrafo
Paralelo a la construcción del ferrocarril, se creó un moderno sistema de comunicaciones basado en el correo y el telégrafo, que posibilitó los primeros ensayos del teléfono a finales del siglo XIX, y tuvo una enorme repercusión:
- Articuló el Estado liberal, ya que permitió transmitir telegráficamente órdenes y disposiciones gubernamentales.
- Facilitó las transacciones comerciales y mercantiles y fue el pilar del sistema financiero y de la Bolsa, que se había iniciado en 1831.
- Posibilitó el nacimiento de la prensa de información: La Correspondencia de España (1860) y El Imparcial (1867).
- Comunicó a España internacionalmente de una manera más ágil y más rápida.
Tras la aparición del sello en 1850, las tarifas de correo se abarataron, lo que impulsó su uso. En 1868, el correo llegaba a los rincones más recónditos de España. Entre 1853 y 1863 se formó la primera red telegráfica en España, y en 1900 las líneas llegaban a los 33 000 km de cable, cubriendo todo el territorio nacional.