1. Evolución Demográfica y Movimientos Migratorios en el Siglo XIX. El Desarrollo Urbano
El siglo XIX experimentó importantes transformaciones sociales relacionadas con el desarrollo del nuevo **régimen liberal** y los cambios económicos. La evolución demográfica durante el siglo XIX estuvo marcada por un crecimiento estable de la población. La población se caracterizó por:
- Crecimiento moderado.
- Causas del escaso crecimiento: persistencia de un **régimen demográfico antiguo**, altas tasas de natalidad y mortalidad, es decir, el **crecimiento vegetativo** bajo. Este descendió a lo largo del siglo. Esta situación demográfica en España fue debida a tres causas fundamentales:
- Crisis de subsistencia.
- Epidemias periódicas.
- Enfermedades endémicas.
- Movimientos migratorios, dentro de la península y a ultramar.
- Crecimiento de las ciudades, **éxodo rural**.
- Migraciones internas en la segunda mitad de siglo.
- Migración exterior, mayoritariamente a América. Esta migración estaba relacionada con las malas condiciones internas.
El desarrollo urbano fue considerable durante el siglo XIX. España duplicó su nivel de urbanización.
El crecimiento urbano estuvo ligado a las transformaciones por el liberalismo, por la industrialización y, sobre todo, por las **desamortizaciones** que favorecieron un trasvase de población del campo a la ciudad. La expansión urbana obligó al desarrollo de las infraestructuras.
2. La Revolución Industrial en la España del Siglo XIX. El Sistema de Comunicaciones: El Ferrocarril. Proteccionismo y Librecambismo. La Aparición de la Banca Moderna
La economía se caracterizó por un crecimiento lento y un atraso respecto a otros países europeos. Hasta 1840 estuvo estancada; comenzando una recuperación que llevó a un lento crecimiento en el último tercio del siglo.
En todos los países avanzados de Europa, la **revolución industrial** requirió previamente una revolución agrícola, que en España no se produjo.
La industrialización española fue tardía e incompleta. El despegue comenzó en la década moderada, en los años 50 tuvo un periodo de crisis y en el último cuarto inició la recuperación hasta 1898. La industria textil catalana era el único sector que había iniciado la industrialización.
La industria siderúrgica inició su desarrollo en Málaga; a mediados de siglo se desarrolló en Asturias. En 1880 se desplazó a Vizcaya: **Altos Hornos de Vizcaya** y de Bilbao, obteniendo la primacía en la producción de acero.
Un sector deficiente fue la energía. Con la revolución industrial, el carbón se empleó masivamente, pero el español era escaso, de mala calidad y caro. Comenzó el desarrollo de nuevas fuentes de energía, aunque con escasos efectos sobre la economía. Era necesario modernizar los transportes y comunicaciones para impulsar la economía.
Durante el **Bienio Progresista** se impulsó el **ferrocarril**, con la **Ley General de Ferrocarriles (1855)**.
Otros avances en el sector incluyeron la extensión de la navegación a vapor y la modernización de Correos y Telégrafos. El comercio exterior aumentó, pero la balanza comercial fue deficitaria. España pasó de un alto **proteccionismo** a una reducción a mediados de siglo, volviendo al proteccionismo durante la **Restauración**.
El sector financiero jugó un papel básico en la industrialización y la economía. Se inició la modernización del sistema bancario; nació el **Banco de España** y entidades como el **Banco de Santander**.
1. Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración: Los Partidos Dinásticos. Las Fuerzas Políticas de Oposición: Republicanos, Nacionalistas, Socialistas y Anarcosindicalistas.
El 17 de mayo de 1902, Alfonso XIII es proclamado rey. Su reinado se caracterizó por su intervencionismo político, la pérdida de liderazgo de Cánovas y Sagasta, la inestabilidad política y el protagonismo militar.
La primera etapa de su reinado estuvo marcada por el **regeneracionismo**, que denunciaba el sistema corrupto de la Restauración y propuso la modernización política (democratización), social y económica del país.
Del regeneracionismo partió el **revisionismo político**, para dar un nuevo impulso a la política de la Restauración.
Francisco Silvela lideró el Partido Conservador e inició una política reformista.
Maura protagonizó el **revisionismo conservador**; la intención era realizar una ‘revolución desde arriba’, reformando lo estrictamente necesario para mantener las bases fundamentales del sistema. Fundó el **Instituto Nacional de Previsión**, un organismo de protección social para ayudar a los más necesitados, y aprobó la Ley de Huelga y una reforma electoral. En julio de 1909 estalló en Barcelona la **Semana Trágica**. Los sucesos se iniciaron cuando el gobierno de Maura reclutó reservistas con destino a Marruecos. Las organizaciones obreras convocaron una huelga general de protesta. La dura represión con ejecuciones acarreó críticas internacionales.
El revisionismo liberal lo protagonizó José Canalejas.
En 1912 fue asesinado por un anarquista. La crisis del sistema de la Restauración vino con la muerte de Canalejas.
Las fuerzas políticas de oposición se fueron reforzando. Estas eran:
- El **Republicanismo**.
- Los **Nacionalismos**: el catalán, que tenía partidos como la **Lliga Regionalista** y **Esquerra Republicana de Catalunya**; el nacionalismo Vasco, que seguía teniendo al **PNV**. También creció el nacionalismo gallego, valenciano y andaluz.
- Los **Socialistas**. En su rama política (**PSOE**) y sindical (**UGT**) continuaban su lento crecimiento. Pablo Iglesias se convirtió en el primer diputado socialista.
- Los **Anarcosindicalistas**. En 1910 nació la **Confederación Nacional del Trabajo (CNT)**, que llegó a ser el sindicato mayoritario de España. Se definía como revolucionaria y defendía la huelga y el boicot.
2. La Intervención en Marruecos. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España. La Crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique
La muerte de Canalejas (1912) truncó el espíritu regeneracionista, abriendo un periodo de inestabilidad hasta la dictadura de 1923.
La ruptura del turno pacífico presentaba otras opciones políticas como alternativas.
Las repercusiones de la **Primera Guerra Mundial** (1914-1918) constituyeron un punto de inflexión en el régimen de la Restauración.
Cuando estalló el conflicto, Eduardo Dato declaró la **neutralidad**, dejando a la opinión pública dividida.
La neutralidad le supuso a España un gran crecimiento de la demanda exterior de sus productos. Sin embargo, estos beneficios no repercutieron en aumentos salariales, sino que el enriquecimiento empresarial vino acompañado del empobrecimiento general de los trabajadores.
Es decir, cobraban lo mismo pero la vida era más cara para los trabajadores, lo que provocó una mala situación económica. Comenzaron las protestas populares y huelgas organizadas por la UGT y la CNT.
La crisis de **1917** fue el reflejo de un descontento extendido por parte de la sociedad. Fueron en realidad tres crisis entre los meses de junio y agosto, aunque no conectaron entre sí:
La Protesta Militar
Desde 1916, el ejército había organizado **Juntas de Defensa** (especie de sindicato militar ilegal). Sus objetivos eran: oponerse a los ascensos por méritos de guerra; solicitar subidas de sueldos y exigir mayor respeto al ejército. El gobierno admitió sus peticiones.
La Oposición Política
Las Cortes estaban cerradas por miedo al planteamiento de problemas. Cambó pidió reabrir las Cortes. Ante la negativa, se solicitó al gobierno la convocatoria de Cortes Constituyentes y que reconociera la autonomía de Cataluña. El gobierno declaró inconstitucional la asamblea y el movimiento fue disuelto.
El Movimiento Obrero (UGT, CNT)
organizó una **huelga general indefinida** (13 de agosto de 1917) contra el régimen y el deterioro del nivel de vida de los trabajadores. Tuvo gran seguimiento. El gobierno detuvo al comité de huelga y sacó las tropas a las calles. A final de agosto, la huelga estaba acabada. A partir de la crisis de 1917, el régimen de la Restauración agonizaba. La conflictividad social desatada tras la Primera Guerra Mundial provocó un crecimiento del sindicalismo, que junto al triunfo en 1917 de la **Revolución Bolchevique** insufló ánimo a las organizaciones obreras.
El **Trienio Bolchevique** fue una fase de actividad revolucionaria provocada por la situación de miseria de los jornaleros agrícolas, la carestía de la vida y la influencia de la Revolución Rusa. La revuelta social finalizó en 1920. Otro problema fue la cuestión de Marruecos. Tras el parón por la Primera Guerra Mundial, el gobierno decidió completar la ocupación efectiva del territorio, ante la presión francesa. Entre julio y agosto de 1921 tuvo lugar el **Desastre de Annual**. Los españoles dirigidos por el general Silvestre fueron derrotados por las tropas de Abd-el-Krim. El Desastre de Annual acarreó consecuencias.
3. La Dictadura de Primo de Rivera. El Final del Reinado de Alfonso XIII.
Tras la derrota de Annual, ciertos sectores exigían una investigación sobre las causas que lo produjeron.
Esta investigación (**Informe Picasso**), unido a la situación complicada que vivía España, dio lugar a que Primo de Rivera diera un **golpe de estado**.
La primera etapa de la dictadura se inició suprimiendo cualquier elemento democrático y creando la **Unión Patriótica**, un partido único de corte fascista que serviría para apoyar las decisiones de Primo de Rivera. En esta etapa, lo fundamental era el control social y buscar la estabilidad, y lo consiguió gracias al uso de las fuerzas armadas. En cuanto a la cuestión de Marruecos, Primo de Rivera era partidario de abandonar la guerra, aunque rápidamente mudó de idea, colaborando con Francia y realizando una intervención conjunta que dio paso a la rendición de Abd-el-Krim y el control de la zona por parte hispano-francesa.
Segunda Etapa
Primo de Rivera trató de perpetuarse en el poder e ideó una dictadura en la que fue cambiando los mandos militares por otros de carácter civil. Se creó una pseudodemocracia con la **Asamblea Nacional Consultiva** y la elaboración de una segunda pseudoconstitución que nunca fue aprobada. En esta etapa, Primo buscó mejorar la economía y creó monopolios estatales (**Telefónica** y **CAMPSA**).
El intento de perpetuarse en el poder provocó una oposición generalizada, lo que llevó a que el rey pidiera la dimisión de Primo de Rivera. En enero de 1930, este se marchó, dando paso al hundimiento del sistema. Dámaso Berenguer fue designado para dirigir la transición al constitucionalismo.
Así pues, el 14 de abril de 1931, primero Eibar y poco a poco las demás ciudades de España proclamaron de forma unilateral la llegada de la **Segunda República** y el exilio de Alfonso XIII, que ya nunca más volvería a España.