Vocabulario de ciudades

LA MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA URBANA


La morfología es el aspecto externo que presenta la ciudad.
Está influida por factores como el emplazamiento urbano, la situación, el plano, la edificación y trama urbana y los usos del suelo.
El emplazamiento es el espacio físico o topográfico sobre el que se asienta la ciudad. Depende de la función para la que se creó:

Función comercial:

en la costa, en un puerto protegido (Cádiz)

Función defensiva

Sobre una colina (Toledo)

Función de nudo de comunicaciones y favorecer las actividades económicas:

junto a los ríos.La situación es la relación de la ciudad con respecto a su entorno inmediato. Las situaciones mas frecuentes son a lo largo de las principales vías de comunicación, en encrucijadas de caminos terrestres o fluviales y en zonas con una economía diversificada. El plano es el conjunto formado por las superficies construidas y libres de la ciudad: edificios, calles, plazas, parques… Hay varias tipologías.-El plano irregular presenta calles estrechas y tortuosas y plazas sin formas definidas. Se corresponde con la parte más antigua de las ciudades  de época preindustrial y generalmente son ciudades amuralladas. -El plano radiocéntrico tiene un centro del que parten calles radiales, cortados por otras que  forman anillos en torno al centro. -El plano ortogonal, en cuadrícula o damero, está formado por calles que se cortan de  manera  perpendicular. –  Plano lineal, ciudad formada a ambos lados de una vía de comunicación. El mejor ejemplo en España es la “Ciudad Lineal” de Arturo Soria en Madrid,  diseñada en 1882.  La trama es la disposición de los edificios. Puede ser compacta o cerrada, si los edificios se disponen unos junto a otros a lo largo de grandes extensiones, o abierta, si los edificios dejan amplios espacios libres entre ellos. La edificación puede ser colectiva y en altura (bloques de pisos) o individual (viviendas exentas o adosadas).Los usos de suelo son las diferentes utilizaciones del espacio urbano: comercial y de negocios, residencial, industrial, de equipamientos….
A) El casco antiguo o la ciudad preindustrial comprende la parte urbanizada desde el origen  de la ciudad hasta el inicio de la industrialización a mitad del Siglo XIX. Tiene un importante valor por su legado cultural e histórico, e incluso muchas de ellas han sido declarados conjuntos histórico artísticos  o patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Poseen algunas carácterísticas comunes: casi todas las ciudades estaban rodeadas de murallas, el plano solía ser irregular, la edificación predominante eran casas de baja alturas, los usos del suelo eran diversos: talleres artesanales, comercios, almacenes…. En el Siglo XIX, la ciudad preindustrial sufríó importantes transformaciones: reformas del plano; densificación de tramas; verticalización de la edificación; cambios en los usos del suelo…. Se abrieron nuevas plazas y se construyeron grandes vías, muchas de ellas inspiradas en el modelo de reforma de París. En muchas de las nuevas edificaciones se adoptó un estilo historicista o ecléctico, que utilizaban o mezclaban varios estilos históricos. En la década de 1960, los edificios se verticalizaron más y adoptaron el estilo moderno. Las únicas excepciones fueron los cascos antiguos de algunas ciudades donde se impuso una política proteccionista que, al impedir cualquier reforma, favorecíó el deterioro de los edificios antiguos y su progresivo abandono por los residentes. La terciarización económica de los años 60 consolidó el casco antiguo como centro comercial y de negocios de la ciudad. El resultado: el desplazamiento de los usos residenciales a otras zonas de la ciudad, y una creciente saturación por la confluencia de tráfico y de personas.


 

B) La ciudad industrial


mitad del Siglo XIX-primer tercio del Siglo XX:el proceso de industrialización en España. En algunas ciudades se implantaron industrias modernas, que atrajeron a numerosa población campesina (éxodo rural)
, y extendieron su superficie: Derribaron las murallas preindustriales. Su lugar fue ocupado por los paseos de ronda o bulevares, que diferencian el casco antiguo de la nueva ciudad. En ella se crean ensanches para los burgueses; barrios industriales y obreros; y barrios ajardinados.

1-. La ciudad jardín

Los barrios-jardín se crearon a finales del Siglo XIX. Son el resultado de la difusión en España de las ideas naturalistas, que defendían un acercamiento a la naturaleza; de las ideas higienistas, que valoraban los efectos positivos del sol y del aire libre sobre la sal1-. En ensanche burgués. Es un espacio nuevo que responde a los deseos de crecimiento urbano de la burguésía. Por tanto plasma sus ideas de crecimiento urbano: plano regular, pavimentación de calles, alcantarillado, abastecimiento de agua, alumbrado, espacios verdes… Los primeros ensanches se hicieron en las ciudades más dinámicas: el de Barcelona fue proyectado por Ildefonso Cerdá (1859) y el de por Carlos María de Castro (1860). Luego se difundieron a otras ciudades. En las últimas décadas del Siglo XX los ensanches empezaron a recibir funciones terciarias, que se extendieron desde el centro histórico a sus calles principales. Así acabó producíéndose una división entre un área residencial y cara para la burguésía y un sector terciarizado dominado por los comercios y oficinas. Este fenómeno es especialmente intenso en Madrid y Barcelona.

2-. Los barrios obreros del extrarradio

En el momento de su creación, en el Siglo XIX, acogieron a los trabajadores que emigraron a las ciudades industriales. Estos no podían instalarse en el casco histórico porque sus áreas más valoradas eran caras y estaban habitadas por la burguésía. Tampoco podían establecerse en el ensanche burgués por su alto precio, excepto en los sótanos y en los áticos, o en reducidas habitaciones creadas en el patio interior de las casas burguesas, denominadas “ciudadelas” o “barrios ocultos” por quedar fuera de la vista desde la calle.Por ellos los trabajadores se instalaron en los barrios marginales del extrarradio surgidos alrededor del ensanche; a lo largo de carreteras y caminos que partían de la ciudad;  o junto a las industrias y estaciones ferroviarias (“barrios de estación”).Los barrios obreros adoptaron un plano desorganizado, debido a que surgieron de parcelaciones privadas e incontroladas del suelo rústico de la periferia. En la edificación predominan las viviendas de escasas dimensiones y calidad. Los usos de suelo entremezclaron residencias obreras, industriales, talleres y almacenes.Las infraestructuras de transporte, los servicios y los equipamientos fueron escasos, por lo que estos barrios se convirtieron en focos de enfermedades infecciosas y de descontento social. En la actualidad, el crecimiento urbano ha provocado que estos barrios hayan quedado en una posición más céntrica en el espacio urbano, lo que ha revalorizado el suelo que ocupan. Como resultado surgíó la propuesta de acercar el campo a la ciudad, que se concretaron en la creación de los barrios jardín y en ciertos proyectos como la Ciudad Lineal de Arturo Soria en Madrid.


C) La periferia o zona suburbana


A partir de 1950 las principales ciudades españolas iniciaron un importante crecimiento del área edificada debido al crecimiento de la población, atraída por el auge industrial y el progresivo desarrollo de los servicios. En esta etapa la periferia se extendíó a lo largo de vías de transporte, formando un área suburbana caracterizada por la alta densidad de urbanización, la verticalización y la zonificación de los usos de suelo. En las áreas residenciales, ante la urgencia de crear viviendas para acoger a la población, los barrios adoptaron diversas tipologías:-Los barrios de infravivienda o chabolas, donde vivían personas de escasos recursos. Las casas se autoconstruyeron con materiales de desecho, sobre suelo ilegal y con ausencia de servicios básicos. En los 80, muchos de estos barrios se convirtieron en auténticos supermercados de la droga, como la Cañada Real Galiana, Las Barranquillas o Las Mimbreras.-Los barrios de promoción oficial, construidos con ayuda pública en la década de los sesenta. Edificaciones en bloques de baja calidad, que rápidamente sufrieron las carencias de equipamientos y servicios.-Los polígonos de viviendas de promoción privada. Adoptaron una trama abierta, con predominio de bloques o torres separados por espacios ajardinados.-Las áreas industriales y de equipamientos se instalaron junto a las principales vías de transporte. Se trata de polígonos industriales bien planificados y comunicados por carretera y ferrocarril. Podemos diferenciar:-Las áreas industriales creadas en las décadas de 1950 y 1960. Los polígonos industriales bien planificados, que producían un impacto negativo en el medio natural y fuertes atascos e incomodidades para la población del entorno. Por ello, algunos han sido objeto de operaciones de rehabilitación y reparcelación, destinadas a favorecer nuevas implantaciones empresariales. En la actualidad se están creando nuevos espacios industriales, como parques empresariales y tecnológicos en áreas de gran calidad ambiental. Aumento de las áreas de equipamiento. Son fruto de la actual descentralización de las actividades económicas hacia la periferia urbana. Las más frecuentes son grandes superficies comerciales y de equipamiento (centros comerciales, infraestructuras sanitarias, centros administrativos….)

D) Área metropolitana

Se trata de un amplio anillo en torno a la ciudad central. Generalmente incluye otras ciudades y localidades de menor rango o población formando lo que conocemos como un espacio periurbano. En ocasiones, las áreas metropolitanas de las ciudades centrales, sometidas a un crecimiento acelerado puede llevar a la formación de conurbaciones, megalópolis o corredores urbanos discontinuos. La conurbación es una aglomeración urbana continua formada a partir del crecimiento paralelo de dos o más ciudades hasta unirse. En España, la mayoría se deben al turismo (Málaga-Marbella).La regíón urbana es una aglomeración urbana discontinua, integrada por ciudades dispersas (nebulosa urbana), pero lo suficientemente densa como para que todo el territorio posea carácterísticas urbanas. La megalópolis es una aglomeración urbana de extensión suprarregional. Está constituida por diversos elementos urbanos (áreas metropolitanas, conurbaciones, regiones urbanas, pequeñas ciudades….) con funciones distintas, que crecen y forman un área urbana discontinua, pero sin fracturas importantes.


1. Paisaje agrario de la España húmeda


Se localiza en el norte y noroeste peninsular, se encuentra muy condicionado por factores físicos como el dominio del clima oceánico o atlántico y un relieve muy accidentado que da lugar a pocas superficies llanas. Se trata de un espacio rural revitalizado debido al desarrollo de nuevas actividades turísticas y un gran atractivo natural, que retienen a la población.

ESTRUCTURA PARCELARIA:

se trata de minifundios irregulares y cerrados con setos o muros de piedra. Están distanciados entre sí lo que dificulta su mecanización y da lugar a escasos rendimientos.

HÁBITAT Y POBLAMIENTO:

la población tradicionalmente numerosa, hoy es más escasa y envejecida, debido al éxodo rural, hoy se está revitalizando debido a nuevas actividades económicas. El hábitat es el disperso intercalar a partir de aldeas o parroquias, con predominio del pazo gallego o el caserío vasco.

APROVECHAMIENTO DEL SUELO:

la agricultura ocupa una pequeña superficie concentrada en la costa y en los valles interiores, condicionada por un relieve muy abrupto, con apenas espacios llanos que dificulta la práctica de la agricultura. En la actualidad se tiende a la especialización de cultivos extensivos de secano de forrajes en consonancia con la actividad ganadera o de frutales como el kiwi, el manzano (sidra) o la vid, principalmente en Galicia, con vinos de alta calidad como el Albariño. Estos cultivos conviven con policultivos tradicionales de huerta. La mayor parte del espacio agrario se dedica a la actividad ganadera, condicionada en gran parte por la PAC que fomenta la especialización en la producción lechera y cárnica, en régimen extensivo o semiextensivo. También existe una importante explotación de pinos y eucaliptos destinados a la industria maderera y papelera.

2. Paisaje agrario de la España interior

El paisaje agrario de la España interior se localiza en ambas mesetas y en la depresión del Ebro. Está muy condicionado por factores físicos como un relieve llano y una elevada altitud media en la Meseta, así como el dominio del clima mediterráneo continentalizado que da lugar a acusados contrastes térmicos y aridez estival. Se trata de espacios rurales regresivos con despoblamiento, con actividades agrarias tradicionales, problemas de accesibilidad y poco atractivo turístico.

REGADÍOS INTERIORES:

Se encuentran en los valles de los grandes ríos peninsulares como el Ebro, Duero, Tajo y Guadiana.● PARCELARIA:la mayor parte de las explotaciones son minifundios, formados con parcelas cerradas e irregulares, aunque un acusado proceso de emigración ha dado lugar a una importante concentración parcelaria. ● HÁBITATYPOBLAMIENTO:el poblamiento suele ser concentrado en pueblos pequeños y muy próximos entre sí.● APROVECHAMIENTO DEL SUELO: la agricultura ocupa una gran extensión del territorio debido a las grandes extensiones planas de las depresiones del Duero y Ebro. Predomina el regadío a través de la canalización de las aguas y un policultivo hortofrutícola. En las tierras más pobres, generalmente en los piedemontes de las montañas, predominan cultivos de secano como el olivar, la vid y el almendro, existen zonas muy especializadas en vinos de gran calidad como los de Ribera del Duero. También existe una importante actividad ganadera donde predomina la cabaña ovina que pasta rastrojos y también el ganado bovino para la producción de leche, debido a la demanda de la ciudades.

LLANURAS Y CAMPIÑAS INTERIORES:

ocupan la mayor parte de la península, ocupando la llanuras aragonesa y de ambas castillas, y los páramos y campiñas interiores de Andalucía y la zonas interiores de Valencia, Cataluña y Murcia. ● ESTRUCTURA PARCELARIA: la mayor parte de las explotaciones son latifundios, de forma regular y abiertos. ● HÁBITAT Y POBLAMIENTO: el poblamiento suele ser concentrado en grandes poblaciones muy distanciadas entre sí.


● APROVECHAMIENTO DEL SUELO: se trata de una agricultura extensiva de secano y de monocultivo, con práctica del barbecho o el medio barbecho, que utiliza el girasol como cultivo de descanso. Los principales cultivos corresponden a la trilogía mediterránea con el trigo, la vid y el olivo. Existen zonas especializadas en el cultivo de vid, como Valdepeñas en la Mancha, la Rioja y Navarra. En la Andalucía interior destaca el cultivo olivar en las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla. El resto correspondiente a llanuras castellanas y aragonesas se dedica al cultivo extensivo de cereal.

DEHESAS OCCIDENTALES

Se localiza en las penillanuras extremeñas y salmantinas, los elementos que los definen son:● ESTRUCTURA PARCELARIA: la mayor parte de las explotaciones son latifundios, de forma regular y abiertos.● HÁBITAT Y POBLAMIENTO: concentrado en grandes poblaciones o ciudades agrarias y muy distanciados entre sí.● APROVECHAMIENTO DEL SUELO: el aprovechamiento del suelo se realiza a través de la dehesa, se trata de grandes explotaciones agroganaderas en bosques aclarados de encinas y alcornoques. Tienen una gran orientación ganadera, sobre todo bovina, aunque también porcina, con productos de gran calidad como el cerdo ibérico. De forma paralela seda una explotación de monocultivos extensivos y de secano, principalmente de cereales y forrajes, en la que los rastrojos generados por los barbechos son aprovechados durante la larga sequía estival para la alimentación del ganado, también son aprovechados los frutos de la encina y el alcornoque en el cebo final del cerdo ibérico dando lugar a los exclusivo productos de bellota. Se trata de un sistema de explotación en equilibrio con el medio ambiente.

3. Paisaje agrario del litoral Mediterráneo y Baleares

El paisaje agrario mediterráneo se distribuye por todo el litoral mediterráneo, valle del Guadalquivir e Islas Baleares. Está condicionado por factores físicos como temperaturas suaves, una alta insolación y suelos muy fértiles. Se trata de espacios rurales muy dinámicos debido a una producción agraria competitiva, la rururbanización y deslocalización industrial que favorece el crecimiento de la población. ESTRUCTURA PARCELARIA: predomina el minifundio en las zonas de regadío, con parcelas cerradas y bastante regulares y el latifundio en las zonas de secano, con parcelas abiertas. HÁBITAT Y POBLAMIENTO: el poblamiento tradicional era intercalar representado por la barraca valenciana, la masía catalana o el cortijo andaluz. En la actualidad es concentrado, con un éxodo rural menos acusado, debido a la rururbanización. APROVECHAMIENTO DEL SUELO: predominan cultivos hortofrutícolas intensivos de regadío, también frutales donde destacan los cítricos. En el litoral andaluz (Málaga y Granada) cultivos tropicales como la chirimoya, el mango o el aguacate. Se trata de una agricultura con una alta inversión de capital y un empleo intensivo de la tecnología. En las zonas de secano se da la vid, el olivar y el almendro. Existe una importante cabaña bovina y porcina intensiva, la actividad forestal es insignificante.

4. Paisaje agrario de montaña

Este paisaje agrario se localiza en zonas de montaña, como Pirineos, zona interior de la cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sierra de Grazalema, Sistema Ibérico y zonas de las Cordilleras Béticas. Está condicionada por el clima de montaña, y el relieve. Se trata de espacios rurales regresivos, aunque algunos con un gran atractivo turístico como Pirineos que se están revitalizando. ESTRUCTURA PARCELARIA: predominan pequeñas explotaciones formando minifundios cerrados, generalmente distanciados entre sí que junto con lo abrupto del terreno dificultan la mecanización, obteniendo muy bajos rendimientos. HÁBITAT Y POBLAMIENTO: el poblamiento es escaso y tradicionalmente disperso, en la actualidad sufre un acusado éxodo rural y envejecimiento de la población que suele concentrarse en pequeños núcleos de población. APROVECHAMIENTO DEL SUELO: de tipo escalonado con un cultivo de regadío en los valles, aprovechamiento forestal en cotas medias, y un aprovechamiento ganadero extensivo en las cotas altas con dominio de pastos y prados. 


5. Paisaje agrario canario. Se localiza únicamente en las Islas Canarias, está condicionado por el clima y unos suelos volcánicos bastantes pobres. Se trata, junto a Baleares de uno de los grandes espacios rurales turísticos, que combinan el atractivo rural con el turismo de sol y playa. ESTRUCTURA PARCELARIA: predominan explotaciones latifundistas en los regadíos costeros y minifundistas en las zonas altas. HÁBITAT Y POBLAMIENTO: en las zonas de montaña predomina un hábitat disperso laxo y en las zonas costeras un hábitat concentrado. Tiene una población joven y con mucha inmigración que da lugar a un crecimiento demográfico. APROVECHAMIENTO DEL SUELO: en las áreas litorales predominan los regadíos con monocultivos de productos de cosecha extra temprana como el tomate y la patata, y de cultivos tropicales como el plátano, la piña o el aguacate. En las zonas de montaña se da una agricultura extensiva de secano donde destaca el cultivo de la vid, de la patata y cereales con barbecho, asociada a una ganadería ovina y caprina. La explotación forestal es insignificante.

1. Las migraciones en la primera mitad del Siglo XX (1900-1950)

MIGRACIONES INTERIORES: Durante el primer tercio del Siglo XX (1900-1936) tuvo lugar un importante éxodo rural, las causas fueron un exceso de mano de obra en el campo debido a la crisis de la filoxera que afectó a la regiones vitivinícolas y el inicio de la mecanización de los cultivo de cereales. Las principales zonas emisoras fueron Galicia, las dos Castillas, Cantabria, Navarra, Andalucía y el litoral levantino La migración tuvo como destino las zonas industriales como Madrid, Barcelona y País Vasco que demandaban mano de obra para la industria. Con la crisis de 1929 y durante la Guerra Civil (1936-1939) el éxodo rural se estancó, debido a que las grandes ciudades sufrían problemas de abastecimiento, disminuyó la oferta de trabajo en la industria debido a la destrucción de fábricas durante la guerra. En los años de la posguerra (1940-1950) la emigración continuó estancada, debido a una lenta reconstrucción de la industria y porque el régimen autárquico franquista fomentaba la permanencia de la población rural en el campo. MIGRACIONES EXTERIORES: A comienzos de siglo el principal destino de las migraciones exteriores fue América, se calcula en los primeros años del Siglo XX salieron de España con destino a América unos 180.000 emigrantes al año. Las causas de este fenómeno migratorio las encontramos en las necesidades de los países iberoamericanos para poblar el territorio, el aumento del desempleo en las zonas rurales, un servicio militar muy prolongado (3 años), la abolición de la esclavitud hizo demandar mano de obra para las plantaciones, también había una importante demanda de ciudades recientemente industrializadas y un efecto llamada de los emigrantes que hacían llegar las oportunidades que brindaba el nuevo continente. Las principales zonas emisoras fueron Galicia, Asturias y Canarias, las principales zonas receptoras fueron Argentina, Cuba y Brasil. En el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales (1914-1949) la emigración transoceánica decayó debido a la inseguridad durante los periodos de guerra, la crisis de 1929 que llevó a muchos de estos países a adoptar medidas y hacer más selectiva la entrada de inimigrantes y finalmente por la irrupción de la Guerra Civil (1936-1939).

2. Las migraciones en la segunda mitad del Siglo XX (1950-actualidad)

MIGRACIONES INTERIORES: A partir de 1950 el éxodo rural alcanzó su mayor volumen, las causas que impulsaron este gran movimiento migratorio fueron el crecimiento demográfico y una mayor mecanización del campo, que daba lugar a un exceso de mano de obra en el campo. Por otro lado, el auge de la actividad industrial y el nacimiento de la actividad turística, muy vinculada al sector de la construcción, generaba y demandaba un gran número de trabajadores, oferta laboral que se multiplicó de forma considerable durante la etapa del Desarrollismo (1959-1975).


 Se calcula que se produjeron más de 10 millones de movimientos migratorios dentro del país. Las principales zonas emisoras fueron Extremadura y Andalucía Las zonas de destino se ampliaron, conformándose dos ejes: el eje del Mediterráneo (desde Alicante a Gerona) junto con Baleares y Canarias impulsados principalmente por el turismo, y el eje Del Valle del Ebro (País Vasco, Navarra, Zaragoza y Tarragona), más Madrid y los polos de desarrollo industrial como Valladolid, Vigo, Zaragoza o Sevilla, impulsado por el sector industrial. La mayor parte de los emigrantes se establecieron en las capitales de provincia que duplicaron su población durante este periodo. A partir de 1975 y hasta 1990, el éxodo rural se estancó. Entre las causas encontramos la crisis de 1973, que afectó notablemente a la industria que terminó sometida a procesos de reconversión. De este modo, la regiones industriales tradicionales como Madrid, País Vasco y Cataluña perdieron su atractivo e incluso comenzaron a perder población. Muchos obreros industriales, ahora jubilados y muchos trabajadores parados, comenzaron a regresar a sus lugares de origen en zonas rurales, donde comenzaron a desarrollarse nuevas actividades económicas debido a procesos de suburbanización y deslocalización. En la actualidad, el éxodo rural tiene unos valores muy bajos, en cualquier caso, la mayoría de las personas que abandonan el campo ya no se dirigen a las grandes capitales, sino a pueblos o ciudades cercanas, suele estar protagonizado por la mujer, mientras que el hombre continúa en el campo. Por otro lado, existe un movimiento de la ciudad al campo, debido al fenómeno de rururbanización, siendo las grandes ciudades las emisoras, mientras ganan población los municipios de las áreas metropolitanas, bien por la deslocalización de la industria y los servicios o por motivos personales, donde las personas buscan viviendas más barata, mejor calidad de vida y mejor calidad medioambiental. MIGRACIONES EXTERIORES: Las migraciones exteriores se revitalizaron tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) coincidiendo con el periodo de posguerra, debido a la enorme pobreza y el exilio de algunos españoles disconformes o perseguidos por el nuevo régimen fascista. Como en la etapa anterior, las principales zonas emisoras fueron Galicia y Canarias, las principales zonas receptoras fueron Venezuela (explotación del petróleo), Argentina y Brasil (por el desarrollo de la industria). A partir de 1960, la migración transoceánica descendíó al compás del declive de la economía latinoamericana y comienza un gran éxodo hacia países europeos. Las causas que explican la emigración a Europa son la rápida reconstrucción de las economías europeas con la ayuda del Plan Marshall, que demandaba mucha mano de obra, por otro lado, el fuerte crecimiento demográfico de España, el excedente de población agraria por la mecanización del campo, y una industria insuficiente para absorber toda la demanda de trabajo. Se calcula que entre 1959 y 1973 emigraron de forma legal más de un millón de españoles. Las principales zonas emisoras fueron Andalucía y Galicia, y las principales zonas receptoras fueron Francia, la República Federal Alemana y Suiza. La crisis de 1973 provocó el fin de la emigración y el retorno de muchos emigrantes. En la actualidad, España ha dejado de ser un país de emigrantes, convirtiéndose en un país de inmigrantes. Las causas que explican este cambio son el aumento del nivel de vida que hace de la familia un seguro para los jóvenes ante el desempleo, también una mayor formación académica que hace aspirar a mejores puestos de trabajo y más remunerados. 


Esta situación crea una oferta de trabajo en los empleos más duros, de baja cualificación y peor pagados que vienen a ser cubiertos por población inmigrante, procedente principalmente del norte de África (Marruecos), Latinoamérica (Ecuador y Colombia) o Europa del Este(Rumanía). También existe una importante inmigración de países de la UE como Reino Unido o Alemania, en su mayoría jubilados que vienen a disfrutar de una mejor nivel de vida, consecuencia de las diferencias en el poder adquisitivo, las buenas condiciones climáticas, y una buena cobertura médica.

3. Consecuencias de las migraciones

MIGRACIONES INTERIORES: Las migraciones interiores, en particular el éxodo rural, son las responsables del gran desequilibrio en la distribución de la población española, que se manifiesta a través de un despoblamiento y envejecimiento del interior (excepto Madrid) y un rejuvenecimiento y una mayor densidad de población en las periferias. En el ámbito económico, el éxodo rural ha provocado la aparición de deseconomías de subpoblación en las zonas de origen, debido a que las áreas rurales pierden al capital humano más joven y capacitado, lo que da lugar a que no tenga lugar una modernización del entorno rural, lo que repercute en una productividad y rendimientos escasos, por contra, en las zonas de destino se han dado deseconomías de superpoblación que da lugar a un incremento del precio del suelo y de la vivienda y una congestión de los servicios y equipamientos. También ha generado problemas sociales, con una falta de integración de la población de origen rural en las ciudades debido a una alta competitividad, el predominio de relaciones superficiales y secundarias o el desarraigo. Por último, las migraciones interiores también han dado lugar a problemas medioambientales, con el deterioro de entornos naturales y ecosistemas tradicionales debido al abandono, así como un incremento de la contaminación atmosférica, generación de residuos o contaminación acústica en las zonas receptoras.
MIGRACIONES EXTERIORES: Las migraciones exteriores también contribuyeron a crear el actual desequilibrio poblacional, afectando a zonas como Galicia. También tuvo unas consecuencias positivas en la economía debido a que aliviaron el rápido crecimiento de la población, disminuyó el paro, y las remesas de divisas enviadas desde el exterior contribuyeron a financiar el desarrollo económico y reducir el déficit comercial. Aunque tuvo también consecuencias negativas, porque las remesas de divisas fueron invertidas en zonas de mayor desarrollo, y el retorno de emigrantes se centró en las zonas más desarrolladas contribuyendo al desequilibrio de la población. También tuvo consecuencias sociales, debido a que los emigrantes tuvieron problemas de desarraigo al desconocer la lengua y costumbres de los países de destino, por lo general, tenían salarios más bajos que los nativos, y fueron los primeros en acusar los despidos tras la crisis de 1973. A su retorno, tuvieron que enfrentarse a nuevos problemas, como el desempleo o los altos precios de las viviendas. 


CONSECUENCIAS DE LA INMIGRACIÓN: La inmigración tiene unas importantes consecuencias demográficas, debido a que contribuye al crecimiento demográfico a través de un aumento de la natalidad, al tratarse en su mayoría de población joven en edad reproductora. También incide en la economía aportando mano de obra a los puestos de trabajo más duros y peor remunerados, contribuye también al crecimiento del PIB, a las arcas públicas y alivia el peso de las pensiones. Algunos sectores como el trabajo doméstico permite un mayor acceso de la mujer al mercado de trabajo. No obstante, la gran oferta de mano de obra inmigrante, también contribuye negativamente, al atrasar la modernización de algunos sectores, presiona los salarios a la baja o aumenta el déficit comercial debido al envío de remesas de divisas a sus países de origen. Entre los problemas sociales, se asiste a un incremento de actitudes xenófobas y racistas, también se produce una explotación de los inmigrantes, sometidos en ocasiones a jornadas laborales, salarios, situación legal o coberturas médicas, inferiores a lo establecido legalmente. 

1. El modelodemográficoantiguo

A diferencia de otros países europeos, el modelo demográfico antiguo se prolongó en España hasta finales del XIX. Se debe sin duda un retraso en el proceso de industrialización frente al resto de países europeos. Este modelo, típico de sociedades preindustriales se caracteriza por altas tasas de natalidad (35-40‰) y unas altas tasas de mortalidad (30-35‰).

● Natalidad: las causas que explican la alta natalidad son:


○ Predominio de una economía rural: más del 80% de la población trabajaba en el campo, en esta sociedad los hijos tenían un enorme valor económico, debido a que ayudaban en las labores agrícolas y además supónían un seguro para la vejez.

○ Inexistencia de métodos anticonceptivos: no existían métodos efectivos eficaces, la única forma de reducir la natalidad era retrasar la edad de matrimonio y así acortar la edad fértil de la mujer.
○ Influencia de la religión: la religión Católica siempre ha sido pronatalista y estimulaba el nacimiento de hijos.

● Mortalidad: las causas que explican la alta mortalidad son:


○ Subnutrición y malnutrición: la dieta de esta época era escasa y desequilibrada, con una gran falta de proteínas debido a que se basaba en el pan. La debilidad hacía que fuesen más propensos a padecer enfermedades.

○ Enfermedades infecciosas: el atraso de la medicina, la subnutrición y la falta de medidas higiénicas hizo que fueran frecuentes la enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la pulmónía y la gripe.

○ Mortalidad catastrófica: debido a los efectos de epidemias, guerras y malas cosechas


○ Alta mortalidad infantil: eran muy frecuentes las muertes en el parto, tanto en madres como neonatos, además morían muchos niños antes de llegar al año debido a la mala nutrición y las epidemias, por lo que muchos niños no llegaban a la edad adulta.
El resultado es un lento crecimiento vegetativo, y una esperanza de vida muy corta, donde apenas se superaban los 35 años. Además, durante este periodo hubo otro factor, como la emigración a América que afectó al crecimiento de la población.

2. El modelo de transición demográfica(1900-1956)

Esta fase se caracteriza por un descenso brusco y acusado de la tasa de mortalidad alcanzando la cifra del 15‰, y también a un descenso suave de la natalidad alcanzando la cifra del 20‰. La consecuencia es un alto crecimiento natural de la población.
● Natalidad: descendíó de forma suave y discontinua, alternando periodos de crecimiento y otros de decrecimiento, acordes con el desarrollo de los acontecimientos históricos.

○ 1900-1930: la natalidad descendíó suavemente, aunque en general se mantuvo en niveles altos (en torno al

30‰) debido a un periodo de prosperidad económica



○ 1930-1956: la natalidad sufríó un brusco descenso, provocado por la crisis económica de 1929, la Guerra Civil (1936-1939) que dio lugar a subnatalidad, y al periodo de posguerra (1940-1955) donde las consecuencias derivadas de la guerra, una política autárquica y el bloqueo internacional dieron lugar a carestías y hambrunas que impidieron la recuperación de la natalidad, a pesar de las políticas pronatalistas y la prohibición de los anticonceptivos durante el régimen de Franco. 


2. ● Mortalidad: la mortalidad sufríó un descenso acusado y continuo durante todo el periodo, excepto dos momentos de mortalidad catastrófica. En general se debíó a una bajada de la mortalidad infantil debido a los avances sanitario. ○ 1900-1930: desde comienzos de siglo asistimos a un descenso continuo debido a una etapa de prosperidad económica, que mejoró el nivel de vida y la dieta, se introdujeron avances en la medicina como la vacuna o los antibióticos, así como también mejores medidas de higiene, lo que hizo también descender la elevada mortalidad infantil del periodo anterior. Cabe señalar un episodio catastrófico protagonizado por la gripe española de 1918 que produjo más de 150.000 muertes. A finales de este periodo la tasa de mortalidad se situó en torno al 15‰.
○ 1930-1955: Durante este periodo continua un descenso continuado de la mortalidad, que obedece a las mismas causas que la etapa precedente. También asistimos a un episodio de muerte catastrófica durante el desarrollo de la Guerra Civil (1936-1939), que dio lugar a que se perdiera mucha población joven en edad reproductora.
El resultado de este desequilibrio entre natalidad (20‰) y mortalidad (10‰) fue un gran crecimiento de la población, al mismo tiempo se elevó la esperanza de vida, con cifras superiores a los 70 años, debido al descenso de la mortalidad, tanto infantil como de adultos. En 1975 (en sólo 75 años) se había logrado duplicar la población de principios de siglo (18,5 millones de habitantes) alcanzando la cifra de 37 millones de habitantes.

3. El modelo de transición demográfica. (1956-1975)

Pasados los años de la posguerra y el aislamiento internacional de España, comienza un nuevo periodo que conocemos como Desarrollismo. Experimentamos un descenso continuado de la natalidad, mientras que la mortalidad continúa en descenso dando lugar a un menor crecimiento de la población.

Natalidad: Durante este periodo tiene lugar una gran crecimiento de la población, conocido como baby boom, como consecuencia de la recuperación económica derivada del levantamiento del bloqueo internacional y del Desarrollismo. También estuvo impulsada por la medidas pronatalistas del régimen franquista, alcanzando cifras superiores al 20‰. No obstante, a comienzos de los 70 comenzará un descenso de la natalidad provocado por cambios socioeconómicos y culturales derivados de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, la terciarización de la economía y un mayor peso de la población urbana con tendencias menos natalistas que el medio rural.
Mortalidad: como consecuencia de la prosperidad económica de los años del Desarrollismo, se eleva el nivel de vida, se acaba con la subnutrición y escasez de los años de la posguerra, una mejora del nivel cultural que inculcó mejores hábitos higiénicos y medidas de prevención, además de un mayor desarrollo del sistema sanitario español y mejora en la higiene pública con la extensión del agua potable, alcantarillado y recogida de basuras. También se produjo un descenso notable de la mortalidad infantil. A partir de 1965, la mortalidad se sitúa en cifras muy bajas, por debajo del 10‰

4. Régimen demográfico moderno. (1975-2000)


Se caracteriza por una mortalidad en cotas muy bajas, en torno al 9,5‰, y una natalidad en cifras muy bajas en torno al 10‰. Dando lugar a un estancamiento en el crecimiento de la población. Este nuevo régimen demográfico responde por un lado a la situación económica, y por otro, a un cambio de valores propio de la sociedad postindustrial.

● Natalidad: A partir de 1975 se produjo un descenso continuado de la natalidad, las causas que lo explican son:


○ La situación económica: como consecuencia de la crisis económica de 1973 y los cambios políticos que atravesaba el país, que daban lugar a una inseguridad económica entre la población. Además, la subida del precio de la vivienda y la precariedad laboral, retrasaba enormemente la edad del matrimonio, reduciendo la etapa fértil de la mujer. 


○ Cambios de valores: con la llegada de la democracia se produjo un mayor acceso de la mujer al mercado de trabajo, lo que dificulta la conciliación de la vida laboral con la vida familiar, además se legalizaron los métodos anticonceptivos, y los hijos pasaron a ser considerados como un coste económico que reducía el poder adquisitivo de las familias. Además, surgen nuevas estructuras familiares menos prolíficas como las familias monoparentales (madres solteras), reestructuradas o el aumento de número de divorcios o la soltería que también repercuten en la natalidad. ● Mortalidad: la mortalidad se mantiene en cotas bajas aunque con un ligero aumento derivado del envejecimiento de la población, las causas de la mortalidad han cambiado y las principales causas de muerte son las conocidas como tres C: cáncer, carretera y cardiopatías. La mortalidad infantil también ha seguido reducíéndose. Como consecuencia, el crecimiento natural de la población se sitúa en valores muy bajos, con un crecimiento estancado, y se ha producido un gran aumento de la esperanza de vida que se sitúa en cifras superiores a los 80 años, siendo la más alta del mundo después de Japón. Sin embargo, la vuelta de muchos emigrantes a partir de la crisis de 1973 permitíó un leve un crecimiento de la población, situándose la población de España en unos 40,4 millones de habitantes, en el año 2000.

5. Última etapa(2000-actualidad)

A comienzos del año 2000, se produjo un repunte en la natalidad, como consecuencia de la llegada de inmigrantes jóvenes en edad fértil que hizo mantener ligeramente el crecimiento de la población en cifras positivas, sin embargo, la crisis de 2007 redujo esta tendencia, llegando a una situación de estancamiento demográfico. En 2018 encontramos una Tasa de Natalidad de 8,41‰ y una media de 1,31 hijos por mujer, mientras la tasa de mortalidad se sitúa en 9,07‰. Estos valores arrojan un Saldo Vegetativo o Crecimiento Natural con cifras negativas situándose en el -0,66%. Este descenso de la población tiende a ser compensado por la inmigración, alcanzando en 2018 la cifra de 47 millones de habitantes.