Extractos clave de la obra de Nietzsche
Introducción a los textos:
Aurora: Reflexiones sobre los prejuicios morales es una obra de Friedrich Nietzsche, publicada en 1881, y perteneciente a su período “ilustrado” o “positivista”. En este libro, Nietzsche se dedica a una crítica incisiva y a menudo irónica de la moral tradicional, los valores religiosos y las creencias metafísicas que considera obstáculos para el florecimiento del individuo y el advenimiento de una nueva perspectiva filosófica. A través de una serie de aforismos penetrantes, Nietzsche explora la génesis de los prejuicios morales, analiza la psicología subyacente a nuestras valoraciones y busca liberar el pensamiento de las cadenas de las convenciones. Aurora se caracteriza por su estilo fragmentario, su agudeza intelectual y su constante invitación a la reflexión crítica y al cuestionamiento de lo establecido. Es una obra fundamental para comprender la transición del pensamiento de Nietzsche hacia sus ideas más maduras sobre la voluntad de poder y el superhombre.
Textos de La gaya ciencia:
Friedrich Nietzsche muestra en La gaya ciencia, publicada en 1882 y una de sus obras más importantes, su estilo provocador con su crítica radical a la moral, la religión y la metafísica tradicionales. Explora una amplia gama de temas, desde la naturaleza del conocimiento y la verdad hasta la muerte de Dios y el surgimiento del nihilismo. En estos fragmentos despliega su característico estilo aforístico, combinando agudeza intelectual con una prosa poética y provocadora. A través de estos pasajes, Nietzsche nos invita a cuestionar nuestras creencias más arraigadas y a abrazar una nueva forma de pensar y vivir, caracterizada por la libertad, la creatividad y la afirmación de la vida.
Texto 93: ¿Qué es la verdad?
El tema principal de este parágrafo es la puesta en cuestión de la identificación automática y acrítica de Dios con la verdad, y la sugerencia de que la noción de Dios podría tener raíces psicológicas y emocionales más terrenales. Ideas clave:
- La argumentación de los creyentes: Nietzsche presenta de forma concisa el argumento típico de algunos creyentes que descalifican la ciencia por negar la existencia de Dios, concluyendo que, al no proceder de la verdad (entendida como Dios), la ciencia no puede ser verdadera.
- El señalamiento del error en la presuposición: La crítica de Nietzsche no se dirige a la lógica de la conclusión (dada la premisa, la conclusión se sigue), sino a la validez de la presuposición fundamental: que Dios es la verdad.
- La hipótesis alternativa sobre la naturaleza de Dios: Nietzsche lanza una pregunta radical y subversiva: “¿Y si Dios no fuera la verdad, y estuviera demostrado que es así?”. Esta pregunta abre la puerta a una concepción de Dios radicalmente diferente.
- La sugerencia de orígenes psicológicos de la idea de Dios: A continuación, Nietzsche esboza posibles orígenes de la idea de Dios, vinculándola a motivaciones y estados humanos muy concretos: “la vanidad, el ansia de poder, la impaciencia, el miedo, la ilusión embriagada y aterrorizada de los hombres”.
En resumen, el tema principal es la desnaturalización de la ecuación Dios = Verdad y la propuesta de explorar las raíces humanas y psicológicas de la creencia en Dios. Nietzsche invita a cuestionar una asunción fundamental que a menudo se da por sentada, sugiriendo que la idea de Dios podría ser una construcción humana motivada por necesidades y emociones, en lugar de la fuente trascendente de la verdad. Este pasaje es un ejemplo temprano de la crítica nietzscheana a la metafísica tradicional y su enfoque en la genealogía de los conceptos.
El problema filosófico es la crítica al fundamento teológico de la verdad y la propuesta de que la verdad, en lugar de ser una entidad divina o absoluta, podría ser una invención humana motivada por necesidades afectivas y sociales.
Texto 424: ¿Para quién existe la verdad?
En resumen, el tema principal es la compleja relación entre la verdad, la psicología humana y la motivación detrás de la búsqueda de conocimiento. Nietzsche argumenta que la expectativa de que la verdad deba consolar revela una perspectiva egocéntrica y condicionada por el sufrimiento. Propone que la verdadera apreciación y búsqueda de la verdad en su totalidad requieren un tipo específico de individuo, capaz de trascender la necesidad de alivio personal y abrazar el conocimiento por su propio valor. Los aspectos clave de este tema principal:
- La crítica a la expectativa utilitaria de la verdad: Nietzsche comienza señalando cómo históricamente se ha esperado que la verdad tenga un poder consolador, al igual que antes se depositaba esa esperanza en los errores. Sin embargo, cuestiona si esta es una exigencia legítima para la verdad. ¿Por qué debería la verdad estar obligada a aliviar el sufrimiento humano?
- La distinción entre la verdad y la utilidad para el individuo sufriente: Utiliza la analogía de una planta que no cura enfermedades para argumentar que la falta de utilidad para ciertos estados humanos no invalida la verdad de algo. Esto desafía la perspectiva antropocéntrica que históricamente ha condicionado la valoración del conocimiento.
- La tesis de la verdad para “almas fuertes y desinteresadas”: Nietzsche introduce la idea de que la “verdad como totalidad armónica” solo es accesible y valiosa para aquellos individuos que poseen ciertas cualidades: fortaleza, desinterés, alegría y paz interior. Estas almas serían las únicas capaces de buscar la verdad por sí misma, sin la necesidad apremiante de encontrar en ella un consuelo o una cura para sus propios males.
- La motivación egoísta en la búsqueda de “remedios” en lugar de verdad: Contrapone a estas almas la mayoría de las personas, quienes, a pesar de su posible orgullo intelectual, buscan en realidad “remedios curativos” para sus propias aflicciones. Su búsqueda del conocimiento está condicionada por una necesidad personal de alivio, no por un amor puro a la verdad.
- La explicación de la frialdad percibida de la ciencia: De esta distinción se deriva la razón por la cual muchos sienten poca alegría por la ciencia y la perciben como fría e inhumana. Esta crítica surge de aquellos que buscan en el conocimiento una función terapéutica que la ciencia, en su búsqueda objetiva, no siempre puede ofrecer.
Nietzsche establece un paralelismo con cómo los enfermos pueden juzgar los juegos de los sanos, sin comprender su disfrute intrínseco. La conexión histórica entre la enfermedad colectiva y el ocaso de las creencias consoladoras: Finalmente, menciona el caso de los dioses griegos, que no ofrecieron consuelo cuando la totalidad de la sociedad griega “cayó enferma”, lo que condujo a su declive. Esto sugiere que cuando las fuentes tradicionales de consuelo (ya sean errores o ciertas creencias) fallan en su propósito, pueden perder su poder y ser abandonadas.
El problema filosófico del fragmento es la crítica a la universalidad de la verdad y su dependencia del estado anímico y moral del sujeto, con una fuerte carga crítica hacia la búsqueda de verdad como consuelo, y una exaltación del conocimiento como expresión de salud y vitalidad.
Texto 507: Contra la tiranía de lo verdadero
El tema principal es la crítica a la tiranía potencial de la verdad única y sin oposición, defendiendo la necesidad de la coexistencia con lo “no-verdadero” para mantener la vitalidad y el significado de la verdad misma. Desglosemos las ideas clave que contribuyen a este tema:
- El rechazo al deseo de una verdad única y omnipotente: Nietzsche comienza expresando que, incluso si creyéramos en la verdad absoluta de nuestras opiniones, no deberíamos desear que fueran las únicas existentes. Esto cuestiona la noción de una verdad monolítica y dominante.
- La distinción entre el poder de la verdad y la tiranía de lo verdadero: Reconoce que la verdad posee un gran poder, pero se opone a la idea de que deba ejercer una “omnipotencia” o una “tiranía”. Esta distinción es crucial.
- La necesidad de oposición y descanso de la verdad: Argumenta que la verdad necesita lucha y oposición para mantenerse viva y significativa. La existencia de lo “no-verdadero” permite contrastar, cuestionar y, por lo tanto, apreciar mejor lo verdadero. Además, Nietzsche sugiere que necesitamos “descansar” de la verdad en aquello que no lo es.
- Las consecuencias negativas de una verdad sin oposición: Advierte que, si la verdad se volviera la única realidad sin contraste, se tornaría “aburrida, trivial y sin gusto alguno”, afectándonos negativamente a nosotros mismos. La ausencia de alternativas y la falta de desafío harían que la verdad perdiera su valor y su capacidad de estimular el pensamiento.
En resumen, Nietzsche defiende una concepción dinámica y relacional de la verdad, que requiere la presencia de la diferencia y el error para mantener su vitalidad y evitar la rigidez y el tedio de un absolutismo dogmático.
El problema filosófico del fragmento es la crítica a la supremacía moral y existencial de la verdad, y la propuesta de que una vida plena requiere también ilusión, conflicto, juego y descanso del rigor de lo verdadero.
Texto 535: La verdad necesita del poder
El tema principal es la dependencia de la verdad respecto al poder para su supervivencia y efectividad en el mundo. Nietzsche desafía la noción común de que la verdad posee inherentemente poder. En cambio, argumenta contundentemente que:
- La verdad por sí misma es impotente: No tiene una fuerza intrínseca que garantice su reconocimiento o su prevalencia.
- La verdad requiere el respaldo del poder: Necesita que una autoridad, una institución o una fuerza se alíe con ella para imponerse y evitar su desaparición.
- Alternativamente, la verdad debe aliarse con el poder: Si no cuenta con un poder que la respalde, debe buscar activamente unirse a una fuerza existente para asegurar su propia supervivencia.
- La historia demuestra esta dependencia: Nietzsche afirma que la experiencia histórica es prueba suficiente de que la verdad, sin el apoyo del poder, está destinada a perecer.
El problema filosófico aquí es la desmitificación de la verdad como fuerza moral o racional autosuficiente, y la tesis de que toda verdad necesita del poder para existir, imponerse o persistir.
Texto § 110: El origen del conocimiento
Este fragmento aborda el origen y la naturaleza del conocimiento, y su relación con la vida y la supervivencia. El tema principal de este pasaje es el origen vital y perspectivista del conocimiento. Nietzsche nos invita a repensar nuestra concepción de la verdad, despojándola de su carácter absoluto y trascendente, y reconociendo su estrecha vinculación con las necesidades y los impulsos de la vida. La conexión con la filosofía de Nietzsche se puede establecer en estos puntos:
- El conocimiento como error útil: Nietzsche plantea una visión radicalmente diferente del conocimiento. En lugar de ser un reflejo de la verdad objetiva, el conocimiento surge de errores que resultaron beneficiosos para la supervivencia de la especie. Conceptos fundamentales como la permanencia, la identidad, la sustancia y la libertad de la voluntad son vistos como “errores útiles” que facilitaron la adaptación y el desarrollo de la vida.
- La primacía de la vida sobre la verdad: Nietzsche invierte la relación tradicional entre verdad y vida. La verdad no es un valor supremo en sí mismo, sino que está subordinada a las necesidades vitales. “La fuerza de los conocimientos no reside en su grado de verdad, sino en su antigüedad, en su asimilación, en su carácter de condición vital”. Esta afirmación es central para entender su crítica a la metafísica y la epistemología tradicionales.
- La crítica a la filosofía tradicional: Nietzsche critica a los filósofos que buscaron una “verdad” absoluta y trascendente, como los eleáticos. Estos pensadores, según Nietzsche, se engañaron a sí mismos al negar sus propios impulsos y al concebir la razón como una facultad independiente de la vida. Nietzsche deja explícito que, incluso la búsqueda de la verdad, se encuentra contaminada por los impulsos vitales.
- El perspectivismo implícito: La idea de que el conocimiento está condicionado por las necesidades vitales y los impulsos humanos anticipa el perspectivismo nietzscheano. No hay una “verdad” única y objetiva, sino múltiples perspectivas, cada una determinada por las condiciones particulares de la vida.
- Relación con el resto de la obra de Nietzsche:
- La genealogía de la moral: Este pasaje se inscribe en el marco de la genealogía nietzscheana, que busca desentrañar el origen psicológico e histórico de nuestros valores y creencias. Así como la moral surge de impulsos y necesidades humanas, también el conocimiento tiene sus raíces en la vida y la supervivencia.
- La voluntad de poder: La idea de que el conocimiento está al servicio de la vida se relaciona con el concepto de la voluntad de poder, entendida como el impulso fundamental hacia la autoconservación, el crecimiento y la superación.
- La crítica a la metafísica: Este fragmento refuerza la crítica nietzscheana a la metafísica tradicional, que busca un fundamento último y trascendente de la realidad. Nietzsche propone, en cambio, una visión del mundo arraigada en la vida y el devenir.
En resumen, el problema filosófico aquí es la revisión radical del origen del conocimiento, entendido no como descubrimiento de verdades objetivas, sino como un proceso evolutivo basado en errores útiles para sobrevivir, lo que lleva a cuestionar el valor supremo tradicional atribuido a la verdad.
Texto 125: El hombre loco
Este fragmento es uno de los pasajes más icónicos y poderosos de Nietzsche. El tema principal que desarrolla es la “muerte de Dios” y sus implicaciones existenciales y culturales. Nietzsche utiliza la metáfora de la muerte de Dios para explorar la crisis de valores que afecta a la cultura occidental y para plantear la necesidad de una transvaloración que permita superar el nihilismo.
- El anuncio de la muerte de Dios: El hombre loco, figura profética y perturbadora, irrumpe en la plaza para anunciar la muerte de Dios, un acontecimiento que aún no ha sido comprendido por la multitud incrédula. Esta muerte no se refiere a la desaparición física de un ser divino, sino a la pérdida de la fe en los valores y creencias trascendentes que fundamentaban la cultura occidental.
- Las consecuencias de la muerte de Dios: Nietzsche, a través del hombre loco, describe las consecuencias devastadoras de este acontecimiento: la pérdida de sentido, la desorientación, el nihilismo. Las preguntas retóricas “¿Cómo pudimos vaciar el mar? ¿Quién nos dio la esponja para borrar todo el horizonte?” expresan la magnitud de la pérdida y la sensación de vacío existencial. La pérdida de los puntos de referencia, el arriba y el abajo, son metáforas de la desorientación moral y existencial.
- La responsabilidad humana: Nietzsche no culpa a un ente externo por la muerte de Dios, sino que responsabiliza a la humanidad: “¡Lo hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos!”. Esta afirmación subraya la responsabilidad humana en la creación y destrucción de sus propios valores.
- La necesidad de una transvaloración: Ante la muerte de Dios, Nietzsche plantea la necesidad de una transvaloración, de crear nuevos valores que den sentido a la vida en un mundo sin fundamentos trascendentes. “¿No hemos de convertirnos nosotros mismos en dioses para aparecer dignos de él?” Esta frase expresa la necesidad de que el hombre asuma el papel creador de valores que antes se le atribuían a Dios.
- El nihilismo: La sensación de estar vagando por una “nada infinita”, el “soplo del vacío” y la oscuridad creciente son expresiones del nihilismo que Nietzsche diagnosticó como una consecuencia de la muerte de Dios.
La crítica a la cultura occidental: Mediante la imagen de las iglesias convertidas en “tumbas y monumentos fúnebres de Dios”, Nietzsche critica la persistencia de formas culturales y morales que han perdido su fundamento. Relación con el resto de la obra de Nietzsche:
- El nihilismo: Este pasaje es fundamental para comprender la concepción nietzscheana del nihilismo, no como una mera negación, sino como una crisis profunda de los valores occidentales.
- El superhombre: La idea de “convertirnos nosotros mismos en dioses” anticipa la figura del superhombre, el ser humano capaz de superar el nihilismo y crear sus propios valores.
- La genealogía de la moral: La muerte de Dios se inscribe en el marco de la crítica nietzscheana a la moral tradicional, que él considera una construcción histórica y psicológica.
El problema filosófico del fragmento es la desaparición de los fundamentos absolutos de sentido, moral y verdad tras el colapso de la creencia en Dios, y el reto de cómo vivir, crear valores y pensar en un mundo radicalmente desfundamentado.
Texto 173: Ser profundo y parecer profundo
Este aforismo realiza una distinción entre la verdadera profundidad intelectual y la mera apariencia de profundidad. El tema principal que desarrolla es la crítica a la impostura intelectual y la valoración de la claridad y la honestidad en el pensamiento. Nietzsche nos invita a desconfiar de aquellos que recurren a la oscuridad y la ambigüedad para aparentar profundidad, y a valorar a aquellos que se esfuerzan por comunicar sus ideas de forma clara y accesible.
- La distinción entre ser y parecer: Nietzsche establece una clara diferencia entre aquellos que poseen una verdadera profundidad intelectual y aquellos que solo buscan aparentarla. El verdadero pensador, según Nietzsche, se esfuerza por la claridad, mientras que el impostor recurre a la oscuridad y la ambigüedad.
- La crítica a la oscuridad y la ambigüedad: Nietzsche critica el uso de un lenguaje oscuro y complejo como estrategia para impresionar a la masa. La oscuridad, en este contexto, no es un signo de profundidad, sino de falta de claridad y honestidad intelectual.
- La psicología de la masa: Nietzsche analiza la psicología de la masa, señalando su tendencia a confundir la oscuridad con la profundidad. La metáfora del miedo a entrar en el agua ilustra la aversión de la masa a la claridad y la verdad.
- La valoración de la claridad y la honestidad: Nietzsche valora la claridad y la honestidad como virtudes intelectuales fundamentales. El verdadero pensador, según él, busca comunicar sus ideas de forma clara y accesible, sin recurrir a la oscuridad y la ambigüedad.
El problema filosófico aquí es la tensión entre autenticidad y apariencia en el pensamiento, y cómo la cultura valora falsamente lo oscuro como profundo, en lugar de buscar la claridad que revela la verdadera profundidad.
Texto 307: En favor de la crítica
Este aforismo ofrece una visión sobre la naturaleza de la crítica y su relación con el crecimiento personal. El tema principal que desarrolla es la crítica como una fuerza positiva que nos impulsa a crecer y transformarnos, en lugar de un mero ejercicio de la razón.
- La crítica como expresión del cambio: Nietzsche nos dice que la crítica a nuestras antiguas creencias no es simplemente un triunfo de la razón, sino una manifestación de nuestro propio cambio y crecimiento. Las antiguas “verdades” eran necesarias en su momento, como una “piel” que protegía lo que aún no estábamos preparados para ver.
- La crítica como manifestación de la vida: La crítica no es un acto arbitrario, sino una expresión de las “fuerzas vitales y dinámicas” que nos impulsan a crecer y transformarnos. “Negamos y tenemos que negar, porque algo en nosotros quiere vivir y afirmarse”. Esta frase resume la visión nietzscheana de la crítica como una afirmación de la vida.
- La crítica como autodescubrimiento: La crítica nos permite desprendernos de las viejas creencias y descubrir nuevas facetas de nosotros mismos. “Algo que acaso no conocemos aún, no vemos aún”. La crítica nos impulsa a explorar lo desconocido dentro de nosotros mismos.
- La crítica y la interpretación: Nietzsche nos aleja de entender la crítica como un acto puramente racional, y lo acerca a un acto de interpretación, de las vivencias del intérprete.
El problema filosófico del fragmento es el cuestionamiento del racionalismo en la crítica del conocimiento, proponiendo en su lugar una visión donde la crítica es un síntoma de transformación vital más que un acto consciente de razón, y donde los errores del pasado no fueron falsedades en sentido estricto, sino formas necesarias de sostener una vida que ya no es la actual.
Conceptos clave de la filosofía de Nietzsche
1. Crítica a la cultura occidental
Nietzsche realiza una crítica profunda a los fundamentos de la cultura occidental, centrada en tres pilares: la metafísica, la moral y la ciencia. Según él, estos han contribuido a negar la vida, reprimir lo instintivo y crear valores que debilitan al ser humano.
1.1 Crítica a la metafísica
Nietzsche entiende por metafísica toda concepción del mundo que divide la realidad en dos mundos: uno verdadero, eterno e inmutable (el de las ideas) y otro aparente, cambiante y falso (el sensible). Esta idea tiene su origen en Sócrates y Platón, quienes dieron más valor a la razón y despreciaron los sentidos y los instintos. Rechaza la idea de que el conocimiento solo se base en la razón, y considera un error oprimir lo instintivo, lo corporal y lo vital.
1.2 Crítica a la moral
La moral tradicional occidental (especialmente la judeocristiana) está basada en la culpa, el resentimiento, la debilidad y la represión de los deseos. Nietzsche la llama “moral de esclavos”, porque nace del odio del débil hacia el fuerte. No promueve la superación, sino la sumisión. También critica otras formas de moral contemporánea como:
- La ética kantiana, donde la razón debe dominar la moral.
- La democracia, el liberalismo, el socialismo y el utilitarismo, que promueven valores igualitarios que él considera decadentes.
- Todas ellas representan lo que Nietzsche llama “morales de rebaño”.
1.3 Crítica a la ciencia
La ciencia moderna, según Nietzsche, es una continuación secular de la religión. Aunque ya no se cree en Dios, se ha puesto la razón en su lugar. Esta ciencia:
- Sigue un modelo positivista y mecanicista, basado en la matematización, la predicción y el determinismo.
- Desprecia lo singular, lo creativo y lo vital en favor de leyes universales y frías.
- Nietzsche critica este tipo de conocimiento porque niega la vida real y compleja del ser humano.
2. Nihilismo y genealogía
2.1 Nihilismo
El nihilismo es la pérdida de los valores tradicionales. En otras palabras, cuando ya no se cree en Dios ni en la moral cristiana, el ser humano se queda sin referentes. Nietzsche distingue dos fases:
- Nihilismo negativo: sensación de vacío, pérdida de sentido.
- Nihilismo positivo: posibilidad de crear nuevos valores y formas de vivir.
La “muerte de Dios” es símbolo de esta transformación cultural y espiritual.
2.2 El superhombre
Es la figura del individuo que supera los antiguos valores (morales, religiosos, metafísicos) y crea unos nuevos. No se trata de una raza ni de un líder político, sino de un ideal personal: un ser humano que afirma la vida y se libera del resentimiento. El superhombre no cree en otro mundo, sino que ama y acepta este.
2.3 Genealogía
Nietzsche propone el método genealógico para estudiar el origen histórico de los valores y conceptos filosóficos, y mostrar que no son eternos ni verdaderos, sino construcciones humanas. Esta genealogía muestra que muchas ideas que creemos universales (verdad, bien, alma, deber…) han sido creadas con fines de dominación o represión.
2.4 Apolo y Dioniso
En la tragedia griega, Nietzsche encuentra el equilibrio entre dos fuerzas:
- Apolo: representa el orden, la medida, la razón.
- Dioniso: simboliza el caos, la pasión, lo instintivo.
La cultura occidental ha reprimido lo dionisíaco, lo que ha empobrecido la vida. Nietzsche quiere recuperar esa fuerza vital.
3. Vitalismo y el eterno retorno
3.1 Vitalismo
Nietzsche defiende una filosofía vitalista, que pone en el centro la vida, el cambio, la fuerza y la voluntad. Rechaza toda visión que niegue el cuerpo, los deseos, la creatividad o el sufrimiento. La vida no es algo estático, sino devenir, movimiento constante. No hay un mundo verdadero oculto: la apariencia es lo real.
3.2 Voluntad de poder
Es el impulso fundamental de todo ser vivo: crecer, imponerse, crear, superar límites. No se trata solo de dominar a otros, sino de afirmarse, transformarse, generar valores y sentido.
3.3 El eterno retorno
Es la idea de que todo lo que ocurre volverá a repetirse eternamente, sin fin. Tiene dos sentidos:
- Ontológico: la realidad es un ciclo infinito de fuerzas que se repiten.
- Ético: aceptar que todo vuelva a ocurrir es amar la vida tal como es, sin querer cambiarla ni huir de ella.
Nietzsche propone el amor fati: amar el destino y decir sí a la vida.
4. Perspectivismo y gaya ciencia
4.1 Perspectivismo
Nietzsche niega que exista una única verdad objetiva. Toda verdad es una interpretación, una perspectiva. Lo que consideramos verdadero depende de nuestros intereses, de nuestra voluntad de vivir. Por eso, la verdad no es algo absoluto, sino cambiante y ligada a la vida.
4.2 Crítica al conocimiento racional
El conocimiento no es puro, lógico ni desinteresado, como creía la Ilustración. Para Nietzsche, conocer es una función de la vida, una forma de adaptarse, sobrevivir y afirmarse. El conocimiento es una construcción humana, no un reflejo exacto de la realidad.
4.3 La gaya ciencia
Frente a la ciencia racionalista, Nietzsche propone una nueva forma de saber: la “gaya ciencia” o “ciencia alegre”. Esta nueva ciencia es:
- Antidogmática, libre, creativa.
- Abierta a la diversidad de perspectivas.
- Cercana al arte, al humor y a la sensibilidad.
Busca un conocimiento que afirme la vida en lugar de negarla o reducirla a fórmulas matemáticas.