Friedrich Nietzsche: La Crítica a la Verdad y el Conocimiento Vital
Friedrich Nietzsche es el autor del texto La gaya ciencia, publicado en 1882. En él, plantea una crítica profunda al modo tradicional en que entendemos el conocimiento y la verdad. Según Nietzsche, el ser humano, a lo largo de la historia, no ha buscado conocer lo verdadero, sino lo que le ha permitido seguir adelante y sobrevivir como especie.
Muchas de las ideas que se han mantenido en el tiempo —como creer que tenemos libertad total o que lo bueno es algo universal— no son verdades objetivas, sino creencias útiles que nos han ayudado a vivir mejor. Por eso, el conocimiento no se basa en verdades absolutas, sino en errores prácticos que hemos aceptado porque nos han resultado convenientes.
Nietzsche también afirma que la verdad apareció tarde en la evolución del pensamiento. El cuerpo humano, en lugar de adaptarse a lo verdadero, se ha adaptado a lo útil. Cuando ha habido conflicto entre vivir y conocer, siempre hemos elegido vivir. Incluso dentro del ámbito del saber, muchas veces se valora más que una idea sea antigua y fácil de aceptar que su veracidad.
Con esta reflexión, Nietzsche rompe con la tradición filosófica que ha dado más importancia a la razón que a la vida. En lugar de seguir buscando una verdad absoluta guiada solo por el pensamiento racional, propone una forma de pensar donde lo importante sea la vida misma, lo que nos ayuda a existir, lo práctico y lo humano, aunque no siempre sea totalmente verdadero.
José Ortega y Gasset: La Filosofía de la Vida y la Circunstancia
José Ortega y Gasset fue un importante filósofo español del siglo XX. Nació en 1883 en Madrid y murió en 1955. Su pensamiento se centra en la vida humana y en cómo nos relacionamos con el mundo. Una de sus frases más conocidas es: “yo soy yo y mi circunstancia”, que refleja muy bien la idea principal del texto Sobre la historia del ser. En él, Ortega explica qué significa existir y cómo el mundo no es solo lo que vemos, sino también todo lo que nos rodea y nos afecta.
Ideas Clave en Sobre la historia del ser
En el texto, Ortega desarrolla distintas ideas que se conectan entre sí para explicar su forma de pensar:
- El mundo como experiencia vivida: Primero, nos dice que el mundo no es simplemente un conjunto de cosas físicas, como dice la ciencia, sino todo lo que forma parte de nuestra vida: lo que sentimos, lo que nos influye, lo que nos importa. El mundo es el lugar en el que vivimos, aquí y ahora, aunque no lo hayamos elegido. No solo está hecho de cosas que están, sino también de lo que falta, lo que deseamos o lo que echamos de menos. Ortega insiste en que no hay un “yo” separado del mundo, sino que formamos parte de él. Por eso dice que “me soy al mundo”, porque no podemos existir sin tener en cuenta lo que nos rodea.
- Crítica a la visión científica del mundo: En segundo lugar, Ortega critica la visión que tiene la ciencia, especialmente la física, sobre el mundo. Señala que no basta con ver el mundo como algo físico y medible, ya que también está hecho de cosas no materiales, como emociones, ausencias o deseos. La ciencia no puede explicar todo eso porque solo estudia lo que se puede ver o medir. Para Ortega, entender bien el mundo requiere mirar también la parte emocional y personal de cada persona, no solo lo externo.
En resumen, en el texto Sobre la historia del ser, Ortega quiere hacernos ver que no estamos aislados, sino que formamos parte de un mundo que nos influye y nos rodea. El mundo no es solo físico, también es emocional y vital. Esta forma de pensar resalta la importancia de la vida y la experiencia personal. Según Ortega, no podemos entender al ser humano sin el mundo en el que vive, ya que somos lo que somos gracias a la circunstancia que nos rodea.
Contrastes Filosóficos: Ortega vs. Descartes y Platón vs. Nietzsche
Ortega y Gasset frente a René Descartes
Ortega se opone a la forma en que Descartes entiende al ser humano, ya que cree que centrarse únicamente en el pensamiento es olvidar algo fundamental: que las personas vivimos en una realidad concreta, rodeadas de un entorno que influye en nosotros. A continuación, se presentan los puntos clave de su divergencia:
- Fundamento de la existencia: Mientras que Descartes defiende que la base de todo es pensar (“pienso, luego existo”), Ortega sostiene que lo esencial es la vida misma y lo que nos rodea, por eso dice “yo soy yo y mi circunstancia”.
- Naturaleza de la realidad: Para Ortega, no somos seres aislados, sino que siempre vivimos en un contexto, tomando decisiones y construyendo nuestro camino. También rechaza la idea de que la realidad (o sustancia) sea algo fijo y que no cambia, como pensaba Descartes, porque la vida está en constante transformación.
- Razón y vida: Frente a la visión de una razón fría y absoluta que busca verdades eternas, Ortega propone una forma de pensar que esté conectada con la vida real, que sirva para vivir: lo que él llama “razón vital”.
- Concepción del mundo: Además, Descartes ve el mundo como algo físico y mecánico, que se puede dividir y estudiar como si fuera una máquina, sobre todo desde la ciencia. En cambio, Ortega entiende el mundo como todo aquello que influye en nosotros, lo que vivimos, sentimos y experimentamos cada día. Por eso, su filosofía se centra más en lo humano, en lo vivido.
Platón frente a Friedrich Nietzsche
Platón y Nietzsche tienen formas de pensar completamente opuestas. Sus principales diferencias se resumen a continuación:
- La realidad y el mundo: Platón cree que el mundo en el que vivimos no es el verdadero, porque cambia y está lleno de errores, y por eso inventa otro mundo perfecto, el de las Ideas, donde está la verdad. En cambio, Nietzsche defiende este mundo real y cambiante, y dice que la vida, con todo lo que tiene (placer, dolor, nacimiento, muerte), es lo único que realmente tenemos y debemos aceptar.
- Conocimiento y sentidos: Platón también cree que los sentidos nos engañan y que solo usando la razón podemos conocer la verdad, pero Nietzsche dice que es justo al revés: que los sentidos nos muestran la realidad tal como es, y que es la razón la que la deforma inventando conceptos fijos.
- Cuerpo y alma: Para Platón, el alma es lo más importante y el cuerpo es una prisión que hay que dejar atrás; Nietzsche valora el cuerpo, los sentidos y los instintos, y piensa que debemos guiarnos por ellos para vivir de forma auténtica.
- Ética y valores: En ética, Platón cree que ser bueno es usar la razón y conocer la verdad, mientras que Nietzsche defiende una moral basada en la vida misma y no en reglas impuestas. Critica la moral tradicional porque va en contra de lo natural y de la fuerza vital. Por eso, habla del “superhombre”, alguien que se supera a sí mismo y crea sus propios valores.