Conformados a su imagen

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS, de El Bosco Autor: El Bosco Fecha: 1500-5 Estilo: Óleo sobre tabla.
Pintura gótica flamenca. Análisis: El tríptico Cerrado y abierto es una alegoría completa del origen y fin del mundo.
Cerrado muestra Una de las primeras escenas del Génesis, la creación del mundo vegetal, origen De la vida, dentro de una esfera de cristal, símbolo de su fragilidad; por el Contrario, abierto enseña la Creación completa en la puerta izquierda, el Infierno en la derecha y, en el centro, las más variadas formas de la Sensualidad, que presumiblemente conforman la vida terrenal. La tabla de la Izquierda representa la creación de Eva, escena que observa atentamente Adán. Al fondo puede verse un estanque (la fuente de la vida) rodeado de animales, Algunos de ellos fantásticos, y de árboles exóticos.La tabla central exhibe un Extenso jardín rebosante a animales y hombres y mujeres desnudos, en escenas, En su mayoría, lascivas. En el centro de la composición, un círculo de jinetes Gira como un tiovivo en torno a un estanque central, en el que se bañan algunas Doncellas: es el origen de las actividades dominadas por las tentaciones de la Carne, que tienen lugar en el centro de la tabla.La tabla de la derecha está Dedicada al infierno.
El negro de la oscuridad y el rojo del fuego dominan Ahora el paisaje. La conversión de las presas en cazadores –como es el caso del Conejo que lleva una víctima humana colgada de una lanza- y las proporciones Desmesuradas de los objetos cotidianos e inocuos, convertidos en instrumentos De tortura, expresan el caos existente en el infierno, donde las relaciones Entre los seres vivos se han invertido.Leído de principio al fin, narra la Historia de la caída del género humano, sin posibilidad de redención, puesto Que no existen las figuras divinas de Cristo o María, ni tampoco la elección de Los benditos para vivir en la gracia de Dios tras el Juicio Final.Elementos Plásticos: El Bosco supeditó el uso del color al tema tratado: a la izquierda Del tríptico, el paraíso se representa con tonos verdes y amarillos, que Sugieren pureza y renovación; en la tabla central, todavía prevalece la luz del Anterior paraíso: la claridad que emana de los cuerpos blancos y desnudos de Sus protagonistas resalta el elemento humano del entorno; en el lateral Derecho, el infierno, dominan el negro y el rojo, más acordes con las escenas Horripilantes que se representan; y en los postigos exteriores, las tonalidades Apagadas de gris y verde grisáceo revelan un mundo con escasas señales de vida En sus orígenes.Las figuras son pequeñas, muy perfiladas y de una gran minuciosidad, Lo que permite al autor recrear una enorme cantidad de gestos y escenas. Comentario: El mundo, los mundos que presenta el Bosco no tienen nada que ver con la Realidad, ni con la comprensión humana. Es uno de los primeros genios de la Historia del arte que introduce en sus imágenes el componente onírico que Supera la realidad consciente. La fantasía, el humor, la crítica saturan esta Imagen cruda del ser humano, que se precipita en el infierno con cada uno de Sus actos. El Bosco puebla sus paisajes con monstruos, plantas antropomorfas, Objetos imposibles. El ser humano, desnudo ante sus actos, es poco más que un Gusano diminuto pululando entre ambientes misteriosos. Las encarnaciones de la Sensualidad son deslumbrantes por su variedad: la música, el amor, el juego, la Bebida, incluso el aprendizaje y el conocimiento. En el infierno, el Sueño-pesadilla se disloca: orejas de las que emergen cuchillos, demonios con Bocas dentadas en el vientre, escaleras que no llevan a ningún sitio y, entre Todo ello, los cuerpos de los pecadores que están siendo despedazados por los demonios Y sus máquinas infernales. La técnica minuciosa de El Bosco está directamente Relacionada con la pintura de su época y los avances con el óleo. Pero su forma De componer y situar las figuras en el espacio, así como su interpretación de Un tema clásico de la pintura religiosa, no tienen nada en común con los otros pintores De su entorno. Se ha tratado de justificar esta particular iconografía a través De la enseñanza de una secta herética del momento, llamada “del libre espíritu”, Aunque no está aclarada la pertenencia de El Bosco a la misma. Podría haber Entresacado los motivos directamente de textos escolásticos, concretamente de Los comentarios de San Agustín y San Gregorio a pasajes del Antiguo Testamento. El sobrenombre de “La pintura del madroño” es de origen español: tras La compra de Felipe II, el cuadro es entregado al supervisor de El Escorial Quien dice textualmente al inscribirlo en los registros palaciegos: “la Otra tabla, de la gloria vana y breve gusto de la fresa o madroño y su olorcillo Que apenas se siente cuando ya es pasado, es la cosa más ingeniosa y de mayor Artificio quese pueda imaginar”, ya que efectivamente apreciamos la imagen De unas fresas o madroños en el primer término de la tabla central. El tríptico Se mantuvo en El Escorial  hasta su Traslado en1939 al Museo del Prado. Conclusión: En esta obra el Bosco da Testimonio de un estilo original aunque con raíces en la tradición medieval. Hay que ver una clara influencia medieval en la obra del Bosco visible tanto en Los personajes fantásticos y demoníacos, que enlazan directamente con los Bestiarios medievales, como en el recurso a la caricatura y la sátira con un Fin moralizante. La pintura del Bosco fue muy valorada por el rey Felipe II por Su carácter moralizante, lo que hizo que adquiriera algunas de las mejores Obras de este autor, hoy día conservadas en el Museo del Prado. Igualmente, los Pintores del movimiento surrealista vieron en la Obra del Bosco un precursor Del mundo onírico que buscaban en su pintura, definiendo su pintura como la del “primer pintor surrealista”.