Cual es el propósito de la Generación del 27 facts

Desde el punto de vista de la adecuación estamos antes un texto periodístico(de información,de opinión),escrito en un tono(formal,coloquial,coloquial con elementos formales o formal con elementos coloquiales).Ser trata de un texto con una modalidad expositiva(sino da su opinión) o de un texto expositiva-argumentativa(si si la da).El texto se presenta:Modalizado(hay presencia del autor en el texto con marcas de subjetividad)-Levemente Modalizado(Presenta alguna marca de subjetividad)-No Modalizado(objetivo)-Poner ejemplos del texto de porque es así como ahora en las funciones-Función Apelativa(nos intenta convencer de algo), Función representativa(realidad exeterior,no tiene que ver ni con el emisor ni con el receptor) Función Expresiva(describe con sentimientos, exclamaciones)

Desde el punto de vista de la coherencia el texto presenta una estructura inductiva(Tesis Final),deductiva(principio)o encuadrada. Además el texto consta de introducción(1-?Línea),cuerpo argumentativo(?-?Línea) y conclusión(?-?Línea).Lo que nos intenta transmitir el autor es(Tesis)

Desde el punto de vista de la cohesión el texto se presenta como un conjunto lingüístico unitario, para ello encontramos los siguientes recursos.Elipsis(“había una vez un león.Vivía en la selva”.Es una elipsis de sujeto(verbal,preposicional y oracional).Pronominalizacion(la,lo,los,las,le,les).(“He visto al autor”,”le he dado el encargo”).Sustitución Proadverbial(“Estamos en la playa, aquí fenomenal).Relaciones sematincas de oposición,identidad y de inclusión(flor incluye rosa,margarita,etc.).Conectores textuales de adición(también,después,luego,entonces),de oposición(sin embargo,no obstante)casualidad(después del punto)(por lo tanto)Reformulacion(es decir,en resumen)orden del discurso(para empezar,en primer lugar)—Resumen-Idea del texto siendo objetivo.Comentario-Subjetividad–En la actualidad el uso de(introducción hablando directamente del tema)
—¿pero hasta que punto es beneficioso en nuestras vidas?(cuando has hablado del tema lanzar una pregunta retorica)-Considero que(responder de manera disimulada)-Como puede ser el caso del acoso(ejemplo)-Seguro que alguna vez has escuchado(anécdota)-Esto es un claro ejemplo de como-Puede ser muy complicado no utilizar expresiones de otras lenguas(conclusión)


La generación del 98 está construida por un grupo de escritores e intelectuales preocupados por la regeneración de España. Entre sus carácterísticas más destacadas encontramos la proximidad en cuanto a sus edades, políticas liberales, su postura crítica frente a los problemas del país y la fundación de revistas que utilizaban para manifestar sus pensamientos. Los dos grandes temas tratados por el 98 fueron la reflexión sobre España como problema histórico, cuyos ejes serán la crítica al caciquismo, el poder educador de la escuela y el desarrollo agrario e industrial; y el tratamiento al paisaje castellano que conduce a la esencia de lo español y define al hombre y su patria vinculados a la tierra, todo ello con un estilo natural y sobrio con escaso adorno, tono reflexivo, huida del sexualismo y utilización del ensayo como medio de trasmisión de sus ideas. Entre los autores más relevantes de la generación destacamos a Unamuno, Azorín, Baroja, Antonio Machado y Valle Inclán. Miguel de Unamuno fue hombre influyente en la vida pública y su obra se vuelca en el tema de la muerte y la inmortalidad, sus preocupaciones son la conciencia de la condición mortal y la reflexión filosófica de una posible vida más allá de la muerte, tratados con angustia intentando hacer participar al lector de ellas. Destacan entre sus ensayos “En torno al Casticismo” y “Del sentimiento trágico de la vida”. Y entre sus famosas “Nivolas” incluimos Niebla sobre la muerte centrándose en la idea de que quizás seamos solo un sueño de un ser supremo, San Manuel bueno, mártir plantea la fe como liberadora de nuestra angustia mortal. José Manuel Ruiz “Azorín” escribe La voluntad en la que el protagonista (prototipo de hombre de la época) busca el porqué de su existencia ya que siente la contradicción entre su realidad y su propia vida interior. Confesiones de un pequeño filósofo recoge ese conflicto, pero la obra destaca por la caída de la acción que prácticamente desaparece de modo que la obra se limita a una serie de estampas de la vida en los pueblos españoles. Esta línea sigue en los pueblos y Castilla, Azorín posee una técnica impresionista que busca una sensación plástica, sus pilares son la sencillez, claridad y precisión. Fases cortas, oraciones simples, usos de sustantivo, adjetivo, epítetos y escasez de verbos. 


Ramiro de Maeztu escribe artículos en Hacia otra España desde posturas regeneracionistas aunque derivó a posturas conservadoras y de incorporar España a Europa pasó a ensalzar los valores del tradicionalismo católico. Pío Baroja supone la más grande aportación a la novela abierta con libertad absoluta y gran espontaneidad como reflejo de la concepción de la vida. Capta el ambiente y el aliento vital con un ritmo dinámico, acción trepidante, escenas dialogadas, cambios de escenario y suspense. Baroja ha influido notablemente en la novelística del Siglo XX con su párrafo corto y su desfile de personajes, destaca la trilogía “La lucha por la vida”: La busca presenta a dos jóvenes que buscan un futuro de una sociedad injusta. Mala hierba y Aurora roja desarrollan sus respectivas historias que son fracasos. También destaca la “Tierra vasca” con El mayorazgo Labraz o La famada Zalacaín el aventurero. El árbol de la ciencia plantea la desorientación existencial del hombre inadaptado en la que los personajes Andrés e Iturrioz son los alter ego del escritor en su juventud y en su madurez. Los temas más tratados de Antonio Machado serán bien reconocibles. Aborda España y su paisaje desde una perspectiva historicista para reflexionar sobre el pasado de nuestro país, su presente y su futuro de las gentes españolas. También se centra en su yo interior, su intimidad, sus recuerdos, sus sensaciones en diálogo con la tarde, la fuente añorando la infancia, el paso del tiempo buscando a Dios y sintiendo la muerte. Su producción poética experimenta una evolución vital e ideológica. Sus primeros poemas fueron formalistas y modernistas, Soledades. Posteriormente su mirada se centra en el paisaje y el hombre castellano en Campos de Castilla destacando “A un olmo seco”, “Campos de Soria”, “A José María Palacios” “El romance: La tierra Alvargonzález”. Finalmente adquiere un tono reflexivo en Nuevas Canciones. En el género dramático y frente a un teatro burgués cómico o en verso surge un teatro nuevo en forma y técnicas cultivado por autores como Unamuno, Azorín, Jacinto Grau, El señor Pigmalión; pero sobre todos ellos destacó Ramón María Valle Inclán adelantado a las vanguardias. La obra de Valle Inclán supone una evolución continua desde sus primeras producciones modernistas hasta un teatro personalista. 


A este teatro poético modernista pertenecen El marqués de Bradomín, Cuento de Abril o Voces de gesta. Más tarde, Valle se regodea de lo clásico en sus Comedias Bárbaras y en sus Divinas Palabras, en un entorno rural gallego. Finalmente Valle presenta de modo caricaturesco una visión profunda y una crítica universal por medio del esperpento. Este esperpento concibe que la literatura y la realidad han de ser captadas mediante su deformación que incluye animalización, cosificación, etc. El ejemplo más lúcido será Luces de Bohemia que nos cuenta los últimos días del olvidado escritor Max Estrella, en un Madrid cosmopolita y modernista, y Los cuernos de Don Friolera o Las Galas del difunto. Por último de su prosa esperpéntica destaca Tirano Banderas. Toda esta inquietud de la época se manifiesta en escritores agrupados bajo la denominación Modernismo y generación del 98. Ambos movimientos nacen de la insatisfacción ante la literatura de la época y se rebelan contra la estética imperante, pero son evidentes sus diferencias: el Modernismo supera fronteras con ambición cosmopolita mientras que el 98 se centra en España; los modernistas elaboran con poesía sintética y el 98 actúa con mente analítica; el Modernismo es literatura externa de los sentidos y el 98 se centra en el interior.


NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS LITERARIAS

El 98 intentó la regeneración de España pero sería la generación posterior la llamada a conseguirlo. España se moderniza y entronca con la cultura y el pensamiento occidental. Los jóvenes autores están formados con un ideal europeizante, sin tradicionalismos y participan en la vida pública revisando el pensamiento anterior. La generación del 14 nace en torno a la Primera Guerra Mundial y está formada por filósofos, críticos y profesores que propician un nuevo clima intelectual. Persiguen el concepto, es decir, la palabra al servicio de la idea buscando la abstracción. Será una literatura difícil de apariencia sencilla nacida en la élite para una minoría culta. Los novecentistas comparten una sólida formación intelectual por sus estudios universitarios y sus viajes por Europa que se traduce en una visión del mundo cosmopolita y un fuerte carácter europeo Confían en el progreso social y de pensamiento con gran optimismo intelectual. Rechazan lo pasional tendiendo a un tono grave intelectual minoritario preocupándose por el lenguaje, la obra bien hecha huyendo de lo fácil y teniendo como guías intelectuales a José Ortega y Gasset y Eugenio D’Ors. Las grandes inquietudes de la generación se muestran gracias al ensayo, José Ortega y Gasset es su figura más representativa y dividiremos sus ensayos según su temática. Ensayos filosóficos como ¿Qué es la filosofía?, el objetivo de la filosofía debe ser la propia vida humana “yo soy yo y mis circunstancias”. Entre los ensayos políticos y sociológicos destacan España invertebrada y La rebelión de las masas, Ortega explica las causas de la decadencia española: primero la disgregación social causada por los nacionalismos; segundo los particularismos de clase social y tercera causa la indisciplina de las masas. La solución sería sustituir la democracia por un gobierno de minorías cultas, preparadas para llevar a cabo esos cambios. Y por último ensayos de teoría artística y literaria como la deshumanización del arte, considera necesario tratar el arte puro que elimine contenidos sentimentales ya que las bases principales serán el humor y la metáfora haciendo de este un juego intelectual. La novela es un género minoritario que continúa modelos realistas de éxito o bien renueva el género continuando al Modernismo y el 98. 


Gabriel Miró es un lirista de prosa muy elaborada casi como verso, su base será la descripción desapareciendo la acción dada su gran elaboración formal. Al autor le interesa la emoción que le produce los objetos en Las cerezas del cementerio, El obispo leproso, Años y lenguas. Ramón Pérez de Ayala es un intelectual con el que la acción pierde importancia y los personajes son símbolos. Abundan reflexiones y perspectivismo y la simultaneidad en obras como AMGD, Belarmino y Apolonio. Wenceslao Fernández Flores emplea técnicas realistas en una narrativa de humor, un humor negro usado como crítica social en El bosque animado. Benjamín Jarnés presenta una novela compleja y deshumanizada de argumento mínimo y meditación en la que abunda el perspectivismo y la estructura circular. Juan Ramón Jiménez fue un poeta preocupado por los aspectos teóricos de la poesía. Su evolución lírica supone un intento de captar la esencia del mundo. Su creación es la búsqueda de la palabra , de la expresión poética perfecta con cambios de tono, temática y estilo. Así comienza con una obra de juventud modernista en Arias tristes, Jardines lejanos. En su etapa sensitiva en la que abunda la adjetivación, la sonoridad, etc. Posteriormente se produce una depuración intelectual en la que le poeta elimina lo superficial en Diario de un poeta reciencasado, habrá versos sin rimas, sin medidas exacta y sin adjetivación sensorial en el que que el poeta se funde amorosamente con la naturaleza y desea un conocimiento profundo de las cosas con un lenguaje escueto y aparentemente simple. Culmina su obra con una etapa de suficiencia, de poesía desnuda y esencial, de contenido centrado y símbolos difíciles en Espacio y Dios deseado y deseante. Espacio es un poemario en la que el poeta se siente en plenitud, casi un Dios fundido con el universo, destacando el ritmo de los poemas, el segundo es un libro casi místico en el que Dios casi se identifica con la belleza absoluta. El fenómeno vanguardista coincide con el novecentismo en contexto cultural y sociocultural, aunque las vanguardias se inclinarán hacia una vertiente más creativa. Vanguardismo designa a movimientos opuestos a la estética anterior y proponen nuevas concepciones de arte sucedíéndose con gran rapidez. 


El Futurismo supone una manifestación vital que exalta la civilización mecánica y las conquistas de la técnica, su manifiesto fue publicado en el diario Le Fígaro por Marinetti y en él se muestra admiración por la velocidad, el coraje y la rebeldía. La literatura escogerá nuevos temas y mitos: la máquina de vapor, el avión, la electricidad, el deporte. Con un lenguaje que suprime sintaxis y categorías para tener un gran dinamismo y rapidez verbal. Por ejemplo “35 bujías” “Madrigal al billete de tranvía”. El Cubismo literario procede de deshacer la realidad para recomponerla libremente mezclando conceptos, ideas, imágenes, etc. A esto se le añade especiales disposiciones tipográficas de los versos que forman imágenes visuales. Un ejemplo sería los caligramas de Apollinaire, otros artificios como el collage serán aprovechados por otros movimientos de vanguardias El dadaísmo es la rebeldía pura contra la lógica , contra las convenciones estéticas y sociales y contra el sentido común , postura liberal , la fantasía de cada individuo para que supere todas sus inhibiciones y creando un lenguaje indolente. Todas estas ideas fueron recogidas en el manifiesto dadaísta,Tristan Tzara, su papel fue preparar la revolución surrealista. El Surrealismo pretende superar la realidad creando una superior a la que vivimos que desvele nuestra auténtica naturaleza. De ahí la importancia de la obra de Sigmund Freud que postula la exploración de nuestro mundo subconsciente y de los sueños como una realidad oculta y con gran capacidad creadora, este movimiento se da en todas las artes, pero esencialmente en la pintura lo onírico es más visceral en imagen. En literatura destacamos a Lorca con Poeta en Nueva York,Vicente Aleixandre en Espadas como labios, Sobre los ángeles de Rafael Alberti o Las nubes de Cernuda. La vanguardia está presente en España en dos movimientos. El ultraísmo nace como voluntad de ir más allá recogiendo las aportaciones del Futurismo y Cubismo y su máximo difusor fue Guillermo de la Torre. El creacionismo intenta superar la realidad haciendo que cada poema sea una creación única. Ramón Gómez de la Serna participó de las vanguardias en su rechazo a la interpretación tradicional de la realidad y se propuso eliminar cualquier sentimentalismo en el arte incorporando el humor a lo literario. El resultado es una observación inusual con nuevas asociaciones y para ello crea las greguerías , suma de metáfora y humor con las que descubre un distanciamiento de la realidad.


La generación del 27 en la década de los 20 en plenas vanguardias irrumpen, en el panorama literario, unos jóvenes poetas: La generación del 27. Estos darán la mejor lírica del siglo en España evolucionando desde lo vanguardista hasta el arte puro al estilo Juan Ramón y finalmente el compromiso social y político responde de forma honesta y apasionada a una época compleja pero de gran riqueza artística. Estos autores comparten relaciones personales y se les llegó a denominar la generación de la amistad. Participan en actos colectivos y publicaciones -homenajes como el de Góngora en el Ateneo de Sevilla e inclusión en Revista de Occidente o revistas literarias Mediodía, Litoral o la Gaceta literaria-. Se asemejan en la formación de ideales similares -contra lo académico y lo modernista exaltan una estética con libertad de imaginación y deshumanización del arte-. Sin guía generacional concreto, hubo 3 figuras importantes para el grupo Ortega y Gasset en lo filosófico, Ramón Gómez de la Serna en lo vanguardista y Juan Ramón Jiménez en lo poético. Podemos de una forma global dividir su trayectoria en tres etapas. Hasta 1927 hay una etapa de tanteos modernistas, García Lorca, y enseguida se dejan influir por las vanguardias. Pedro Salinas futurista, Gerardo Diego regeneracionista. Otros sienten deseo de perfección formal buscando los clásicos como Alberti; hasta la Guerra Civil evolucionan adquiriendo personalidades propias que atienden a la rehumanización destacando la influencia del Surrealismo. Finalmente una tercera etapa tras la Guerra Civil en la que el grupo se rompe, muerto Lorca, y parten al exilio muchos de ellos salvo Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, que encabezaron la llamada poesía desarraigada. Sus temas son los propios de la lírica pero desde la perspectiva novedosa por el contacto vanguardista . La ciudad es el protagonista central y construirá no un marco sino un símbolo del universo: un cosmos moderno resultante de cosificar la naturaleza por medio del desarrollo técnico. Por tanto, la naturaleza también cambia y se cosifica ligándola a objetos cotidianos, lo inmediato, el mundo particular percibido como fragmentario y caótico. En el amor renuncia a lo sentimental y se recupera su proyección clásica individual, es decir, la pasión que proporciona al ser humano el triunfo sobre el caos del mundo. 


Recuperan la tradición popular, sentir el pueblo especialmente Alberti y Lorca de raíces andaluzas. Finalmente respondieron a lo que su sociedad les demandaba como intelectuales y artistas siendo explícito su compromiso con el arte y con el hombre, es decir, compromiso político y social. El 27 manifestó su obra como grupo poético al que se ligaron otros artistas como Luis Buñuel en cine o pintura como Salvador Dalí o Ramón Gaya. Y destacando las Sinsombrero grupo de mujeres que con su obra hacen entender la cultura de la época (Maruja Mallo, María Zambrano, Rosa Chacel). Pedro Salinas gana dimensión intelectual en El Defensor cercano a la poesía pura. Su sencilla apariencia esconde un trabajo denso y un acercamiento a la realidad profundo por medio de la inteligencia. El Futurismo y la exaltación de la técnica están presentes en Presagios, “35 bujías” “Underwood girls”. Su poesía: La voz a ti debida como intento del enamorado de descubrir la esencia de la mujer amada donde el poeta encuentra su identidad “Yo” en la amada “Tú”; Razón de amor supone el hallazgo de la pareja y la despedida parcial; Largo lamento será un final doloroso tras un reencuentro imposible. Para Jorge Guillén la poesía tiene un poder creador por su inclinación a la poesía pura. Es considerado el discípulo más directo de Juan Ramón, se trata de una poesía entusiasta y vital que cuenta lo cotidiano y lo estiliza para sumergirnos en un mundo perfecto y ordenado en Cántico. En ella proclama “el mundo está bien hecho”. Con Clamor su poesía dará un giro temático ya que los horrores contemplados les hacen plasmar “un mundo mal hecho”. Sin embargo con su estilo depurado alentará que la poesía es “cántico a pesar del clamor” La poesía de Rafael Alberti es muy variada: poesía neopopular en Marinero en tierra donde otorga al mar una categoría mítica que da sentido a la vida cuando la evoca desde Madrid con singular figura, muy cercano al cancionera tradicional y con un tono nostálgico; poesía barroca y surrealista en Cal y Canto con temas futuristas y expresión gongorina; poesía política en Entre el clavel y la espada fruto de sus posiciones marxistas revolucionarias que dirige a una gran mayoría; y poesía nostálgica cuando retoma el dolor del poeta alejado de su tierra volviendo a lo tradicional sin apartarse de los social en Retornos del olivo lejano . Gerardo Diego elaboró las dos versiones poéticas del 27. Fue profesor, conferenciante, crítico literario, musical y taurino. Tomó parte por el bando sublevado y permanecíó en España tras la Guerra Civil. Su inclinación por el arte vanguardista lo lleva al creacionismo en Manual de Espumas en el que presenta extraordinarias imágenes, temas intrascendentes y falta de signos de puntuación. También destacó versos humanos y realizó poesía tradicional. Dámaso Alonso hace confluir su dimensión de poeta existencial con su obra crítica estilística y filológica. Escribíó como poesía pura Poemas puros, poemillas de la ciudad conmovido por la Guerra Civil y la posguerra, publica Oscura Noticia e Hijos de la ira que inaugura la llamada poesía desarraigada de carácter existencial. La totalidad de la poesía de Aleixandre es una búsqueda de la naturaleza con la que armonizar después de la comunicación humana y finalmente del autoconocimiento. Su primer libro Ámbito es la obra de verso corto con ecos altruistas y clásicos y asonantado. Se produce un cambio radical en Espadas como labios y La destrucción o el amor que constituyen muestras de nuestro mejor Surrealismo con una estética irracional y en los que el poeta no asume ninguna tradición, ni siquiera métrica. La historia sustituye a la naturaleza en Sombra del paraíso, transición hacia la plenitud de su poesía desarraigada que tras la guerra se acerca a lo social abordando a la vida del hombre, sus sufrimientos, ilusiones con un estilo sencillo. En la vejez se vuelve a los símbolos e imágenes primeros en libros como Poemas de la consumación. La vida de Lorca está marcada por la frustración personal. Su poesía y su teatro se caracterizan por la dualidad que supone el enfrentamiento entre la realidad opresiva y sus aspiraciones personales. Por esto su obra tiene momentos optimistas con gracia neopopular en el Romancero gitano, también el Poema del cante jondo en los que está presente el amor, la naturaleza, la muerte. Y por otro lado sentimientos de desasosiego en Poeta en Nueva York o en Llanto por muerte de Ignacio Sánchez Mejías en los que la estética surrealista ofrece un medio de enfrentarse con su mundo y de responder a su crisis personal en lo artístico y lo sentimental. Es necesario destacar la plasmación de los conflictos propios y del hombre que Lorca realiza en su teatro. En este teatro coexisten dos planos enfrentados: uno íntimo, subjetivo, libre, lírico; y otro exterior, represivo y convencional en Yerma, Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba. Luis Cernuda es una poesía ROMántica cuyo ideal consiste en unir poesía y vida desnudando su alma y cantando con profundidad y belleza su deseo amoroso homosexual. Su lírica carece de estridencias y está basada en la contemplación y la reflexión aprendidas de los ROMánticos ingleses y las formas clásicas de los ROMánticos alemanes. En Un río, un amor encontramos una voz personal, libre y atrevida en sus sentimientos, es su primer paso hacia una poesía surrealista. Los placeres prohibidos expresa el deseo de la insatisfacción en torno a la oposición, realidad y deseo. Finalmente su crisis personal fruto del aislamiento y la soledad lo inclina al denunciar la hipocresía burguesa en Donde habita el olvido. Entre las vanguardias y el caos de la guerra, la generación del 27 supone una segunda Edad de Oro de nuestra literatura, La más variada en temas y en profundidad desde nuestros clásicos del Barroco.


Gerardo Diego elaboró las dos versiones poéticas del 27. Fue profesor, conferenciante, crítico literario, musical y taurino. Tomó parte por el bando sublevado y permanecíó en España tras la Guerra Civil. Su inclinación por el arte vanguardista lo lleva al creacionismo en Manual de Espumas en el que presenta extraordinarias imágenes, temas intrascendentes y falta de signos de puntuación. También destacó versos humanos y realizó poesía tradicional. Dámaso Alonso hace confluir su dimensión de poeta existencial con su obra crítica estilística y filológica. Escribíó como poesía pura Poemas puros, poemillas de la ciudad conmovido por la Guerra Civil y la posguerra, publica Oscura Noticia e Hijos de la ira que inaugura la llamada poesía desarraigada de carácter existencial. La totalidad de la poesía de Aleixandre es una búsqueda de la naturaleza con la que armonizar después de la comunicación humana y finalmente del autoconocimiento. Su primer libro Ámbito es la obra de verso corto con ecos altruistas y clásicos y asonantado. Se produce un cambio radical en Espadas como labios y La destrucción o el amor que constituyen muestras de nuestro mejor Surrealismo con una estética irracional y en los que el poeta no asume ninguna tradición, ni siquiera métrica. La historia sustituye a la naturaleza en Sombra del paraíso, transición hacia la plenitud de su poesía desarraigada que tras la guerra se acerca a lo social abordando a la vida del hombre, sus sufrimientos, ilusiones con un estilo sencillo. En la vejez se vuelve a los símbolos e imágenes primeros en libros como Poemas de la consumación. La vida de Lorca está marcada por la frustración personal. Su poesía y su teatro se caracterizan por la dualidad que supone el enfrentamiento entre la realidad opresiva y sus aspiraciones personales. Por esto su obra tiene momentos optimistas con gracia neopopular en el Romancero gitano, también el Poema del cante jondo en los que está presente el amor, la naturaleza, la muerte. Y por otro lado sentimientos de desasosiego en Poeta en Nueva York o en Llanto por muerte de Ignacio Sánchez Mejías en los que la estética surrealista ofrece un medio de enfrentarse con su mundo y de responder a su crisis personal en lo artístico y lo sentimental. Es necesario destacar la plasmación de los conflictos propios y del hombre que Lorca realiza en su teatro. 


TEMA 5. LA NOVELA DESDE 1936

En plena guerra, algunos autores escriben al servicio de la república y en exilio. Ramón J. Sénde en Réquiem por un campesino español reflexiona sobre el ser humano en el marco de la guerra; Francisco Ayala, intelectual con gran rigor de pensamiento escribe Cazador en el alba, La cabeza del cordero, Muertes de perro y Rosa Chacel recupera la memoria histórica publicando Memorias de Leticia Valle. Tras la guerra el panorama narrativo es lastimoso y el género parte de la autodidacta y la inexperiencia, los narradores de los 40 son testigos del conflicto que hacen de la guerra y sus consecuencias el centro de su producción. Destaca Nada de Carmen Laforet, vuelta la novela existencial en un presente sórdido de guerra y hambre aunque en un tono conservador. Los maestros de la narrativa de posguerra parten del Realismo tradicional y llegan a nuevas formas. Camilo José Cela publica con gran éxito la crítica La familia de Pascual Duarte, revelación como drama rural. En La colmena más de 300 personajes muestran la vida del Madrid de posguerra, la miseria material y moral de vidas sin sentido. Con San Camilo 1936 incorpora nuevas técnicas y en Mazorca para dos muertos retoma la Guerra Civil. Miguel Delibes ofrece una producción constante y regular, La sombra del ciprés alargado plasma la vida cerrada de las ciudades castellanas. El Camino es un bello cuadro de la infancia desde el paso por la pubertad a la madurez. En cinco horas con Mario Carmen analiza ante el cadáver de su marido una vida matrimonial deteriorada en un extenso monólogo, crítica de la clase media. Con Los Santos Inocentes vuelve el paisaje y la vida rural con un sentido lírico y El hereje como novela histórica como destino del hombre que el autor dedicó a su ciudad natal, Valladolid. Gonzalo Torrente Ballester, escritor intelectual sobre el proceso creativo, escribe Los pozos y las sombras, obra realista de cánones tradicionales y donde experimenta nuevos recursos en La saga/Fuga de J.B, fábula mítica con influencia de lo céltico y lo gallego. La novela social del -mediosiglo-, muestra la realidad social en su diversidad e implica un alto prado de compromiso. Así se asocia al Realismo -aproblemático-, reflejo de lo social sin partido del autor donde la novela actúa como un espejo, Rafael Sánchez Ferloso en El Jarama; pero también el -Realismo crítico-,


 análisis de las contradicciones sociales que hace comprender el conflicto. Esta generación de los 50 la integran autores con respaldo editorial que denuncian la desigualdad, injusticia y la falta de libertad y tienen como rasgos comunes la presencia de lo testimonial, el lenguaje vivo, estructura lineal y desaparición del protagonista, que se sustituye por un grupo de personajes fragmentados. El modelo realista social se agota en los 60 por la escasa repercusión editorial y la crisis de los autores. Luego el -desarrollismo- favorecido por los tecnócratas, el Opus Dei (obra de Dios) y una levísima apertura del régimen. La nueva narrativa proviene de las influencias de Lorca, Proust, Faulkner o Kafka, se preocupan por la estructura y técnicas narrativas, experimentan con el lenguaje, evitan lo lineal, los personajes son seres difusos y espacio y tiempo se comprimen para utilizar el monólogo interior que desarrolla los estados de la conciencia. Luis Martín Santos será recordado por Tiempo en silencio, que inicia la interpretación subjetiva y una nueva visión que parodia el molde realista social de la España desarrollista, con ironía y crueldad. Juan Goytisolo indagó en la crisis de los intelectuales comprometidos en Señas de identidad. Carmen Martín Gaite escribe Fragmentos de interior, aplicado al estudio social y El cuarto de atrás, estudio de su personalidad. Luis Goytisolo publica su trilogía Antagonía, de cierto sabor proustiano. Además en pleno experimentalismo, destaca Juan Benet, por la creación de un universo mítico, con su propia geografía humana “Regíón”, donde se desarrolla Volverás a regíón y Herrumbrosas Lanzas. La democracia tras nuevas formas para la cultura y la literatura, se transforma en un mero producto comercial con sus circuitos y estrategias. 


Los narradores normalizan modelos tradicionales y los jóvenes impulsan una renovación de formas. Así de la uníón de ambos modelos surge desde los 80 la posmodernidad, crisis ideológica y estética en el arte, que imita modelos de la modernidad. Juan Marsé, en Si te dicen que caí, analiza la sociedad catalana desde el punto de vista personal y prioriza el argumento y el placer de narrar en El embrujo de Shangai. Eduardo Mendoza escribe La verdad sobre el caso Savolta, novela pliciaca de nuevas técnicas y elementos de género, espionaje, violencia, sexo… . El misterio de la cripta embrujada une lo policíaco y el folletín con humor e ironía. Y La ciudad de los prodigiosos es una crítica a la Barcelona de la modernidad. Desde los 80, son dos tendencias narrativas. Por un lado la novela de intriga y aventuras, de estilo agrio y directo, lineal en el tiempo, diálogos rápidos y personajes bien dibujados. Antonio Muñoz Molina escribíó novelas policíacas, El invierno en Lisboa con jazz y mundo marginal, Beltenebros, espionaje y contraespionaje; Plenilunio y El jinete polaco. Manuel Véquez Montalbán se sirve de la novela negra para analizar nuestra sociedad con el detective Pepe Carvalho como protagonista, desde Yo maté a Kennedy, Asesinato en el comité central y Los mares del sur. Arturo Pérez-Reverté es un escritor efectivo que ha conseguido éxitos como La tabla de Flandes, El club Dumas o La carta esférica, y la serie el Capitán Alatriste. Por otro lado, hay una novela de análisis de los sentimientos que se centra en lo personal. Juan José Millés los sentimientos con argumentos elaborados. Plasma la memoria de una generación en Visión del ahogado e historias personales en El desorden de tu nombre. Javier Marías destina sus obras a la introspección en Mañana en la batalla piensa en mí, donde una intriga, un amor y tensión.


TEMA 6. LA POESÍA DESDE 1936

Tras la Guerra Civil española (1936-39), la figura del general Franco dominó todos los aspectos de la vida del país, incluida la cultura. Muchos artistas e intelectuales de la época se vieron obligados a exiliarse, otros acabaron malogrados; mientras que sólo aquellos afines al régimen o que se sometieron a la censura, pudieron permanecer en España. Teniendo esto en cuenta, podemos hablar, dentro de la poesía de posguerra, de diferentes grupos, generaciones o tendencias. Por un lado, podemos señalar la llamada “generación del 36” Dentro de ella, se agrupan aquellos poetas cuyas obras reflejaron las graves consecuencias sociales y políticas de la guerra en un intento de rehumanizar la poesía, centrándose en la expresión de preocupaciones y sentimientos humanos, individuales o sociales. Uno de los autores más representativos de este grupo generacional fue Miguel Hernández. Su poesía destaca por el tono enérgico y apasionado, integrando en ella muy hábilmente las influencias de la poesía clásica castellana con movimientos de vanguardia y el estilo de poetas contemporáneos como Aleixandre y Neruda. La Guerra Civil supondrá un punto de inflexión en sus temas y modos expresivos: de su primera etapa, caracterizada por el virtuosismo formal y la complejidad lingüística, podemos destacar Perito en lunas o El rayo que no cesa; de la segunda etapa, que se inicia con el arranque del conflicto bélico, podemos incidir en obras como Viento del pueblo, El hombre acecha o Cancionero y romancero de ausencias, con un marcado compromiso político y social. Por otro lado, la dictadura se esforzará por difundir los valores tradicionales, idealizando el pasado histórico y artístico. Como vehículo de todo ello, aparecerá un tipo de poesía a la que Dámaso Alonso bautizará con el nombre de “Poesía arraigada”. Sus autores ofrecen una visión serena del mundo a través de un estilo sobrio y empleando formas métricas clásicas. Dentro de esta tendencia podemos destacar la figura de Luis Rosales con obras como La casa encendida o Abril. Junto a aquellos poetas afines a la dictadura, también hemos de mencionar a aquellos que permanecieron en España, pero que tuvieron que someterse a la censura, aunándose en lo que Dámaso Alonso denomina “Poesía desarraigada”. 


Estos poetas transmiten en sus obras una profunda angustia, fruto de esa visión caótica de la realidad que los circunda. Suelen emplear un tono dramático y un lenguaje directo, desgarrado, de gran fuerza expresiva. Dentro de este grupo destacaremos las figuras del propio Dámaso Alonso cuya obra más sobresaliente es Hijos de la ira. Junto a él, otros nombres relevantes de esta tendencia poética serán Manuel Altolaguirre con obras como Las islas invitadas; Emilio Prados con Llanto en la sangre; León Felipe con Español del éxodo o Juan Gil-Albert con obras como Misteriosa presencia. A partir de 1950, el punto de mira se centra en los intereses colectivos de la sociedad, surgiendo así la llamada “Poesía social”. Ésta busca convertirse en herramienta de transformación social siguiendo la línea iniciada antes de la Guerra Civil por autores como A. Machado o Miguel Hernández. La situación de España, la injusticia social y el anhelo de paz y libertad se convertirán en sus temas más recurrentes. Entre los autores más destacados de esta vertiente, podemos citar a Blas de Otero, con obras como Pido la paz y la palabra y Gabriel Celaya, con títulos como Movimientos elementales. La década de los sesenta fue un periodo de crecimiento económico que coincide con la crisis política y social de la dictadura. Durante los primeros años de esta década, se publicarán dos antologías poéticas que marcarán una nueva forma de hacer poesía: Veinte años de poesía española y Poesía última. En ambas aparecen composiciones de autores jóvenes con el objetivo de renovar el género lírico, con un enfoque humanista y que se aunarán bajo el epígrafe de “generación de los 60”. Los autores más representativos serán: José Hierro, con obras como Tierra sin nosotros o Cuaderno de New York; Claudio Rodríguez, de cuya obra podemos destacar títulos como Don de la ebriedad o Conjuros; Ángel González con Breves canciones para una biografía o Áspero mundo; José Ángel Valente con obras tan importantes como Poemas a Lázaro o Mandorla; o Jaime Gil de Biedma de cuya producción señalaremos títulos como Moralidades y Poemas póstumos. En la década de los setenta, surgíó la llamada “generación del 68”, también conocida como los Novísimos. Como rasgos comunes, podemos señalar el rechazo del Realismo social, influencias heterogéneas del cine, de la publicidad, de la televisión…, el refinamiento, la artificiosidad y el culturalismo. 


Entre los grandes nombres de este grupo generacional, podemos señalar a Pere Gimferrer, con obras tan sobresalientes como La muerte en Beverly Hills; Leopoldo Mª Panero con Poemas del manicomio de Mondragón; o Antonio Colinas con títulos como Truenos y flautas en un templo. En definitiva, durante este largo y difícil período de la historia, la poesía se convierte en el faro que guía a los intelectuales, en un amplio abanico de tendencias. Estos poetas transmiten en sus obras una profunda angustia, fruto de esa visión caótica de la realidad que los circunda. Suelen emplear un tono dramático y un lenguaje directo, desgarrado, de gran fuerza expresiva. Dentro de este grupo destacaremos las figuras del propio Dámaso Alonso cuya obra más sobresaliente es Hijos de la ira. Junto a él, otros nombres relevantes de esta tendencia poética serán Manuel Altolaguirre con obras como Las islas invitadas; Emilio Prados con Llanto en la sangre; León Felipe con Español del éxodo o Juan Gil-Albert con obras como Misteriosa presencia. A partir de 1950, el punto de mira se centra en los intereses colectivos de la sociedad, surgiendo así la llamada “Poesía social”. Ésta busca convertirse en herramienta de transformación social siguiendo la línea iniciada antes de la Guerra Civil por autores como A. Machado o Miguel Hernández. La situación de España, la injusticia social y el anhelo de paz y libertad se convertirán en sus temas más recurrentes. Entre los autores más destacados de esta vertiente, podemos citar a Blas de Otero, con obras como Pido la paz y la palabra y Gabriel Celaya, con títulos como Movimientos elementales. La década de los sesenta fue un periodo de crecimiento económico que coincide con la crisis política y social de la dictadura. Durante los primeros años de esta década, se publicarán dos antologías poéticas que marcarán una nueva forma de hacer poesía: Veinte años de poesía española y Poesía última. En ambas aparecen composiciones de autores jóvenes con el objetivo de renovar el género lírico, con un enfoque humanista y que se aunarán bajo el epígrafe de “generación de los 60”. Los autores más representativos serán: José Hierro, con obras como Tierra sin nosotros o Cuaderno de New York; Claudio Rodríguez, de cuya obra podemos destacar títulos como Don de la ebriedad o Conjuros; Ángel González con Breves canciones para una biografía o Áspero mundo; José Ángel Valente con obras tan importantes como Poemas a Lázaro o Mandorla.


TEMA 7. EL TEATRO

El periodo del 36 al 39 fue teatralmente intenso y no se apreció el inicio de la guerra. Representándose en obras burguesas al estilo de Jacinto Benavente, es decir, con una visión conservadora de la sociedad. Por otro lado, ideología y propaganda penetran en un teatro de circunstancias que conciencian al espectador y a los combatientes y las autoridades republicanas crean el consejo central del teatro. El Bando nacional se nutríó del teatro burgués con autores como Torrente Ballester o José María Pemán. Los años posteriores al conflicto son muy pobres ya que falta iniciativa empresarial y abundaban obras de baja calidad que ganaron el favor de un público que quiere olvidar. Al final de los cuarenta, escritores hábiles dignificaron la escena con una comedia de evasión, lograron éxito respetando el principio de dar al público lo que este espera. Alejandro Casona fue autor de éxito antes de la guerra con La sirena varada, durante la contienda Prohibido suicidarse en primavera y desde su exilio argentino con La dama del alba. Casona no rompe ni en temas ni en formas y frente al generoso público, los críticos rechazaron su actitud escapista. También destacaron Edgar Neville y Víctor Ruiz Iriarte con El aprendiz de amante o Juego de niños obras bien hechas de calidad literaria en diálogos con una visión amable e irónica y una voluntad de hacer sonreír. Enrique Jardiel Poncela representa un intento vanguardista notable que transformará el humor español. Propone lo inverosímil creando situaciones que el espectador no comprende por ridículas pero que tendrán su razón al final de obras como Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloisa está debajo del almendro, Los ladrones somos gente honrada, Los habitantes de la casa deshabitada. Miguel Mihura representa la cota más alta del teatro cómico. Sus elementos teatrales son hombre-mujer, la crítica a lo convencional, el gran sentido del humor y la caracterización psicológica de los personajes con Tres sombreros de copa o Ninette y un señor de Murcia rompe con los esquemas tradicionales y basa la creación de efectos cómicos en giros lingüísticos inesperados, respuestas absurdas al estilo que impone La codorniz, revista cómica que dirigíó. Por otro lado, el teatro ideológico llevará a los escenarios los valores dominantes en el régimen, exaltando la familia y la autoridad alabando la división de la sociedad en clases y mostrando los autores


 su abierta confesionalidad católica. José María Pemán será su figura central con obras como El divino impaciente. Al tiempo encontramos escaso de obras y de autores y con menos público un teatro de protesta y denuncia social vinculado a la “generación realista” que encontró grandes dificultades por sus fines políticos. Antonio Buero Vallejo representa un nuevo teatro fruto de su compromiso con la realidad inmediata, en la búsqueda de la verdad , de inquietar y remover la conciencia española. Su producción dramática se inicia con Historia de una escalera. Posteriormente destacará “el efecto inmersión” como técnica teatral en la que el espectador para identificarse con el personaje central comparte con éste una percepción sensorial singular -ceguera, sordera- en obras como En la ardiente oscuridad, El sueño de la oscuridad, La detonación o Un soñador para un pueblo. Buero Vallejo significa la necesidad de abrir un proceso a la existencia de nuestro país para atreverse a decir la verdad una vuelta a un Realismo temático crítico a la superación de la retórica y el formalismo. Alfonso Sastre crea con Alfonso Paso el grupo experimental “Arte Nuevo” como forma de renegar del teatro que se produce en los escenarios del país. Tras su inicio con El cubo de basura produce Escuadra hacia la muerte un grito de protesta contra la militarización que solo puede representarse dos veces por la censura. Muestra una actitud de denuncia en Muerte en el barrio o La matanza. Finalmente crea “La tragedia compleja” con La taberna fantástica en la que denuncia la situación marginal de algún grupo social con un humor amargo, personajes populares y lenguaje jergal. Paralelo a esta denuncia, las carteleras son ocupadas por autores preocupados por la obra bien hecha. Antonio Gala tiene una postura estéticamente rezagada y conservadora en Los verdes campos del Edén. Aunque se advierte un giro hacia la tragicomedia grotesca en Noviembre y un poco de hierba en sus últimas obras pierde todo su acento crítico dándose a lo comercial. Por otro lado, fueron significativos el teatro español independiente (TEI) escuela de formación de actores, Els Joglars que entran en los circuitos comerciales y el teatro subterráneo, escrito y leído en público pero no llegó a representarse por la censura. Fernando Arrabal representa el teatro del exilio, sus éxitos son grandes en Francia con Los hombres del triciclo o El cementerio de automóviles. Arrabal es uno de los dramaturgos más representados en todo