El forcejeo con la iglesia católica

T4. Restauración: Implantación y afianzamiento del nuevo sist político (1874-1902)

Nos situamos en 1874, año en que da lugar la restauración borbónica. Esto ocurríó gracias a Cánovas del Castillo, que escribíó el manifiesto de Sandhurst y que firmó Alfonso XII, y que conténía un ideario católico, liberal y constitucional para restaurar la monarquía de forma pacífica. Además, este proceso fue facilitado por Martínez Campos, que realizó un pronunciamiento en Diciembre que proclamaría a Alfonso definitivamente rey.

Con el sistema canovista se abre un largo periodo de estabilidad política.
Su objetivo era crear un sistema político compartido por todos los sectores burgueses y de asegurar la exclusión de las clases bajas de la vida política

El sistema canovista se basaba en 3 principios: soberanía compartida, bipartidismo entre partido liberal y conservador y la Constitución de 1876. 

Esta constitución defendía unas Cortes bicamerales (Senado y Congreso); se proclamaba la confesionalidad católica del Estado, aunque toleraba otras creencias; sufragio censitario, y amplios derechos y libertades, aunque existían algunas restricciones. Además, el monarca gozaba de numerosos privilegios. 

Esta constitución fue aceptada por ambos partidos. Dentro del sistema canovista también encontramos a las élites, personas con influencia política que independientemente del gobierno, actúan por sus intereses. Van a tener el control del senado elegidos por el rey, donde se representan las clases poderosas del país. Además, frente a los 2 partidos que se alternan en el poder, existe una oposición social al margen del sistema con pequeña participación.

Como decimos, el sistema político de la Restauración se fundamentaba en la existencia de dos partidos; los conservadores, cuyo líder sería Cánovas del Castillo; y los liberales, liderado por Mateo Sagasta. Este sistema se basaba en la alternancia y turnismo entre ambos partidos, y para ello, seguía los métodos del bipartidismo y fraude electoral. El objetivo era conseguir estabilidad política para evitar la intervención del ejército y de la oposición. Esto se conseguía gracias al encasillado, al pucherazo y al caciquismo. 

El partido conservador de Cánovas aprobó medidas como la prohibición de la libertad de imprenta y cátedra, y el sufragio censitario. Este partido gobernó desde 1875 a 1881, cuando Sagasta formó un primer gobierno liberal. En 1884 Cánovas regresó al poder y en 1885 se firmó el Pacto del Pardo. 

Durante el gobierno conservador se puso fin a la guerra carlista, desapareciendo así los fueros, y a la guerra de Cuba. El segundo partido, el liberal de Sagasta, establecíó medidas reformistas como la aprobación de ley de asociaciones de 1887, abolición de esclavitud de 1888, aprobación del código de comercio y civil de 1889, libertades de cátedra y prensa y sufragio universal masculino. 

En 1885 muere Alfonso XII. Por ello, los 2 partidos firman el Pacto de Pardo, donde apoyaban la continuidad de la monarquía con M.ª Cristina de Habsburgo como regente. En 1897, se Cánovas es asesinado, empezando a mostrar así una debilidad el sistema de la restauración.

Los elementos opositores 

Los carlistas se dividieron entre los que acabaron reconociendo a Alfonso XII, los que se integraron en partidos nacionalistas vascos o catalanes y los que pese a todo siguieron manteniendo su ideología tradicional y antiliberal y acabaron creando el partido carlista. 

Tras el fracaso de la I República los republicanos se encontraban divididos en grupos de pequeños partidos. Tras el sufragio universal masculino se produce el triunfo republicano en las principales ciudades y surge un nuevo republicanismo; la Uníón Republicana. Además, surgen otros partidos como el radical de Lerroux y el reformista de Álvarez. 

Los nacionalismos fueron movimientos regionalistas que se cuestionaron la existencia de una sola nacíón. El nacionalismo catalán surge debido a transformaciones socioeconómicas vividas por Cataluña. Con estas transformaciones aparece la Renaixença, un movimiento cultural que apostaba por que la expresión cultural se convirtiese en inspiración política. En la política, el centralismo motiva un catalanismo que redacta el memorial de agravios, donde se reclaman medidas proteccionistas. Por último, crean organizaciones como la Lliga de Catalunya, para defender el derecho catalán, y la Uníó Catalanista, para exponer los principios del catalanismo.

El nacionalismo vasco surge a partir de la defensa de los fueros (abolidos en 1876) y debido al rechazo del proceso de industrialización, ya que fracturaba la sociedad tradicional vasca y atraía inmigrantes, culpables de la degeneración de la raza. Estas ideas se identificaron con una línea de pensamiento católica y antiliberal que se resumía en el lema “Dios y ley vieja”. El ideólogo del nacionalismo vasco fue Sabino Arana, que fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y diseñó la ikurriña. El movimiento obrero en España adquiríó madurez y extensión organizativa a partir del Sexenio Democrático. Dentro de este movimiento encontramos diferentes grupos de ideas. 

El socialismo, antes limitado a un pequeño núcleo de seguidores de Marx, encontró mayor representación cuando en 1879 Pablo Iglesias funda, clandestinamente en Madrid, el PSOE, un partido exclusivamente obrero. Iglesias creó también la UGT (sindicato socialista) y el seminario “El Socialista”. Tiene una ideología colectivista, anticlerical y antiburguesa, más moderada que el anarquismo. Apuesta por una lucha política sin renunciar a la revolución social.

El anarquismo, cuyo líder era Anselmo Lorenzo, entra en España en 1868 y comienza su auge tras la Ley de Asociaciones. Nace la FTRE y el movimiento crece, pero se le relaciona con sucesos violentos del campo andaluz, como el de la Mano Negra y se radicaliza en 1890. Los anarquistas pretendían destruir el orden existente con el terrorismo y atentados (Cánovas).

El catolicismo social. Ante el avance del socialismo entre las clases trabajadoras, en 1891 el papa León XIII publicó el Rerum novarum, que pretendía ser una alternativa social al margen de las ideologías obreras fijando los principios de la doctrina social de la Iglesia. La Iglesia promovíó la creación de círculos católicos obreros, con mejor distrib de riqueza.

Desastre de 1898 

En 1898, España pierde sus últimas posesiones ultramarinas (Cuba, Filipinas y Puerto rico). En Cuba, a pesar de la Paz de 1878, siguen las ansias de independencia y en 1895 se provoca una nueva insurrección con José Martí. EEUU aprovecha esto y despliega barcos en Cuba. Acusa a España de la explosión del acorazado de Maine y le declara la guerra. España es derrotada y firma el Tratado de París, por el que España pierde Puerto Rico, Cuba y Filipinas. El proceso fue vivido como un símbolo de los males del país y provocó un pesimismo que inspiró una reflexión intelectual (G98) y la necesidad de reformas en profundidad del estado. Nace así el regeneracionismo, un movimiento intelectual y social crítico con el sistema de la Restauración y sus prácticas políticas, al que consideraba como una lacra para el progreso de España.