El Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XIX: Tendencias y Evolución
En la segunda mitad del siglo XIX, el teatro español buscó ajustarse a los gustos de la burguesía y a las exigencias de los actores famosos. Destacan algunas obras de Galdós, como Electra, que pretendían alinearse con el naturalismo europeo. Así se desarrolló un teatro conservador, caracterizado por las siguientes tendencias:
Drama Burgués
Este tipo de obra crítica no fue del agrado del público burgués. Satirizaba la hipocresía, los prejuicios morales y el papel de la mujer. Un ejemplo destacado es El Nido Ajeno de Jacinto Benavente.
- Alta Comedia: Obra agradable, casi siempre de final feliz, con personajes y ambientes de la alta burguesía y conflictos emocionales. Presenta personajes bien delineados y diálogos elaborados, pero sin profundizar en grandes conflictos que pudieran “ofender” al espectador. Un ejemplo es Los Intereses Creados de Benavente.
- Melodramas Rurales: Presentan conflictos sentimentales que suelen conducir a la tragedia y personajes algo más complejos. Un ejemplo es Señora Ama.
Teatro Poético
Escrito en verso, de estética modernista, glorifica un pasado histórico (como En Flandes se ha puesto el Sol de Eduardo Marquina) o el costumbrismo.
Teatro de Humor
De gran seguimiento público, este género permitió cierta transgresión e innovación:
- Sainetes: Presentan personajes típicos y ambientes pintorescos y castizos, con conflictos superficiales. Un ejemplo es El Genio Alegre de los Hermanos Álvarez Quintero.
- Astracanada: Obra que surge de espectáculos de baja calidad basados en juegos de palabras y en la búsqueda de la carcajada. Autores como Pedro Muñoz Seca (Los Extremeños se Tocan).
- Tragedia Grotesca: Humor jocoso que procede del absurdo de las situaciones, la caricatura de los personajes y, sobre todo, el ingenio verbal, pero que, en el fondo, encierra una visión dolorosa o ridiculizante. Un ejemplo es Es mi Hombre de Carlos Arniches.
El Teatro Renovador: Simbolismo e Ideas
Este movimiento dio lugar a un teatro simbólico y de ideas, concebido como un medio para fomentar la reflexión del espectador, transmitir un significado moral o expresar posturas ideológicas y denunciantes. Estos autores anularon el realismo escenográfico en favor del lenguaje, la profundidad temática y la complejidad de los personajes:
Autores de la Generación del 98
Unamuno planteó cuestiones existenciales como la identidad y la inmortalidad en obras como El hermano Juan. Azorín, por su parte, creó el “teatro suspenso”, basado en la angustia de las emociones contenidas, en la trilogía Lo Invisible.
Autores del Novecentismo y Vanguardias
El más renovador fue Ramón Gómez de la Serna, con Los Medios Seres. También destaca Max Aub, que criticó la guerra en San Juan.
Autores de la Generación del 27
Un autor relevante es Federico García Lorca. También es destacable el teatro de Rafael Alberti (El Adefesio) o de Miguel Hernández (Sombra de lo que eras).
Autores de la Preguerra y el Exilio
Alejandro Casona creó un teatro simbólico con obras como La Dama del Alba.
Grandes Innovadores del Teatro Español
No obstante, los grandes innovadores del teatro español fueron:
Ramón María del Valle-Inclán
Nacido en Galicia, se definía “carlista por estética”, pues en el tradicionalismo encontró inspiración para viejas leyendas, nobleza heroica y actitudes aberrantes.
Hombre histriónico y teatral por naturaleza, fue el gran renovador del teatro. Su vasta producción se agrupa en los siguientes ciclos:
- Ciclo Mítico: Obras modernistas desarrolladas en una Galicia legendaria y ancestral, dominada por los instintos más crueles, como las Comedias Bárbaras.
- Ciclo de las Farsas: Se unen lo grotesco y lo poético para satirizar el poder, la injusticia y la tiranía. Ejemplos incluyen Farsa y Licencia de la Reina Castiza y La Cabeza del Dragón.
- Ciclo del Esperpento: Deformación grotesca de la realidad, basada en el código doble (humor y dolor). Utilizando la exageración y considerando a los seres vistos “desde el aire”, es capaz de ridiculizar las situaciones más trágicas. Un ejemplo cumbre es Luces de Bohemia.
Federico García Lorca
Casi en su última década de vida, Federico García Lorca se dedicó por completo al teatro, fundando “La Barraca” para llevar el arte escénico al mundo rural. Concibió el espectáculo total como “una poesía en imágenes”: palabras, movimientos, escenografía, vestuario, música, etc.
La clave de sus obras reside en el conflicto entre el principio de autoridad y el principio de libertad: el instinto individual frente a las convenciones sociales. Su obra se agrupa en:
- Farsas: Obras para guiñol y/o actores, de gran ternura y tragedia, como La Zapatera Prodigiosa, Retablillo de Don Cristóbal y Don Perlimpín con Belisa en su Jardín.
- Obras Vanguardistas: Ejemplos como El Público y Así que pasen cinco años, caracterizadas por el desorden temporal o de la lógica argumental.
- Grandes Tragedias: Muestran la frustración de la mujer en un mundo coercitivo. Incluyen Mariana Pineda, Doña Rosita la soltera o el Lenguaje de las Flores, y la “Trilogía de la Sangre” (Bodas de Sangre, sobre el adulterio y la pasión; Yerma, sobre la infertilidad; La Casa de Bernarda Alba, sobre los prejuicios contra la mujer).
Ambos autores fueron grandes renovadores del lenguaje y de una nueva concepción del teatro, entendiéndolo tanto como espectáculo como herramienta de cambio social.