Aristóteles: Conocimiento y Realidad
Aristóteles era empirista, esto quiere decir que pensaba que el conocimiento provenía de la experiencia. Distinguía entre el conocimiento particular y el universal. El conocimiento particular es el que se refiere a un individuo concreto del mundo sensible. Aristóteles pensaba que el conocimiento verdaderamente valioso y útil no es el de las cosas particulares, sino que es el conocimiento de lo general, un conocimiento universal y no particular.
El Proceso de Abstracción Inductiva
Para él, podemos alcanzar el conocimiento de lo general mediante un proceso de abstracción inductiva en el que entran en juego distintas facultades del alma humana, como son la imaginación, la memoria y el entendimiento. El conocimiento parte de lo que captamos con los sentidos, y es la imaginación la que nos permite evocar representaciones de esos individuos particulares que hemos percibido antes, mientras que la memoria nos permite almacenar esas imágenes. El entendimiento nos ayuda a encontrar lo que todos los individuos de una misma clase tienen en común, pero para conseguirlo hay que prescindir de todos los rasgos secundarios y particulares de cada uno.
Metafísica Aristotélica: Realismo y Sustancia
A diferencia de Platón, para Aristóteles la única realidad que existe es la que podemos encontrar en los individuos particulares del mundo sensible. No hay ningún mundo inteligible; la realidad está integrada por los objetos que nos rodean y que podemos ver y tocar. Por eso decimos que la metafísica aristotélica es una propuesta realista.
Sustancia y Accidente
Entre las distinciones, podemos distinguir entre sustancias y accidentes. Para él, la realidad está constituida por individuos particulares que son sustancias; es decir, aquello que existe en sí mismo y no en otro. Aristóteles llama “sustancia” a lo que existe en sí mismo y denomina “accidente” a lo que existe en otro. Los individuos particulares son sustancias, mientras que sus propiedades son accidentes.
Las Categorías del Ser
Para aclarar cuáles son las diferentes maneras de existir que hay, Aristóteles repasó los distintos usos del verbo ser, lo que le permitió identificar las distintas dimensiones de la existencia. Aristóteles llamó categorías a cada una de estas dimensiones del ser, que se corresponden con otras tantas dimensiones del pensar y del decir.
Hilemorfismo: Materia y Forma
El hilemorfismo afirma que las sustancias están compuestas por materia organizada de una determinada forma.
Las Cuatro Causas y la Teleología
Aristóteles creía en las cuatro causas:
- La causa material: la materia de la que está hecho el individuo.
- La causa formal: la forma, que equivale a la esencia.
- La causa eficiente: el agente que ha creado el individuo en cuestión.
- La causa final: el propósito o la función que va a desempeñar.
Un aspecto muy importante de su filosofía es la insistencia en que todo lo que existe corresponde a una causa final, porque persigue algún propósito concreto. La filosofía aristotélica es teleológica, ya que insiste en la importancia de aclarar cuál es la finalidad que cada cosa trata de alcanzar.
La Dinámica del Cambio: Potencia y Acto
Para Aristóteles, el cambio no es solo apariencia, sino que es algo muy real. El punto de vista realista de Aristóteles lo lleva a aceptar que las transformaciones que se producen a nuestro alrededor no pueden ser únicamente ilusiones. El cambio es algo que todos podemos percibir.
Para aclarar el problema del cambio, Aristóteles distinguía entre el ser en potencia y el ser en acto.
- El ser en potencia aún no ha alcanzado el pleno desarrollo de todo lo que puede acabar siendo, pero tiene la posibilidad de cambiar para convertirse en ello en el futuro.
- El ser en acto es aquel que ya ha alcanzado la plenitud de todo lo que puede llegar a ser.
La explicación que ofrece Aristóteles del movimiento está basada en su concepción del cambio. Distinguía dos formas distintas de cambio:
- El cambio sustancial se produce cuando los individuos surgen o desaparecen.
- El cambio accidental sucede cuando lo único que se transforma son los accidentes.
El Cosmos Aristotélico: Geocentrismo y Primer Motor
El modelo del universo aristotélico está basado en el de Eudoxo. Aristóteles creía que el cosmos era eterno. El modelo aristotélico era geocéntrico; para explicar el movimiento del Sol, la Luna y los planetas, supuso que cada uno de ellos estaba enganchado a una esfera transparente que giraba alrededor de la Tierra. Finalmente, Aristóteles pensaba que las estrellas estaban situadas en la última esfera, la más grande de todas.
En conclusión, se podría decir que el modelo aristotélico consideraba que el universo es geocéntrico y heterogéneo, eterno en el tiempo y limitado en el espacio. Para Aristóteles, el universo entero se mueve impulsado por un Primer Motor que es un ser divino, que mueve sin ser movido por nadie.