Leonardo da Vinci: El Arquetipo del Hombre Renacentista
Leonardo da Vinci representa el arquetipo del “hombre renacentista”, interesado en todas las ramas del saber: pintura, escultura, matemáticas, biología, ingeniería, aeronáutica, música, etc. Se formó como pintor en el estudio de Verrocchio y es contemporáneo de la segunda generación del Quattrocento, pero las características de su pintura —la claridad de la composición y la grandiosidad de los dibujos— lo convierten en el representante del Cinquecento. Además, rompió con la tradición florentina de la pintura dominante para pintar de forma más suelta, prestando más atención a los efectos de la luz, allanando el camino para la escuela veneciana y la pintura moderna.
Características de su Pintura
- Estudio de la naturaleza: Representa paisajes fantásticos e imaginados con fondos azulados.
- La perspectiva aérea (Sfumato): Los contornos se difuminan utilizando contrastes suaves de luces y sombras.
- Estudio del ser humano: No solo capta rasgos físicos, sino también los gestos que reflejan el carácter y las emociones.
La Virgen de las Rocas: Armonía y Sfumato
Una de las obras principales de Leonardo es La Virgen de las Rocas, óleo sobre lienzo, ejemplo de armonía renacentista, con una composición triangular que le da gran equilibrio. En esta obra, Leonardo desarrolla ya la experiencia de su Sfumato, lo que unido a la luz tenebrosa surgida de la cueva, experimenta con la profundidad y un aire extraño, creando luces difusas y contornos difuminados en la lejanía.
Detalles de La Virgen de las Rocas
Este óleo sobre tabla (o lienzo, según la versión) fue encargado con instrucciones muy precisas sobre sus dimensiones, ya que estaba destinado a exponerse en un marco de madera ya tallado. El tema de la pintura es interesante: no representa ningún episodio canónico de los evangelios, por lo que está sujeto a diversas interpretaciones.
En realidad, La Virgen de las Rocas hace referencia a una leyenda que recrea el encuentro entre San Juan Bautista y Jesús durante su exilio en Egipto. Como San Juan Bautista era huérfano, Dios le asignó al arcángel Uriel como protector. Su encuentro tuvo lugar en una cueva, momento en el cual el arcángel Uriel pidió a María que acogiera a San Juan Bautista bajo su protección. San Juan Bautista destaca en la tabla, señalado por el arcángel Uriel y ubicado justo al lado de María.
La Segunda Versión (National Gallery de Londres)
Esta segunda versión, expuesta en la National Gallery de Londres, es muy diferente de la primera. En ella se destaca la identidad de los dos niños: se añade un aura sobre la cabeza de Jesús y una cruz entre las manos de San Juan Bautista. También desaparece la mano del arcángel que apuntaba a San Juan Bautista.
Rafael Sanzio: El Genio del Alto Renacimiento
Rafael Sanzio fue uno de los artistas más talentosos, si no el que más, del Alto Renacimiento italiano y uno de los genios indiscutibles de la pintura. Empezó a trabajar con once años en el taller de Perugino en Urbino, donde pronto dio muestras de ser un niño prodigio para la pintura. Perugino le enseñó la técnica al fresco, la composición con múltiples personajes y la perspectiva lineal.
A este periodo de formación se debe la obra de Los Desposorios de la Virgen, de mucha similitud con la obra de Perugino, y en cuyo fondo hay un templete que recuerda a los de Bramante.
Obras Marianas y Retratos
- Madonna del Prado: Destaca de esta época. Aparece el tema de la Virgen, el Niño y San Juanito, frecuente en la pintura de la época. San Juan se arrodilla, sosteniendo un bastón que representa la cruz, y el Niño lo coge. El paisaje es idealizado y el sfumato lo desdibuja. Son rasgos típicos de Rafael el rojo intenso del traje y la importancia de la línea delimitando los contornos.
- Madonna del Jilguero: La Virgen sostiene un libro, símbolo de la sabiduría. El jilguero es un símbolo de la futura muerte violenta de Cristo.
La Escuela de Atenas: El Clasicismo Pleno del Cinquecento
La Escuela de Atenas es sin duda el fresco más famoso de Rafael. En esta pintura, Platón señala el cielo, indicando la importancia del mundo de las ideas, y Aristóteles, con la mano abierta, señala la tierra, indicando la importancia de la realidad como fuente de conocimiento. En los escalones se encuentra Miguel Ángel (referencia a Heráclito).
En definitiva, nos encontramos con una de las pinturas que culminan el clasicismo pleno del Cinquecento. En esta época ya se observa la influencia de Miguel Ángel en los estudios anatómicos. Rafael también fue un gran retratista, destacando obras de gran penetración psicológica como el Retrato de un Cardenal, el Papa Julio II, y el de Baltasar de Castiglione, entre otros.
Técnica y Composición de La Escuela de Atenas
La pintura se realizó sobre un muro preparado para tal fin, por lo que la técnica utilizada fue el fresco. El dibujo tiene una gran importancia en la composición, y aunque las líneas no son especialmente duras, los contornos están claramente marcados y delimitan con precisión el campo de color.
La forma de los personajes está bien cuidada, y el uso de luces y sombras ayuda a crear una sensación de profundidad para el cuerpo, la ropa y los elementos arquitectónicos. La iluminación es un factor muy importante porque ayuda a crear modelos y perspectiva. En esta pintura, la luz es uniforme y realista; aunque parece provenir de arriba y detrás del escenario, no parece tener dirección ni foco, sino que es natural y difusa.
El predominio de colores refuerza la sensación de serenidad y estabilidad que marca la escena. Hay un cuidado estudio de la perspectiva con un punto de fuga situado en el centro de la obra, justo sobre las cabezas de los dos personajes principales. La sensación de profundidad está muy bien lograda gracias a las líneas paralelas que convergen en el punto de fuga y al tamaño decreciente de los elementos de decoración, más grandes cuanto más cerca se sitúan del espectador.
Contexto y Simbolismo de La Escuela de Atenas
La obra se ubica en la llamada Stanza della Signatura, una de las habitaciones monumentales del Vaticano. Rafael es posiblemente el pintor que mejor representa el clasicismo renacentista en su obra. La desafortunada muerte prematura de Rafael y el hecho de que fuera contemporáneo de un genio como Miguel Ángel significaron que su trabajo fue subestimado durante demasiado tiempo. Esta obra es una perfecta representación del clasicismo renacentista y, más concretamente, del Cinquecento italiano.
El tema de la obra es una alegoría de la Filosofía y el Racionalismo, lograda mediante una larga lista de filósofos y científicos de diferentes épocas, aunque con absoluta superioridad los de la Antigüedad:
- Platón: Sostiene en su mano el Timeo, una de sus obras más complejas, y señala el mundo de las Ideas.
- Aristóteles: Sostiene la Ética en la mano y apunta hacia abajo, hacia el mundo mundano y visible, al que dedicó tanto tiempo en sus escritos y reflexiones.
Gracias al testimonio de Vasari, sabemos que Rafael puso en escena a algunos de sus contemporáneos en esta obra para poner rostros a grandes filósofos. Parece que el rostro de Platón es el de Leonardo, mientras que el de Miguel Ángel está representado en Heráclito.
La Escuela de Atenas forma parte de un conjunto decorativo encargado por el Papa Julio II para una serie de estancias del Vaticano. Este cuadro en particular se encuentra en la Stanza della Signatura, una sala contigua a la biblioteca personal del Papa, utilizada para recibir a diplomáticos y dignatarios y, especialmente, para firmar tratados y acuerdos.
Piero della Francesca: Geometría y Perspectiva
Piero della Francesca fue un pintor que no trabajó en Florencia, sino en pueblos más pequeños como Rímini para la familia Malatesta y Urbino para el duque de Montefeltro. Creó un estilo muy personal: sus figuras son muy geométricas (el cuerpo es cilíndrico y la cabeza es esférica), escultóricas y elegantes (apenas muestran emoción), alojadas en una gran maqueta clásica y depurada. Utiliza las leyes de la perspectiva y la luz para crear sólidos y claroscuros. Su profundo interés por la perspectiva, las matemáticas y la geometría lo llevaron a escribir un tratado.
Obras Representativas
- El Sueño de Constantino (fresco): Uno de los primeros “nocturnos” de la Historia del Arte. El cuadro cuenta la leyenda de la aparición de un ángel a Constantino, revelándole la clave de su victoria al dibujar una cruz sobre su escudo y las armaduras de sus soldados.
- La Flagelación: Se distingue por la perspectiva lineal o matemática de la planta, el punto de vista bajo y el conjunto arquitectónico.
- Retratos de los Duques de Urbino: Destacan por su excelente captación psicológica de los personajes, la presentación de los perfiles de los representados (influencia de la acuñación) y el paisaje (influencia flamenca).
- La Virgen de Urbino: Aparece de nuevo su patrón, el Duque de Montefeltro, rodeado de vírgenes y santos con una arquitectura clasicista y monumental.
Masaccio: El Creador del Nuevo Estilo Renacentista
La obra de Masaccio ha tenido una gran importancia en la historia de la pintura, a pesar de su corta vida, puesto que se le considera el creador del nuevo estilo renacentista: utilizó por primera vez las leyes de la perspectiva lineal, creando la sensación de profundidad, espacio y volumen.
Su pintura parte de la influencia de Giotto: sus figuras son monumentales y grandiosas (por lo que a veces las representa de espaldas) y utiliza el sombreado. Poseen una fuerte expresividad psicológica y movilidad en el espacio. Sus obras más representativas son los frescos de la iglesia de Santa Maria Novella y los de la Capilla Brancacci. En ellos se observa el interés por los volúmenes grandiosos, una fuerte expresividad y caracterización individual y, sobre todo, preocupación por el espacio.
Obras Clave de Masaccio
- El Tributo de la Moneda: Una escena de la vida de San Pedro que narra un episodio en tres secuencias. Cristo recibe a un recaudador de impuestos, San Pedro extrae la moneda de la boca de un pez (a la izquierda) y le paga en la escena de la derecha. Los apóstoles parecen estar dialogando entre sí. La luz es utilizada —creando efectos de claroscuro— para dar mayor sensación de volumen a las figuras, al igual que el sombreado.
- La Expulsión de Adán y Eva del Paraíso: El artista realiza un viraje hacia el Pathos, expresando el dolor, la angustia o la vergüenza por haber cometido el primer pecado.
- Otras obras importantes: La Trinidad.
Fra Angelico: La Transición del Gótico al Renacimiento
Guido di Pietro, más conocido como Fra Angelico (o Fray Angélico), fue un monje dominico nacido en un pueblo de la Toscana. Vivió toda su vida entre los conventos de San Marcos (Florencia), Orvieto y Roma, donde se dedicó a la decoración del Vaticano.
Su obra exhibe continuidad con el gótico cosmopolita y con el espíritu religioso medieval: el fondo dorado, las curvas y las figuras tiernas y delicadas recuerdan a la escuela sienesa. Sin embargo, a partir de 1430, bajo la influencia de Masaccio, introduce en sus obras la perspectiva, el volumen, la arquitectura clásica y elementos decorativos. Así, combina elementos medievales y renacentistas.
La Anunciación del Museo del Prado
La Anunciación del Museo del Prado (hacia 1432) es su obra más conocida. Es un temple sobre tabla. Presenta a los personajes principales (el ángel y la Virgen) enmarcados en un pórtico renacentista (influencia de Brunelleschi).
En el fondo aparece la escena de la Expulsión de Adán y Eva del Paraíso (símbolo y representación del Pecado del que Cristo nos liberará con su nacimiento). En la obra se unen los elementos góticos (tonos dorados, figuras estilizadas, curvilíneas, delicadas e irreales) con el interés por la perspectiva y el volumen del nuevo estilo renacentista.
La obra es muy espiritual y predominan los colores rosas, azules celestes y oros, todavía de tradición gótica. Sus personajes son esbeltos (influencia de la escuela sienesa), delicados y elegantes, con cabezas alargadas, nariz recta y cejas altas, envueltos en vestiduras largas, caídas con sencillez y gracia.
Entre sus obras también destacan los frescos del Convento de San Marcos y otras versiones de la dulce y pacífica Anunciación.
Miguel Ángel Buonarroti: El Divino Escultor del Renacimiento
Miguel Ángel nació cerca de Florencia. Su padre se opuso a que fuera artista, pero finalmente su tozudez hizo que entrara a los trece años en el taller de Ghirlandaio, donde conoció las obras de Donatello, Giotto y Masaccio. Su longevidad hizo que desarrollase su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma, al servicio de sus mecenas: la familia de los Médicis y los papas Julio II y León X.
Fue un genio polifacético (pintor, arquitecto, escultor, poeta, etc.), pero por encima de todo se sentía escultor, ya que para él la escultura estaba “viva” en el bloque de piedra y solo había que quitar lo que sobraba, de acuerdo con el Neoplatonismo. Brilló en todos los campos y fue muy admirado por sus contemporáneos, en especial por Vasari, que le llamaba el Divino Miguel Ángel.
Glosario de Términos Clave del Renacimiento
- Bóveda Baída: Cúpula esférica cortada por cuatro planos verticales y perpendiculares entre sí.
- Balaustre: Columnita de perfil compuesto por molduras cuadradas y curvas, ensanchamientos y estrechamientos sucesivos, que se emplea para ornamentar barandillas o antepechos de balcones, azoteas, corredores y escaleras. Derivado de este concepto es la Balaustrada, una serie u orden de balaustres formando barandilla. Es típico de la arquitectura desde el Renacimiento (siglos XV y XVI).
- Grutescos: Ornamento consistente en seres fantásticos, humanos, animales y vegetales, enlazados y combinados para formar un todo. Es un tema propio del Renacimiento, inspirado en los hallados en algunos edificios romanos, como la Domus Aurea de Nerón. Suele estar formado por una cabeza o un torso humano o animal en la parte superior, que termina en un juego de elementos vegetales en la inferior. Ejemplo: Fachada de la Universidad de Salamanca, de Estilo Plateresco, principios del siglo XVI.
- Almohadillado: Paramento de sillería donde la cara visible de los sillares ha sido labrada a manera de almohadilla. Las juntas están biseladas o rehundidas para dar la sensación de relieve. Es típico de la arquitectura del Renacimiento (siglos XV y XVI). Ejemplo: Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada, de Pedro Machuca, del siglo XVI.
- Linterna: Torre pequeña, más alta que ancha y con ventanas, colocada sobre la parte más alta de la cúpula para iluminar el interior del edificio. La linterna ha tenido un uso muy frecuente desde la arquitectura renacentista. Ejemplo: La Cúpula de San Pedro del Vaticano de Roma.
- Tambor: Elemento constructivo cilíndrico que sirve de base a una cúpula a fin de darle mayor realce; generalmente con ventanillas u otro tipo de abertura para iluminar el interior del edificio. El tambor ha tenido un uso muy frecuente desde la arquitectura renacentista. Ejemplo: La Cúpula de San Pedro del Vaticano, de Miguel Ángel, siglo XVI.
- Hornacina: Hueco de planta semicircular abierto en un muro para colocar en él una urna o estatua. Se coloca orientada tanto al exterior como al interior de los edificios y cumple una función ornamental.
- Chapitel: Elemento arquitectónico, llamado también aguja, que se sitúa en la parte superior de una torre, campanario o edificio a modo de remate.
- Bulto Redondo: Las figuras no están unidas a ningún plano, sino que son independientes, exentas.
- Schiacciato: Deriva del verbo schiacciare que significa “aplastar”. Hace referencia al relieve en el que lo más próximo al espectador posee más volumen frente a lo más alejado, que aparece con relieve muy bajo. También se denomina relieve pictórico.
- Contrapposto: Oposición armónica de las distintas partes del cuerpo humano que se hallan en movimiento o en tensión.
- Técnica de la Cera Perdida: Técnica para el trabajo del bronce que consiste en realizar una figura modelada en cera que se recubre de barro para realizar un molde. Se le hace a este un agujero por el que se cuela el bronce fundido.
- Estofado: Técnica utilizada en las partes vestidas de las esculturas realizadas en madera policromada. Consiste en aplicar una capa de pan de oro a las tallas y ocultarlo con una capa de pintura; posteriormente, con un garfio o punzón, se raspa la pintura haciendo dibujos ornamentales, de modo que los surcos dejen asomar el color o el dorado que está debajo, imitando telas ricas.
- Encarnado: Técnica empleada en las partes no vestidas de las esculturas de madera policromada. Consiste en cubrir la madera tallada con varias capas de yeso y pintura de color carne; después se le da un lustre especial para lograr un tono y una textura parecida a la piel humana.
- Perspectiva Lineal: Característica del Quattrocento, formulada por Brunelleschi. Toma como punto de partida la idea de que cuanto más lejos se encuentren los objetos, más pequeños se han de presentar. Para ello se trazan unas líneas de fuga que se unen en un punto, creando una especie de pirámide visual.
- Perspectiva Aérea: Surge de las teorías de Leonardo. Se basa en la idea de que cuanto más alejadas estén las figuras, mayor es la cantidad de aire que se interpone entre ellas y nosotros. La lejanía desdibuja los contornos y colores, originando el sfumato.
- Escorzo: Modo de representar una figura en posición oblicua o perpendicular a nuestro nivel visual. Un buen ejemplo aparece en el Cristo Muerto de Andrea Mantegna.