Historia de la Restauración en España: De Cánovas al Desastre del 98

La Restauración Borbónica en España: Orígenes y Consolidación

La Restauración Borbónica se inició con una serie de causas que marcaron el fin de una etapa y el comienzo de otra en la historia de España. Entre ellas, destacan:

  • El fracaso del Sexenio Democrático.
  • La Tercera Guerra Carlista.
  • La Guerra de Cuba y el levantamiento colonial.

Sus orígenes se encuentran en el pronunciamiento en Sagunto del General Martínez Campos a favor del príncipe Alfonso de Borbón y en la estrategia política de Cánovas del Castillo.

Con la Restauración, se produjo la consolidación de la estructura económica capitalista, la industrialización y el afianzamiento de la aristocracia. Este periodo vio el triunfo del liberalismo conservador, generando un notable desfase entre la España oficial y la España real.

España pasó a ocupar un papel secundario en la escena internacional, se produjo una crisis del estado centralista, un aumento de la población y una expansión significativa del movimiento obrero.

1. El Sistema Canovista: Pilares de la Restauración

La visión de Cánovas del Castillo era establecer un sistema político estable, basado en un poder civil fuerte y un estado centralizado.

Cánovas formó un gobierno que proclamó a Alfonso XII como rey. Las características principales de este gobierno eran su pragmatismo y un colectivismo inspirado en las Constituciones de 1845 y 1869.

La Constitución de 1876, que reflejó las ideas conservadoras de Cánovas, tuvo una larga vigencia y fue pactada entre las Cortes y la Corona. Reconocía el catolicismo como religión oficial y establecía una monarquía parlamentaria.

Mecanismos del Sistema Canovista

Los principales mecanismos utilizados para mantener la estabilidad fueron:

  • Turno Pacífico de Partidos: Organizaba una rivalidad controlada entre dos partidos principales (el Liberal y el Conservador) que se turnaban en el poder, al margen del resultado electoral real.
  • Bipartidismo: Definido por la existencia de dos partidos burgueses y dinásticos que, al manipular el cuerpo electoral, dejaban de lado la España real y no permitían un juego democrático genuino.
    • El Partido Conservador estaba formado por antiguos militantes católicos y nobles.
    • El Partido Liberal, liderado por Sagasta, integraba a constitucionalistas del reinado de Amadeo I y antiguos progresistas.
  • Caciquismo: Describía la manipulación electoral a través del “encasillado” (designación previa de candidatos) y el “pucherazo” (fraude electoral). El caciquismo, que persistió durante la monarquía de Alfonso XIII (1902-1931), fue una de las causas de su fracaso.

Lo más destacado de la Restauración durante el reinado de Alfonso XII fue la liquidación de la Guerra Carlista y el final de la guerra colonial de Cuba con la Paz de Zanjón.

Tras la muerte del monarca, su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, ocupó la regencia hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII en 1902. El turno pacífico de partidos se mantuvo tras el Pacto del Pardo. El gobierno de los liberales de Sagasta emprendió reformas y leyes que garantizaban el derecho de reunión, imprenta y asociación, aunque el fraude electoral continuaría.

3. Oposición al Sistema: Movimiento Obrero, Regionalismo y Nacionalismo

El sistema canovista enfrentó diversas oposiciones, marcadas por la caída del republicanismo y la derrota militar del carlismo.

El Movimiento Obrero

El movimiento obrero tuvo un lento desarrollo durante los primeros años del sistema canovista, pero las medidas liberalizadoras permitieron su consolidación. Se fundaron importantes organizaciones:

  • El PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
  • La UGT (Unión General de Trabajadores).
  • La FTRE (Federación de Trabajadores de la Región Española), que poseía una ideología anarquista.

El 1 de mayo se celebró por primera vez el Día Internacional de los Trabajadores, con manifestaciones pacíficas que reivindicaban jornadas de 8 horas. Algunos actos de anarquistas de Cádiz fueron achacados a una sociedad secreta terrorista, La Mano Negra, lo que desencadenó una represión brutal. Los atentados terroristas desataron juicios sin garantías, como el Proceso de Montjuïc; se establecieron leyes represivas y se potenció la acción sindical.

La corriente de pensamiento socialista fue duramente reprimida y, en la ilegalidad, se fundó el PSOE, que se definió como marxista y fue presidido por Pablo Iglesias.

Regionalismo y Nacionalismo

A finales del siglo XIX, surgió un movimiento contrario al centralismo, manifestado en el nacionalismo vasco y catalán.

  • Nacionalismo Catalán: El desajuste económico con respecto a la España interior impulsó:
    • Un repliegue regional al reivindicar un proteccionismo económico.
    • La publicación de un memorial en defensa de los intereses morales y materiales.
    • La fundación de la Liga de Cataluña en 1887 y la Unión Catalanista en 1891.
  • Nacionalismo Vasco: En 1893, había un descontento por parte del País Vasco-Navarro hacia el gobierno de Madrid. En 1895, se formó el PNV (Partido Nacionalista Vasco).

La sociedad española vio crecer la influencia de la Iglesia Católica en la enseñanza, pero esta se vería contrarrestada por la fundación de la Institución Libre de Enseñanza.

4. La Crisis Colonial y el Desastre de 1898

El imperio colonial español estaba disperso por varios continentes. La colonia más rica era Cuba. En 1892, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, que reclamaba la independencia de la isla y una economía libre, distinta de la española.

Estalló una insurrección nacionalista que contó con Máximo Gómez y Antonio Maceo como dirigentes. Los intereses industriales y comerciales norteamericanos hicieron que el nuevo gobierno de Madrid cambiara su estrategia militar. EE. UU. declaró la guerra a España en 1898 con el pretexto de la voladura del acorazado Maine.

La derrota de la flota española fue rápida: duró apenas una hora en la batalla de Cavite y el 3 de julio en Santiago. La liquidación del imperio español se consumó un año más tarde.

Consecuencias del 98

El “Desastre del 98” tuvo profundas repercusiones:

  • Pérdidas territoriales (Cuba, Puerto Rico, Filipinas).
  • Numerosas bajas (heridos y muertos).
  • Pérdida de mercados privilegiados en la economía.
  • Repatriación de capitales.
  • Un sentimiento de frustración y desmoralización en ciertos ambientes intelectuales.

Algunos, como Joaquín Costa, reaccionaron ante esta crisis. Costa se convirtió en el máximo exponente del Regeneracionismo, un movimiento que proponía una profunda reorganización política, una reforma educativa y mejoras sociales para modernizar España.