Huye sin mirar atrás

I.POESÍA ELEGÍACA Y POESÍA LÍRICA
Antes de pasar a estudiar a los dos autores objeto de este tema, conviene dejar claras cuáles son las carácterísticas generales de los dos géneros que van a cultivar con mayor éxito: la poesía lírica y la poesía elegíaca.

Poesía elegíaca


Los griegos habían cultivado el género elegíaco, pero son los romanos los que van a darle una configuración propia. Carácterísticas del género elegíaco:
– Está escrita en verso elegíaco, consistente en una sucesión de versos en la que alternan el hexámetro con el pentámetro.
– El poeta expresa en primera persona sus cuitas amorosas, bien mediante largos monólogos o en un diálogo ficticio con su amada. En algunas ocasiones es la narración el recurso utilizado por el poeta para hablarnos de sus amores.
– El tema es el del amor, un amor ante el que el poeta se ve constantemente desarmado, atormentado: su amada, muchas veces infiel (el tema del triángulo amoroso- amada/poeta/amante- aparece reflejado en muchos poemas), lo domina y él pasa a ser su esclavo (algo parecido al tema del amor cortés en la Edad Media); un amor que hace enfermar de locura al poeta; un amor que significa una constante lucha, batalla, como la de un soldado, para conquistar a la amada.
– El poeta, absorbido por su amada, no muestra ningún interés por la vida social y política de la ciudad.
– Catulo es el gran creador de este género que se desarrollará en segunda mitad del s. I a.C.

Poesía lírica


Las carácterísticas son las siguientes:
– Los poetas romanos siguen los modelos griegos (Safo, Alceo, etc…).
– La versificación, los tipos de versos que utiliza la poesía lírica son muy variados, a diferencia de la poesía elegíaca.
– Trata cuatro temáticas fundamentales: disfrute de la vida (temas de banquete o simposíacos), el amor, política, consejos morales.
– El principal cultivador del género en Roma es Horacio.

CATULO (84- 54 a.C.)

Vida


Nace en Verona, en una familia muy influyente (su padre era amigo de César) y tuvo una sólida formación intelectual. Marcha a Roma y se inserta en el grupo de los “poetae novi”, grupo vanguardista de escritores de la época caracterizado por: su abandono del género épico anterior; amor por la poesía lírica y admiradores de sus modelos griegos, Safo y Alceo; su gusto por la erudición y su obsesión por la perfección formal. Fue famosa su relación con Clodia, perteneciente a una de las más famosas familias nobles de Roma. Muere muy joven.

Obra


Se conservan 116 poemas, distribuídos en tres grandes grupos:
1. 1-60: nugae, poemas breves, polimétricos.
2. 61-68: carmina docta, más largos, eruditos y cono continuas alusiones mitológicas.
3. 69-116: epigramas, invectivas dirigidas a sus enemigos.
Contenido. Dejando a un lado los carmina docta, los temas son muy variados: pasión amorosa (el objeto real de esta pasión, como hemos visto, es Clodia, aunque en los poemas aparezca con el nombre de Lesbia), ataque a sus enemigos personales, poemas dedicados a sus amigos.
Su amor por Lesbia (Clodia) es el que inspira buena parte de sus poemas más famosos: poema 51 (declaración de amor), poemas 3 y 3 (momentos de felicidad), poema 8 (infidelidades de Lesbia), poema 107 (alegría por la reconciliación), poemas 70 y 109 (nuevas desilusiones), poema 85 (lucha entre el amor y el odio) poema 5 (turbulencia de su amor), poema 11 (fin de la historia amorosa).
Carmina docta (“poemas cultos; 61-68). Son imitaciones y desarrollos de temas tratados ya por escritores griegos como Calímaco. Están llenos de datos eruditos y continuas alusiones mitológicas.
Lengua y versificación. Su versificación es flexible y variada (polimétrica, utiliza muchos tipos de versos distintos). Muchos de sus poemas poseen una sonoridad tal que nos hacen pensar que fueran cantados al son de la lira (< poesía lírica). Dependiendo de la composición, adapta su lenguaje, utilizando en muchas ocasiones estructuras y vocabulario de aparente sencillez.

HORACIO (65-8 a.C.). LOS TÓPICOS HORACIANOS


Vida


Nace en Venusia (Apulia, al sur de Italia) y es hijo de un liberto (antiguo esclavo que ha recuperado su libertad) convertido en funcionario que le dio una sólida educación, primero en su ciudad, luego en Roma y más tarde en Atenas. Allí le sorprendíó la Guerra Civil entre Octavio y los asesinos de César. Y al volver a Roma estuvo trabajando como escriba de un cuestor al tiempo que empieza a escribir poemas (Epodos y Sátiras); conoce a Virgilio que le presenta a Mecenas y quedó incluido en su círculo literario. Octavio, ya Augusto, le ofrece el cargo de secretario particular que él rechaza pues ante todo ama la libertad. Sí acepta una pequeña villa en las montañas sabinas donde vivirá largas temporadas y escribirá su obra.

Obra


Escribíó unos 7800 versos distribuidos en 162 composiciones pertenecientes a cuatro géneros: Epodos, Sátiras, Odas, Epístolas y un Canto coral.
A su primera época como escritor pertenecen los Epodos y las Sátiras o Sermones (en dos libros): son obras típicas de juventud sobre todo los Epodos: desenfadadas, agresivas, a veces crueles, a veces líricas; en ellas imita sobre todo a Arquíloco (VII a.C.).
Los Epodos son una colección de 17 poemas cortos, escritos en versos de ritmo yámbico; el primero de ellos está dedicado a Mecenas y el segundo es el famosísimo Beatus ille… (que luego recreará Fray Luis de León) que, aunque acaba con un sarcasmo (pretende ser un ataque al usurero Alfio), es un canto bellísimo a la vida sencilla y hogareña: fustiga a los nuevos ricos, a las brujas, a las mujeres lascivas… Pero también asoma su vena patriótica o amorosa o epicúrea.
Las 18 Sátiras se distribuyen en dos libros. Están escritas en hexámetros dactílicos (él las llamaba sermones, charlas) y el tono satírico pierde agresividad y se vuelve más filosófico. Los poemas se ocupan de temas más generales como la avaricia, la ambición, el descontento con la propia suerte, el adulterio, la glotonería.
A la segunda época (entre 30 y 13 a.C.) pertenecen las Odas o Carmina (en cuatro libros) y las Epístolas (en dos).

Odas o Carmina


Compone los tres primeros libros entre el 30 y el 20 y el cuarto entre el 17 y el 13. Estos 103 poemas son variadísimos por su métrica y su temática: adaptó al latín los diferentes tipos de versos y estrofas de la lírica griega arcaica. En los más cortos están sus temas carácterísticos, los Tópicos horacianos (ver infra); en otros, más largos, se lamenta de las guerras civiles y la decadencia de la virtud romana proclamando la necesidad de paz y orden muy en consonancia con la política de Augusto cuyos triunfos celebra. Dentro de las odas se pueden distinguir dos líneas: la patriótica y la no patriótica.

– Poesía patriótica

En ella se muestra como un poeta augústeo, sin reservas, auténtico al celebrar a Augusto, a Roma y al Imperio. Famoso es su Carmen saeculare que por deseo de Augusto compuso el 17 a.C. Para ser cantado en los Ludí saeculares (celebraciones religiosas que tenían lugar en Roma cada cambio de siglo) por un coro mixto de muchachos y doncellas. En él contempla la grandeza de Roma y la tranquilidad del momento presente.

– Poesía no patriótica

Temas. Ideal de vida. Renuncia a toda ambición, vive contento con poco (Áurea mediocritas) aprovechando el momento fugitivo (carpe diem). En el amor aconseja una satisfacción sencilla evitando una pasión que esclavice y aunque en los Epodos refleja los tormentos del amor, en las Odas se muestra frío, poco apasionado, incapaz de sentir una pasión profunda por una mujer y sufrir por ella.
La naturaleza que refleja en las Odas es la de la paz del campo que gozó de pequeño en la Apulia y en su finca de la Sabina, además ama la naturaleza en la que encuentra consuelo.
En los poemas de banquetes aconseja un uso moderado del vino (in medio stat virtus, nihil nimis) condenando la embriaguez y buscando el ideal de la amistad de la que hay que gozar sin reservas en festines y banquetes.
Los dioses no están tomados muy en serio: su Racionalismo y sentido crítico se lo impedían.
En la poesía de Horacio rara vez aparece el monólogo íntimo sino un tono exhortativo a una segunda persona: mujer, amigo, pueblo de Roma… Siempre con finalidad suasoria y presentando un conjunto de consejos y lecciones que reflejan acontecimientos y costumbres de la Roma de su época.
Las Epístolas son dos libros de poemas en forma de “carta” literaria dirigida a destinatarios más o menos ficticios. En el primer libro hay 20 poemas similares a las Sátiras por su extensión, temática y métrica. El segundo contiene tres epístolas más extensas en las que el autor se ocupa de temas literarios; la más famosa es la dirigida a los Pisones, bautizada por Quintiliano como Ars Poética que es su poema más largo y el último que escribíó. Influido por Platón y en especial por Aristóteles se ocupa del teatro, de la composición de la obra literaria e incluso de la conducta que debe seguir el escritor: una especie de testamento literario, sin solemnidad ni academicismo, ameno y vitalista, muy horaciano.
Lengua y versificación Las Odas son los poemas que le elevaron a la cima de la poesía lírica de todos los tiempos y por los que siempre ha sido recordado, admirado e imitado. Cantó los versos de los poetas líricos griegos en su forma itálica: Catulo lo había intentado, pero Horacio lo llevó a la perfección. La composición es cuidadísima y domina todos los recursos retóricos con elegancia e ingenio. Utiliza una lengua sencilla pero llena de matices: fingere, el verbo técnico de los escultores, es el que utilizaba Horacio para hablar de la composición de su poesía.

Los tópicos horacianos


En el terreno de la literatura se denomina “tópico” a los temas que aparecen de modo recurrente en los distintos géneros literarios a lo largo de toda la historia de la literatura. Precisamente son uno de los rasgos que caracteriza a cada género: la poesía épica tiene los suyos, como la tragedia, la comedia, la sátira o la lírica.
Muchos de los tópicos de la lírica arrancan de su formulación en la poesía de Horacio. No fue el primero que los utilizó, ya lo habían hecho los antiguos líricos griegos y también la tradición literaria latina, pero fue su expresión en la obra de Horacio la que los dio a conocer a los escritores medievales y renacentistas y después se convirtieron en lugares comunes de la poesía lírica e incluso se emplean como frases acuñadas en latín en el uso culto de las lenguas modernas. Los más importantes son:
— Beatus ille. Ensalza la vida sencilla y retirada.
— Carpe diem. Concepto que ensalza el disfrute de la vida presente: “coge el día, disfruta el momento”. Una variante es el Collige, virgo, rosas: “coge rosas, muchacha”
— Fugit (irreparabile) tempus: recuerda la fugacidad de la vida “el tiempo huye irreparablemente”, la vita brevis.
— Fugit iuventus: tópico semejante al anterior,” huye la juventud”.
— La obra perenne del poeta: Horacio como antes Píndaro y después Ovidio y otros está orgulloso de su obra.
— Áurea mediocritas. El término medio (in medio, virtus; nihil nimis).
— La alegoría de la nave. La nave amenazada por la tormenta, como alegoría de los peligros que, en ocasiones, acechan a los estados ya había sido utilizada por los griegos (Alceo, Esquilo…).