1. La Crisis del Antiguo Régimen y la Guerra de la Independencia (1808-1814)
1.1. La Crisis de la Monarquía de Carlos IV
El desprestigio de la figura del rey, la reina y el favorito Godoy marcó el inicio de una profunda crisis. La oposición a Godoy se intensificó debido a:
- La desamortización de 1798, impulsada por la grave crisis financiera.
- La derrota en la Batalla de Trafalgar (1805), que significó la pérdida de la flota hispano-francesa.
- La firma del Tratado de Fontainebleau (1807), que permitió la entrada de tropas francesas en España.
El Motín de Aranjuez (1808) provocó la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. Sin embargo, Napoleón intervino, llevando a Carlos y Fernando a Bayona, donde se produjo la abdicación de ambos en favor de José Bonaparte, hermano del emperador.
1.2. El Levantamiento contra los Franceses
El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación francesa. La brutal represión francesa, liderada por el general Murat, fue inmortalizada por Goya en sus obras. Ante el vacío de poder y la ausencia del rey, se crearon juntas en diversas ciudades para coordinar la defensa y organizar la resistencia. La insurrección se extendió rápidamente a ciudades como Zaragoza, Valencia o Girona.
1.3. El Estatuto de Bayona
Napoleón impuso una carta otorgada, el Estatuto de Bayona, que establecía reformas limitadas con el objetivo de modernizar el país bajo la órbita francesa. Entre sus principios destacaban:
- El Habeas corpus.
- La libertad de imprenta y comercio.
A pesar de estas reformas, el poder se mantenía concentrado en el rey. José I intentó gobernar con el apoyo de ilustrados españoles, quienes fueron vistos por la mayoría de la población como afrancesados.
1.4. Desarrollo de la Guerra de la Independencia
La guerra se desarrolló en varias fases:
- La Batalla de Bailén (1808) representó la primera gran derrota francesa en campo abierto, lo que obligó a José I a abandonar Madrid.
- Napoleón entró personalmente en Madrid en diciembre de 1808, restableciendo el control francés y suprimiendo la Inquisición, los señoríos y numerosos conventos.
- La llegada de tropas británicas, lideradas por el Duque de Wellington, fue crucial para la resistencia.
- El pico de la ocupación francesa (1810–1812) se caracterizó por el control casi total del territorio, salvo algunas zonas costeras y la resistencia de las guerrillas.
- Las batallas clave de Vitoria (1813) y San Marcial (1813) marcaron el declive francés.
La guerra concluyó con el Tratado de Valençay (1813), que significó el fin de la contienda y el retorno de Fernando VII al trono español.
1.5. Patriotas y Afrancesados
Durante la guerra, la sociedad española se dividió principalmente en dos bandos:
- Patriotas: Aquellos que se oponían a la invasión francesa y defendían la monarquía borbónica. Dentro de este grupo, existían dos corrientes principales:
- Absolutistas: Partidarios de la restauración del Antiguo Régimen y de Fernando VII como monarca absoluto.
- Liberales: Defensores de reformas con ideas nuevas, inspiradas en la Ilustración y la Revolución Francesa, buscando una monarquía constitucional.
- Afrancesados: Españoles que colaboraron con el gobierno de José I Bonaparte. Se les podía clasificar en:
- Comprometidos: Aquellos que creían en la modernización que podía traer el régimen napoleónico.
- Oportunistas: Buscaban mantener su estatus o privilegios bajo el nuevo gobierno.
Tras 1814, muchos afrancesados fueron perseguidos y tuvieron que exiliarse.
1.6. El Proceso Revolucionario y las Juntas
La resistencia popular se manifestó a través de las guerrillas, formas de resistencia popular con una base social campesina que hostigaban constantemente al ejército francés. Ante el vacío de poder, se organizaron juntas locales que derivaron en la creación de la Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino (1808). Esta Junta, consciente de la necesidad de legitimidad y de una nueva organización del Estado, convocó Cortes Generales con sufragio universal masculino indirecto. Así nace el proceso que culmina en las Cortes de Cádiz.
2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
2.1. Composición y Funcionamiento de las Cortes
Las Cortes se reunieron en Cádiz, la única ciudad importante no ocupada por los franceses. Su funcionamiento enfrentó dificultades debido a la guerra y la compleja representación de los territorios americanos. En su seno, se distinguieron tres posturas principales:
- Absolutistas: Partidarios del inmovilismo y la vuelta al Antiguo Régimen.
- Ilustrados moderados: Como Jovellanos, que buscaban reformas graduales sin romper con la tradición.
- Liberales: Cuya postura finalmente triunfa, defendiendo la soberanía nacional y una monarquía constitucional.
La sociedad representada en las Cortes era variada, compuesta por clero, burguesía, nobleza, militares y funcionarios. El ambiente en Cádiz era activo, caracterizado por tertulias, una prensa floreciente y la presencia de mujeres influyentes. En este contexto, aparecieron dos grupos políticos bien definidos: los liberales y los serviles (absolutistas).
2.2. La Labor Legislativa de Cádiz
Las Cortes de Cádiz llevaron a cabo una trascendental labor legislativa, sentando las bases del Estado liberal en España. Entre sus decretos fundamentales destacan:
- La proclamación de la soberanía nacional.
- La igualdad legal de todos los ciudadanos (sin distinción estamental).
- La igualdad entre españoles peninsulares y americanos.
- La abolición de la Inquisición, los señoríos jurisdiccionales y la tortura.
- La proclamación de la libertad de imprenta, comercio e industria.
- Medidas como la desamortización, una nueva división territorial y la creación de diputaciones provinciales.
2.3. La Constitución de 1812 (La Pepa)
Promulgada el 19 de marzo de 1812, la Constitución de Cádiz, conocida popularmente como La Pepa, fue la primera constitución española y un referente para el liberalismo europeo. Sus principios fundamentales fueron:
- La soberanía nacional, residiendo el poder en la nación.
- La división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).
- El reconocimiento de derechos individuales (libertad, propiedad, seguridad jurídica).
- Una monarquía moderada con derecho de veto real.
- La religión católica como única y oficial del Estado.
- El sufragio universal masculino indirecto (con requisitos de renta para ser elegido).
- La creación de la Milicia Nacional, un cuerpo de ciudadanos armados para defender el orden constitucional.
- La promoción de la libertad económica, con la supresión de gremios y la desamortización, entre otras medidas.
A pesar de su importancia, la Constitución no se aplicó plenamente debido a la guerra. Fue abolida en 1814 con el retorno de Fernando VII, pero sirvió como modelo clave para las revoluciones liberales posteriores en España y América Latina.
3. La Restauración del Absolutismo (1814–1820)
3.1. El Golpe de Estado de Fernando VII
Tras su regreso a España, Fernando VII, apoyado por los absolutistas, dio un golpe de Estado. Mediante el Decreto de Valencia (1814), anuló toda la obra legislativa gaditana, restaurando el Antiguo Régimen. Esto significó el retorno a:
- La Inquisición.
- El Consejo de Castilla.
- Los gremios, los señoríos y la Mesta.
La represión contra los liberales fue brutal, con exilio y condenas a muerte para figuras destacadas como Riego, Torrijos o Mariana Pineda. La persecución de quienes apoyaron las Cortes fue incluso más intensa que la sufrida por los afrancesados.
3.2. Gobierno y Crisis Económica
El reinado de Fernando VII se caracterizó por una profunda crisis económica. Las guerras coloniales en América provocaron la ruina hacendaria, dejando una hacienda quebrada. Los intentos de reforma fiscal, como el de Martín de Garay, fracasaron debido a la oposición de la nobleza y el clero a pagar impuestos. El Estado acumuló una enorme deuda, que ascendía a 1.500 millones de reales en 1817.
3.3. Los Pronunciamientos Militares
El exilio liberal propició la organización de conspiraciones y pronunciamientos militares, que buscaban restaurar la Constitución de 1812. El más exitoso fue el de Rafael del Riego (1820) en Las Cabezas de San Juan. La revolución triunfa: Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812, iniciando así el Trienio Liberal.
4. El Trienio Liberal (1820–1823)
4.1. La Cultura Política Liberal
Durante el Trienio, se estableció un gobierno liberal con figuras destacadas como Argüelles y Canga Argüelles. Se recuperaron las leyes de Cádiz, incluyendo:
- La libertad de prensa.
- La supresión de la Inquisición.
- La convocatoria de elecciones y la reinstauración de la Milicia Nacional.
Este periodo vio una gran expansión de la prensa y el surgimiento de sociedades patrióticas (masones, carbonarios, etc.), que actuaron como centros de debate político y difusión de ideas liberales.
4.2. División Interna del Liberalismo
El liberalismo se dividió en dos facciones principales:
- Moderados (o doceañistas): Buscaban un acuerdo con la monarquía y una reforma de la Constitución de 1812 para hacerla más conservadora. Proponían un Senado aristocrático y sufragio censitario.
- Exaltados (o veinteañistas): Defendían la Constitución de 1812 en su integridad y adoptaban posturas más radicales, incluso republicanas en algunos casos.
4.3. Gobiernos Moderados y Reformas
Los primeros gobiernos del Trienio fueron moderados. Suprimieron las sociedades patrióticas y rechazaron el sufragio universal. Impulsaron reformas clave como:
- La disolución de órdenes religiosas (1820).
- La desamortización eclesiástica.
- La abolición de gremios y mayorazgos.
4.4. El Fin del Trienio Liberal
Un intento de golpe de la Guardia Real en julio de 1822 fue derrotado, lo que llevó a los gobiernos exaltados a asumir el poder. Sin embargo, la estabilidad del régimen liberal fue efímera. Francia, a través de la Santa Alianza, envió los Cien Mil Hijos de San Luis (1823), un ejército que ocupó España. Fernando VII fue restaurado como rey absoluto el 1 de octubre de 1823, poniendo fin al Trienio Liberal.
5. La Segunda Restauración Absolutista (1823–1833): La Década Ominosa
5.1. Represión y Exilio
El regreso de Fernando VII al absolutismo fue seguido de una intensa represión. La ejecución de Riego fue un símbolo de esta época. Se produjo un exilio masivo de liberales (entre 15.000 y 20.000 personas). La represión se articuló a través de cuatro instrumentos principales:
- La policía y las comisiones militares.
- Los Voluntarios Realistas, milicias absolutistas.
- Los tribunales de justicia.
- Las Juntas de Fe, herederas de la Inquisición.
5.2. Reformas Absolutistas y Modernización
A pesar del absolutismo, algunas instituciones liberales no fueron restauradas (como la Inquisición o el Consejo de Estado). Se impulsaron algunas reformas necesarias para la modernización del Estado, especialmente bajo la dirección del ministro López Ballesteros, quien impulsó:
- La elaboración de presupuestos (1828–29).
- La creación del Banco de San Fernando (1829).
- La fundación de la Bolsa de Comercio (1831).
- La creación del Ministerio de Fomento (1832).
5.3. Crisis del Régimen y Cuestión Sucesoria
El régimen absolutista enfrentó una crisis interna. El sector ultrarrealista, más intransigente, apoyaba a Carlos María Isidro, hermano del rey, como sucesor. Esta facción protagonizó la Revuelta de los Agraviados (Cataluña, 1827). La cuestión sucesoria se agudizó con la promulgación de la Pragmática Sanción (1830), que permitía reinar a las mujeres. El nacimiento de Isabel II (1830), hija de Fernando VII, generó la oposición carlista, partidaria de Carlos María Isidro. Fernando VII muere en 1833, dejando una guerra civil latente que estallaría poco después.
6. La Independencia de las Colonias Americanas
6.1. Causas de la Emancipación
El proceso de independencia de las colonias americanas fue multifactorial:
- El reformismo borbónico del siglo XVIII, que buscaba un mayor control metropolitano y la exclusión de los criollos de los puestos de poder.
- La liberalización comercial, que beneficiaba principalmente a los peninsulares.
- La influencia de la Revolución Americana (1776) y la Revolución Francesa (1789), que difundieron ideas de libertad e independencia.
- La intervención británica, que apoyaba el libre comercio y veía en la independencia de las colonias una oportunidad para sus intereses económicos.
6.2. Proceso Emancipador
El proceso se desarrolló en dos fases principales:
- Primera fase (1808–1815): Coincide con la Guerra de la Independencia en España. Se formaron juntas en América, y se produjeron proclamaciones de independencia en ciudades como Caracas, Buenos Aires o Bogotá. Sin embargo, la rebelión fue reprimida por Fernando VII tras su regreso al trono.
- Segunda fase (1816–1824): Marcada por el liderazgo de grandes figuras militares:
- José de San Martín: Logra la independencia de Chile (1817) y Perú.
- Simón Bolívar: Obtiene victorias clave en Carabobo y Ayacucho (1824), que selló la independencia de la mayoría de las colonias.
- México: Logra su independencia con Iturbide (1821).
6.3. Balance de la Independencia
Las consecuencias de la independencia fueron profundas:
- España pierde la totalidad de su imperio colonial en América, salvo Cuba y Puerto Rico.
- El sueño de Bolívar de crear una gran federación americana fracasa, dando lugar a la fragmentación en múltiples estados.
- Los nuevos estados, aunque inspirados en principios liberales como los de Cádiz, son controlados por las élites criollas.
- A pesar de la independencia política, las nuevas naciones siguen dependientes económicamente de potencias como Reino Unido, Francia y EE. UU.