Pensamiento de Aristóteles: Metafísica, Ética y Política

El Conocimiento y la Realidad en Aristóteles

Aristóteles, filósofo griego del siglo IV a.C. y discípulo de Platón. Para él, la realidad debe hallarse en el mundo sensible, captable mediante los sentidos. Rechaza la teoría de las Ideas de Platón. Las Ideas no existen separadamente en un mundo inteligible, sino realizadas en los seres sensibles.

Metafísica: Sustancia, Materia y Forma (Hilemorfismo)

Para elaborar su pensamiento propio, él llama sustancia a aquello que existe en sí mismo y no en otro, y denomina accidentes a los atributos o modificaciones de la sustancia, lo que existe en otros. Él explica que hay muchas maneras de existir; él llamó categorías a cada una de las dimensiones del ser. La más importante es la categoría de sustancia. Todo objeto sensible está compuesto por materia, organizada y ordenada de una determinada forma. Esta doctrina se conoce con el nombre de *hilemorfismo*. Para él, la esencia consiste en aquello que hace que algo sea eso que es y no otra cosa diferente, por eso para él la esencia está en la forma.

Las Cuatro Causas

Él identificó cuatro principios diferentes, a los que denomina causas. Llama causa material a la materia, a aquello de lo que está hecho un individuo. La causa formal es la forma, la estructura y lo que hace ser a un individuo lo que es. La causa eficiente es el agente, que es aquello que ha creado al individuo en cuestión. Por último, la causa final equivale al propósito o finalidad que pretende alcanzar.

El Cambio: Potencia y Acto

Él consideraba que el cambio no era solo una apariencia, sino que era algo muy real. Él establece una distinción entre el ser en potencia, que es cuando no ha alcanzado su pleno desarrollo, y el ser en acto, que es cuando sí ha alcanzado lo que puede llegar a ser.

El cambio se produce cuando lo que estaba en potencia pasa a estar en acto. Distingue dos formas de cambio: el cambio sustancial y el cambio accidental. El cambio se produce solo si hay un ser en acto ya existente.

Cosmología Aristotélica

El modelo cosmológico de Aristóteles considera que el universo es geocéntrico y heterogéneo, porque distingue entre un mundo sublunar, el espacio imperfecto y cambiante, y otro supralunar, al que pertenece lo perfecto, inmutable, eterno en el tiempo y limitado en el espacio. El universo se mueve impulsado por un primer motor que es divino, que mueve todo sin moverse él mismo.

La Teoría del Conocimiento

Pensaba que la base del conocimiento estaba en la información proporcionada por los sentidos. Hay dos tipos de conocimiento: el conocimiento particular, que es el que se refiere a un individuo concreto, y el más importante, el conocimiento universal, que es el conocimiento de lo general. Al conocimiento general se llega mediante la imaginación, la memoria y el entendimiento. El conocimiento sobre la realidad parte de lo que percibimos con los sentidos.

El Ser Humano Según Aristóteles

Para él, el ser humano es el *animal con logos*, puesto que es lo que nos diferencia del resto de seres vivos. El dominio de la palabra nos hace ser seres morales, porque gracias a ella podemos apreciar lo bueno y lo justo. Y eso es precisamente lo que hace posible nuestra convivencia, de manera que la capacidad racional y lingüística está asociada a nuestra sociabilidad natural.

Cuerpo y Alma: Unión Sustancial

Como toda sustancia, el ser humano está constituido por materia y forma. La materia de la que estamos hechos es el cuerpo, mientras que la forma es el alma. El ser humano no está compuesto por dos realidades distintas, sino que es una única sustancia, porque el cuerpo y el alma están unidos inseparablemente entre sí. El cuerpo y el alma forman una unión sustancial inseparable, porque el cuerpo es de lo que estamos hechos y el alma la configuración que adopta esta materia. Él pensaba que la materia está asociada a la potencia, mientras que la forma está ligada al acto. La forma de un individuo es el modo en que su materia está organizada para hacer de él eso que es.

Las Funciones del Alma

Aristóteles distinguió tres funciones diferentes del alma para los diferentes seres vivos:

  • La función vegetativa, que permite a todos los seres vivos nutrirse, crecer y reproducirse.
  • La función sensitiva, que hace posible que algunos seres vivos puedan percibir lo que les rodea e interactuar con ello.
  • La función racional, exclusiva del ser humano, que nos permite hablar y razonar.

Todos los seres vivos tienen alma, pero no todas desempeñan las mismas funciones. Si el alma está asociada al funcionamiento de un ser vivo, cuando este ser vivo muere, el alma no puede seguir existiendo. El alma es un principio vital, lo que supone que desaparece con la muerte. El ser humano es teleológico y aspira a la felicidad, pero solo la puede encontrar en la *polis*, porque es donde puede comunicarse con otros seres humanos y donde puede llevar a cabo la función social.

Ética Aristotélica: La Búsqueda de la Felicidad

Según él, todos los seres humanos aspiramos a ser felices, por eso decimos que la ética aristotélica es eudemonista (*feliz*). La felicidad para él no es un estado transitorio de satisfacción, sino que se corresponde con una completa forma de vida. La felicidad suprema sería el desarrollo de lo más noble que hay en nosotros, que es la razón. La felicidad se alcanza cuando sabemos elegir nuestro comportamiento de manera adecuada mediante la práctica de la virtud (*areté*), que es la forma de portarse bien, eligiendo siempre de manera apropiada mediante el uso de la razón.

Tipos de Virtudes: Éticas y Dianoéticas

Hay dos tipos de virtudes: las virtudes éticas y las virtudes dianoéticas. Las virtudes éticas se refieren al mejor modo posible de comportarse en relación con los demás. Esta virtud es un hábito que adquirimos cuando nos acostumbramos a actuar de manera correcta en convivencia con otras personas. Es un hábito selectivo porque cada uno realiza las acciones que quiere. Si repetimos mucho una acción, esta va a acabar por modelar nuestro carácter y va a determinar el tipo de persona que queremos ser. Él defendía que si queremos alcanzar la felicidad debemos elegir hábitos moderados, en un punto medio, evitando las posturas extremas.

La Justicia como Virtud Ética Principal

Hay muchas virtudes éticas, pero la más importante es la justicia. Aristóteles define la justicia como la virtud que consiste en “dar a cada uno lo que le corresponde”. Hay dos formas de justicia:

  • La justicia conmutativa, que exige que haya una equivalencia entre lo que damos y lo que recibimos.
  • La justicia distributiva, que aparece cuando se tienen que repartir cargas o beneficios. En la justicia distributiva, lo justo es que aporte más quien más tiene y que reciba más quien más se lo merece.

La Prudencia como Virtud Dianoética Clave

Las virtudes dianoéticas están asociadas a la razón teórica. Entre las virtudes dianoéticas destacan: la sabiduría, la intuición intelectual, la ciencia y el arte, que nos ayudan a conocer la realidad e intervenir en ella. La más importante es la prudencia. La prudencia nos ayuda a determinar cuál es el mejor modo de comportamiento en la práctica. Es una virtud intelectual, no práctica, porque tiene que ver con el modo en que empleamos la razón. Una persona prudente sabrá cuál es el punto medio en cada ocasión.

Política Aristotélica: La Vida en la Polis

Creía que el ser humano es social por naturaleza. Vivir con las demás personas forma parte de nuestra condición humana, porque los seres humanos no somos autosuficientes, sino que necesitamos integrarnos en una sociedad para sobrevivir. La sociedad no es algo artificial. Aristóteles sostiene que el ser humano debe vivir en la *polis* para ser feliz porque es un animal social cuya naturaleza se realiza plenamente en comunidad. La *polis* permite desarrollar virtudes, amistades y colaborar en la búsqueda del bien común, esenciales para alcanzar la felicidad.

Formas de Gobierno Justas e Injustas

Llegó a la conclusión de que había sistemas de gobiernos justos y otros injustos. Dentro de los justos se pueden distinguir tres, dependiendo del número de personas que controlen el poder:

  • La monarquía es un régimen justo en el que el poder supremo es ejercido por una sola persona.
  • La aristocracia, también justa, donde el poder está controlado por un grupo de personas.
  • La democracia, que busca el bien común y el poder está en manos del pueblo.

Dentro de los regímenes injustos, se clasifican del mismo modo:

  • La tiranía, que no busca el bien común, ya que solo aspira a beneficiar al tirano que ejerce el poder.
  • Cuando el gobierno está en manos de varias personas, es la oligarquía.
  • Finalmente, la demagogia es un gobierno injusto, en el que la mayoría ejerce el poder para beneficiarse a sí misma.

La Politeia: El Gobierno Ideal

Aristóteles argumenta que no hay ninguna forma de gobierno absoluta, porque dependen de las circunstancias particulares de cada territorio, pero si tuviese que elegir, sería una que tuviese tamaño medio. Si es muy grande, los ciudadanos no se conocen entre sí, y si es muy pequeño, no se va a bastar por sí mismo. Lo más recomendable sería un gobierno que evitase los excesos, por lo que lo mejor sería que estuviese controlado por la clase media, que es más justa y equilibrada. Esta forma de sociedad la llamaba *Politeia*.

Justificación de la Esclavitud y el Dominio del Hombre

Aristóteles afirmaba que algunos seres humanos están destinados por naturaleza a mandar, mientras que otros deben obedecer. Esta teoría le sirvió para justificar el esclavismo y el dominio del hombre sobre la mujer como hechos basados en la naturaleza humana.

Aristóteles afirmaba que algunos seres humanos están destinados por naturaleza a mandar, mientras que otros deben obedecer. Esta teoría le sirvió para justificar el esclavismo y el dominio del hombre sobre la mujer como hechos basados en la naturaleza humana. Choca que alguien tan lúcido y perspicaz como Aristóteles haya defendido la esclavitud o el machismo de una forma tan clara y abierta. Estaba influido por las opiniones de la gente de su tiempo.