Reinado de Alfonso XII y Regencia de María Cris: Restauración y oposición al sistema

Reinado Alfonso XII, sistema canovista constitución de 1876:

En 1874 el general Pavia dio un golpe de estado contra el gobierno de la I Rep. Debido a la crisis y la inestabilidad política, el nuevo régimen militar, presidido por el general Serrano, no se consolidó. De forma simultánea, Cánovas del Castillo conseguía la adhesión de las élites, la clase media y el ejército hacia su propuesta de restauración de la monarquía borbónica en el hijo de Isa II, el futuro Alfonso XII. En 1874 el futuro Alfonso XII firmaba el Manifiesto de Sandhurst en el que defendía el régimen político que se pretendía restaurar, quería una monarquía liberal que incorporara los derechos individuales básicos, una centralización y una España tradicional. En el Manifiesto de Sandhurst, Cánovas proponía la restauración borbónica de manera pacífica, sin intervención militar. Pero el general Martínez Campos se pronunció en Sagasta el 29-12-1874 y proclamó al príncipe Alfonso de Borbón rey de España. El gobierno de Serrano no opuso resistencia. Las medidas iniciales de Cánovas denotaban el carácter conservador del nuevo régimen, aplicación del Concordato, así como la supresión de la libertad de expresión. El objetivo de Cánovas era conseguir la estabilidad política. Para ello propuso:
  • La pacificación de España con el fin de la 3a Guerra Carlista.
  • El fin de la guerra colonial en Cuba poniendo fin a la esclavitud.
  • La integración política mediante la incorporación de liberales y demócratas del Sexenio a través del Partido Liberal-Fusionista.
  • El alejamiento del ejército de la vida pública, limitando su actuación a las funciones profesionales de defensa e integridad territorial.
  • La elaboración de un nuevo ordenamiento jurídico-político, la Constitución de 1876.
El creador del régimen de la Restauración fue Cánovas del Castillo, político conservador admirador del modelo inglés de alternancia pacífica entre grandes partidos. Después de promulgar la Constitución de 1876, Cánovas ideó el turno de partidos como vía pacífica para acceder al poder, haciendo innecesario el pronunciamiento militar. Los dos grandes partidos:
  • Partido Conservador de Cánovas que contaba con el apoyo de clases altas.
  • Partido Liberal: Sagasta que contaba con el apoyo de clase media.
El instrumento para hacer efectivo el turno de partidos fue el falseamiento del proceso electoral, basado en el reparto previo de las circunscripciones y el fraude electoral y el caciquismo. La Restauración era un sistema político oligárquico en el que los resultados electorales no obedecían a la voluntad popular sino a los intereses de los políticos del momento, a Cánovas y a Sagasta.

Constitución de 1876:

El modelo político de Cánovas se decretó en la Constitución de 1876. Era una constitución de carácter integrador, sin propuestas excluyentes para alguna parte de la sociedad. Ello explica que la Constitución haya sido la más duradera de la historia de España. De la Constitución destaca, la declaración de derechos individuales, reforzamiento del poder del monarca a través de la soberanía compartida rey-cortes, bicameralismo y centralismo. Los aspectos más conflictivos, como la ley electoral, de asociación o de imprenta, no se incluyeron en la constitución sino que se desarrollaron en las leyes orgánicas.


Regencia de María Cris: la oposición al sistema, regenalismo y nacionalismo:

En 1885 el sistema constitucional experimentaba una situación difícil ya que, el rey Alfonso XII enfermo cuando el sistema canovista aún no estaba consolidado haciendo temer por su continuidad. Carlistas y republicanos vieron en la posible muerte del monarca una nueva oportunidad para impulsar sus reclamaciones. Cánovas del Castillo y Sagasta reaccionaron llegando a acuerdos en el Pacto del Pardo, ambos se comprometían a respetar el turno de partidos y a conservar las medidas legislativas aprobadas por los respectivos gobiernos, como garantía de estabilidad política. Tras la muerte de Alfonso, Cánovas dimitió y la regente María Cris nombró presidente a Mateo Sagasta. La continuidad del régimen quedaba asegurada con el turnismo. Durante los 5 años de gobierno de Sagasta, los liberales llevaron a cabo una importante labor reformista. La vuelta de los conservadores al poder en 1890 supuso el retorno a una política económica proteccionista que satisfizo los intereses de los industriales catalanes y vascos. Sagasta y los liberales volvieron a gobernar. Lo más destacado de su mandato fue el proyecto de reforma de la administración de Cuba, que fracasó por la oposición de la oligarquía criolla, dando lugar a la guerra de Cuba. Vuelve a gobernar Cánovas pero fue asesinado. Esto adelantó el turno y fue Sagasta quien tuvo que afrontar el desastre del 98. En 1902 Alfonso XI fue proclamado rey de España, dando fin a la regencia. El sistema canovista estableció un régimen oligárquico en el cual los resultados electorales no obedecían a la voluntad popular y sí a los intereses políticos del momento. Las elecciones se decidían de antemano mediante un sistema de fraude electoral generalizado a través de gobernadores y caciques.

La oposición al sistema:

El régimen de la Restauración, basado en la alternancia de dos partidos, marginó a amplios sectores políticos y sociales. Aunque las fuerzas de oposición al régimen eran numerosas, nunca fueron una alternativa sólida al encontrarse divididas y enfrentadas. Estos partidos eran:
  • Carlismo se convirtió en un partido marginal salvo en Navarra y País Vasco.
  • Republicanos: mantuvo una influencia social entre ilustrados de clase media y obreros.
  • Movimiento obrero: dos tendencias, marxismo y anarquismo.

Regionalismo y nacionalismo:

Los movimientos periféricos, sobre todo en Cataluña y País Vasco, surgieron como respuesta al proceso de centralización política y de uniformidad cultural impulsado por la Restauración. Entre sus reivindicaciones políticas destacaban la petición de autonomía del nacionalismo catalán y de independencia del nacionalismo vasco. En un principio, los nacionalismos periféricos se apoyaron en las clases medias y populares. Posteriormente las burguesías dirigentes periféricas lo utilizaron como instrumento político para obtener ventajas económicas.
  • El catalanismo fue un movimiento autonomista y democrático. Su programa electoral proponía una Cataluña liberal y moderada con parlamento propio y el catalán como lengua.
  • El nacionalismo vasco: su ideólogo fue Sabino Arana. Surgió en defensa de la etnia vasca. El PNV, era ideología antiliberal, de base racista y ultracatólica, proponía una Euskadi independiente, católica y tradicional.
Los regionalismos andaluces, gallego y valenciano fueron muy débiles.