Resumen de la historia de España desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna

FACTORES DEL PROCESO DE ROMANIZACIÓN

La conquista romana

La romanización fue el proceso por el que los pueblos mediterráneos, bajo control romano, asumieron las formas de vida y la cultura de sus conquistadores, adoptando su idioma, costumbres, formas religiosas, organización política, leyes y formas económicas. Roma logró conquistar la Península Ibérica entre los años (218 a.C. y 19 a.C.).

1º Todas las costas mediterráneas fueron conquistadas por los legionarios de Publio Cornelio Escipión y pasaron a ser administradas por Roma. Los pueblos sometidos fueron obligados a pagar impuestos y a mantener el ejército. Los principales centros mineros fueron explotados por los romanos donde trabajaban esclavos. Hispania fue dividida en el año 197 a.C. en dos provincias: Ulterior (con capital en Corduba) y Citerior (con capital en Tarraco).

2º Los romanos conquistaron la Meseta. La guerra contra los lusitanos (155-136 a.C.) pretendía terminar con las incursiones de pillaje que realizaban los lusitanos sobre las tierras ricas romanas. Un ejército romano al mando de Galba masacró a los lusitanos reunidos por una falsa promesa de reparto de tierras: El caudillo luso Viriato logró huir de la matanza pero fue asesinado en el 119 a.C. La guerra contra los celtíberos (153-133 a.C.) enfrentó a Roma contra diferentes pueblos del Valle del Duero. Numancia, capital de los arévacos, fue el núcleo más importante de la resistencia pero se rindió finalmente a Roma en el año 133 a.C. También se produjo la anexión de la Baleares (123 a.C.).

3º Entre el 29 y el 19 a.C. los romanos sometieron a los pueblos cántabros y astures. Los motivos de estas guerras fueron la represión del bandolerismo en el norte y el interés por Roma de los recursos mineros. Estas campañas militares exigieron un gran esfuerzo a los romanos y el mismo emperador Octavio Augusto llegó a dirigir personalmente las operaciones bélicas en el año 25 a.C. Para reforzar el dominio de la zona cantábrica se construyeron campamentos en Astúrica Augusta (Astorga) y Legio II (León).

La romanización y la pervivencia del legado romano

La romanización de Hispania fue un proceso complejo que afectó de manera desigual a las diferentes regiones de la Península. La romanización fue menor en las regiones del interior, donde los pueblos lusitanos y celtíberos opusieron una mayor resistencia a los romanos. Los pueblos que habitaban en la franja cantábrica permanecieron escasamente romanizados. Se puede dividir en 7 partes:

1º Cultural: adquisición de la lengua latina en Hispania y aparición de su escritura, haciendo desaparecer la cultura ibérica.

2º Derecho: nuestro actual derecho civil también procede en gran parte del derecho romano. El concepto jurídico de ciudadano como sujeto de derechos fue establecido por Roma. Los grupos sociales se diferenciaban en función de la libertad y del derecho de ciudadanía, se podía ser ciudadano romano, ciudadano latino, peregrino, esclavo o liberto.

-Los ciudadanos romanos gozaban de una posición privilegiada, tenían plenitud de derechos individuales y podían acceder a todos los cargos públicos y políticos.

-Los ciudadanos latinos únicamente poseían derechos civiles y unos limitados derechos políticos (solo cargos provinciales y municipales). El emperador Vespasiano, en el año 70, concedió a los hispanos los derechos civiles y unos políticos limitados.

-Los peregrinos eran hombres libres no ciudadanos, sin derechos políticos pero con derechos civiles, y el servicio en las tropas auxiliares o fronterizas fue su principal medio de promoción social para ellos.

-Los esclavos eran una mercancía y constituían la fuerza del trabajo básica. Los libertos eran esclavos que adquirían la categoría de peregrinos mediante la manumisión y tenían ciertas obligaciones hacia su antiguo dueño, pero podían enriquecerse

3º Política: Impusieron un tipo de política a cada provincia que en el año 15 a.C. Octavio Augusto dividió la provincia Ulterior en dos de forma que surgieron tres provincias hispanas: Tarraconensis (capital de Tarraco), la Ulterior Baética (capital en Corduba) y la Ulterior Lusitania (capital en Emérita Augusta). La Baética era la más romanizada y fue considerada provincia senatorial, su administración se encomendó al gobierno y el senado. Lusitania y Terraconensis fueron provincias imperiales, estaban sometidas directamente al emperador. En el 297 d.C. el emperador Diocleciano dividió Hispania en 5 provincias: Terraconensis, Baética, Lusitania, Carthaginensis y Gallaecia.

4º Formas de ocio: Las ciudades fueron focos de la romanización. Las ciudades de nueva creación se ajustaban al modelo urbanístico romano y tenían planta ortogonal. El foro era el centro puesto que allí se encontraban los principales edificios públicos. Las termas y los edificios de ocio (teatro y anfiteatro) solían estar construidos a las afueras.

5º Obras públicas: Las ciudades estaban comunicadas por una excelente red de calzadas pavimentadas. Los puentes, acueductos y viaductos eran grandes obras de ingeniería. En Hispania, la vía Augusta partía de Gades (Cádiz)hasta alcanzar Cartago Nova y recorría la costa hasta llegar a Roma, mientras que la vía Lata unía Emerita Augusta (Mérida) con Astúrica Augusta (Astorga) en dirección norte-sur.

6º Religión: La religión es muy parecida a la griega, cambiando los nombres. La población fue asimilando la religión e Hispania se convirtió en una religión abierta.

7º Explotación económica: Los romanos explotaron económicamente la Península, aprovechando la minería, agricultura y ganadería



AL-ÁNDALUS: EVOLUCIÓN POLÍTICA

LA EVOLUCIÓN POLÍTICA (711-1031)

La invasión y la conquista

Los musulmanes, dirigidos por Tariq, derrotaron en la batalla de Guadalete (711) al último rey visigodo, don Rodrigo. Los musulmanes conquistaron la mayor parte de las tierras hispánicas sin apenas resistencia. Algunos datos indican que nobiliarios visigodos decidieron pactar con los invasores, como fue el caso de Teodomiro, que vivía en la región murciana. La conquista se realizó mediante capitulaciones y rendición acordadas entre los señores godos y los conquistadores musulmanes.

El emirato de Córdoba (711-756)

En la Hispania visigoda surgió una nueva provincia del mundo islámico, al-Ándalus. Se colocó a un emir o gobernador, como delegado del califa musulmán (de la familia de los Omeyas), cuya sede se hallaba en Damasco. Los musulmanes realizaron algunas incursiones por el norte de la Península, pero fueron derrotados en Covadonga (722). Penetraron en suelo franco, pero sufrieron un duro golpe en Poitiers (732). A mediados del siglo VIII se produjo un cambio. Los Omeyas fueron víctimas de la revolución abasí, pero un miembro de la familia derrocada, Abd-al-Rahman I, logró escapar, refugiándose en al-Ándalus, donde se proclamo emir. Se inicia en al-Ándalus el emirato independiente (756-929), ya que rompió el contacto con los califas abasíes, que establecieron su sede en Bagdad. La sublevación más peligrosa fue que Omar ibn Hafsun, perteneciente a una antigua familia noble visigoda, había aceptado la religión musulmana. Estas tensiones posibilitaron que los cristianos ocuparan la cuenca del río Duero.

El califato de Córdoba (929-1031)

Un importante paso en al-Ándalus se dio en el año 929, cuando Abd-al-Rahman III se proclamó califa, rompiendo, así, su dependencia de Bagdad. Abd-al-Rahman alcanzó importantes éxitos:

-Consiguió pacificar al-Ándalus, logró acabar con las luchas internas, entre ellas la peligrosa revuelta de Omar ibn Hafsun y sus hijos.

-Frenó el avance de los cristianos del norte, victoria en Valdejunquera (920).

-Se enfrentó a los fatimíes. Conquistó Melilla, Ceuta y Tánger para contener la expansión de los fatimíes.

-Mantuvo relaciones amistosas con el emperador de Bizancio.

El califa ordenó construir al oeste de la capital la ciudad-palacio de Medinat al-Zahra, convertida en residencia califal.

 La crisis del califato de Córdoba

Le sucedió su hijo al-Hakam II, que protagonizó una época de paz con los cristianos.

Almanzor se hizo con el poder en al-Ándalus; desempeñaba el cargo de hachib, una especie de primer ministro. Mientras tanto Hisham II, vivía en el palacio de Medinat al-Zahra sin ejercer en lo más mínimo el poder político. Organizó terroríficas campañas contra los cristianos del norte peninsular. La muerte de Almanzor en las proximidades de Medinaceli, abrió en al-Ándalus una larga etapa de auténtica guerra civil. El califato de Córdoba terminó por desaparecer.

EL DECLIVE POLÍTICO (1031-1492) 

Los reinos de taifas y las invasiones norteafricanas (1031-1085)

Al-Ándalus se fragmentó en taifas dirigidas por oligarquías militares de andalusíes, eslavos o beréberes. Las frecuentes disputas entre ellos provocaron un mayor debilitamiento, y los reyes cristianos del norte comenzaron entonces a imponer tributos periódicos (parias). En 1085, caída de Toledo por el rey de Castilla Alfonso VI. En 1086, los almorávides unificaron el poder político en al-Ándalus y lograron contener el avance de los cristianos hacia el sur. Sus éxitos militares más importantes fueron las batallas de Sagrajas y Uclés. El imperio almorávide, basado en el integrismo, creó un malestar entre mozárabes y judíos. A mediados del siglo XII, su poder decayó con la aparición de los segundos reinos de taifas, una serie de estados débiles y efímeros. Se fueron introduciendo en la Península los almohades, que hicieron frente a los cristianos, logrando algunas victorias notables, como la obtenida en Alarcos (1195). Pero, sufrió una aplastante derrota ante los cristianos en las Navas de Tolosa (1212) hundiendo el imperio almohade, dando lugar a un nuevo establecimiento de nuevos reinos de taifas.

 El reino nazarí de Granada (XIII-XV)

La única taifa que logró sobrevivir fue la de Granada. El reino nazarí tomó ese nombre de la dinastía creada por Yusuf ibn Nasr. Granada pudo subsistir, entre otros factores, por la crisis que afectó a la corona de Castilla, y porque le socorrieron en ocasiones los benimerines norteafricanos.

LA SOCIEDAD EN AL-ÁNDALUS 

Una población heterogénea

La población visigoda era cristiana, pero con el paso del tiempo la mayoría terminó aceptando la religión islámica, quizá por las ventajas fiscales que ello suponía.

 Organización política

Abd-al-Rahman III decidió adoptar el título de califa, este cargo representó la máxima autoridad. El califa ejercía un poder absoluto en el terreno político, pero también de la comunidad de los creyentes islámicos. Por debajo del califa se hallaba el hachib, que era una especie de primer ministro, y los visires, a los que podemos considerar como ministros secundarios. El sistema de recaudación se nutría de limosna que aportaban los musulmanes y de los tributos que se cobraba a los mozárabes y judíos. La justicia corría a cargo de los cadíes, personas que debían conocer el Corán. El ejército de tierra estaba integrado por combatientes a caballo. Su jefe máximo era el califa, a cuyas órdenes se situaba un mando inferior, el caíd. En cuanto a la organización territorial, se dividía en una serie de coras, cada una de ellas tenía a su frente a un Malí o gobernador. 



LOS REINOS CRISTIANOS: ORIGEN Y EVOLUCIÓN TERRITORIAL

Donde los cristianos no salieron derrotados, se consideró una gran victoria.

Los primeros núcleos cristianos de resistencia

Una insignificante escaramuza contra los cristianos en Covadonga (722), en la que, don Pelayo, fue proclamado rey de aquella zona. Su yerno, Alfonso I, logró dominar la región entre el País Vasco hasta Galicia, y desde allí la cuenca del Duero.

El nacimiento de los reinos de Navarra, León y Castilla

Iñigo Arista (820-852), un rico hacendado que aceptó la influencia carolingia para evitar el dominio musulmán, y se declaró rey de Pamplona. Cataluña era parte del Imperio Carolingio y tenía su capital en Barcelona. Bajo la misma influencia carolingia surgieron otros condados independientes en el Pirineo. El reino astur llegó hasta el Duero y Alfonso III estableció su capital en León. Aprovechando esa debilidad del reino de León, Castilla se hizo independiente con el conde Fernán González.

La Reconquista

Hasta el siglo XI, los cristianos se esforzaron por resistir ante la superioridad militar, cultural y económica de los musulmanes. La Reconquista terminó debilitando a los reyes cristianos y musulmanes. Sancho III, rey de Navarra y conde de Aragón, se proclamó conde de Castilla. Sancho III siguió la tradición de Navarra y dividió sus reinos al morir. Alfonso VI conquistó Toledo en 1085 y fue nombrado Rey de España. Los almorávides derrotaron a Alfonso VI en Sagrajas (1086). En el siglo XII tuvieron lugar nuevos cambios territoriales. Aragón se unió a Cataluña a través del matrimonio de doña Petronila de Aragón con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV. Alfonso VII se proclamó emperador de España, reconociendo la independencia de Portugal. Para luchar contra los musulmanes se crearon las órdenes militares españolas. Durante el siglo XIII  se consumó el hundimiento musulmán a partir de las Navas de Tolosa (1212), donde ayudaron todos los reyes cristianos (salvo Alfonso IX de León). En poco tiempo Fernando III de Castilla con León, reconquistó las grandes ciudades (Córdoba, Sevilla) y otro tanto hizo Jaime I el conquistador al anexionarse Valencia, Mallorca y Murcia. Únicamente sobrevivió el reino nazarí de Granada. Navarra fijó sus intereses en Francia. La reina navarra Juana I se casó con el rey francés Enrique I y ambas coronas permanecieron unidas.

La Baja Edad Media

Durante el siglo XIV, Navarra se separó de Francia con la reina Juana II. Fue una etapa de regresión demográfica y crisis, a causa de las malas cosechas y la peste negra. En el siglo XV Fernando de Antequera conquistó el sur de Italia. Fernando II de Aragón contrajo matrimonio con Isabel de Castilla.

POLÍTICA MATRIMONIAL DE LOS REYES CATÓLICOS:

-Juan con Margarita (Austria) = Flandes

-Juana con Felipe el “Hermoso” (Borgoña) = Franco Condado

-Isabel y Maria con Manuel (Portugal) = Unificación de la Península

-atalina con Arturo Enrique (Inglaterra) = Alianza con Inglaterra

Objetivos: 1º Todos estos territorios eran para rodear Francia contra una posible guerra. 2º Mediterráneo y expansión atlántica (1492): descubrimiento de América (choque entre España y Francia).



LOS REYES CATÓLICOS: CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO MODERNO

LA UNIÓN DINÁSTICA: LA INTEGRACIÓN DE LAS CORONAS DE CASTILLA Y ARAGÓN

Los partidarios del rey Enrique IV y de su hija Juana la Beltraneja se enfrentaron a los nobles que respaldaban los derechos al trono de Alfonso, un hermanastro del propio rey. Tras la muerte de Alfonso en 1468, Isabel (otra hermanastra de Enrique IV) también se negó a reconocer a Juana la Beltraneja como heredera, y consiguió que Enrique IV la proclamara como legítima sucesora a la corona (Pacto de los Toros de Guisando). Se casó en 1469 con su primo Fernando y tras el fallecimiento de Enrique IV, fue proclamada reina de Castilla como Isabel I.

LA POLÍTICA INTERIOR DE LOS REYES CATÓLICOS

El estado como unidad jurídica nunca existió, era un conjunto de territorios cuyo vínculo jurídico era el monarca. Los Reyes Católicos reforzaron la autoridad real disminuyendo el poder político de los estamentos privilegiados. Impusieron en los consejos la figura del corregidor que se encargó de supervisar los acuerdos. También se redujo el poder político de la Iglesia ya que la Corona asumió, el patronato regio, que les permitió nombrar a la jerarquía eclesiástica en Granada y América. Los Reyes Católicos propusieron al Papa el nombramiento de personas de probada vocación religiosa. El Papa Alejandro VI era un Borgía, una familia de Valencia. Los dos principales grupos de población no cristiana en la Península eran los mudéjares y los judíos. Los mudéjares estaban legalmente protegidos aunque fueron presionados para forzar su conversión al cristianismo. Los judíos fueron obligados a elegir entre su conversión al cristianismo o su expulsión. Casi la mitad optaron por la conversión y los que fueron expulsados, marcharon, en 1492, a Portugal, Marruecos, Italia y Turquía. Los nuevos conversos al cristianismo fueron sospechosos de seguir practicando su religión en secreto, aunque era una conducta severamente castigada por la Inquisición.

LA CONQUISTA DE GRANADA

Los reyes Isabel y Fernando consideraban la conquista del reino de Granada como oportunidad para consolidar la unión dinástica y completar la unidad religiosa. Además temían que pudieran aliarse con los turcos que amenazaban las costas en el Mediterráneo. La conquista fue celebrada en toda Europa y el Papa Alejandro VI concedió a Isabel y Fernando el título de Reyes Católicos.

LA OCUPACIÓN DE LAS ISLAS CANARIAS

La ocupación de las islas fue utilizada como empresa privada por los franceses y más tarde será castellanizada para su transporte de especias. Los guanches (población autóctona) fueron eliminados repoblando las islas.

LA APROXIMACIÓN A PORTUGAL

La reina Isabel que era hija de una portuguesa, procuró que las relaciones con su familia del vecino reino siempre fueran buenas: una muestra de ello fue la firma  del Tratado de Alcasovas (1479) que otorgaba a Portugal el monopolio sobre las tierras africanas por el extremo meridional. Los Reyes Católicos consiguieron que el Papa Alejandro VI sustituyera la línea horizontal por otra vertical 270 leguas más al oeste y permitió a Portugal desembarcar en Brasil.

LA INCORPORACIÓN DE NAVARRA

En Navarra, el rey Católico temía que Navarra pudiera estrechar lazos con Francia, país que ya  ocupaba indebidamente los territorios catalanes del Rosellón y la Cerdaña. Tropas aragonesas de Frenando invadieron, sin resistencia, la Navarra cispirenaica con apoyo de los beamonteses. Como territorio conquistado, el rey Fernando podía disponer libremente de Navarra, pero pensó que era mejor unirlo con Castilla. Navarra pasó a formar parte de la Corona de Castilla pero conservó sus propias leyes.

LA POLÍTICA INTERNACIONAL DE LOS REYES CATÓLICOS

La política italiana

Fernando el Católico era también rey de Sicilia y Cerdeña. Las tropas españolas, al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba se impusieron a los franceses en la batalla de Seminara (1503). Fernando el Católico se hizo con el dominio completo de todo Nápoles, pero fue reconocido por Francia en el tratado de Blois (1505).

La política africana

El control de las costas norteafricanas era vital para impedir cualquier intento de desembarco musulmán en las costas mediterráneas de la Península. En el tratado de Tordesillas (1494) se resolvieron los problemas con Portugal: Castilla renunció al África atlántica (salvo Santa Cruz de Mar Pequeña) y Portugal hizo dejación de sus supuestos derechos sobre África mediterránea (salvo Ceuta). Los Reyes Católicos conquistaron Melilla en 1497.

LAS REGENCIAS

La muerte de Isabel y la primera regencia del rey Fernando el Católico en Castilla (1504-1505)

Isabel dispuso en su testamento que si doña Juana (hija de los Reyes Católicos) no pudiese reinar, fuese el rey don Fernando quien administrase el reino de Castilla hasta que el hijo mayor de doña Juana, don Carlos, alcanzase la mayoría de edad (20 años). Isabel falleció en 1504.

El reinado de Felipe I el Hermoso (1505-1506)

Felipe, el esposo de doña Juana, contaba con el apoyo de su padre, Maximiliano de Austria, llegó a Castilla y exigió la corona. Fernando cedió y prefirió trasladarse a Nápoles. El rey Fernando tomó la decisión de casarse con Germana de Foix, sobrina de Luís XII. Felipe gobernó Castilla provocando el descontento de la nobleza que fue postergada a favor de los nobles flamencos. Felipe el Hermoso murió inesperadamente y, al ser sus hijos menores de edad, el cardenal Cisneros solicitó el retorno del rey Fernando. Durante esta segunda etapa de regencia, Fernando se dedicó a los asuntos de política exterior y dejó el gobierno de Castilla.

La muerte de Fernando el Católico: regencias del cardenal Cisneros y Alfonso de Aragón (1516-1517)

Juana la loca estaba recluida en Tordesillas, don Carlos tenía 16 años de edad y ya era el heredero de Borgoña y Austria. Hasta que el rey alcanzase la mayoría de edad, Fernando nombró regentes al cardenal Cisneros y Alfonso de Aragón. Carlos quiso ser proclamado rey antes de los 20 años. Finalmente, las Cortes aceptaron que fuese proclamado monarca conjuntamente con su madre.



CARLOS V: POLÍTICA INTERIOR Y POLÍTICA EXTERIOR

El joven Carlos se convirtió en el rey Carlos I de España en 1516. Pasó a heredar por parte de los abuelos paternos, de María de Borgoña Flandes, Luxemburgo y el Franco Condado; y de su abuelo Maximiliano de Austria el derecho a ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, que solo tenían en común el monarca y la religión. Y por parte de sus abuelos maternos heredó Nápoles, Sicilia y Cerdeña, de Fernando el Católico y de Isabel la Católica los territorios americanos.

LOS PROBLEMAS INTERNOS DURANTE EL REINADO DE CARLOS I

La elección imperial

El nuevo rey, que tenía solamente 17 años, no sabía hablar castellano, desembarcó en Asturias en 1517 y en febrero de 1518 se reunió con las Cortes para jurar al nuevo rey. Los flamencos intentaron participar en las Cortes pero fueron expulsados y se exigió al rey que nombrase a españoles para desempeñar el nuevo cargo. Pero el rey hizo todo lo contrario nombrando a Guillermo de Croy su principal consejero y arzobispo de Toledo. Mientras las Cortes de Cataluña lo juraban como nuevo rey, recibió la noticia de la muerte de su abuelo Maximiliano y como la dignidad imperial era electiva, presento su candidatura, intentando conseguir el apoyo de los príncipes electorales, frente a su opositor Francisco I de Francia, pidiendo préstamos a los banqueros alemanes Fugger. En 1519 fue nombrado emperador y se convirtió en Carlos V de Alemania, noticia que fue mal recibida en Castilla. Como no disponía de fondos suficientes para financiarse el viaje a Alemania, decidió subir los impuestos en las Cortes de Santiago, pero por la resistencia de los procuradores, tuvo que convocarla de nuevo en La Coruña, donde los procuradores fueron sobornados. Carlos se comprometió a no otorgar cargos a extranjeros, ni a extraer dinero, pero de nuevo mintió y dejó como regente de Castilla a Adriano de Utrecht.

Las Comunidades de Castilla

El descontento provocado por este nombramiento llevó a las ciudades a formar un ejército dirigido por Juan Bravo, y reunirse en Ávila en 1520, afirmando que actuaban en nombre de la reina Juana, constituyendo una Junta, y nombrando presidente a Pedro Lasso de la Vega y comandante a Juan Padilla. La Junta se trasladó a Castilla intentando que doña Juana firmara un documento para arrebatarle el poder a Carlos, aunque no lo hizo, y destituyeron a los fieles corregidores de Carlos I. Pero fueron derrotados los comuneros en la Batalla de Villamar y sus dirigentes fueron ejecutados.

Las Germanías valencianas y mallorquinas

En 1520, Carlos I concedió a la unidad de Valencia la capacidad de formar milicias armadas para defenderse de los ataques de los piratas norteafricanos, estas recibieron el nombre de Germanías (Hermandades). Aprovechando este nuevo poder, los agermanados encabezaron una rebelión popular contra los nobles. Este mismo año se organizó la Germania de Mallorca, y protestaban por los elevados impuestos y las arbitrariedades en la justicia. Tras algunos éxitos iniciales, fueron derrotados por las tropas reales y sus cabecillas fueron ajusticiados. Como consecuencia La Corona y nobleza reforzaron su poder. Cabe destacar que las decisiones de Gobierno de Carlos V estuvieron al servicio de la casa de Habsburgo, y como donde tenía un poder completo era Castilla, pues extrajo de éste todos los recursos para financiar sus gastos.

LA POLÍTICA INTERNACIONAL DURANTE EL REINADO DE CARLOS I

Enfrentamiento con Francia

El reino de Francia estaba rodeado por los territorios de Carlos I. El rey francés aprovechó la rebelión de los comuneros para ocupar Pamplona, Fuenterrabía y Luxemburgo. Pero Carlos V formó una alianza antifrancesa con el Papa León X, Florencia y Mantua, y los derrotaron en Bicoca (1522) y Pavía (1525). En esta última Francisco I fue hecho prisionero, trasladado a Madrid y obligado a firmar el tratado por el que renunciaba a Italia y Flandes, pero que suelto no cumplió. Recelosos del poder de Carlos V, los italianos con el Papa Clemente VII formaron una liga contra los españoles a la que se sumaron Francia, Inglaterra, Venecia y Florencia. En 1527 las tropas imperiales entraron en Roma y la saquearon. La amistad con los genoveses facilitó el control de los territorios italianos de la Corona de Aragón y el dominio del Milanesado permitió los movimientos de las tropas de Habsburgo.

La política mediterránea

Uno de los principales objetivos de Aragón y Castilla era impedir las invasiones de los piratas musulmanes contra las localidades costeras. Carlos V dirigió personalmente (1535) la expedición contra Túnez, que fue tomada, pero no se pudo impedir la huida de los piratas. Los españoles perdieron las ciudades de Trípoli y Bugía, la campaña fue un fracaso 

FELIPE II: POLÍTICA INTERIOR Y POLÍTICA EXTERIOR

LOS ASUNTOS INTERNOS

El hijo de Carlos I tuvo que hacer frente a dos grandes problemas: la rebelión de los moriscos y las alteraciones en Aragón. En 1526 Carlos I concedió a los moriscos 40 años para convertirse al cristianismo y llegada la fecha, seguían practicando el Islam. Felipe II se negó a concederles otra prórroga y los moriscos se sublevaron. Los rebeldes encabezados por Farax ben Farax entraron en Granada y a ellos se unió Hernando de Córdoba y Valor, que conquistó las Alpujarras y se proclamó rey. El rey envió a su hermanastro don Juan de Austria para poner fin a la rebelión, y para evitar nuevos levantamientos, los moriscos fueron expulsados de Granada y obligados a distribuirse. El origen de los disturbios en Aragón era cercano al círculo del rey. Juan Escobedo (secretario) descubrió al corrupto y desleal Antonio Pérez, que era secretario de despacho de Felipe II. Antonio Pérez temiendo a Juan Escobedo, lo acusó de animar a don Juan de Austria a casarse con Isabel I de Inglaterra, por lo que Escobedo fue asesinado. Cuando el rey conoció la verdad, ordenó la prisión de su secretario, pero éste consiguió huir a Aragón y ponerse bajo la protección de la justicia mayor. Felipe II, viendo esto, lo acusó de herejía y fue confinado a la cárcel por la Inquisición. Los aragoneses consideraban que sus fueros se estaban vulnerando y lo sacaron de la cárcel, huyó a Francia y ofreció sus servicios a Enrique IV e Isabel I.

LA POLÍTICA EXTERIOR DE FELIPE II

La unidad ibérica

Tras la muerte del rey de Portugal, Sebastián, y después del breve reinado del anciano cardenal-infante don Enrique, Felipe II pasó a convertirse en el legítimo heredero de la corona de Portugal, y así lo reconocieron las Cortes portuguesas en 1581. Felipe se enfrentó al otro aspirante, don Antonio, de origen bastardo y con la victoria de las tropas españolas con el Duque de Alba frente a la escasa resistencia, se proclamó rey y consiguió lo que desde los Reyes Católicos se intentaba conseguir, la unión ibérica, y teniendo en su poder el imperio donde “jamás se ponía el Sol”.

Las relaciones con Francia

A comienzos del reinado, Felipe II tuvo que hacer frente a una coalición formada por Enrique II de Francia y el Papa Paulo IV, que pretendían expulsar a los españoles de Flandes e Italia. Pero un ejército dirigido por el Duque de Alba invadió los estados pontificios y ante una nueva amenaza de saqueo, el Papa pidió la paz. Los franceses fueron derrotados en las batallas de San Quintín (1557) y Gravelinas (1558).

El enfrentamiento contra los turcos

Los turcos musulmanes controlaban el Mediterráneo oriental y que, junto a los berberiscos norteafricanos, atacaban las costas italianas y españolas. Cansados de esto, Venecia, España y el Papa Pío V, formaron la Liga Santa con Juan de Austria al frente. Los barcos cristianos se enfrentaron y vencieron a la flota turca en el golfo de Lepanto de 1571, así se impidió la expansión turca hacia Europa.

El conflicto con Inglaterra

Los ataques de los corsarios ingleses en tierras españolas provocaban que las relaciones entre estos dos países fuera distante y cuando la reina inglesa se enfrentó a Felipe II, éste decidió apoyar a María Estuardo, reina de Escocia, para aspirar al trono inglés, pero fue ejecutada. Entonces, Felipe II, planeó la invasión de Gran Bretaña, la conocida como La Gran Armada, pero una serie de factores como las tempestades y la muerte del almirante don Álvaro de Bazón y su sustitución, provocaron la derrota española.

Felipe II y Flandes

Felipe II dejó a su hermana Margarita como gobernadora en los territorios de Flandes, donde se estaba extendiendo con rapidez la religión protestante calvinista. Aunque no se llegó a implantar la Inquisición en suelo flamenco, muchos protestantes fueron condenados por herejía y los calvinistas asaltaron las iglesias católicas en 1566. Entonces el rey decidió enviar al Duque de Alba para someter a los rebeldes y crear el Tribunal de los Tumultos, que dictaba sentencias de muerte (incluso para los condes de Egmont y de Horn); Guillermo de Orange, líder de los calvinistas, huyó a Alemania. Como la represión del Duque de Alba no daba resultados, lo sustituyó por Luís de Requenses, que no pudo controlar a sus tropas en el asalto de Amberes (1576). Felipe nombró entonces gobernador a su hermanastro don Juan de Austria que promulgó el Edicto Perpetuo (1577), que proclamaba el catolicismo como religión oficial, pero sin perseguir a los protestantes. Fue aceptado por todas las provincias de Flandes a excepción de las provincias del norte.