Desde el punto de vista antropológico, Platón sostiene que el ser humano está dividido entre el cuerpo y el alma. El cuerpo se deja llevar por los deseos, mientras que el alma racional aspira a la verdad y al bien. Esta división explica por qué muchas personas siguen opiniones engañosas o deseos superficiales. En la alegoría de la caverna, Platón muestra cómo podemos vivir atrapados en apariencias sin darnos cuenta. Esta idea puede aplicarse fácilmente a la sociedad actual, donde muchas Sigue leyendo