El Pensamiento Aristotélico
Metafísica: La Naturaleza de la Realidad
Para Aristóteles, la filosofía es **Metafísica**, porque considera que las causas últimas de la realidad están más allá de la realidad física. Aristóteles parte precisamente de este mundo sensible. Todos los entes, todo lo que existe, según Aristóteles, son **sustancias**. La característica fundamental de toda la realidad, la *Physis* o **Naturaleza**, es que es una sustancia; todas las cosas de la Naturaleza, todos los entes, tienen como característica y elemento básico común que existen. A la existencia también la denomina **Ser**. Todas las cosas de la Naturaleza tienen la existencia real por sí mismas, y por eso son sustancias. Por lo tanto, Aristóteles, al plantearse cuáles son los principios últimos de la Naturaleza, se va a plantear cuáles son los principios últimos de la existencia o Ser. Frente a la dualidad de mundos postulada por Platón, Aristóteles va a afirmar que la única realidad es la del mundo sensible, y va a buscar un principio, o *arjé*, de todo lo que existe. Busca este principio en la *Physis* o Naturaleza. Lo que se encuentra en la Naturaleza son entes. Por ello, se plantea qué es lo que tienen todos los entes en común. De este modo, el objeto de la Filosofía primera (metafísica) es el **ser**. La filosofía busca el primer principio de todo lo que existe y, por lo tanto, ha de ocuparse del **Ser en general**.
Existir, o “ser” —dirá Aristóteles—, se dice en muchos sentidos, pero siempre en relación con la **sustancia**, con lo que la pregunta por el ser se traduce en la pregunta por la sustancia.
Aristóteles distingue diez posibles “sentidos del ser”, que son formas de relacionar sujeto y predicado. Son las **categorías aristotélicas**. Asimismo, las categorías se pueden clasificar en dos grupos: la **sustancia** y sus **accidentes**. La sustancia se identifica con la **forma** o **esencia**. Sin embargo, no admite —como hiciera su maestro Platón— que la esencia esté separada de los seres de los que se predica. La sustancia es lo que es en sí y no necesita de otro para existir. Un hombre, por ejemplo, es una sustancia, pero el brazo cortado de ese hombre no lo es, porque necesita estar unido al cuerpo para subsistir.
Tipos de Sustancia
Sustancia Primera:
Es el individuo concreto: Sócrates, caballo, árbol. Son las sustancias verdaderamente reales.
Sustancia Segunda:
Son el género (“animal”) y la especie (“hombre”). No son sustancias en sentido estricto, reales y palpables como Sócrates, sino que son reales a nivel conceptual, y no existen separadamente de la sustancia primera en la que se dan.
La mejor manera que Aristóteles encontró para explicar esta propiedad de la sustancia, de los individuos concretos, fue considerarla un compuesto de **materia** (*hyle*) y **forma** (*morphé*). Es lo que se conoce como **teoría hilemórfica**.
La materia puede ser considerada como **materia segunda** y **materia primera**. La materia segunda es la materia “física” o el “material” del que está hecho algo y es perceptible por los sentidos; es apta para recibir cualquier forma. La materia primera o prima no es perceptible por los sentidos, sino solo por la inteligencia; es **absoluta indeterminación**, **pasiva**, **informe** e **ininteligible**. La **forma** es el conjunto de rasgos o notas constitutivas de algo. Es la **esencia** de la cosa y es eterna. Pero para existir necesita materializarse: la materia recibe una forma y la unión de ambas da lugar a la sustancia. No puede haber materia sin forma, ni forma sin materia. La forma es **principio de inteligibilidad**, de **especificidad**, de **universalidad** y de **dinamismo**.
La Physis y el Movimiento
La *Physis* es fundamentalmente movimiento. Para él, el término “**Naturaleza**” (*Physis*) tiene tres acepciones distintas:
- En primer lugar, **Naturaleza** es el conjunto de todo lo que existe: el **Cosmos**.
- En segundo lugar, la **naturaleza** es aquello que hace que cada ser sea lo que es; en este sentido, la naturaleza sería algo fijo e inmutable.
- En tercer lugar, y más importante, **naturaleza** es aquello que determina el *télos* o **fin** de cada ente, es decir, aquello que marca lo que cada ente debe llegar a ser.
Teoría de la Potencia y el Acto
Aristóteles entiende el **cambio** como el “paso de la **potencia** al **acto**”. **Potencia** es lo que un ente no es, pero puede llegar a ser. **Acto** es “ser actualmente”, la realización plena de lo que está en potencia. Nos encontraríamos con un paso del **no ser absoluto** al **ser**. Habría que hacer dos aclaraciones:
- Primero, que un ente es **potencia** y es **acto**, y precisamente porque es potencia puede llegar a ser acto.
- Segundo, que en el movimiento, el **acto** es previo a la **potencia**, entendiendo “previo” no en sentido temporal, sino **ontológico**.
Teniendo en cuenta la consideración **teleológica** de la naturaleza de Aristóteles, el cambio viene motivado por el **fin** de cada ente.
Tipos de Cambio
Aristóteles distingue dos tipos principales:
Sustancial: supone un cambio en la **sustancia**, entendido como la conversión de una realidad (una sustancia) en otra. Dentro de los cambios sustanciales, Aristóteles distingue dos tipos: la **generación** y la **corrupción** (por ejemplo, el papel que se quema genera la ceniza).
Accidental: todos aquellos cambios que modifican, afectan o se refieren a la sustancia. Pueden ser de tres clases:
Cuantitativos: aumento o disminución de algo (crecimiento).
Cualitativos: cambio en alguna cualidad (color del pelo).
Locativos: cambio de lugar de un cuerpo en el espacio.
Las Cuatro Causas del Cambio
Aristóteles postula cuatro tipos de **causas**, y todas ellas intervienen en el cambio. La **primera causa** es la **causa eficiente**, aquella que produce de manera efectiva el ente. Tiene la función de iniciar el proceso del devenir; es el primer agente que pone en marcha el proceso desde el punto de vista cronológico y también es la que se encarga de cesarlo cuando se ha completado. Siempre van a depender de ella la causa material y la formal. El **principio de causalidad** (“todo lo que se mueve es movido por otro”) se refiere a esta causa.
En **segundo** y **tercer lugar** tenemos la **causa material** y la **causa formal**. La primera es aquello de lo que está compuesto el ente, lo que explica su constitutivo esencial. La segunda es lo que hace que un ente determinado sea.
Por último, pero la primera en orden de importancia, aparece la **causa final**, que sería la finalidad del ente concreto. Se puede decir que es la causa propiamente aristotélica y tiene primacía sobre las demás, porque ningún agente se mueve sin tender a un fin al que está determinado. Todo agente actúa por un fin: así expresa Aristóteles la **finalidad** que caracteriza a la Naturaleza. Para explicar estas cuatro causas, Aristóteles recurre al ejemplo de la estatua:
- La **causa eficiente** sería el artista.
- La **causa material** sería aquello de lo que está hecha (bronce, mármol, etc.).
- La **causa formal** es la que hace que la estatua sea lo que es (por ejemplo, si es una estatua de Sócrates, la causa formal sería Sócrates).
- La **causa final** es la finalidad de la estatua (crear belleza o producir un goce estético).
Aristóteles añade que en los seres naturales las causas **formal**, **eficiente** y **final** coinciden: la forma es, a la vez, causa eficiente y final. De esta forma, Aristóteles afirma que la **Naturaleza** consiste en el cambio, o más bien en el principio de ese cambio. A partir de esta consideración, puede establecer una distinción entre los seres: según nuestro autor, los seres serán **naturales** cuando el principio del cambio es intrínseco a ellos, y **artificiales** cuando el principio del cambio está fuera o es externo a ellos.
Al final de la *Física*, Aristóteles sostiene que el movimiento y el tiempo son eternos, al mismo tiempo que afirma la necesidad de que exista un **Motor Inmóvil**. Es inteligente y mueve sin ser movido, es decir, él mismo es inmóvil. Si es inmóvil, eso quiere decir que ese ser está fuera de la Naturaleza, que es esencialmente cambio.
Por eso Aristóteles llamó a este ser “**Motor Inmóvil**”. Este ser separado es el que ordena las distintas causas de la naturaleza, dirigiendo a todas las sustancias hacia su fin particular en una **cadena teleológica**. Este “**Acto Puro**” contiene como objeto de su pensamiento todas las formas de todos los seres, por lo que es la causa final de todos los movimientos. Las formas existen desde siempre en la mente del Motor Inmóvil, y el devenir que existe desde siempre es la actualización de cada individuo de la forma que le es propia y que solo posee en potencia. Así, las formas de los seres naturales intentan ser como sus formas respectivas que se encuentran en la mente del Acto Puro, y por eso se produce el movimiento. El **Primer Motor** tiene los caracteres de una divinidad: feliz, autosuficiente, perfecto. Es definido también como una **inteligencia que se piensa a sí misma**. Como se puede apreciar, aquí se contiene ya el germen de lo que, en la Filosofía Cristiana y mezclado con elementos platónicos, constituirá la idea de Dios. **Tomás de Aquino** usará muchos de los argumentos aristotélicos para demostrar la existencia de Dios y teorizar sobre sus atributos.
Cosmología Aristotélica
Para Aristóteles, el universo es un **cosmos**: un mundo ordenado, eterno, finito, simétrico y esférico. Está constituido por dos mundos distintos: el **sublunar** y el **supralunar**. El movimiento es común a todas las sustancias del universo. Es finito y en él no existe el vacío. Además, está organizado jerárquicamente.
El Mundo Sublunar
Se caracteriza por la **generación** y la **corrupción**. Todas las sustancias de esta región están compuestas por los **cuatro elementos**. El movimiento típico es el **rectilíneo**, siempre hacia arriba o hacia abajo. Se trata de un **movimiento natural**.
El Mundo Supralunar
Los astros son seres animados (tienen movimiento), **incorruptibles** y **eternos**, y están constituidos por el **quinto elemento**, el **éter**. Tienen un **movimiento perfecto**: circular, eterno y regular.
La Teoría del Conocimiento
El **conocimiento** surge cuando captamos, por medio de los sentidos, los **entes particulares** de la realidad sensible. Ahora bien, para llegar al **conocimiento de lo universal** es necesario que el entendimiento piense lo individual y lo convierta en universal. Lo universal surge de lo particular mediante una operación llamada **abstracción**. Consiste en que, cuando el ser humano capta un objeto a través de los sentidos, se forma en su fantasía (imaginación) una imagen del mismo. En esa imagen de la fantasía, lo que se recoge de manera directa —en acto, dice Aristóteles— es la **individualidad** de ese objeto, su **materia**; la **forma**, lo universal, se encuentra en ella solo en potencia. El **entendimiento agente** vuelca su actividad sobre esa imagen de la fantasía y consigue desmaterializarla, descubriendo así su forma. El entendimiento agente lleva al acto la universalidad que se encuentra en potencia en la imagen.
La Antropología Aristotélica: El Ser Humano
Dado que todo ente es un compuesto de **materia** y **forma**, Aristóteles afirma que el ser humano es un **compuesto sustancial** de **cuerpo** y **alma**, siendo el alma la forma del cuerpo que es materia. El **alma** es principio de vida y, por lo tanto, Aristóteles entiende que todos los seres vivos no inertes tienen alma. Se trata de funciones diversas que van del grado más bajo al más alto. Así, distingue **tres tipos de funciones**:
El Alma Vegetativa
Es la propia de las plantas (aunque presente también en los animales y en el hombre). Ella es la causa de todos los movimientos que tienen como fin las funciones de **nutrición**, de **crecimiento** o desarrollo y de **reproducción**.
El Alma Sensitiva
Es la propia de los animales, en los que además de las tres funciones vegetativas, se encuentra la capacidad para tener sensaciones (**sensibilidad**). El **alma sensitiva** es el principio del **conocimiento sensitivo** (sentidos externos y sentidos internos), del **apetito** (deseo) que sigue a ese conocimiento y de la **facultad locomotora** (movimiento).
El Alma Racional
Es exclusiva del ser humano. Siendo única, el **alma humana** ejerce las funciones o potencias de la vida vegetativa, de la vida sensitiva y sus exclusivas funciones **intelectivas**: **entendimiento** y **voluntad**.
Ética Aristotélica: La Búsqueda de la Felicidad
Toda actividad tiende a un fin, y el fin supremo de la actividad humana es la **felicidad**. La felicidad es un objetivo complejo al que deben contribuir otros bienes menores sin los que sería imposible alcanzarla. La felicidad humana reside en el pleno desarrollo de aquello que le es más esencial: la **inteligencia** (*nous*), que se alcanza mediante la **actividad contemplativa**. La **virtud de la sabiduría** es la que proporciona al ser humano la verdadera felicidad, aunque debe conjugarla con otras virtudes y con los bienes exteriores. Aristóteles afirma que es imposible que exista la felicidad sin la virtud: la felicidad es “la actividad del hombre conforme a la virtud”. Según Aristóteles, la **virtud** se puede definir como un **hábito adquirido con la práctica**.
Política Aristotélica: El Estado y la Felicidad Colectiva
La **felicidad** no puede ser alcanzada fuera del **Estado**. En este sentido, y como la felicidad es la finalidad que mueve al ser humano, el Estado necesariamente ha de ser anterior al individuo. Es por eso que el ser humano es un **animal político**: porque sin el Estado no sería posible la felicidad de los ciudadanos, es decir, su fin moral. Cronológicamente, el individuo y la familia son anteriores al Estado, pero naturalmente, no. En orden cronológico, el orden en que surgen los elementos integrantes del Estado son:
Las familias surgen de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir como especie. Esta es la unión primera.
Luego surge la aldea o pueblo como agrupación necesaria para satisfacer las necesidades primarias y cotidianas. Una familia no puede procurarse a sí misma de todo lo necesario.
La **ciudad-Estado** es la culminación de este proceso. Su fin no es ya la subsistencia; no se trata ya de vivir, sino de “**vivir bien**”, de procurar la felicidad de todos sus miembros.
Aristóteles clasifica los **tipos de gobierno**, regímenes o constituciones, dependiendo de si son o no son justos y del número de gobernantes (uno solo, unos pocos o la mayoría). Cualitativamente, estas formas podrán ser **justas** o **injustas**, atendiendo a si su mira está puesta en el bien particular o en el **bien común**:
La **monarquía** es la forma justa de gobierno de un solo hombre.
La **aristocracia** es el gobierno justo de unos pocos: los mejores.
La **democracia** es la forma justa de gobierno del pueblo o *demos*.
Son tres formas justas porque miran el **bien** y el **interés común**. Cuando estas tres formas se desvían de la **justicia**, que es la principal virtud política, y se orientan al interés particular, degeneran respectivamente en las siguientes formas injustas de gobierno: **tiranía**, **oligarquía** y **demagogia**.