Doctrinas Fundamentales de la Filosofía Clásica y Medieval: Platón, Aristóteles y San Agustín

San Agustín de Hipona: La Fusión de Fe y Razón

Teoría del Conocimiento Agustiniana

Para Agustín, el ser humano anhela alcanzar la felicidad del bien supremo que él define como Dios. El disfrute de la felicidad requiere conocer la verdad. Esta puede buscarse por dos caminos: la razón y la fe. Estas dos vías no son incompatibles. La fe dirige nuestra inteligencia en la búsqueda de la verdad, y la razón nos permite entender los contenidos de la fe.

Nuestra búsqueda de la verdad se encuentra impulsada por el amor espiritual que busca elevarse hasta la verdad única, inmutable y eterna. La teoría agustiniana del conocimiento procede de lo exterior a lo interior y de lo interior a lo superior. Parte del conocimiento sensible. Anticipándose a Descartes, Agustín considera que esa verdad indudable es la certeza interior que proporciona la autoconciencia. Es en el interior del hombre donde habita la verdad.

Ha de emprenderse un camino de ascensión espiritual que recorre dos grados:

  1. Conocimiento Discursivo: Basado en la razón y la experiencia.
  2. Conocimiento Intuitivo: Que el hombre no puede alcanzar por sí solo, sino apoyado por Dios sobre su mente: la Iluminación Intelectual. La mente requiere de la luz divina para conocer la verdad.

El conocimiento de las verdades eternas permite demostrar la existencia de Dios: dichas verdades no pueden haberlas creado el hombre, que es un ser mudable y finito; por tanto, han de ser obra de Dios. También demuestra la existencia de Dios por el orden del universo. El objetivo de esta teoría es superar el escepticismo al que nos conduce el conocimiento científico.

Realidad y Creación

Según San Agustín, Dios crea el mundo a partir de la nada (*Ex Nihilo*). El mundo ha sido creado y tiene un principio y un final. Solo Dios es eterno, pues se distingue por completo de la creación y está fuera del mundo. San Agustín defiende la Trascendencia de Dios.

Además, Dios crea el mundo por su libre voluntad, por amor. Al remarcar la Creación como acto libre de Dios, San Agustín subraya la relación de dependencia de las criaturas respecto a Dios.

Por otro lado, también afirma que la materia ha sido creada por Dios y, por tanto, no puede ser el origen del mal. En la Biblia se dice que Dios es el ser y la bondad supremos; es inmortal y eterno y, aun siendo único, está formado por una Trinidad:

  • Padre: Dios
  • Hijo: Mente (o Verbo)
  • Espíritu Santo: Amor

Dios y Pruebas de su Existencia

Sobre la creación, San Agustín defiende el Ejemplarismo: Dios, que es trascendente al mundo, lo ha creado de la nada tomando como prototipos las ideas que están en su Mente y que actúan como ejemplares a los que se conforman los seres creados. Estos, al incluir en su composición la materia, son más o menos perfectos, según su género.

Agustín demuestra la existencia de Dios por:

  1. El Orden del Universo: La armonía y la finalidad de la creación.
  2. El Consenso Universal: La mayoría de los seres humanos afirman que existe una divinidad, que creó el mundo y que es superior a todas las cosas.

Se establece una clara diferencia entre Dios creador (cristiano) y un dios pagano.

Antropología Agustiniana: El Hombre

Según la antropología agustiniana, que es dualista, el hombre se compone de alma (inmortal) y cuerpo (mortal). En relación con el origen del alma, San Agustín rechaza la doctrina platónica de la transmigración/reencarnación y sostiene el Traducianismo, según el cual el alma pasa de padres a hijos, transmitiendo el Pecado Original que cometió Adán al desobedecer a Dios. Desde entonces, el alma no puede salvarse por sí sola, sino que necesita de la Gracia, una ayuda especial de Dios que es el único camino que garantiza la salvación.

Ética: Libertad y Libre Albedrío

Agustín distingue entre Libertad y Libre Albedrío, que son dos conceptos totalmente diferentes:

  • Libertad: Designa el estado de bienaventuranza en el que no se puede pecar (propio de los santos o de Adán antes de la caída).
  • Libre Albedrío: Se refiere a la posibilidad de elegir entre el bien o el mal, que es otorgada por Dios.

El elegir cómo actuar depende del hombre. Así pues, el mal no proviene de Dios, sino de la voluntad humana, ya que el hombre, en vez de atender a los mandatos que le da Dios a través de su razón, cede a las tentaciones sensibles, las elige libremente y peca.

Política y Sociedad: La Doctrina de las Dos Ciudades

La doctrina de los dos amores desemboca en una interpretación teológica de la historia, en la cual se enfrentan dos ciudades:

  1. La Ciudad de Dios: Constituida en torno al amor espiritual y ordenado (representada por Jerusalén).
  2. La Ciudad Terrenal: Erigida en torno al amor material desordenado (representada por Babilonia o Roma).

El drama sagrado de la lucha histórica entre ambas ciudades tendrá un desenlace feliz, pues la providencia divina ha previsto la victoria, en el Día del Juicio Final, de la ciudad celestial, representada por la Iglesia. Entretanto, ambas ciudades caminan mezcladas, disputándose el alma de los hombres.

Aristóteles: La Filosofía de lo Concreto y la Teleología

Teoría del Conocimiento y Metafísica

Todo conocimiento nace de la experiencia y del contacto con los objetos del mundo. Esta concepción es opuesta a la socrático-platónica, basada en la noción del recuerdo y la mayéutica. Aristóteles cree que cuando un ser humano nace su alma es como una hoja en blanco (*Tabula Rasa*); no existen conocimientos preestablecidos.

Aristóteles distingue entre dos tipos de conocimiento:

  1. Conocimiento Sensible: Se forma a partir de las sensaciones procedentes de los sentidos.
  2. Conocimiento Inteligible: Se logra gracias a un proceso de abstracción en el que interviene el entendimiento, a su vez dividido en:
    • Intelecto Paciente: Un receptor de imágenes.
    • Intelecto Agente: El pensamiento activo capaz de captar la esencia de cada cuerpo particular.

En último término, el proceso del conocimiento culmina con la formación de conceptos, que son el fundamento de la ciencia. El método debe complementarse con el conocimiento de las causas que deben recoger todas las ciencias.

La Realidad: Hilemorfismo y Potencia/Acto

Según la teoría Hilemórfica, los seres vivos son una fusión de materia y forma (concepción dualista, pero inmanente). La materia es todo aquello capaz de recibir una forma, y la forma es la organización y la disposición de la materia, aquello que le proporciona individualidad.

Aristóteles rechaza la Teoría de las Ideas de Platón, manteniendo de su maestro la idea de que la ciencia era un conocimiento de lo universal, pero se distanció al afirmar que lo universal se fundaba en lo concreto y no en una realidad independiente. Aristóteles afirma que la Teoría de las Ideas no es más que un conjunto de palabras vacías porque no sirven para entender la realidad, por lo que cree que son solo expresiones metafóricas.

Aristóteles vuelve a considerar el movimiento como algo real. Para él, las realidades naturales son Acto y Potencia:

  • Potencia: Son todas aquellas posibilidades de realización que se encuentran inscritas en una sustancia.
  • Acto: Son aquellas posibilidades que se han realizado, es decir, que han llegado a ser realidades.

El paso de la potencia al acto es lo que define al movimiento. Este es real y se trata de un proceso de actualización de lo que está en potencia y dura toda la vida; no existe la perfección absoluta en el mundo sublunar. Las sustancias son todo aquello que existe y que es una entidad concreta, cada una diferente e individual al resto.

Física y las Cuatro Causas

La física es una ciencia teórica que estudia objetos reales que poseen movimiento. La privación de una forma significa que no está en acto. El cambio o movimiento se produce cuando se actualiza algún atributo del que una sustancia está privada, pero que tiene en potencia.

Aristóteles hace una crítica a Parménides (que niega el movimiento y el cambio) haciendo frente a sus argumentos y explicando el cambio y el movimiento mediante los conceptos de potencia, acto y privación.

Las Ciencias de la naturaleza estudian las causas, razones, explicaciones o el porqué de que se produzcan los cambios y los movimientos. Aristóteles distinguió cuatro causas diferentes:

  1. Causa Material: Se refiere a la materia de la que está hecho un objeto o ser vivo.
  2. Causa Formal: Es la forma y consiste en establecer la esencia o definición de la sustancia.
  3. Causa Eficiente: Es el agente productor de un objeto o de su movimiento.
  4. Causa Final: Se refiere al objetivo o al fin al que tiende un objeto.

La causa final es una de las nociones fundamentales en la visión aristotélica del mundo y da lugar a su concepción teleológica. Para Aristóteles, todo movimiento o cambio tiende hacia un fin, ya sea humano o de la naturaleza. Este fin se encuentra en la materia y se identifica con la forma.

Aristóteles rechaza el mecanicismo (que considera el *arché* como el átomo, dando lugar a choques aleatorios). Para Aristóteles, el universo es eterno porque no tiene origen; es finito, porque tiene un límite externo, más allá del cual no hay nada; y es pleno, porque para él, el vacío resulta inconcebible. El sistema cosmológico aristotélico es geocéntrico y tiene por tanto como centro a la Tierra. A su alrededor giran varias esferas hechas de un material transparente y casi divino llamado éter.

Aristóteles afirma la existencia de un Primer Motor Inmóvil que mueve sin ser afectado por los cambios y representa al único ser real, Dios, que no necesita del movimiento porque es el modelo de todas las esencias totalmente actualizadas. La teología es una ciencia teórica que estudia a ese único ser real que carece de movimiento. Aristóteles se dio cuenta de que las características que están en un sujeto y que pueden atribuírsele en una oración son limitadas; a estas las denominó Categorías.

Antropología Aristotélica: El Alma

La antropología aristotélica se denomina Hilemorfismo. Los seres vivos, al igual que los inertes, son una fusión de materia y forma. En ellos, la forma se identifica con el alma, y el alma no se encuentra accidentalmente con el cuerpo, ni es una realidad separada de él, sino que, unida al cuerpo, constituye una unidad sustancial.

Para él, existen tres tipos de alma, que se organizan jerárquicamente:

  • Alma Vegetativa: Desempeña funciones como la alimentación y reproducción (propia de vegetales, animales y humanos).
  • Alma Sensitiva: Desempeña funciones como la capacidad de movimiento, de desear o de percibir (propia de animales y humanos).
  • Alma Intelectiva: Desarrolla las funciones más elevadas de la razón humana (teórica, práctica y productiva), propia de los humanos.

La sabiduría es la máxima aspiración del ser humano. El alma es mortal, pero no lo es el entendimiento agente (aquí se percibe una influencia platónica).

Para Aristóteles, la virtud consiste en cumplir una función de la mejor manera posible. Las virtudes de la razón o virtudes dianoéticas son las siguientes:

  • Sabiduría: La virtud de la función teórica, que se alcanza cuando la función de distinguir entre la verdad y la falsedad se cumple de forma excelente. Nace de dos capacidades complementarias: el entendimiento y la ciencia demostrativa.
  • Prudencia: La virtud de la función práctica, que es escoger siempre el término medio más adecuado entre dos extremos.
  • Técnica: La virtud de la función productiva.

Ética: La Búsqueda de la Eudaimonia

El concepto central de la ética aristotélica es el de la Eudaimonia (felicidad). Esta es el fin último de las conductas humanas. La ética aristotélica es por tanto teleológica, pues valora las acciones en cuanto que conducen al fin deseado: la felicidad. Del mismo modo que todo lo existente en la naturaleza tiende a un fin, el fin del ser humano es alcanzar la perfección, llevar a cabo todas las potencialidades humanas. Para él, la Eudaimonia es la vida a la que aspira todo ser humano y la razón última por la que se realizan todos los actos. La felicidad no se identifica ni con el placer, ni con la riqueza, ni con la fama o el honor, pero estos pueden contribuir a alcanzarla.

Aristóteles distingue dos tipos de virtudes:

  • Virtudes Éticas: Referidas a la parte irracional del ser humano (costumbre).
  • Virtudes Dianoéticas: Hacen referencia a la parte racional (intelecto).

El Término Medio, que conduce a la Eudaimonia, consiste en aplicar la razón a los sentidos y emociones, de modo que una emoción no nos desborde ni que la falta de emociones vuelva insulsa la vida. La virtud se alcanza cuando se encuentra el término medio; esta es el término medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto. Sin embargo, el término medio no es el punto exacto entre dos extremos y solo se puede aprender imitando a aquellas personas que han sido prudentes. El término medio es la acción más racional y adecuada, y no es el mismo para todos, sino que varía en función de las circunstancias personales.

La Justicia es una virtud ética fundamental y sirve como puente entre la ética y la política. Hay dos maneras de entender la justicia:

  1. Justicia Particular o como Igualdad: Contiene la justicia correctiva y la justicia distributiva.
  2. Justicia Total o como Legalidad.

Referida a las virtudes dianoéticas, está la Vida Contemplativa, que consiste en estudiar exclusivamente las ciencias teóricas. Las ciencias teóricas son un fin en sí mismas y su desarrollo causa el máximo placer del que puede gozar un ser humano. El placer y la felicidad serán mayores cuanto más tiempo se dedique a la contemplación, al desarrollo de las Ciencias teóricas y a la filosofía. Para ello, es necesario tener resueltas las necesidades materiales. Podemos ser prudentes, pero no necesariamente sabios, lo que diferencia su postura de la de Platón.

Política Aristotélica: El Hombre como Animal Político

La política aristotélica es una concepción organicista que garantiza la subsistencia individual al proporcionar a cada individuo los recursos básicos necesarios, como la alimentación y el desarrollo de las capacidades humanas, para que estos alcancen la excelencia. La *polis* es necesaria para que el individuo viva bien, no solo para que meramente sobreviva.

Los ámbitos políticos más importantes son:

  • La Familia: Una forma de relación entre distintos miembros en la que cada uno cumple una función.
  • La Aldea: Formada por la unión de varias familias.
  • La Polis: La comunidad social por excelencia y la unidad política natural, el ámbito que permite al individuo realizar plenamente todas sus virtudes éticas.

La Constitución es la ley fundamental de una *polis* en la que se establece la organización de la ciudad, fundamental para asegurar el cumplimiento de las leyes, que son la principal garantía de que el individuo alcance una vida feliz y son también el eje fundamental de la vida social para que pueda haber justicia.

Aristóteles clasifica los regímenes políticos en función del número de gobernantes y su objetivo (bien común o interés propio):

  • Monarquía: Gobierno de un solo individuo que trata de alcanzar el bien común (puede degenerar en Tiranía).
  • Aristocracia: Gobierno de unos pocos también con vistas al bien común (puede degenerar en Oligarquía).
  • Timocracia: El ciudadano que paga una renta es el que tiene derecho a votar y a tomar decisiones (este último degenera y se convierte en Demagogia, que supone ganarse el favor del pueblo con halagos).

Aristóteles no indica ninguna fórmula ideal del Gobierno como Platón, solo siguiendo su propuesta ética nos habla del Gobierno de las clases medias, de la moderación y la necesidad de que las decisiones se tomen por mayoría. Tanto la ética como la política forman parte de las Ciencias Prácticas.

Platón: El Dualismo Ontológico y la Teoría de las Ideas

Metafísica: La Teoría de las Ideas

La realidad de Platón parte de la Teoría de las Ideas, afirmando que las ideas abstractas de las matemáticas, la ética y de toda la realidad sensible tienen existencia y son reales. No existen en el mundo sensible que nos rodea, sino en un mundo que se encuentra más allá del mundo sensible, conocido como el Mundo Inteligible. Platón defiende una concepción dualista de la realidad.

Las Ideas no son abstracciones; existen con independencia de las cosas: son realidades objetivas que existen con independencia de nuestro pensamiento. Las Ideas son la verdadera realidad, mientras que el mundo sensible es meramente apariencia. Las Ideas son únicas, eternas, inmutables e inalterables, mientras que las cosas sensibles son múltiples y sometidas al cambio, por lo que son menos reales que las Ideas.

Esto se refleja en el Mito de la Caverna, donde unos hombres encadenados en una caverna tienen tras ellos una fogata y en medio un camino y un muro donde se reflejan las sombras de los objetos que otras personas transportan, y lo que son para ellos la realidad.

El origen de esta idea se basa en tres aspectos:

  • La oposición al relativismo sofista (rechazado por Sócrates).
  • El mundo sensible en constante cambio, como decía Heráclito.
  • Las características del ser de Parménides (eternidad e inmutabilidad).

Con esto hay tres objetivos:

  1. Que el objeto sobre el que ha de tratar la ciencia sean las Ideas.
  2. Rechazar el relativismo moral propugnado por los sofistas.
  3. Que los gobernantes sean filósofos.

La Teoría de las Ideas es también la base de la explicación del cosmos que aparece en *El Timeo*. Platón recurre al Demiurgo, inspirado en el *Nous* de Anaxágoras, el cual ordena una materia eterna en movimiento en un espacio eterno siguiendo el modelo del Mundo de las Ideas. Así surge el cosmos.

Teoría del Conocimiento: Reminiscencia y Dialéctica

La Reminiscencia es una teoría sostenida por Platón que sostiene que conocer no es otra cosa que recordar, ya que el alma humana ya ha contemplado con anterioridad las Ideas. Aunque las haya olvidado al unirse a un cuerpo, puede recordarlas al contemplar las cosas sensibles. El conocimiento, por lo tanto, es una reminiscencia. Esta teoría se sostuvo ya que Sócrates le planteó un problema matemático a un esclavo sin estudios y este lo supo resolver, esto debido a que su alma lo adquirió anteriormente.

La Dialéctica es el método mediante el cual se asciende gradualmente desde el conocimiento sensible hasta el verdadero conocimiento, que consiste en la contemplación directa de las Ideas.

Esto se diferencia en diferentes grados de conocimiento descritos en *La República*:

  • Conocimiento Sensible (Doxa u Opinión): Se divide en un grado más bajo llamado Imaginación y el más alto llamado Creencia.
  • Conocimiento Inteligible (Episteme o Ciencia): Dividido en el Pensamiento Discursivo (matemáticas) y la Inteligencia (contemplación de las Ideas).

Hay dos tipos de dialéctica:

  • Ascendente: Que comienza por los objetos sensibles y continúa por conceptos cada vez más universales hasta captar las Ideas.
  • Descendente: Que permite llegar desde lo universal a lo particular.

Antropología: El Alma y el Cuerpo

Según Platón, hay en el hombre dos principios opuestos: el cuerpo, que nos vincula al mundo sensible, y el alma, inmaterial e inmortal, que nos vincula al Mundo de las Ideas. El cuerpo nos arrastra hacia lo material y dificulta el ascenso del alma hacia las Ideas. Este dualismo antropológico se corresponde con el dualismo ontológico.

El rasgo fundamental del alma es su inmortalidad. El alma ha existido con anterioridad al cuerpo y le sobrevivirá después. Su unión con el cuerpo es transitoria; el lugar natural del alma es el Mundo de las Ideas.

Platón aceptó la teoría de la Transmigración de las Almas: el alma está condenada a vivir en un cuerpo como en una prisión. El alma debe concentrarse en la purificación. La muerte es la liberación del alma y, si esta no está lo suficientemente purificada, deberá transmigrar a un nuevo cuerpo y continuar el ciclo de las reencarnaciones.

Platón considera que el alma tiene tres partes:

  • Alma Racional (Logistikón): Tiene afinidad con el mundo inteligible porque su lugar natural es el Mundo de las Ideas (virtud: Prudencia).
  • Alma Irascible (Thymoeidés): De donde surgen las pasiones nobles (virtud: Fortaleza de Ánimo).
  • Alma Apetitiva (Epithymetikón): De la que surgen los apetitos y deseos sensibles (virtud: Templanza).

Ética: El Intelectualismo Moral y la Justicia

El Intelectualismo Moral es una teoría atribuida a Sócrates según la cual la conducta moral solo es posible si tiene su base en el conocimiento. Virtud es igual a saber; una acción solo puede ser justa y buena si se conoce lo que es el Bien y la Justicia. La consecuencia es que quien obra mal lo hace por ignorancia.

Platón considera la Justicia como la virtud suprema del alma. En *La República*, la justicia de un alma consiste en la armonía que surge entre las distintas partes. Si en el individuo la virtud por excelencia es la justicia, en la *polis* también lo es.

Política: El Estado Ideal y el Filósofo Rey

La ética y la política van de la mano para Platón, ya que el individuo depende de la comunidad y la virtud en la vida privada y en la pública están estrechamente relacionadas, porque es el Estado el que ha de proporcionar los medios para alcanzar la sabiduría.

No todos los individuos poseen las mismas cualidades por naturaleza; en cada uno predomina una parte del alma. Una comunidad se divide en tres clases sociales, que se corresponden con las partes del alma:

  • Gobernantes (Filósofos-Reyes): Predomina el alma racional (Virtud: Prudencia).
  • Guardianes (Soldados): Predomina el alma irascible (Virtud: Fortaleza).
  • Productores (Artesanos y Campesinos): Predomina el alma apetitiva (Virtud: Templanza).

El Estado se planteaba como una institución educativa. Según Platón, los gobernantes deberían ser filósofos, así que entre los guardianes seleccionó algunos para darles la educación adecuada.

El deterioro de *La República* comenzó con la teoría de la degeneración de las formas políticas:

  1. Al principio era una Aristocracia (gobierno de los mejores).
  2. Los ricos lo convierten en una Oligarquía.
  3. Los pobres se rebelan y toman el poder creando una Democracia.
  4. Por último, un líder ambicioso y carismático toma el poder convirtiéndolo en una Tiranía.

Tras los últimos viajes a Siracusa, Platón pasó por una etapa de autocrítica y pesimismo, enfrentándose a sus propias contradicciones. Esto hace que endurezca su idea de *La República*, convirtiéndola en *Las Leyes*.