El Reinado de Alfonso XII y el Funcionamiento del Turnismo Político

Contexto Internacional y Nacional tras la llegada de Alfonso XII

Tras la llegada a España de Alfonso XII, se produce un contexto internacional que tiene varias características fundamentales:

  • Un periodo expansivo de los países europeos.
  • La estabilización de dos nuevos estados europeos (Italia y Alemania).
  • La aparición de una gran potencia (EE. UU.).
  • Una crisis económica iniciada en 1873, que generó una concentración de empresas y la articulación de grandes sindicatos.

En España, se posibilita una amplia estabilidad a la sociedad. Sin embargo, la pérdida de las últimas colonias americanas y asiáticas provoca en la sociedad una reflexión acerca de la realidad e identidad de España. Por último, en los últimos decenios del siglo, surgen los nacionalismos periféricos y el movimiento obrero.

La Restauración y el Manifiesto de Sandhurst

Alfonso XII, el nuevo rey, recibió a sus 17 años la legitimidad histórica de la Casa de los Borbones al abdicar su madre. El 1 de diciembre de 1874, anuncia su programa político en el Manifiesto de Sandhurst, el cual proponía:

  • El establecimiento de una monarquía liberal.
  • Políticas del liberalismo español (moderados y progresistas).
  • La confesionalidad católica de la Corona.

Tras este manifiesto, Antonio Cánovas del Castillo halla una operación política la cual recoge las aspiraciones del bloque dominante. Ante el fracaso de la I República, Cánovas orienta el cambio político hacia un sistema de carácter bipartidista, en el que predomina lo civil sobre lo militar y el orden sobre la libertad. Sin embargo, aparece el general Arsenio Martínez Campos dando un golpe de Estado a las afueras de Valencia; este golpe de Estado no tiene mucho éxito en su intención de liderazgo militar, ya que el rey Alfonso XII confirmó a Cánovas como presidente del nuevo gobierno.

El Sistema Canovista: Turnismo y Estabilidad

El objetivo que intenta alcanzar Cánovas es establecer dos fuerzas políticas fieles al monarca: el Partido Liberal-Conservador (al que pertenece Cánovas) y una izquierda liberal que asegure el equilibrio ante la crisis. En el centro de ambos bandos se encontraría el monarca.

La base de este sistema la forma el Partido Conservador y, a su izquierda, el Partido Liberal dirigido por Práxedes Mateo Sagasta. En términos generales, se produce el turnismo, que se desarrolla con matemática exactitud a lo largo de la Restauración entre conservadores y liberales. Al margen de estos dos partidos, se sitúan un republicanismo moderado y uno radical; además, aparece un obrerismo con desarrollo lento: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

La Constitución de 1876: Pilares del Régimen

Esta constitución es el resultado del proyecto aprobado el 24 de mayo de 1876 tras las elecciones a Cortes Constituyentes. Es la constitución de mayor vigencia en nuestra historia, ya que se mantiene hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera y se restablece después de la dimisión del dictador hasta la proclamación de la II República.

Esta constitución restaura el liberalismo doctrinario, es decir, la existencia de dos fuentes de soberanía: el Rey y las Cortes. Sus puntos clave son:

  • Sistema de representación: Dos cámaras legislativas con iguales facultades, el Congreso de los Diputados y el Senado. Este último estaba formado por tres tipos de senadores: de derecho propio, vitalicios y los elegidos por los mayores contribuyentes.
  • El Rey: Adquiere la mayoría de edad a los 16 años, mantiene el poder ejecutivo, disuelve las Cortes, puede nombrar al presidente del gobierno y ejerce el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
  • Unidad de códigos: Se establece la unidad de leyes para todo el territorio nacional.
  • Administración local: La Corona interviene en la elección del alcalde y los concejales son elegidos por los vecinos.
  • Relación Iglesia-Estado: Se implanta como oficial la religión católica.

El Fenómeno del Caciquismo

El caciquismo es la imposición de la voluntad de un reducido grupo de personas, los caciques, sobre una masa de votantes. El resultado de dicha práctica es la estabilidad del sistema político a costa de la marginación de las fuerzas opuestas al mismo.

El funcionamiento de este proceso es el siguiente: el Rey, ante una crisis, nombra como presidente del gobierno a uno de los dirigentes de los dos partidos que se turnan en el país, al que otorga el derecho de disolución de las Cortes. El presidente elige a su gobierno, en el que el Ministro de la Gobernación tiene un papel fundamental al ser el encargado de realizar el encasillado. Los caciques, con prestigio por su poder económico y por su influencia administrativa, controlan de forma directa o indirecta a grandes grupos humanos y presionan los resultados electorales para que se ajusten a las expectativas del gobierno.

Evolución Política y la Muerte del Rey

Mayoría Conservadora (1875-1880)

En este periodo existe una hegemonía conservadora donde el líder Antonio Cánovas del Castillo tiene que hacer frente a varios frentes:

  • Guerra Carlista: Finalizó con la intervención del Rey con 100.000 hombres que acaban con la resistencia carlista de los territorios vascos y Navarra. Tras abandonar Carlos VII España, Alfonso XII se ganó el título de «el Pacificador».
  • El conflicto cubano: La sublevación cubana entra en vías de solución con el fin de la guerra carlista; dichas soluciones vinieron protagonizadas por Martínez Campos, nombrado General Jefe.
  • El federalismo: Con escaso apoyo civil, su protagonista es Manuel Ruiz Zorrilla, opositor de la monarquía alfonsina.

Mayoría Liberal y la Regencia

Posteriormente, es llamado al gobierno Práxedes Mateo Sagasta, quien lo preside anunciando una nueva Ley de Imprenta y aprobando el reingreso de catedráticos represaliados. En el ámbito económico, conservan la tradición librecambista y reducen el proteccionismo. A la vez, se formó el partido de Izquierda Dinástica; la división del Partido Liberal propicia el cambio de la presidencia del gobierno.

La muerte del Rey: El 25 de noviembre de 1885 muere Alfonso XII y le sucede su segunda mujer, María Cristina, quien iniciará una regencia hasta que su hijo, Alfonso XIII, pueda ejercer su monarquía. Esta regencia se caracterizó por el mantenimiento del pacto de alternancia en el poder entre liberales y conservadores.