Antonio Machado: Vida, Obra y Temas Fundamentales
La obra de Antonio Machado evoluciona a la par que su vida, convirtiendo su poesía en el reflejo de un proceso vital. Por ello, es común que retome o amplíe poemas anteriores. En sus versos, representa las ciudades donde vivió, los paisajes que contempló, la figura de su mujer, la profunda crisis por su muerte y otras experiencias vitales.
El tema fundamental de su obra es “la temporalidad del mundo y el hombre”, es decir, la capacidad de captar la esencia de las cosas y su fluir temporal. Para Machado, la poesía es un modo de conocimiento a través de la intuición. Escribe “mirando hacia dentro”, buscando apresar las universales del sentimiento, sobre todo el tiempo, la muerte y Dios.
Temas Recurrentes en la Poesía de Machado
El Tiempo
El tiempo es el marco en el que se sitúa la vida del hombre. Su paso le produce angustia, determinada por la contradicción de que el tiempo es la vida y, a la vez, el camino hacia la muerte. Lo único seguro para el hombre es la existencia entre el nacimiento y la muerte, de ahí que la poesía se convierta en la palabra esencial en el tiempo.
La Muerte
En consecuencia del tiempo, la muerte tendrá una presencia casi obsesiva en su obra, hasta el punto de ver la vida como una amenaza por su destino inevitable. Esto explica el tono de tristeza, angustia y melancolía de su literatura. Su actitud ante la muerte va desde la angustia personal hasta la melancolía e incluso la rebeldía por la muerte de su esposa, Leonor. El recuerdo y el sueño le permiten revivir lo perdido, y el recuerdo de la vida da paso a la esperanza.
La Religión
Machado experimenta una lucha interna entre la imposibilidad de creer y la necesidad de hacerlo, pues anhela una religión que dé sentido a su vida.
El Amor
El amor es un sentimiento ennoblecedor que dignifica al amante, quien, a través de él, comprende mejor la belleza del mundo. Lo representa con tres tipos de mujer:
- Mujer Abstracta: Aparece en Soledades, una figura irreal, ya sea aparición o deseo, con alusiones a la falta de amor y como símbolo de angustia y soledad.
- Mujer Concreta (Leonor): A partir de Campos de Castilla, es usada como excusa para reflexionar sobre el dolor, el tiempo, la muerte o la esperanza de resurrección.
- Mujer Concreta (Guiomar): Inspirada en Pilar Valderrama, mujer con la que Machado tuvo una relación sentimental en sus últimos años. Aparece desde Nuevas Canciones, donde se manifiesta el sentimiento amoroso y notas eróticas literaturizadas dentro del amor cortés.
España y el Paisaje
El campo de Castilla adquiere toques noventayochistas, utilizando al campesinado como vía de introspección del alma de lo español. Muestra los problemas reales del país, la maldad intrínseca del hombre y la intrahistoria. Se distinguen tres momentos:
- Lamento por la decadencia de España: Una visión decadente de Castilla.
- Ternura y comprensión: El paisaje amado y asociado a valores positivos, que representa un “estado del alma”, como la evocación del campo soriano tras la muerte de Leonor.
- La esperanza en el futuro: Depositada en las próximas generaciones.
La Infancia
Tema autobiográfico que busca recordar su niñez (Palacio de las Dueñas). La melancolía de su infancia perdida inunda su poesía de naranjos y limoneros, que simbolizan la felicidad de su niñez.
Juan Ramón Jiménez: Vida, Contexto y Evolución Poética
Vida y Personalidad
Juan Ramón Jiménez nace en Moguer en el seno de una familia agrícola acomodada. Estudió en la Institución Libre de Enseñanza, inmerso en un ambiente modernista, y vivió en la Residencia de Estudiantes. En 1916, se casó con Zenobia Camprubí en Estados Unidos. Fue considerado un referente y maestro por la mayoría de los poetas de la Generación del 27.
Exiliado a causa de la Guerra Civil española, trabajó en universidades americanas. En 1956, recibió el Premio Nobel de Literatura, año en que también falleció Zenobia. Él moriría dos años después. Su personalidad se caracterizaba por ser depresiva, hipersensible, solitaria y, a menudo, “encerrada en la torre de marfil”.
Contexto Literario: La Generación del 14 (Novecentismo)
Juan Ramón Jiménez se enmarca en la Generación del 14 (Novecentismo), una generación intermedia entre el Modernismo y la Generación del 27. Esta se caracterizó por autores intelectuales con formación universitaria, europeístas, reformistas y elitistas, que escribieron principalmente ensayos. Su principal representante fue José Ortega y Gasset, y fueron ellos quienes introdujeron la deshumanización del arte.
Concepción de la Poesía y Poética
Su poesía es pura e intelectual, con una autosuficiencia de la obra artística que elimina lo social, lo político, lo sentimental y los adornos modernistas. Aunque fue el máximo representante de la poesía pura, su obra no se puede reducir únicamente a esta corriente.
Su poética se define por una entrega absoluta a la Poesía. Sentía una sed de belleza, conocimiento y eternidad absolutos. Para él, la poesía era un proceso de permanente perfeccionamiento, con continuas correcciones y revisiones. Afirmaba que toda su creación pertenecía a un mismo “libro” en constante construcción.
Evolución Poética de Juan Ramón Jiménez
Su trayectoria poética se inicia en el Modernismo y otros “ismos” finiseculares, evoluciona hacia una poesía pura y culmina en una línea personal, hermética y panteísta.
Primera Etapa: Sensitiva (1898-1915)
Influenciada por los “ismos” finiseculares, presenta un tono melancólico e intimista con un suave colorido y una delicada musicalidad. Comienza con una poesía de corte becqueriano en obras como Ninfas. El modernismo simbolista e intimista se manifiesta en Arias Tristes, y el modernismo más puro en Pastorales. En esta etapa, critica el excesivo subjetivismo modernista. También escribe la célebre obra Platero y yo.
Segunda Etapa: Poesía Intelectual (1916-1936)
En 1916, escribe Diario de un poeta recién casado, tras su viaje a Estados Unidos y su matrimonio con Zenobia. Este libro es fundamental para la poesía española. Se caracteriza por una poesía “desnuda”, mezcla de prosa y verso, anglicismos y verso libre. Es un recorrido introspectivo de la propia conciencia, donde el mar está omnipresente, simbolizando la vida y la eternidad. Otras obras destacadas de esta etapa son: Eternidades, Piedra y cielo, Poesía y Belleza.
Tercera Etapa: Suficiente o Verdadera (1937-1958)
En 1936, es exiliado a Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos. Durante este periodo, realiza una búsqueda de un lenguaje de depuración poética y una sed de esencialidad. Busca a Dios en su propia conciencia y en el panteísmo de la naturaleza. Escribe entre 1948 y 1949 obras como En el otro costado y Dios deseado y deseante.
La Generación del 27: Cohesión, Poética y Etapas
Cohesión Grupal y Nómina de Autores
La nómina tradicional de la Generación del 27 incluye a poetas como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Dámaso Alonso los acompañó como crítico. Además, en prosa, destacaron José Bergamín, y entre las mujeres poetas, conocidas como “Las Sinsombrero”, figuraron Rosa Chacel y María Zambrano, junto al cineasta Luis Buñuel.
El nombre de la generación se debe a la conmemoración, en 1927, del 300 aniversario de la muerte de Luis de Góngora, creador de un lenguaje poético propio y sublime. Los miembros de este grupo compartían características comunes: vivieron en la Residencia de Estudiantes, asistieron al acto en honor a Góngora, pertenecían a la burguesía acomodada, eran universitarios de gran cultura y mantenían fuertes lazos de amistad. Sus maestros fueron Juan Ramón Jiménez y, en menor medida, Pablo Neruda.
Poética de la Generación del 27
Aunque la poética de cada autor era personal y distinta, compartían afinidades estéticas comunes, destacando un equilibrio integrador entre tradición y vanguardia. Siguieron diversas tendencias:
- Vanguardismo: Pedro Salinas y Gerardo Diego.
- Clasicismo: Rafael Alberti y Gerardo Diego.
- Neopopularismo: Federico García Lorca y Rafael Alberti.
- Poesía Pura: Jorge Guillén.
- Surrealismo: Vicente Aleixandre, Federico García Lorca y Rafael Alberti.
Etapas de la Poesía de la Generación del 27
Poesía Pura
Siguiendo la estela de Juan Ramón Jiménez, eliminan lo anecdótico y lo sentimental, dando lugar a una poesía conceptualmente densa, abstracta, metafísica y, a menudo, hermética para el gran público.
Poesía Vanguardista
Durante los primeros años, exploraron vanguardias como el futurismo, el creacionismo y el ultraísmo. Ejemplos notables son Seguro Azar de Pedro Salinas y Imagen y Manual de espumas de Gerardo Diego.
Poesía Neopopularista
Influida por el romancero, los cancioneros y el folclore andaluz. Se caracteriza por temas como el sentimiento amoroso ligado a la naturaleza, el uso de métrica de arte menor y rima asonante en poemas breves, y un lenguaje sencillo y expresivo. Destacan Federico García Lorca (Romancero Gitano, Canciones) y Rafael Alberti (Marinero en tierra).
Poesía Clasicista
Con influencias del Renacimiento y el Barroco. Autores como Gerardo Diego, Jorge Guillén, Miguel Hernández y Federico García Lorca utilizaron metáforas brillantes, hipérbatos violentos y cultismos.
Surrealismo
Aunque no siguieron de manera ortodoxa las proclamas surrealistas (como Salvador Dalí y Luis Buñuel), introdujeron nuevos temas más humanos (amor, frustraciones, etc.) y una idea creadora como hilo conductor de imágenes visionarias. Un ejemplo clave es Poeta en Nueva York de Federico García Lorca.
Poesía Comprometida
Hacia los años 30, muchos autores tomaron partido por la República y las ideas izquierdistas.
Poesía de Combate
Desarrollada durante la Guerra Civil española.
Poesía de Posguerra
Tras la guerra, surgió una poesía existencial y social con la intención de renovar el lenguaje poético, abordando tanto temas clásicos de la lírica como asuntos de corte más social o político.
Federico García Lorca: Del Neopopularismo al Surrealismo
La trayectoria poética de Federico García Lorca muestra una evolución constante, pero sin cambios sustanciales en su esencia. Los temas, símbolos y motivos se repiten a lo largo de toda su obra, mezclando lo tradicional, lo popular y lo culto con elementos vanguardistas.
Primera Etapa: Neopopularista (hasta 1928)
- Libro de poemas (1921): Su primer libro, donde aún buscaba su estilo personal.
- Canciones (1927): Influencias de la canción popular y clásica, con toques modernos de poesía pura y vanguardismo. Aborda temas como el amor, la muerte, el ensueño y la nostalgia de la niñez.
- Poema del Cante Jondo (1931, escrito en 1921-22): Reúne la poesía popular del cancionero con el espíritu del cante jondo andaluz. Presenta una narración trágica del amor y la muerte, con versos cortos, muy rítmicos y musicales.
- Romancero Gitano (1928): Su obra más popular, que fusiona el neopopularismo con toques vanguardistas. El mundo de los gitanos se convierte en un mito moderno, caracterizado por una sociedad dominada por la naturaleza, el destino trágico, la frustración, el amor, el sexo, los símbolos y una rica mezcla narrativa.
Segunda Etapa: Surrealista (Poeta en Nueva York, 1929-1930)
Esta etapa, plasmada en Poeta en Nueva York (publicado póstumamente en 1940), refleja una profunda crisis personal, sentimental y artística de Lorca. Viaja a Nueva York con Fernando de los Ríos en el contexto de la crisis de Wall Street de 1929. Los temas centrales son la denuncia social y el agobio de la gran metrópoli, que representa una civilización deshumanizada y materialista, donde priman la insolidaridad, la explotación y el sufrimiento, en contraposición a la naturaleza. El “negro marginado” se convierte en un personaje emblemático.
La nueva estética se caracteriza por:
- Versículos amplios y libres.
- Enumeraciones caóticas con imágenes visionarias.
- Ruptura de la sintaxis.
- Adjetivos en oposición a la naturaleza del sustantivo al que acompañan.
Tercera Etapa: Vuelta a los Moldes Clásicos con Elementos Vanguardistas (1931-1936)
En esta fase, Lorca retoma un estilo clásico, pero enriquecido con numerosos elementos de vanguardia. Obras destacadas son Diván del Tamarit, Sonetos del amor oscuro, Seis poemas galegos y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
- Diván del Tamarit (escrito entre 1931 y 1935, publicado en 1940): Compuesto por 18 poemas breves con moldes clásicos, nombres de poesía oriental y textos complejos.
- Sonetos del amor oscuro (escritos en 1935-1936, publicados incompletos en 1984): Once sonetos que representan el amor como una experiencia personal, una manifestación gozosa y dolorosa que transita de la pasión al entusiasmo, de la felicidad al tormento.