Aristóteles
Aristóteles (384-322 a. C.), nacido en Macedonia, su vida estuvo siempre cargada de intrigas y sucesos de interés. Fue discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno. Sus obras fundamentales incluyen las de ética (Ética a Nicómaco, Ética a Eudemo, Gran Moral) y las de política (La Política).
Naturaleza y Metafísica
La naturaleza tiene distintas acepciones. Por ‘naturaleza’ entiende la totalidad de lo real, contraponiéndola al concepto de lo artificial.
- Ser natural: Aquello que tiene en sí mismo el principio de movimiento, es decir, que no necesita manipulación externa (ej. seres vivos).
- Ser artificial: Aquello que está hecho por mano del hombre (ej. una mesa).
- La tercera acepción hace referencia a su esencia u origen. Por ejemplo, el hombre por naturaleza tiende a la felicidad y es un animal social.
Sustancia y Accidentes
Aristóteles rechaza el Mundo de las Ideas platónico, argumentando que no es necesario separar dos mundos para explicar la realidad; solo existe un mundo, el que habitamos. La realidad, en su sentido metafísico, es lo que él denomina sustancia. Para Aristóteles, Esencia + Existencia = SER (o arjé).
La sustancia es aquello que es y permanece a pesar de sus cambios y transformaciones. A toda sustancia le acompañan los accidentes, que son las cualidades o determinaciones que pueden cambiar sin que la sustancia deje de ser lo que es. Existen diversos tipos de accidentes: de cantidad (peso, estatura), de cualidad (atento, organizado), de modo (sentado, de pie), de relación (compañero), de acción (correr) y de pasión (recibir explicaciones).
Aristóteles distingue entre sustancia primera y sustancia segunda. La sustancia primera es el individuo concreto, aquello que ni se predica de una sustancia ni está en ella (ej. ‘Sócrates’). La sustancia segunda es el universal, aquello que sí se puede predicar de una sustancia pero no está en ella (ej. ‘hombre’ en ‘Sócrates es un hombre’). Aristóteles sostiene que de ambas se puede extraer una esencia y existencia.
Principio de Causalidad
Aristóteles recurre a la teoría de las cuatro causas. Toda la naturaleza se rige por un principio de causalidad, que postula que todo ser o movimiento tiene una causa que lo produce o lo mueve. Estas causas son:
- Causa eficiente: Responde al ‘por qué’ de una cosa, qué o quién ha causado algo. Por ejemplo, en una escultura, el escultor.
- Causa final: Responde al ‘para qué’ o al fin de algo. Por ejemplo, en una escultura, su propósito de adornar un templo.
- Causa material: Es aquello a partir de lo cual se hace otra cosa. Actúa como principio de individuación, permitiendo que las esencias estén separadas. Por ejemplo, en una escultura, el mármol.
- Causa formal: Actúa como aquello que le da esencia al ser, su forma o estructura. Representa la esencia universal y particular. Por ejemplo, en una escultura, la forma de Atenea.
Potencia y Acto
En la naturaleza, Aristóteles observa un desarrollo constante entre la potencia y el acto. Su filosofía a menudo explica el ser a través de estos binomios. Un ser en potencia es algo que aún no es, pero tiene la capacidad de llegar a ser (está en desarrollo). El acto es la realización o consumación de esa potencia.
Según Aristóteles, el movimiento es el paso o tránsito de la potencia al acto. Más precisamente, es el acto de lo que está en potencia, en cuanto está en potencia. Todo movimiento guarda la potencialidad de ser transformado. El ser humano, por ejemplo, está sometido a un continuo cambio y tiende a mejorar.
Aristóteles llega a una conclusión final sobre la causa primera de todas las causas, postulando la existencia de un Motor Inmóvil. Este Motor Inmóvil es la causa perfecta, acto puro y forma pura, que mueve sin ser movido.
El Dios aristotélico es un principio explicador de las causas, no un dios religioso, sino más bien filosófico. En la filosofía griega no existía el concepto de creacionismo; sin embargo, Aristóteles es el filósofo que comienza a asentar las bases fundamentales para la posterior cristianización de la filosofía. No obstante, a raíz del Renacimiento, Aristóteles sería muy criticado.
Tipos de Movimiento
En cuanto al movimiento, Aristóteles diferencia tres tipos:
- Movimiento cuantitativo: Cuando cambia la cantidad de algo (ej. crecimiento, desarrollo).
- Movimiento cualitativo: Cuando cambian los aspectos de cualidad (ej. volverse más simpático o menos generoso).
- Movimiento local: Cuando hay un tránsito espacial.
El principio de causalidad subraya que el acto prevalece sobre la potencia (siendo simultáneos en el tiempo) y la forma prevalece sobre la materia, ya que es lo que da esencia al ser.
Hilemorfismo y Antropología
Aristóteles aborda el problema del alma y la antropología utilizando el concepto de hilemorfismo (unión de materia y forma). La forma da esencia al ser, mientras que la materia es el principio de individuación. El alma es la forma del cuerpo, siendo este último la materia, ya que la forma es lo que confiere esencia a todo ser.
Aristóteles discrepa de las ideas de su maestro Platón sobre el alma y afirma que existen tres tipos de alma:
- Alma vegetativa: Responsable del crecimiento, nutrición y reproducción (presente en plantas, animales y el hombre).
- Alma sensitiva: Caracterizada por poseer y desarrollar facultades apetitivas, así como movimiento local y espacial (presente en animales y hombres).
- Alma intelectual o racional: Lo que hace del ser humano un animal racional.
El hombre posee las tres almas, los animales dos y las plantas una. Sin embargo, cuando el hombre muere, Aristóteles sostiene que el alma intelectual o racional no muere, ya que es inmortal y preexiste, haciendo así un homenaje a su maestro Platón y no desligándose del todo de sus ideas.
La Felicidad (Ética Eudemonista)
En una de sus obras de ética, la Ética a Nicómaco, Aristóteles aborda el concepto de la felicidad. Afirma que”Todos los hombres por naturaleza tienden a ser felice”, una postura que define su ética eudemonista. Para Aristóteles, la felicidad se logra combinando la felicidad con la virtud, de modo que un hombre virtuoso es también una buena persona y, por ende, feliz. Esto implica que la eudaimonía (felicidad plena) no es equivalente al placer sensible e inmediato, ya que en ese caso no nos distinguiríamos de los animales.
La felicidad es una obra conforme a la naturaleza humana; por lo tanto, es necesario desarrollar el alma intelectual o racional. Dicho de otra manera, un hombre es feliz cuando es sabio.
Para alcanzar el ideal de sabio, Aristóteles sugiere que se requiere madurez de vida, plenitud y, en su contexto, noble nacimiento. Esto implicaba que, en su visión, solo los aristócratas podían alcanzar plenamente este ideal, excluyendo al pueblo llano.
Ética y Virtud
Aristóteles sostiene que el hombre se asocia no solo para vivir, sino para el bien vivir. El bien es polifacético, no es algo absoluto y se encuentra en la realidad misma, desvinculándose así del pensamiento de su maestro Platón.
Aristóteles define la virtud como:”Una experiencia moral adquirida, basada en el término medio relativo a nosotros, determinada por la razón tal y como obraría un hombre prudent”.
- ¿Por qué una experiencia moral adquirida? Porque la virtud no es innata; se adquiere con la experiencia, es un hábito que se va formando.
- ¿Basada en el término medio relativo a nosotros? Porque al obrar moralmente, ni el exceso ni el defecto son buenos; hay que buscar el justo medio. Sin embargo, este término medio es relativo a cada individuo y su contexto. Por ejemplo, en la valentía, el defecto es la cobardía y el exceso es la temeridad.
- ¿Determinada por la razón tal y como obraría un hombre prudente? Debemos emplear el raciocinio para distinguir el bien del mal, actuando como lo haría un hombre sensato o prudente.
Aristóteles distingue dos tipos de virtudes:
- Virtudes dianoéticas o intelectuales: Se originan y crecen principalmente por la enseñanza, requiriendo experiencia y tiempo (ej. razón, pensamiento, inteligencia, memoria).
- Virtudes éticas o morales: Son aquellas que ponemos en práctica (ej. amistad, generosidad, valentía).
Para llegar a la práctica de las virtudes, es necesario conocerlas, haciendo así un homenaje a Sócrates y Platón.
Política y el Estado
Aristóteles afirma que el hombre es un animal político y social por naturaleza; no se asocia solo para vivir, sino para el bien vivir. El hombre posee logos (razón, palabra y lenguaje), y esta capacidad de comunicación es lo que nos vincula y nos lleva a asociarnos.
Si no fuéramos por naturaleza seres sociales, nos compararíamos con el buey o, por el contrario, seríamos dioses. Esta idea está extraída de su obra La Política.
El hombre no alcanza la felicidad si no es social, por lo que Aristóteles no es partidario del individualismo. La entidad que articula y dirige esta felicidad social es el Estado, cuya finalidad es garantizar y conservar la felicidad de los ciudadanos.
El Estado es la representación del bien público, y todo hombre debe converger hacia él. Aristóteles afirma que el Estado tiene dos orígenes:
- Origen genético: El Estado se forma por la aglomeración de personas, donde los individuos son anteriores al Estado, comenzando por la individuación y culminando en la globalización social.
- Origen natural o metafísico: El Estado es ‘anterior’ a los individuos. Este ‘anterior’ no se refiere a un espacio temporal, sino que significa que es más importante jerárquicamente, es esencial y necesario. Como se extrae de La Política: “El Estado es anterior a cada uno de los individuos que lo conforman”.
Formas de Gobierno
Aristóteles describe tres formas de gobierno ‘puras’ y sus respectivas degeneraciones, que tienden a la corrupción y gobiernan en beneficio propio:
- Monarquía: Gobierno de uno solo, el mejor. Su degeneración es la tiranía, cuando busca el beneficio propio.
- Aristocracia: Gobierno de una élite entrenada para la tarea de gobierno. Su degeneración es la oligarquía, cuando se corrompe.
- Timocracia: Gobierno de los ciudadanos que poseen un determinado capital o propiedades, caracterizado por su militarismo.
- República (o Politeia): Gobierno de la mayoría, buscando el bien común. Su degeneración es la democracia (en el sentido peyorativo aristotélico, como gobierno de la masa sin ley) o demagogia, cuando llega el caos y la degeneración social.
Aristóteles considera que la monarquía es la forma ideal en teoría, pero la considera irrealizable o desechable en la práctica. Por lo tanto, propone como la mejor forma de gobierno una mezcla entre la aristocracia y la república (politeia).
Sócrates
Sócrates (siglo V a. C.), considerado el padre de la filosofía occidental, veía con malos ojos las directrices sofistas, principalmente su escepticismo y relativismo, ya que Sócrates afirmaba que existía un camino hacia la verdad. Sus dos máximas fundamentales son:
- “Solo sé que no sé nada“: Esta frase explica que el hombre no ha realizado un examen crítico sobre lo que cree saber, mostrando así un reconocimiento de nuestra propia ignorancia.
- “Conócete a ti mismo“: Esta máxima, procedente del Oráculo de Delfos, fue adoptada por Sócrates para explicar que una vida sin examinar no merece la pena ser vivida. Al someternos a ese examen diario, descubrimos que en realidad no sabemos tanto como creemos.
El objetivo socrático es indagar en la mente humana para alcanzar ideas universales. Una de las principales virtudes de este filósofo era su capacidad para convencer y hacer reflexionar al oyente mediante su gran habilidad para el diálogo. Este diálogo se basaba en dos métodos:
- La ironía: Consistía en someter al interlocutor a múltiples preguntas para demostrarle que no sabía lo que creía saber, poniendo en tela de juicio sus certezas.
- La mayéutica: Ayudaba a las personas a ‘dar a luz’ la verdad a través del razonamiento, permitiendo así llegar a ideas universales.
Los ámbitos de interés en la filosofía socrática son la ética (centrada en la felicidad privada) y la política (orientada a la felicidad pública o social). A través de la práctica de la ética y la política, podemos llegar a ser personas virtuosas en ambos campos.
Para lograr esto, Sócrates plantea el intelectualismo moral: “No se puede hacer el bien si previamente no se conoce; no se puede hacer justicia si previamente no se sabe qué es justicia; no podemos pasar a la práctica de las virtudes si previamente no sabemos qué es virtud”.
El hombre tiende a buscar verdades sobre la bondad y la justicia, y es necesario llegar a un consenso para alcanzar ideas universales (como el bien, la justicia o la igualdad).
Platón
Vida y Obras
Platón (427-347 a. C.), discípulo de Sócrates, llevó hasta sus máximas consecuencias el ideal socrático de enseñar al que no sabe para la consecución de una vida virtuosa. En homenaje a su maestro, Platón también utilizó el diálogo como forma de expresión filosófica, incorporando la ironía y la mayéutica.
Sus diálogos se dividen en cinco periodos:
- Periodo de juventud: Apología de Sócrates y defensa de su maestro.
- Periodo de transición: Aborda cuestiones políticas (Gorgias, Menón).
- Periodo de madurez: Introduce la Teoría de las Ideas y desarrolla la de la Reminiscencia (El Banquete, La República, Fedón, Fedro).
- Periodo crítico: (Parménides, Sofista, Teeteto, Político).
- Periodo de vejez: Reflexiona sobre el universo y la astronomía (Timeo, Las Leyes).
El Problema de la Realidad y del Conocimiento: Epistemología
Platón establece un dualismo ontológico, es decir, una distinción fundamental entre dos mundos:
- El Mundo Sensible: Compuesto por los seres particulares, materiales, concretos, diversos y múltiples, que son perecederos.
- El Mundo de las Ideas: Donde las Ideas son la esencia, la verdadera realidad de las cosas. Son únicas, eternas, inmutables, perfectas e inteligibles.
Así, para Platón, el mundo real y verdadero es el Mundo de las Ideas, y el mundo material y sensible es solo una copia o reflejo de este.
La jerarquía de las Ideas va de las menos generales a las más abstractas: Ideas de los seres sensibles, Ideas matemáticas, Ideas éticas, estéticas, políticas y, en la cúspide, la Idea de Bien. La Idea de Bien es el fundamento ontológico y epistemológico de toda la realidad: las demás Ideas no pueden ser conocidas plenamente hasta que no se conoce la Idea de Bien.
Platón distinguirá, tal y como señala en el Mito de la Caverna, dos modos fundamentales de conocer:
- La doxa (opinión): Considerada el falso conocimiento, basada en lo sensible.
- La episteme (ciencia): El verdadero conocimiento, que se obtiene a través de la razón y se dirige a las Ideas.
Platón defiende el innatismo, es decir, la idea de que venimos al mundo con las Ideas ya adquiridas. Esto se resume en la Teoría de la Reminiscencia (anámnesis), la cual explica que el alma humana ya conoce la verdad y su tarea es ir recordando todo lo que ya conocía. Esto es posible porque el alma racional preexistió en el Mundo de las Ideas. De allí, según el Mito del Carro Alado, cayó al mundo terrenal y fue ‘atrapada’ por el cuerpo, olvidando su conocimiento original.
El Problema del Ser Humano y de la Moral: Antropología y Ética
El dualismo antropológico platónico postula que el ser humano es una unión accidental de alma y cuerpo. Ambos están en continua lucha, pues el alma pertenece al Mundo de las Ideas (siendo inmortal y espiritual), mientras que el cuerpo es propio del mundo sensible (mortal y material). Platón presenta varias demostraciones de la inmortalidad del alma, destacando la de la reminiscencia. Además, distinguió tres tipos de alma, cada una con su función y virtud:
- Alma racional: Su función es el conocimiento y su virtud es la sabiduría (phrónesis).
- Alma irascible: Simboliza las pasiones nobles (como el honor o la ira justa) y su virtud es la fortaleza o valentía (andreía).
- Alma concupiscible: Simboliza las pasiones innobles y los deseos corporales, y su virtud es la templanza (sophrosýne).
La armonía de estas tres funciones cristaliza en el hombre justo. Solo este estará en condiciones de ser feliz.
El Problema de la Sociedad: Política
El hombre es considerado un ser social por naturaleza, y el gobierno debe buscar el bien común y la justicia social. Platón distingue tres funciones sociales que jerarquizan la sociedad ideal:
- Los gobernantes-filósofos: En ellos predomina el alma racional, y su virtud es la sabiduría.
- Los guardianes o guerreros: Con predominio del alma irascible, y su virtud es la fortaleza.
- Los productores o pueblo: Con predominio del alma concupiscible, y su virtud es la templanza.
Para Platón, la mejor forma de gobierno es la aristocracia, entendida como el gobierno de los mejores (los filósofos), quienes poseen la episteme (ciencia) y, por tanto, la verdad.