El Franquismo Tardío: Economía y Sociedad (1960-1975)
Para impulsar el desarrollo económico, se implementaron los Planes de Desarrollo, en los cuales el Estado fijaba los objetivos económicos a alcanzar. El primero de ellos se inició en 1964 y duró cuatro años. El último, sin embargo, no se llegó a implementar debido a la crisis del petróleo de 1973 y la posterior muerte de Franco en 1975. Entre 1960 y 1973, la economía española experimentó un crecimiento acelerado y sin precedentes, un periodo conocido como el “Milagro Económico Español”. Los indicadores macroeconómicos situaban a España en un nivel de desarrollo próximo al de los países de Europa Occidental.
No obstante, también hubo aspectos negativos: persistían los desequilibrios regionales y se desaprovechó la mano de obra disponible en el país, lo que provocó una intensa emigración. Estos emigrantes, a su vez, aportaron dinero y generaron divisas para el país, contribuyendo a paliar una balanza comercial deficitaria. Esta se compensaba también con las inversiones extranjeras y el dinero que dejaban los turistas. Todo ello, sin embargo, generó una economía muy dependiente del exterior.
Transformaciones Sociales en el Franquismo Tardío
La sociedad española de los años 40 permanecía predominantemente rural. Era una sociedad tradicional, fuertemente influenciada por las costumbres de la Iglesia, que asumía la jerarquía y la obediencia a los superiores. En cuanto a las clases sociales, existía una rica y reducida oligarquía agraria, industrial y financiera. La mayoría de la población, rural o urbana, tenía un bajo nivel de renta, y por último, se consolidaba una incipiente clase media.
En los años 60, se produjo un masivo éxodo rural, lo que provocó un crecimiento desordenado de las ciudades y la aparición del problema del chabolismo. Paralelamente, aumentó la renta per cápita y los salarios, lo que elevó el nivel de vida general. La construcción de viviendas se disparó, aunque muchas carecían de servicios adecuados. A finales de los años 60, España se consolidó como una sociedad de consumo, y se produjo un cambio de mentalidad en el que se empezó a demandar mayor libertad y democracia.
11.3 La Oposición a la Dictadura y la Crisis del Franquismo (1973-1975)
La primera manifestación de oposición a la dictadura provino de la Casa Real. Aunque Don Juan de Borbón había apoyado la sublevación, tras la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, consideró que el fin del franquismo estaba próximo y que se instauraría la monarquía. En 1943, un grupo de procuradores en Cortes y militares se reunieron con Franco para pedirle la restauración monárquica, a lo que Franco se negó. En 1945, Don Juan publicó el Manifiesto de Lausana, en el que pedía la dimisión de Franco y la restauración de la monarquía. La respuesta del régimen llegó en 1947 con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, que designaba a Franco como jefe de Estado vitalicio y le otorgaba la potestad de nombrar a su sucesor. En 1948, tuvo lugar el encuentro entre Franco y Don Juan.
En 1944, una vez liberada Francia de los nazis, se organizó un movimiento guerrillero conocido como el Maquis, que intentó avivar el enfrentamiento con la dictadura, aunque sin un apoyo significativo de la población. En el régimen de Franco, las huelgas estaban prohibidas, pero las duras condiciones de vida provocaron en el País Vasco y Cataluña las primeras huelgas contra el régimen en 1951. Los obreros industriales contaron con el apoyo de los estudiantes universitarios, quienes en 1956 organizaron una protesta que condujo al cierre temporal de la universidad. Las huelgas se repitieron en 1958.
En el exterior, los partidos republicanos buscaron apoyos internacionales. En 1944 se fundó la ANFD (Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas), pero fue el Partido Comunista de España (PCE) el que emprendió una importante labor de reorganización en el interior del país, lo que explica su protagonismo como principal fuerza de oposición clandestina al Régimen. Desde 1960, como consecuencia de los profundos cambios experimentados por la sociedad española, se fueron ampliando los frentes de oposición al Régimen, manifestados en la creciente conflictividad laboral (con reivindicaciones profesionales mezcladas con aspectos políticos) y la agitación universitaria, donde se demandaban libertades democráticas. La huelga de 1956 tuvo especial gravedad y provocó la expulsión de sus cátedras a profesores como Tierno Galván, Agustín García Calvo y José Luis López Aranguren. En estos años, se fundó el sindicato de Comisiones Obreras (CCOO).
Un tercer frente de oposición surgió en la Iglesia, que se vio renovada por el Concilio Vaticano II. Esto generó cambios en los planteamientos políticos y sociales de muchos católicos, quienes colaboraron con partidos y asociaciones de izquierda, llegando a estar a punto de romper relaciones con el régimen. También se crearon partidos políticos basados en el espíritu del Mayo Francés de 1968, basándose en ideologías maoístas que, posteriormente, derivaron en grupos terroristas. Asimismo, surgieron partidos moderados como Izquierda Democrática, liderado por Joaquín Ruiz Jiménez. Partidos anteriormente existentes se prepararon para la posible vuelta a la democracia. En 1968, ocurrió el primer asesinato de ETA, y a pesar de la represión, la oposición al franquismo siguió creciendo.
El Agravamiento de la Crisis del Franquismo (1973-1975)
En junio de 1973, Franco formó un nuevo Gobierno. Por primera vez, no estaba presidido por él, sino por el almirante Luis Carrero Blanco, quien fue asesinado por ETA el 20 de diciembre de 1973. El nuevo Presidente fue Carlos Arias Navarro. El 12 de febrero de 1974, Arias Navarro anunció la Ley conocida como el «Espíritu del 12 de Febrero», que regulaba el derecho de asociación política. Esto generó la división del bloque franquista en dos grupos: los aperturistas y el búnker, que eran inmovilistas.
En el verano de 1974, Franco fue hospitalizado. Por iniciativa del Partido Comunista, se constituyó la Junta Democrática, que buscaba aglutinar a toda la oposición a Franco y la restauración de la democracia. En 1975, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) creó la Plataforma de Convergencia Democrática. Ambas se unieron en lo que se conoció como la Platajunta. El 20 de diciembre de 1974, apareció la Ley de Asociaciones Políticas, que ponía tantos impedimentos que solo podían acogerse a ella las diferentes tendencias del franquismo. El clima de inestabilidad política aumentó, así como los atentados de ETA y del GRAPO.
El 29 de agosto de 1975, se promulgó una ley antiterrorista por la que Franco firmó cinco penas de muerte. La ejecución de estas penas, sumado al hecho de que España era la única dictadura que quedaba en Europa Occidental, provocó una oleada de protestas internacionales y casi el aislamiento del país. En el ámbito internacional, Marruecos, bajo el liderazgo de Hassan II, organizó en noviembre de 1975 la «Marcha Verde», una movilización de personas que invadieron el territorio del Sáhara Occidental. El 14 de noviembre, se firmó en Madrid el acuerdo por el que ese territorio se dividía entre Marruecos y Mauritania. En el plano económico, la crisis del petróleo de 1973 entró en una aguda fase de depresión, que se manifestó en el retorno de emigrantes, el aumento del paro y la inflación.
12.1 La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1978)
Tras la muerte de Franco, se inició una nueva etapa en la historia de España, denominada la Transición, un periodo que define los pasos para pasar de una dictadura a un régimen democrático. El 22 de noviembre de 1975, con la proclamación de Don Juan Carlos I como Rey, este dejó clara en su discurso su voluntad de cambio. La Transición se vio afectada por la crisis económica de 1973, con un espectacular déficit exterior, inflación, desplome de los beneficios empresariales, quiebras y un aumento del paro, entre otros factores. Esta aguda depresión económica se prolongó hasta 1985 y complicó el camino hacia la democracia.
Alternativas Políticas tras la Muerte de Franco
A la muerte del dictador, se planteaban tres alternativas políticas principales:
- La continuidad franquista: Apoyada por los miembros del búnker y parte del ejército.
- La reforma política: A partir de las leyes e instituciones franquistas, con el apoyo de los aperturistas.
- La ruptura democrática: Que consistía en instaurar directamente la democracia, apoyada por los partidos de izquierda.
El Rey, el 22 de noviembre de 1975, asumió ante las Cortes franquistas la Jefatura del Estado. Días después de su discurso, amnistió a presos políticos y decidió mantener en el cargo a Arias Navarro, formando un nuevo Gobierno en diciembre de 1975. El clima social estaba agitado; el Gobierno era continuista y, en ocasiones, represivo. Se formó la Coordinación Democrática, que en marzo de 1976 escribió un manifiesto pidiendo la democracia. En Cataluña, se creó la Assemblea de Catalunya, y se sucedieron huelgas, atentados de ETA, del GRAPO, etc.
El Gobierno de Adolfo Suárez y la Reforma Política
Arias Navarro dimitió y, en julio de 1976, se nombró Presidente del Gobierno a Adolfo Suárez. La primera declaración del Gobierno reconocía derechos y libertades fundamentales, la legitimidad de los partidos políticos y de las autonomías históricas. Anunció una amplia amnistía para presos políticos y la convocatoria de elecciones generales. En diciembre de 1976, se aprobó la Ley para la Reforma Política, que permitió al Gobierno despejar el camino hacia la democracia y era de carácter transitorio. En noviembre de 1976, las Cortes aprobaron la ley y se disolverían. La ley se sometió a referéndum el 15 de diciembre de 1976, y el «sí» ganó con una amplia mayoría.
Se legalizaron los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT). Desde enero de 1977, se fueron legalizando partidos para que pudieran presentarse a las elecciones, excepto el Partido Comunista. Obtuvieron representación parlamentaria Alianza Popular (AP), la Unión de Centro Democrático (UCD) y el PSOE. También hubo partidos nacionalistas como el PNV y Esquerra Republicana. El Partido Comunista renunció a la bandera republicana y acató la monarquía, siendo legalizado el 9 de abril de 1977.
Las Elecciones de 1977 y la Constitución de 1978
Las elecciones se celebraron el 15 de junio de 1977 y las ganó la UCD. Ese Gobierno, en octubre de 1977, firmaría los Pactos de la Moncloa. Se elaboraría un nuevo plan de estabilización económica. Se reunieron sindicatos, el Gobierno y las asociaciones empresariales para elaborar un consenso sobre la política económica que, además, garantizara la estabilidad social mientras se elaboraba una Constitución y se consolidaba la democracia. Se consiguió disminuir la inflación, aumentar las reservas de divisas y que las empresas empezaran a tener beneficios, aunque el paro y la conflictividad laboral seguían existiendo.
Se iniciaron los contactos para la preautonomía de los territorios históricos. La Generalitat de Cataluña, en 1977, estaba presidida por Tarradellas, y con él, en septiembre de 1977, se restableció el Gobierno de la Generalitat. En noviembre de 1977, se constituyó el Consejo General Vasco, presidido por Ramón Rubial, quien en 1978 fue sustituido por Carlos Garaikoetxea.
Las Cortes elaboraron una nueva Constitución. Se creó una comisión de siete miembros de los diferentes grupos parlamentarios. El único partido no representado fue el PNV, que por ello votó en contra. La Constitución la aprobaron las Cortes el 31 de octubre de 1978 y se sometió a referéndum el 6 de diciembre de 1978. Votaron a favor un 88%, por lo que quedó aprobada. Se compone de un preámbulo en el que se deja claro que la soberanía reside en el pueblo, recoge una amplia lista de derechos y deberes, establece la forma de gobierno como monarquía parlamentaria y la separación de poderes. En la organización territorial, se establecen las Comunidades Autónomas. Aprobada la Constitución, las Cortes se disolvieron y se convocaron elecciones para marzo de 1979.
El Terrorismo durante la Transición
Durante este periodo, el terrorismo de ETA y del GRAPO no dejó de actuar. En enero de 1977, incontrolados de extrema derecha asesinaron a cinco abogados laboralistas en la calle Atocha (la Matanza de Atocha). Todos estos actos pretendían desestabilizar la situación y evitar el avance hacia una democracia de tipo occidental. El 11 de noviembre de 1978, fueron detenidos algunos implicados en una conspiración golpista que buscaba frenar la aprobación de la Constitución.
12.2 La Democracia Española: Gobiernos y Desafíos (1979-2011)
El primer Gobierno de Suárez abarcó de julio de 1976 a junio de 1977; el segundo, de junio de 1977 a marzo de 1979; y el tercero, de marzo de 1979 a enero de 1981. En este último, se diseñó el mapa autonómico y municipal. Se celebraron elecciones entre 1979 y 1983 para constituir los primeros parlamentos autonómicos. En abril de 1979, se llevaron a cabo las primeras elecciones municipales, que fueron ganadas por el PSOE en coalición con el PCE. Se desarrolló una importante labor legislativa, destacando en 1980 el Estatuto de los Trabajadores y en 1981 la Ley del Divorcio, entre otras.
Los Gobiernos de la UCD y el Intento de Golpe de Estado
La UCD estaba en decadencia debido a la heterogeneidad de sus miembros. Suárez fue criticado por miembros de su propio partido, y el deterioro de la situación llevó a la dimisión del Presidente en enero de 1981. El partido eligió como sucesor a Leopoldo Calvo-Sotelo.
El 23 de febrero de 1981, doscientos guardias civiles, liderados por el teniente coronel Antonio Tejero, irrumpieron en el Congreso de los Diputados durante la votación de investidura del nuevo Presidente del Gobierno. El golpe fracasó. La postura contraria del Rey, que desautorizó a los golpistas ante la televisión, frustró la operación y resultó decisiva para afianzar la democracia.
El Gobierno de Calvo-Sotelo (febrero de 1981 a octubre de 1982) logró la adhesión de España a la OTAN y continuó impulsando el mapa autonómico, aprobándose nueve estatutos; los restantes se aprobaron en 1983 con el PSOE.
La Hegemonía Socialista: Gobiernos de Felipe González (1982-1996)
Las elecciones de octubre de 1982 las ganó con mayoría absoluta el PSOE, iniciando una hegemonía que duraría más de una década. El primer Gobierno de Felipe González (1982-1986) culminó el proceso autonómico, completó el proceso de integración en Europa y desarrolló el Estado del Bienestar. En 1982, se aprobó la Ley del Aborto y la Ley del Jurado. En 1984, se aprobó la Ley de Objeción de Conciencia, y el ejército se profesionalizó. Se combatió a ETA, y desde 1984, Francia colaboró en esta lucha. Se implementó un nuevo plan de estabilización económica que buscaba controlar el déficit exterior, la inflación, moderar los salarios y aplicar medidas de austeridad económica. Hubo reconversión industrial y reestructuración bancaria, lo que aumentó el paro y el déficit público. Se aprobaron leyes de educación (LODE y LRU) y, en 1986, la Ley de Sanidad. Ese mismo año, España ingresó en la Comunidad Económica Europea (CEE) y en la estructura civil de la OTAN.
El segundo Gobierno de Felipe González (1986-1989) se benefició del crecimiento económico de la segunda mitad de la década de los 80, mejorando las infraestructuras. Sin embargo, el descontento de su propio partido llevó a una huelga general en diciembre de 1988.
El tercer Gobierno de Felipe González (1989-1993) se inició con la participación en la Primera Guerra del Golfo. En 1993, una nueva crisis económica disparó el gasto; además, hubo que tomar medidas muy impopulares para converger con Europa según lo acordado en el Tratado de Maastricht. Se elevó el paro, surgieron escándalos de corrupción económica, y los GAL y ETA siguieron atentando.
El cuarto Gobierno de Felipe González (1993-1996) fue por mayoría simple y estuvo apoyado por CiU. En 1995, se firmaron los Pactos de Toledo, reforzando la economía. Los casos de corrupción hicieron que CiU le retirara la confianza.
Los Gobiernos del Partido Popular: José María Aznar (1996-2004)
El primer Gobierno de José María Aznar (1996-2000) ganó las elecciones por mayoría simple; también ganó las elecciones autonómicas y municipales. Siguió una política económica de convergencia con Maastricht. España entró en el Euro, se llegó a un 10% de paro y a un 5% de inflación. En 2002, se suprimió el servicio militar y se mantuvieron relaciones con EE. UU. La lucha contra ETA se impulsó con la firma del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo, se controló la Kale Borroka y se asfixió económicamente a la organización terrorista.
El segundo Gobierno de Aznar (2000-2004) se logró por mayoría absoluta; hubo un espectacular desarrollo económico, pero también inflación, burbuja inmobiliaria, inmigración y protestas que culminaron en la huelga general de 2002. El 11 de marzo de 2004 se produjeron los atentados yihadistas en los trenes de cercanías de Madrid, y el 14 de marzo, las elecciones las ganó el PSOE.
Los Gobiernos Socialistas: José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011)
Los dos Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2008 y 2008-2011) reformaron los estatutos de autonomía, aprobaron leyes como la del Matrimonio Homosexual, ampliaron la ley del aborto y crearon el Ministerio de Igualdad y de Violencia de Género. La economía funcionó bien hasta la crisis de 2008. Se iniciaron treguas con ETA.