La Ilustración según Kant: Autonomía de la razón y libertad

Introducción

Este fragmento pertenece al texto de Kant, no pertenece a ninguna obra de Kant sino que es un texto de una revista de Berlín en el siglo XVIII. Es una entrevista en la que Kant es influenciado por dos conflictos: la Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos. La Ilustración, según Kant, se centra en las implicaciones filosóficas y humanas, y el tema principal es la autonomía de la razón, un elemento esencial. Para Kant, la Ilustración abre una época de responsabilidad y libertad, recogida en la mayoría de edad. Kant afirma que el estado reside en los medios para conseguir la libertad y que el individuo tiene capacidad para pensar por sí mismo. La sociedad más perfecta es aquella que asegura este derecho. Kant no enseñaba filosofía, sino que enseñaba a filosofar.

Definición y lema de la Ilustración según Kant

La definición de Ilustración según Kant es muy breve y clara. La Ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. Kant considera que la Ilustración es una actitud intelectual y filosófica ante la realidad. El proyecto ilustrado es una tarea costosa, lenta y difícil en la que los hombres tienen que ser libres. Requiere un esfuerzo común para mejorar la humanidad mediante el desarrollo de la naturaleza racional del ser humano. Kant está convencido de que la humanidad está en progreso hacia un mundo mejor.

Causas de la minoría de edad

Las dos causas de la minoría de edad son: 1) la pereza y la cobardía, es más cómodo dejar que los demás piensen por uno mismo; 2) las tutelas, los tutores son aquellos grupos de personas que se han encargado de aconsejar y manipular a otros hombres para que se queden en la minoría de edad, porque a ellos les conviene. Los tutores son:

  • Morales: el hombre ilustrado ya no necesita que le digan qué está bien y qué está mal.
  • Políticos: la tradición no puede gobernar el destino de todos, es la política racional la que decide en los asuntos del estado.
  • Ideológicos: el hombre no necesita creer en ningún dogma. Kant critica los tutelajes religiosos porque no entiende cómo un grupo de personas pueden establecer criterios universales, ya que de estos temas no es posible establecer un conocimiento. Kant afirma que aunque sea difícil salir de la minoría de edad, es posible.
Posibilidad de salir de la minoría de edad sin una revolución, evitando los peligros de los tutores

Kant afirma que aunque es difícil salir de la minoría de edad, es posible. Son muchos los peligros que tenemos si decidimos permanecer en la minoría de edad, como por ejemplo: los tutores se encargarán de asustarnos y de atontar a los menores de edad, provocando en ellos la sensación de que les es imposible caminar. Kant concluye señalando el camino para salir de la minoría de edad: no debe hacerse mediante la revolución, sino lentamente mediante la libertad moderada y apoyada en un monarca ilustrado.

Época de la Ilustración y Federico Guillermo II

La época de la Ilustración, según Kant, distingue entre una época ilustrada y una época de la Ilustración. Afirma que vive en una época de Ilustración y menciona a Federico II el Grande como un espíritu de la Ilustración y un déspota ilustrado. También aprovecha para justificar por qué gran parte del texto gira en torno a la religión, considerando que ha existido siempre una gran tentación de los mandatarios y que la tutoría religiosa conduce a la minoría de edad porque es la más peligrosa.

Paradoja de la Ilustración

Kant describe lo que para él es la paradoja que plantea la Ilustración: la paradoja que se da en la Ilustración entre el uso privado y el uso público de la razón. El uso público de la razón es libre pero tiene límites de no poder expresarse privadamente, mientras que el uso privado de la razón aparentemente limitado tiene la posibilidad de expresarse públicamente.