La Restauración Borbónica en España: Evolución Política, Oposición y Crisis (1876-1902)

Evolución Histórica de la Restauración

Gobierno Conservador (1876-1881)

La primera etapa de la Restauración fue el Gobierno Largo del Partido Conservador (1876-1881). La presidencia la ostentó Cánovas del Castillo y esta etapa recibió también el nombre de “dictadura canovista”. Los objetivos principales fueron consolidar la monarquía y construir un sistema político basado en el orden, que fuera autoritario y muy centralizado. Fue una etapa caracterizada por el recorte de libertades, la censura de prensa y por la aprobación de la Ley Electoral de 1878, que eliminó el sufragio universal masculino y dejó fuera del sistema a cinco sextas partes de los españoles. En esta etapa también se produjo la finalización del conflicto carlista (con la abolición de los fueros vascos y la derrota de Carlos VII) y el fin de la guerra cubana (con la Paz de Zanjón, que ponía fin a la Guerra de los Diez Años y recogía la amnistía de colonos y esclavos, aunque Cuba mantenía su estatus colonial).

Gobierno Liberal (1881-1883)

La segunda etapa fue de gobierno del Partido Liberal (1881-1883). En ella se pusieron en práctica derechos y libertades antes rechazados y se adoptaron medidas librecambistas. Se reorganizó el ejército y se modernizó el reclutamiento; también se amplió la base electoral en 1881 y se aprobó la libertad de prensa. No obstante, este gobierno llegó a su fin en 1883 debido a una sublevación militar republicana que fracasó.

Regencia de María Cristina y Pacto de El Pardo (1885-1902)

La tercera etapa estuvo marcada por la muerte de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902). Ante el intento de sublevación militar republicana, el rey le había dado previamente el poder a Cánovas. En 1885 murió Alfonso XII, lo que supuso un enorme peligro para la estabilidad del sistema. Es en ese momento cuando se firma el Pacto de El Pardo (1885) entre Cánovas y Sagasta, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo, para consolidar el turnismo pacífico. Se acordó apoyar la regencia para defender el sistema frente a carlistas y republicanos.

Es en este mismo año cuando se inicia el Gobierno Largo de Sagasta (1885-1890), durante el cual se tomaron varias medidas importantes:

  • La Ley de Asociaciones (1887), que recogía el derecho de asociación y permitía la legalización de los sindicatos obreros.
  • La Ley Electoral de 1890, que restauró el sufragio universal masculino (con la oposición de los conservadores). Aunque fue una ley muy avanzada para la época, el fraude electoral se mantuvo como práctica habitual.

Crisis de Fin de Siglo (1890-1898)

Finalmente, entre 1890 y 1898 se produjo la llamada Crisis de Fin de Siglo. Se inició con Sagasta abandonando la presidencia del gobierno debido a una crisis interna de su partido. También se produjo el asesinato de Cánovas a manos de un anarquista en 1897, con lo que Francisco Silvela tomó el mando del Partido Conservador, abriendo el camino hacia el Regeneracionismo. A su vez, en 1892 José Martí, héroe de la independencia cubana, creó el Partido Revolucionario Cubano, y José Rizal (líder de la Liga Filipina) comenzaron a liderar movimientos contrarios a la presencia española.

Los problemas en las colonias, el auge de los nacionalismos, la muerte de los dos principales líderes de los partidos dinásticos y el desgaste del propio sistema derivaron finalmente en el fin del régimen, como se explicará en la Conclusión.

Oposición a la Restauración y Bases Institucionales

La oposición al sistema de la Restauración la protagonizaron los siguientes colectivos:

  • Carlismo: Materializado principalmente en el Partido Integrista, con figuras como Cándido Nocedal.

  • Nacionalismos: Principalmente el catalán y el vasco.

    Nacionalismo Catalán

    Surgieron dos modelos alternativos de catalanidad:

    • Republicanismo Federal Catalán: Liderado por Valentí Almirall, demandaba la soberanía para Cataluña.
    • Modelo conservador: Defendía una Cataluña singular dentro de una España plural.

    Nacionalismo Vasco

    El nacionalismo vasco surgió como reacción a la abolición de los fueros tras las guerras carlistas y a los cambios sociales derivados de la industrialización (con la llegada de inmigrantes de otras provincias españolas). Adquirió una orientación política clara con la figura de Sabino Arana. Fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1895, su ideología era clerical y tradicionalista. Reivindicó la raza, la lengua y las costumbres vascas, inicialmente con un marcado carácter xenófobo y racista, aunque posteriormente moderó sus posturas acercándose a la burguesía.

  • Oposición republicana: Fragmentada en diversas corrientes, como ya se ha mencionado.

  • Movimiento obrero: Surgió y se desarrolló paralelamente al proceso de industrialización.

    • Un hito fundamental fue la fundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879 por Pablo Iglesias, concebido como un partido de clase defensor de los derechos del proletariado.
    • Junto al socialismo, surgió con fuerza el anarquismo, que se convirtió en la ideología obrera más influyente durante la Restauración. Fue un anarquista quien asesinó a Cánovas, y también llevaron a cabo atentados contra el rey. Dentro del anarquismo, destacó la polémica organización conocida como La Mano Negra, a la que se atribuyeron atentados durante la década de 1880. Andalucía y Barcelona fueron sus principales focos de actuación.

Conclusión: La Crisis de la Restauración

El asesinato de Cánovas (1897), la crisis de conciencia nacional provocada por la derrota en la Guerra de Cuba contra Estados Unidos (1898), el auge del movimiento obrero y los nacionalismos, y la creciente separación entre la ‘España oficial’ (representada por el turnismo bipartidista) y la ‘España real’ (más urbana, industrializada y plural) llevaron al sistema a una profunda crisis en las primeras décadas del siglo XX. Esta crisis y los intentos de reforma quedaron personificados en los gobiernos de Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal).