Filosofía Clásica y Medieval: Platón, Aristóteles, San Agustín y Tomás de Aquino

El Pensamiento de Platón: Ideas, Alma y la Ciudad Ideal

Vida y Obra

Platón fue un filósofo griego del siglo V a.C., discípulo de Sócrates y fundador de la Academia. Escribió diálogos sobre temas como la justicia, el alma y el conocimiento, y desarrolló la famosa teoría de las ideas. Su pensamiento marcó la filosofía occidental.

Realidad y Conocimiento: Los Dos Mundos

Metafísica: El Mundo de las Ideas

Platón sostiene que existen dos realidades:

  • El Mundo Sensible, que percibimos con los sentidos y es cambiante e imperfecto.
  • El Mundo de las Ideas, eterno, inmutable y solo accesible por la razón.

Las cosas sensibles imitan o participan de las Ideas, que son modelos perfectos. Según Platón, el Demiurgo creó el mundo sensible tomando como modelo las Ideas. Estas están organizadas jerárquicamente, con la Idea del Bien en la cima, que da sentido a todas las demás. El mundo sensible es, por tanto, una copia imperfecta del mundo real, que es el Mundo de las Ideas, y solo la razón puede conocerlo.

Epistemología: El Camino hacia la Verdad

El conocimiento verdadero (episteme) no se obtiene por los sentidos, que solo generan opinión (doxa), sino por la razón, que tiene como objeto el Mundo de las Ideas. Platón propone tres caminos hacia el conocimiento:

  • La reminiscencia (anámnesis): el alma recuerda las Ideas que conoció antes de unirse al cuerpo.
  • La dialéctica: método racional que eleva el alma desde el mundo sensible hasta el inteligible, como se representa en el mito de la caverna.
  • El amor (Eros): impulso del alma hacia la belleza y la perfección que conduce al conocimiento de las Ideas del Bien y la Belleza.

El Ser Humano: La Dualidad de Cuerpo y Alma

Platón considera al ser humano como un ser dualista, formado por cuerpo y alma. El cuerpo es mortal y pertenece al mundo sensible, mientras que el alma es inmortal, divina y procede del Mundo de las Ideas. El cuerpo es la cárcel del alma, pero esta puede liberarse mediante la filosofía.

El alma tiene tres partes:

  • Racional: está en el cerebro, busca la sabiduría y debe gobernar.
  • Irascible: está en el pecho, fuente del valor y la voluntad.
  • Concupiscible: está en el vientre y está ligada a los deseos y placeres físicos.

Cuando la parte racional domina, hay armonía y justicia. La unión entre alma y cuerpo es accidental, y el alma puede reencarnarse. En el mito del carro alado, el alma racional (auriga) guía dos caballos, uno bueno y otro malo, simbolizando el equilibrio entre razón y deseo.

La Ética: La Búsqueda de la Virtud

Originalmente, la palabra areté en Grecia significaba excelencia o habilidad para cumplir una función bien hecha, sin una connotación ética. Por ejemplo, un buen caballo o un buen músico eran “virtuosos” porque eran eficaces en lo que hacían.

Pero Platón, siguiendo a Sócrates, reflexiona sobre la virtud en el ser humano y la vida buena, rechazando el relativismo sofista, que decía que la virtud depende de cada persona o sociedad.

En La República (Libro IV), Platón define las cuatro virtudes cardinales, que están relacionadas con las partes del alma:

  • Prudencia o sabiduría: ligada a la parte racional del alma, es la capacidad para saber lo que es justo y bueno.
  • Valentía o fortaleza: propia del alma irascible, es el coraje para defender lo correcto ante cualquier dificultad.
  • Templanza: corresponde al alma concupiscible y significa controlar y moderar los deseos y pasiones.
  • Justicia: surge cuando cada parte del alma cumple su función y virtud, logrando la armonía interior y exterior.

Platón relaciona estas virtudes con la estructura social, donde cada grupo domina según su virtud: sabiduría en los gobernantes, fortaleza en los guardianes y templanza en los productores.

Política: El Estado Justo

Platón cree que el cosmos, el ser humano y la ciudad deben estar organizados de forma ordenada y armoniosa. Así como en el hombre cada parte del alma cumple su función para que haya justicia interna, en el Estado cada grupo social debe hacer su tarea para que reine la justicia colectiva.

Esta estructura se refleja en la ciudad dividida en tres clases sociales:

  • Filósofos gobernantes: representan la parte racional del alma, deben dirigir la polis con sabiduría. Son los únicos capacitados para gobernar porque conocen el Mundo de las Ideas y buscan la justicia.
  • Guardianes o guerreros: corresponden al alma irascible. Su misión es proteger la ciudad y ser valientes.
  • Productores: artesanos, agricultores y comerciantes que satisfacen las necesidades básicas. Representan el alma concupiscible, y su virtud es la templanza.

Platón propone que ni los gobernantes ni los guardianes tengan propiedades para evitar la corrupción, y defiende la educación igualitaria para hombres y mujeres.

Formas de Gobierno

Platón analiza los diferentes tipos de gobierno, ordenándolos de mejor a peor, mostrando un proceso de decadencia desde el régimen ideal hasta el más corrupto:

  • Aristocracia: gobierno de los más sabios, los filósofos gobernantes. Es el régimen ideal porque busca la justicia.
  • Timocracia: gobierna la clase militar, que busca honores y poder.
  • Oligarquía: el poder está en manos de los ricos. Se desprecia la virtud y la ciudad se divide en pobres y ricos.
  • Democracia: el pueblo toma el poder buscando igualdad y libertad, pero la falta de educación genera desorden y exceso.
  • Tiranía: el peor régimen, donde un líder injusto somete al pueblo con violencia, surgiendo del caos de la democracia.

La Filosofía de Aristóteles: Lógica, Naturaleza y Ética

Introducción

Aristóteles fue un filósofo griego, alumno de Platón y maestro de Alejandro Magno. Fundó el Liceo y su filosofía es más práctica y concreta que la de Platón.

Realidad y Conocimiento: El Mundo Empírico

Metafísica: El Ser y sus Causas

Aristóteles entiende la metafísica como la ciencia que estudia el ser en cuanto ser, es decir, aquello que es común y permanente en todas las cosas. Para explicar la realidad, distingue entre sustancia (lo que existe por sí mismo) y accidentes (propiedades que dependen de la sustancia). Además, formula su teoría hilemórfica, según la cual todo ser está compuesto de materia (lo que posibilita que algo exista) y forma (lo que determina lo que es). Esta visión se completa con la distinción entre potencia y acto: la potencia es la capacidad de ser de una manera distinta, y el acto es su realización. Para justificar el movimiento, Aristóteles propone la existencia del Motor Inmóvil, un ser eterno y perfecto que mueve sin ser movido.

Crítica a la Teoría de las Ideas de Platón

Frente a la teoría platónica, Aristóteles rechaza la separación entre el Mundo Sensible y el Mundo de las Ideas. Considera que esta división duplica innecesariamente la realidad y no explica el cambio. Para él, las esencias no existen en un mundo aparte, sino que son inmanentes a los seres concretos. Por eso sostiene que el conocimiento debe partir de las cosas reales.

Física y Cosmología

En el ámbito de la física, Aristóteles define el movimiento como el paso de la potencia al acto. Clasifica el cambio en cuatro tipos: sustancial (nacer o morir), locativo (cambio de lugar), cualitativo (adquirir nuevas propiedades) y cuantitativo (aumentar o disminuir). Para explicar por qué ocurren los cambios, desarrolla su teoría de las cuatro causas: material, formal, eficiente y final, siendo esta última la más importante. Su cosmología distingue entre un mundo sublunar, donde todo cambia y es corruptible, y un mundo supralunar, formado por éter y caracterizado por movimientos perfectos y eternos.

Teoría del Conocimiento

En su teoría del conocimiento, Aristóteles sostiene que todo saber empieza por los sentidos. La mente posee dos funciones: el entendimiento paciente, que recibe la información, y el entendimiento agente, que abstrae lo universal a partir de lo particular. A partir de esto, elabora una clasificación de las ciencias: teoréticas, prácticas y productivas.

Antropología: La Unión de Cuerpo y Alma

Aristóteles entiende el alma como el principio vital del cuerpo. A diferencia de Platón, niega su inmortalidad y considera que alma y cuerpo forman una unidad sustancial: el alma es la forma del cuerpo. Sin alma, el cuerpo no sería un ser vivo; y sin cuerpo, el alma no existiría.

Propone una única alma con tres funciones jerárquicas:

  • Vegetativa: nutrición, crecimiento y reproducción (plantas, animales y humanos).
  • Sensitiva: percepción, deseos y movimiento (animales y humanos).
  • Intelectiva: entendimiento y voluntad, exclusiva del ser humano.

Ética: La Felicidad como Fin Último (Eudemonismo)

La ética aristotélica es una ética de la virtud. Para Aristóteles, una cosa es buena cuando cumple bien su función. En el caso del ser humano, su función propia es vivir de acuerdo con la razón. Distingue dos tipos de virtudes:

  • Virtudes intelectuales: perfeccionan el intelecto y se adquieren por enseñanza (ciencia, sabiduría, prudencia).
  • Virtudes morales: perfeccionan la voluntad y el carácter. Se adquieren por el hábito y consisten en buscar el término medio entre dos extremos viciosos.

Aristóteles defiende el eudemonismo: la felicidad es el fin último del ser humano. Se alcanza al vivir de manera virtuosa y racional. La vida más feliz es la vida contemplativa, dedicada al conocimiento.

Política: El Ser Humano como Animal Social

Aristóteles afirma que el ser humano es un animal social por naturaleza. Solo en sociedad puede alcanzar sus fines. Por eso, la polis (ciudad o Estado) es el marco natural donde el hombre se desarrolla plenamente.

Distingue tres niveles de comunidad natural:

  • Familia: para la supervivencia.
  • Aldea: asociación de familias.
  • Polis: comunidad perfecta para vivir bien.

El ciudadano pleno es quien participa en el gobierno, pero esto solo corresponde a los varones libres. El Estado debe buscar el bien común y promover la autarquía (autosuficiencia) y la educación. Clasifica las formas de gobierno en:

  • Legítimas (buscan el bien común): monarquía, aristocracia y democracia (politeia).
  • Ilegítimas (buscan el interés propio): tiranía, oligarquía y demagogia.

San Agustín de Hipona: Fe, Razón y la Ciudad de Dios

Introducción

San Agustín es uno de los principales filósofos y teólogos del cristianismo, cuya obra une el pensamiento clásico con la fe cristiana. Su filosofía centra la verdad y el conocimiento en Dios, y destaca la importancia de la interioridad para alcanzar la sabiduría.

Realidad y Conocimiento: La Iluminación Divina

San Agustín defiende que fe y razón no están separadas, sino que trabajan juntas. La fe es fundamental para acceder a la verdad, pero la razón ayuda a entender lo que creemos. Contra los escépticos, afirma que sí existen certezas absolutas (por ejemplo, si me engaño, existo). Siguiendo a Platón, diferencia entre conocimiento sensible (limitado) y racional (seguro). Para alcanzar las verdades eternas, San Agustín introduce la iluminación divina: Dios actúa sobre la mente como la luz del sol sobre los ojos, permitiendo que el ser humano comprenda lo eterno.

Finalmente, explica que todo proviene de Dios, que puso semillas racionales (rationes seminales) en la creación que permiten que surjan nuevas cosas con el tiempo. Además, el mal no es un ser, sino ausencia de bien.

El Ser Humano: Alma, Voluntad y Gracia

San Agustín considera que el ser humano está compuesto de alma y cuerpo, siendo el alma la parte más importante por su naturaleza espiritual e inmortal. Dentro del alma, destaca la inteligencia, que busca la verdad, y la voluntad, que es más importante que la razón porque permite elegir entre el bien y el mal. Gracias a esta libertad, el ser humano es responsable de sus actos. Aunque es libre, necesita la gracia divina para actuar correctamente.

Dios: Creador y Verdad Absoluta

Para San Agustín, Dios es el centro de toda realidad: el creador del mundo, la verdad absoluta y el bien supremo. Todas las verdades eternas se encuentran en la mente de Dios. La creación es un acto libre de Dios desde la nada (creatio ex nihilo). El alma humana aspira naturalmente a Dios, porque en Él reside la verdad y la felicidad plena.

Ética: El Amor como Orden

La ética de San Agustín se basa en el cristianismo. El objetivo del ser humano es la felicidad, que consiste en unirse a Dios en la otra vida (visión beatífica). El mal moral surge cuando la voluntad humana se aleja de Dios. Por eso, la gracia divina es necesaria para orientar la voluntad hacia el bien. Las virtudes cristianas, especialmente la caridad (amor a Dios y al prójimo), guían la vida moral.

Política: La Lucha entre las Dos Ciudades

En su obra La ciudad de Dios, San Agustín analiza la historia humana como la lucha entre dos ciudades:

  • Ciudad de Dios: formada por quienes aman a Dios y buscan el bien eterno.
  • Ciudad terrenal: formada por quienes buscan solo poder, riqueza o placer.

El Estado es una herramienta para mantener el orden y la paz. El poder político tiene su origen en Dios, pero la Iglesia tiene prioridad moral sobre los gobernantes, pues su misión es guiar al hombre hacia su fin espiritual.

Santo Tomás de Aquino: La Síntesis entre Fe y Razón

Introducción

Santo Tomás de Aquino fue un filósofo y teólogo medieval que unió fe y razón. Su obra busca explicar racionalmente las verdades fundamentales del cristianismo.

La Existencia de Dios: Las Cinco Vías

Santo Tomás de Aquino sostiene que, aunque la fe afirma la existencia de Dios, es necesario demostrarla racionalmente. Para ello usa un método a posteriori, partiendo de lo que observamos en el mundo. Rechaza las demostraciones a priori, como el argumento ontológico, porque la esencia de Dios no es directamente accesible al ser humano.

Propone cinco vías para demostrar que Dios existe:

  1. Vía del movimiento: conduce a un primer motor inmóvil.
  2. Vía de la causa eficiente: conduce a una primera causa no causada.
  3. Vía de la contingencia: conduce a un ser necesario.
  4. Vía de los grados de perfección: conduce a un ser sumamente perfecto.
  5. Vía de la finalidad: conduce a una inteligencia ordenadora del universo.

Todas estas vías parten de hechos sensibles, aplican el principio de causalidad y rechazan una cadena infinita de causas, llegando así a Dios como explicación última. Tras demostrar que Dios existe, afirma que solo podemos conocer su esencia de forma limitada, usando la vía de la negación (lo que Dios no es) y la vía de la eminencia (afirmar en Él las perfecciones máximas).