La novela después de la Guerra Civil

La novela española en los años 40

Gran parte de los novelistas de los años 30 se habían orientado  hacia un tipo de novela social y comprometida y muchos de ellos se exiliaron,  lo que dio lugar a una tremenda diversidad de planteamientos y tendencias. Aunque debido a la censura solamente algunos llegan a publicar.

Destacarán los autores Ramón J. Sender Aragónés por sus obras del exilio que tratan tres temas: la evocación autobiográfica, la Guerra Civil y la América española.
Su obras más reconocida es Réquiem por un campesino español que trata de la tragedia de la Guerra Civil ejemplificándolo en la muerte de un  campesino, víctima de las represalias de los vencedores.  

Otro de los grandes autores será Max Aub, que se dedicó a escribir novelas en el exilio agrupadas en  El laberinto mágico dedicado a la Guerra Civil y escritas con técnicas realistas, Francisco Ayala o Rosa Chacel que destacada por el minucioso análisis psicológico de los  personajes femeninos, como en Memorias de Leticia Valle. 

Después de la posguerra se va a tener una visión pesimista y  existencial de la realidad y la narrativa podrá agruparse en dos distintas tendencias. Hay autores integrados  en la España del momento con una técnica narrativa muy poco innovadora de  corte realista tradicional, y otros, los más jóvenes, que expresan su  incomodidad expresando con un Realismo más crudo y exacerbado.  

Los narradores que destacaron fueron, Juan Antonio Zunzunegui con La úlcera y  Rafael Sánchez Mazas con La nueva vida de Pedrito de Andía . Otros no siguieron la tendencia  realista, como Wenceslao Fernández Flórez,con El bosque animado.  

La novela que más éxito popular tuvo fue la novela Rosa, que se ajustaba a un esquema en el que una muchacha pobre después de pasar por múltiples penalidades lograba  alcanzar el amor y la felicidad. 


En la década de los 40 varias novelas marcan el inicio de una nueva  narrativa, La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela,  Nada de Carmen Laforet y Miguel Delibes con  La sombra del ciprés es alargada . 

Camilo José Cela es un autor gallego cuyas obras reflejan un profundo  pesimismo que a menudo se enmascara bajo un humor negro muy  carácterístico. 

La novedad de la familia de Pascual Duarte (que le permitíó ganar  el premio Nobel en 1989) radica en un argumento truculento, abundante en escenas de violencia gratuita, narrado con un lenguaje que  evoca el habla rural, pero muy cuidado y narrada  en primera persona por el propio Pascual Duarte quien deja antes de morir en  prisión su autobiografía en manos de otra persona que actuará de transcriptor. La novela refleja el ambiente del pesimismo  existencial de la posguerra centrada en una aldea donde la brutalidad es el  resultado de la pérdida de la moral de una sociedad primitiva.  

Esta obra dio lugar a que se acuñara el término  «tremendismo» y no estaba muy lejos del  existencialismo francés o del neorrealismo italiano combinadas con la novela picarescas española, el Naturalismo rural y las obras de Pío Baroja.  

En su primera etapa destaca la novela La familia de Pascual Duarte y El pabellón de reposo  

En su segunda etapa escribe La colmena. Destaca el personaje colectivo, la condensación temporal y su carácter de  novela abierta, ofreciendo un panorama del vivir colectivo.  

En su última etapa evoluciona hasta el experimentalismo con obras como San Camilo 1936  

Carmen Laforet publicó su primera obra, Nada en 1944, que fue ganadora del premio Nadal y que narra en primera persona (tipo de  narrador homodiegético) las  vivencias de Andrea, una joven que llega a  Barcelona para estudiar en la Universidad y vivir en casa de sus tíos y el  ambiente sórdido y asfixiante de los familiares con los que convive se convierte  en una fuente de amargas decepciones.  Sus obras posteriores no fueron tan populares (La isla de  los demonios y La mujer nueva).  

La novela refleja un ambiente opresor, sórdido, reflejo de una  sociedad española aún traumatizada por el drama de la Guerra Civil. En cuanto a sus técnicas narrativas, es un relato lineal y  posee una estructura circular.


El Realismo social en algunas novelas de  los años 50

 

El Realismo social es una corriente literaria de la década de los 50 que retrata la dura vida en el campo y las ciudades, así como los conflictos latentes en la sociedad española de los años 50, incluyendo la Guerra Civil. Las carácterísticas notables son el uso de la técnica realista objetivista, el fragmentarismo episódico, la participación de múltiples personajes y el empleo de un narrador omnisciente u objetivista con un tratamiento temporal complejo, influenciado por el cine. El estilo busca reproducir con fidelidad el habla cotidiana de los personajes. 

Estas técnicas fueron influenciadas por narradores como John Dos Passos (Lost Generation) con Manhattan Tronsfer, o Baroja, con La Busca. 

El Realismo de este periodo se puede entender en dos formas: un Realismo crítico con voluntad de denuncia y cambio, más comprometido e influenciado por el marxismo, y un Realismo objetivista, más neutro y sin grandes afanes de cambio. La clasificación se basa en la ideología que refleja la novela y el punto de vista del autor, más que en la técnica. Sin embargo, en muchas de las novelas del periodo, independientemente de su enfoque objetivista, hay una clara preocupación social. Ejemplos de autores del Realismo crítico son López Pacheco autor de Central eléctrica y Caballero Bonald con Dos días de bondad, mientras que autores de la corriente objetivista incluyen a Ignacio Aldecoa con Gran Sol o El viento  Solano y Luis Goytisolo con Las afueras.

Otros autores con preocupaciones sociales y existenciales que siguen su propia trayectoria son Carmen Martín Gaite con Entre visillos, Ana María Matute y Delibes con El camino y Mi idolatrado hijo Sisí. Sin embargo, se considera que Camilo José Cela, con su obra La Colmena, y Rafael Sánchez Ferlosio, con El Jarama, son los autores que mejor anticipan y reflejan la novela de los años cincuenta en España.


Camilo José Cel escribíó La colmena, que refleja la miseria en Madrid en 1942 y destaca por su enfoque con personajes colectivos. La novela muestra la vida de diferentes clases sociales a lo largo de tres días en una zona específica de Madrid. Cela utiliza técnicas de Realismo objetivista con un narrador que interviene ocasionalmente y un predominio del diálogo realista adaptado a las peculiaridades de cada personaje. La obra consta de seis capítulos y un epílogo, con una serie de secuencias que describen a los numerosos personajes y sus acciones. El objetivo principal del autor es entrelazar las vidas aparentemente diferentes de casi cuatrocientos personajes en algún momento de la obra. Como resultado, no hay un argumento fijo, sino más bien un personaje coral en constante movimiento motivado por el sexo y el hambre.

Rafael Sánchez Ferlosio, se dio a conocer con su obra El Jarama, premiada con el Nadal en 1955. La novela narra la historia de jóvenes y adultos durante un domingo en la orilla del río Jarama y una taberna cercana. La obra se desarrolla en dieciséis horas y el narrador desaparece casi por completo, obteniéndose información a través de los diálogos de los personajes. El lenguaje es coloquial, reflejando las escenas a través de los diálogos, lo que contribuye a la objetividad. No hay un solo protagonista sino que es colectivo. La novela ofrece una visión fatalista de la vida, con personajes que aceptan lo que ocurre como inevitable.

Entre visillos de Carmen Martín Gaite, es una novela exitosa que retrata la vida de jóvenes burgueses en una provincia española durante los años 40 y 50. La obra muestra la opresión y frustración de las mujeres en una sociedad dominada por la moral nacional católica, donde los hombres tienen más libertad. Destaca el personaje de Pablo Klein, un profesor crítico con la sociedad.


La Renovación de la novela en los años sesenta

En los años 60, España experimentó cambios fundamentales que tuvieron impacto en la literatura y la narrativa. Estos años se caracterizaron por una narrativa de tipo  experimental, con signos de cansancio del Realismo dominante en la novela española. Temáticamente, la sociedad española continuó siendo el referente, pero la renovación literaria se enfocó en los aspectos formales del texto. En esta época, el Boom de la narrativa hispanoamericana, con autores como Vargas Llosa, Cortázar y García Márquez… alcanzó un desarrollo extraordinario.

La novedad de la novela experimental es que se concibe como una obra abierta, en la que el lector tiene un papel activo en la interpretación del mensaje literario. Tiempo de silencio de Luis Martín Santos marca un antes y un después en la historia de la literatura española y entre los rasgos y técnicas propias de esta novela  destaca: 

-Narrador: El narrador adopta un enfoque múltiple y el autor ya no es exclusivamente el narrador. Pueden aparecer narradores omniscientes combinados con narradores personajes. Esta variedad de puntos de vista implica el uso de diferentes personas gramaticales.

-Se da prioridad a la forma sobre el argumento, con poca acción, se mezcla la realidad con la fantasía y las digresiones del autor interfieren en la historia principal. El tempo es lento, la anécdota juega un papel importante y los finales suelen ser abiertos. La estructura se compone de secuencias. Se utilizan técnicas como el contrapunto y el caleidoscópico.

-La regularidad temporal se rompe y se origina, influido por el cine, un  “caos cronológico” – mezcla de tiempos objetivos y subjetivos- es el lector quien debe  construir la secuencia. 

-El protagonista enfrenta conflictos internos y externos, expresados a través del monólogo interior caótico. El narrador denuncia utilizando la sátira y la parodia. El estilo se destaca por la riqueza lingüística, la creación de nuevas palabras, la abolición de la frontera entre prosa y verso, la eliminación de la puntuación, y la importancia de lo visual, como distintas tipografías e ilustraciones, similar a las vanguardias.


Tiempo de silencio es una novela de Luis Martín-Santos que marcó el giro hacia la novela experimental. La novela critica el Realismo social y abre nuevos caminos para la novela española, con influencias de Kafka, Joyce y Baroja. La estructura externa de la novela consta de 63 secuencias separadas por espacios en blanco. El argumento retrata la historia de Pedro, un joven médico investigador de cáncer, que a medida que transcurre la obra le van pasando múltiples penalidades con una serie de personajes muy distintos unos a otros. Pedro no es el protagonista central de la novela, sino un hilo conductor para conocer diferentes ambientes sociales. A través de él, se retratan las diferentes clases, utilizando la ironía y el esperpento para criticar a una sociedad española de posguerra retratada como atrasada y enemiga de la cultura.

Esta obra representa una ruptura radical con el Realismo convencional, y marcó un cambio en la literatura de la época. Posteriormente, surgieron otras novelas, como Señas de identidad de Juan Goytisolo, Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé, y Cinco horas con Mario de Miguel Delibes. Luego, otras obras significativas como Volverás a Regíón de Juan Benet y Retahílas de Carmen Martín Gaite también se sumaron a este nuevo enfoque literario 

Juan Goytisolo, autor que evoluciónó del ‘Realismo crítico’ a una nueva vanguardia narrativa. Su obra más representativa, Señas de Identidad, introduce cambios fundamentales en la forma de abordar la realidad y transmitir vivencias. Narra la historia de Álvaro Mendíola, un exiliado que regresa a España en busca de sus raíces, pero se siente desarraigado. El rechazo a una interpretación parcial de la historia y cultura española es un tema constante en la obra de Goytisolo. La novela usa un estilo subjetivista con la coexistencia de la tercera y segunda persona gramaticales, y presenta elementos innovadores en tipografía, textos periodísticos, informes policiales, versos, diálogos en francés, páginas sin puntuación y letra cursiva. También rompe con la linealidad temporal y diferencia monólogos, narraciones y diálogos.

Juan Marsé, comienza su trayectoria con novelas de Realismo social y crítico, pero con elementos novedosos. En 1966 publica Últimas tardes con Teresa, una obra de denuncia social que cuenta la historia de un joven que se hace pasar por militante político clandestino para conquistar a una chica de la alta burguésía que simula ser progresista. La novela presenta novedades técnicas como el retorno al autor omnisciente con intervenciones sarcásticas y el uso del monólogo interior.


La producción novelística de Miguel Delibes

Delibes tiene una mirada crítica que se proyecta especialmente sobre tres ejes: la crítica social, la crítica “ecológica”y la crítica política.

1) LA CRÍTICA SOCIAL Y CRÍTICA ECOLÓGICA

-En la novela Las ratas se expone el abandono y la pobreza del campo español. Los personajes de la novela aman su tierra y su estilo de vida, pero al mismo tiempo reconocen que si tuvieran acceso a la tecnología y los recursos necesarios, podrían mejorar su situación. El autor, Delibes, plantea una crítica social a la falta de progreso y desarrollo en el campo, mientras muestra la conexión sentimental entre los habitantes y la tierra.

-En El disputado voto del señor Cayo, la conexión con la naturaleza es fundamental para el personaje principal, quien vive alejado de la sociedad y se beneficia del conocimiento que ha adquirido al trabajar la tierra. La novela reivindica el mundo ecológico y destaca la necesidad de preservar y respetar el medio ambiente y los conocimientos que nos aporta

-Los santos inocentes, la crítica social es el tema principal del relato, relegando la crítica ecológica a un segundo plano (aunque algunos personajes viven en el campo). La novela critica la opresión social y la explotación de los marginados, mientras destaca la necesidad de cambios en las relaciones sociales.


2) LA CRÍTICA POLÍTICA

-En Parábola del náufrago, se critican los regíMenes dictatoriales que niegan la voluntad humana. Aunque la crítica se queda en un nivel intelectual y no tiene un impacto emocional.

-En Cinco horas con Mario, la crítica política se presenta de manera encubierta como crítica social. Mario es un progresista que no se enfrenta abiertamente al sistema, pero expresa su insatisfacción con el régimen autoritario. La mirada crítica de Delibes a través de Mario refleja un momento de cambio en la sociedad española que es reclamado sobre todo por los intelectuales del país.

-3774, madera de héroe es una crítica a la inutilidad de la guerra y las ideas políticas, ya que tanto las del padre como las del hijo llevan a la muerte y la destrucción. Delibes explora la Guerra Civil en profundidad, incluyendo las causas y el desarrollo del conflicto. 

Miguel Delibes es un autor con una amplia producción literaria y es difícil hablar de etapas en su obra. Sin embargo, se pueden distinguir algunos grupos temáticos en sus novelas. En su etapa existencial, sus protagonistas son egoístas e individualistas y destacan novelas como “La sombra del ciprés es alargada” y “Mi idolatrado hijo Sisí”. En sus novelas sociales, Delibes muestra la vida en el mundo rural y la injusticia social, como en “Las ratas” y “Los santos inocentes”. En su Realismo de ambiente urbano, Delibes denuncia la desolación humana y critica la burguésía en “La hoja roja” y “Cinco horas con Mario”.


El cuento español contemporáneo:


El cuento es un texto narrativo breve en prosa con carácterísticas como la condensación de la acción, el carácter ficticio. En el Siglo XIX, autores como Alarcón, Bécquer, Pardo Bazán y Clarín destacaron en este género. En el Siglo XX, el cuento evoluciónó con fusiones de elementos clásicos y modernos, presencia de actualidad, ironía, humor y autorreflexividad.

A partir de los años 60, hubo una proliferación del género, con autores como Delibes, Cela, Matute y García Márquez, y se desarrolló el Realismo mágico. También hubo cuentos teóricos, dramáticos, líricos y fantásticos. En las últimas décadas del Siglo XX, las autoras plasmaron la búsqueda de la identidad femenina. En la cuentística española actual predomina el relato realista, urbano, intimista o psicológico, con autores destacados como Alberto Méndez, Ignacio Martínez de Pisón, Luis Mateo Díez, Manuel Rivas, Bernardo Atxaga e Ismael Grasa.

Obabakoak de Bernardo Atxaga es un conjunto de apasionantes historias que se desarrollan en el territorio mítico de Obaba. Atxaga teje con maestría estas historias y las de sus personajes, celebrando el poder de la palabra y su capacidad para conectarnos con otros lugares y rescatarnos de la soledad.

¿Qué me quieres, amor? De Manuel Rivas es un conjunto de historias que exploran las diferentes facetas del amor. El libro incluye relatos como el de un joven que cuenta su historia de amor después de fallecer en un atraco frustrado, un vendedor de lencería que recibe la ayuda de un héroe del rock, entre otras historias. 


El MICRORRELATO 

El microrrelato es un género literario se caracteriza por su brevedad, intensidad narrativa, concentración y economía expresiva, utilizando la elipsis y el arte de sugerir. Aunque ha existido desde las primeras manifestaciones literarias,  alcanza su pleno desarrollo en el Siglo XX con autores como J.R. Jiménez, R. Gómez de la Serna, Borges, A. Monterroso, J. Cortázar y José María Merino.

El microrrelato se sitúa entre la brevedad del cuento y la concisión del aforismo, generalmente constando de apenas una línea, unos pocos párrafos o  una página. A diferencia de otros géneros literarios, el microrrelato se enfoca en un único hecho narrativo visual, que va más allá de la anécdota y busca sintetizar y sugerir un acontecimiento. Por lo tanto, crea una intensidad que impacta al lector.

Una de las carácterísticas fundamentales del microrrelato es romper las expectativas del lector y otorgarle la responsabilidad de encontrar el sentido en los significados apenas esbozados, a menudo utilizando el doble sentido. Un ejemplo famoso de microrrelato es “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí” de Augusto Monterroso, que ha generado numerosas interpretaciones y estudios.

Las carácterísticas del microrrelato se pueden resumir en su brevedad, lenguaje preciso, intensidad narrativa, anécdota comprimida, participación activa del lector y intertextualidad que puede manifestarse en referencias a cuadros, parodias de géneros, modismos y tópicos de la cultura universal, entre otros. El lector del microrrelato debe ser exigente, tener capacidad crítica, sentido del humor y amante de la interpretación, ya que la comprensión de la trama a menudo requiere la participación activa del lector.

A partir de los años 70, se ha incrementado la publicación de microrrelatos en varios países, y a finales de los 80 y principios de los 90 , los autores han comenzado a escribir con plena conciencia de las novedades que aporta este género narrativo.